La ropa empezó a ser tan molesta que no tardamos en deshacernos de estas hasta estar en ropa interior ambos. Jacob me mira cuando me estaba desaprovechando el sostén y no se espera más, me lo arrancó tan fácil que me sorprendió. Me hizo acostar de nuevo y besó mis labios.

-Mhmg... -cerré los ojos con fuerza al sentir como una de sus manos se deslizaba por mi abdomen hasta meterse bajo mis bragas.

Sus dedos acariciaron mi intimidad hasta hacerme sentir húmeda en esa parte. Un dedo se adentró muy fácil en mi interior y yo me arqueé. Enseguida metió uno de mis pezones en su boca y lo succionó y lamió.

-A..Ah...

Metió otro dedo en mí y los movió más rápido simulando embestidas, me sentía tan bien... sabía donde golpear con sus dedos y cómo moverlos. Me aferré a él y entonces sentí como me había corrido, me sentía liberada y un poco menos caliente pero... aún así volví a excitarme con solo verlo.

-Aún no estás satisfecha, ¿no es cierto? Quieres más... -habla sacando sus dedos y viendo lo húmedos que estaban.

Me sobresalté cuando lo vi lamer ambos dedos, cubrí mi rostro por la vergüenza pero él ríe entre dientes.

-¿De qué te avergüenzas? Si hasta prefiero tomar directamente de aquí... -susurra provocándome mientras vuelve a tocar mi intimidad.

No destapé mi rostro ni cuando lo sentí moverse o rebuscar algo en algún cajón. Pero fue repentino cuando separó mis piernas y se colocó entre ellas hasta estar sobre mí otra vez. Bajé la mirada hasta encontrar su miembro erecto y cubierto por un condón, me sonrojé aún más.

Deslice mi mano por su pecho y bajé hasta llegar allí, lo acaricié haciendo suspirar a Jacob pero lo miré a los ojos nerviosa. Él lo nota y acaricia mi mejilla sonriendo leve.

-Tranquila, mi Luna... Jamás me atrevería a hacer algo para lastimarte de ninguna forma. Confía en mí.

-Lo hago... así que... ¿p..puedes hacerlo ya?

Aparté la mirada avergonzada pero él besa mi cuello mientras lo sentía sonreír. Sentí la punta golpear contra mi entrada así que cerré los ojos, cuando empezó a entrar en mí me arqueé.

-S..Se siente... raro... -comenté-. J..Jake...

En realidad no sé porqué se me ocurrió llamarlo así, pero pareció gustarle.

-Pasará, ya verás que luego te vas a sentir bien.

Metió más dentro de mí haciéndome soltar un gemido. Me aferré a su cuerpo mientras jadeaba, él volvió a empujar y esta vez consiguió meterlo por completo. Mi interior se sentía lleno... era extraño e incómodo. Me moví un poco más provocando que golpeara un punto sensible en mí.

-¡Ahm...! -cubrí mi boca por la sorpresa y vergüenza.

-No me ocultes tus gemidos, quiero escucharlos todos... -me aparta las manos de mi boca.

Poco a poco sentía que me iba acostumbrando a la sensación de incomodidad por tenerlo dentro. Entonces él comenzó a mover sus caderas y yo empecé a temblar. Empezó siendo lento para no lastimarme, podía sentir como nos frotábamos en mi interior.

-J..Jake... mhm...

Llarlo así pareció motivarlo porque fue aumentando la velocidad. Con un brazo me rodea la cintura para sujetarme y con el otro se sostiene él. Enredé mis brazos en su cuello y por instinto separé más las piernas.

-¡Jake... ah...! ¡C..Cielos, e..esto es...! Se siente... ¡bien!

Lo escuché gruñir de satisfacción mientras aumentaba cada vez más. Me encantaba, golpeaba el punto exacto que me hacía volverme loca. Lo hacía una y otra vez hasta que no pude resistirme, me apegué a él por completo cuando empecé a correrme.

Jadeé soltándome y dejándome caer sobre la cama por completo. Miré a Jacob pero aún no pude calmarme.

-J..Jake... yo aún...

-Lo sé, mi Luna. Así es el celo.

Besa mi cuello pero hace a un lado mis piernas, se inclinó para besarme los labios con suavidad.

-Jake... y..ya no hace falta que sigas... c..controlándote.

-¿Segura? No quiero arruinarte tu primer celo...

-Segura.

El brillo en sus ojos se intensifica pero vuelve a besarme con intensidad. Entra en mí de una embestida que me hizo ahogar gemidos en su boca, empezó a moverse siendo rápido y golpeando aquel lugar de nuevo.

-¡Mhm! ¡Nhg...! J..Jake...

-Mi Luna... mhg.

Me aferré a la cama y pronto estuve boca abajo, Jacob se acomoda conmigo, sujetando mi cintura con una mano y levantando mi trasero para poder llegar más profundo. El sonido de piel contra piel era constante como nuestros gemidos y otros sonidos lascivos que inundaban la habitación.

Jacob iba tan rápido y tan fuerte que me hizo correrme tan rápido por tercera vez y aún así querer seguir. Jamás me imaginé que mi primera vez fuera así de intensa pero no me molestaba... Jacob me hacía sentir tan bien...

Mordió mi cuerpo mientras me embestía, una de sus manos apretó mi seno y pellizco mi pezón. Su otra mano se dirige a mi clítoris y lo estimuló igualmente.

-¡A..Ah...! ¡J..Jake...! ¡Mhm!

Podía sentirlo cuando se corrió pero al igual que yo, no quiso detenerse. Aún estaba duro y yo seguía necesitada, ambos no pudimos dejar de hacerlo hasta caer realmente exhaustos el uno junto al otro.

Pero ese fue solo el comienzo de la semana del celo.