Capítulo 31
Dolía, mis patas y mi pecho dolían. Estaba corriendo desde hace tanto que ni siquiera me di cuenta de que habían pasado horas, muchas horas... Entonces me di cuenta de algo, de que había llegado a la ciudad humana. Me transformé y miré a todos lados antes de adentrarme en este sitio desconocido para mí. Todo era tan diferente a lo que conocía, los edificios eran altos y habían muchas más casas de las que normalmente veo.
Hice una mueca y me abracé a mí misma para buscar consuelo, no sabía que hacer ni a donde ir... ¿Qué debo hacer primero? No tengo ni dinero, ni nada que pudiera vender...
-¡Hm! -me espanté cuando por sorpresa un perro pequeño me empieza a ladrar y casi morder.
-¡Extraña! ¡Extraña! ¡No es humana! ¡Aléjate de mi dueña! ¡Vete!
-Rob, ¿qué pasa pequeño? Tranquilo -una mujer que lo traía de su correa lo acerca a ella y lo abraza.
Yo me alejé mientras seguía mirando a aquel perro que me gruñía aún pero entonces me topé con alguien.
-¡Oye, cuidado!
-Lo siento...
Retrocedí de nuevo pero habían tantas personas que choqué otra vez, jamás estuve entre una multitud así que iban todos en lo suyo. Parecía empezar a sofocarme, no sabía a dónde ir y la mayoría me estaba empujando para que saliera de su camino. Finalmente pude salir de aquella multitud y respirar un poco.
-¡Ah! -una luz me encandila los ojos a la vez que un bocinazo aturde mis oídos.
Me alcancé a apartar justo a tiempo antes de que aquel bus me pasara por encima. El conductor salió desde la ventanilla y me gritó mientras se alejaba. Yo me sujeté la cabeza, había demasiado ruido y muchas personas ahora me estaban rodeando.
-Señorita, ¿está bien?
-Oiga, salga de la carretera.
-Señorita...
Cerré los ojos mientras respiraba agitada y entonces aparté a todos a mi alrededor y salí corriendo a cualquier dirección. Crucé varias calles casi siendo atropellada un par de veces pero entonces conseguí entrar en un callejón donde no había nadie.
-Diosa... Son muchas cosas a la vez... -murmuré para mí misma.
El sonido de la ciudad aún me estaba aturdiendo, traté de tapar mis orejas pero el que tuviera una gran audición no ayudaba. Me sentía mareada, decidí sentarme en el suelo recostando mi espalda contra la pared y descansar un poco.
-Quizás... así... se me pase.
Caí a un lado cubriendo cuanto podía mis orejas y cerré los ojos. No estaba acostumbrada a esto y es normal, en las ciudades humanas hay demasiado ruido, más que en las manadas. Debí haber pensado mejor a donde ir.
***
***
Escuché risas a carcajadas y pasos por donde yo estaba. Aunque también podía escuchar el ligero movimiento de lo que podía ser líquido en una botella. Quería abrir mis ojos o moverme pero aún estaba sin poder hacerlo.
-¿Eh? Mira ahí, amigo... -arrastraba las palabras.
-Dios, que hermosa. ¿Qué le habrá pasado?
-¿A quién le importa?
Lo sentí junto a mí, agarró mi rostro y lo observó por un tiempo antes de reír un poco de nuevo.
-Sostenme esto.
-¿Qué harás? Se ve muy joven -pregunta el otro.
-¿No es obvio? Voy a liberar tensión, si no despierta va a ser más fácil hacerlo.
Sentí una mano apretar uno de mis senos. En estos momentos gritaba en mi interior a mi cuerpo para que se moviera. Repentinamente su mano libre ahora se deslizaba hasta mi intimidad.
-O..Oye, esto está mal...
-¿Eh? No me importa. Tú vete a vigilar que nadie venga si no quieres ver.
Escuché al otro resoplar y alejarse, mientras que el que me estaba tocando vuelve su atención a mí.
-Veamos... -sentí que me quitaba mi remera y me dejaba en mi sostén.
"¡Lika, haz algo!"
"Y..Yo..."
Escuché que se bajaba el cierre del pantalón, empezó a restregarme su miembro asqueroso por los senos y el rostro. Quería arrancárselo y hacer que se lo tragara...
-¿Eh? ¿Qué es este tatuaje?
Aparta su miembro y mueve mi cabeza para ver mejor la marca. Pasa sus dedos por ella y repentinamente sentí una descarga que me ayudó a despertar. Abrí los ojos de golpe y agarré la mano de aquel borracho.
-¡¿Pero qué...?!
Gruñí enfadada y salté sobre él. Saqué mis garras y rasgué su cuello. Estaba temblando... si no fuera por esa descarga, este tipo me hubiera...
-¿Marcus?
El otro tipo se acerca, agarré mi remera y me escondí más adentro del callejón antes de que me viera. Lo escuché gritar por su amigo y salir corriendo.
Me abracé a mí misma de nuevo teniendo ganas de llorar, pasé mi mano por la marca mientras cubría mis senos con mis brazos. Me pasé la otra mano por el rostro como si me limpiara por lo asqueroso que se sintió aquello.
-Que asco... que asco... que asco -sollocé.
Estaba tan metida en mi propio llanto que dejé pasar aquel leve sentimiento de preocupación que no era mío... No le presté atención porque realmente me sentía asqueada.
Escuché entonces a más personas que ya habían visto el cuerpo del borracho tirado allí. Pronto llamaron a la policía así que me puse mi remera y salí corriendo más al fondo del callejón, escalé una muralla más baja y escapé. Pude sentir como Jacob intentó comunicarse conmigo mentalmente pero no quería saber de él, así que fue como poner una barrera entre ambos. No podríamos hablar hasta que yo la quitara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro