Asentí ante toda la información que acababa de recibir. Era la primera vez que mi tía me hablaba sin insultar ni gritarme. No me importaba, ahora mismo me lamentaba el que mis padres estuvieran muertos y mi manada desaparecida...

-Entonces... en realidad soy Christina Rooney.

-Así es.

-Está bien, eso es todo... Supongo que gracias.

Me levanté junto a Jacob al igual que mis tíos y Madelane pero esta última se acerca sonriendo.

-Alpha, usted puede volver las veces que quiera... me encantaría recibirlo y darle una mejor bienvenida que hoy.

Apreté mis labios y los puños queriendo apartar a Madelane de inmediato, Jacob la mira sin disimular su asco.

-Créeme... jamás volvería a esta manada y mucho menos por ti.

Madelane chilla molesta cuando Jacob la aparta del camino, sonreí aliviada pero yo di un paso al frente.

-Lo siento prima, pero mi Mate es por fin lo único que no podrás tener nunca. Él es alguien que no podrás quitarme ni aunque te plantaras desnuda frente a él.

Jacob apoya su brazo sobre mis hombros y sonríe. Madelane lloriqueaba y le pedía a sus padres hacer algo, como siempre. Pero Jacob me saca de aquella casa, nos encontramos con James afuera y sonriendo regresamos al auto.

-¿Todo en orden, Alpha, Luna? -pregunta James mirando desde el espejo retrovisor.

-Todo perfecto -respondí.

James nos saca de la manada finalmente y regresamos a la de Jacob. El camino me hizo pensar bastante, miré por la ventana... sabía que estábamos yendo hacia el norte que en una desviación me imaginé a mamá aún corriendo conmigo en brazos y luego sin mí. ¿Habrá llorado por dejarme? ¿Qué hubiera pasado si aquella guerra no hubiera sucedido? ¿Cómo estaría yo ahora?

Hice una mueca con los labios hasta que sentí a Jacob sujetarme y jalarme leve hasta que estuve recostada contra su cuerpo.

-Deja de pensar, te estás llenando la cabeza y se nota. Descansa, mi Luna.

-Jacob... ¿Madelane te pareció atractiva?

-Pues... ¿Quieres la verdad o la mentira?

-La verdad -él se lo piensa un segundo pero luego suspira y me mira sonriendo.

-Es atractiva, sí. Pero hasta ahí llegó, no es hermosa... como lo eres tú.

Mis mejillas se calentaron rápido pero... me había gustado su respuesta. Hasta yo sé que mi prima sí es atractiva físicamente, pero es todo lo que tiene. Me giré para acomodarme hasta estar abrazando su brazo y apoyando mi cabeza en su hombro, cerré los ojos dispuesta a dormir por lo menos cinco minutos.

-Sabes responder, eso no es justo.

Jacob ríe haciendo que su cuerpo vibre, sentí que dejaba un beso en mi cabeza y acariciaba mi mejilla.

-Anda, duerme mi Luna.

Bostecé un poco pero le hice caso y me quedé dormida. Creo que fue tan profundo porque hasta empecé a soñar...

Jacob y yo estábamos tan tranquilos y tan felices juntos, realmente estábamos viviendo el sueño. Pero pronto todo cambió, fue como si la misma guerra que acabó con mis padres hubiera comenzado con nosotros igual.

Jacob fue a pelear, yo no sabía hacerlo.

Me escondí lo mejor que pude pero pronto me encontró un lobo, me miró con tanto odio que me sentía asustada. Ni siquiera pude hacer nada y saltó a matarme.

-¡Hm! -me senté de golpe dándome cuenta que estaba en la cama de nuestra habitación con Jacob, pero él no estaba aquí.

Miré mi mano, estaba temblando tan notoriamente que si Jacob entra ahora lo iba a notar sin la necesidad de acercarse. Me levanté y fui al baño para lavarme el rostro, el agua fría me hizo despertar más. Aunque me dejé apoyada por el lavamanos mientras pensaba.

Mis padres estuvieron tan felices que hasta me trajeron al mundo, aún así empezó una guerra que pudo con ellos siendo la manada más fuerte. Si ocurre eso aquí... ¿qué podría hacer yo? Mamá fue a pelear, pero yo...

Escuché algo leve pero que llamó mi atención, salí del baño para ir al balcón y mirar a lo lejos. Los guerreros estaban entrenando en la arena de peleas. Vi que James y Travis supervisaban los entrenamientos.

Fui impulsiva y salí a paso rápido de la casa para ir hasta aquella zona. Me quedé viendo de cerca como estaban en pares, peleando entre ellos. Uno dejó en el suelo al otro sin posibilidades de seguir y fue cuando se detuvieron y se dieron la mano.

-Buen trabajo.

-Lo mismo digo, pero no te confíes. Algún día te ganaré.

El que había perdido se limpia la frente pero al levantar la mirada coincide conmigo y se sorprende enseguida.

-Luna...

Eso llamó la atención de todos aquí y a mí me hizo sobresaltar y sonrojar. James y Travis les hicieron señas y ellos se formaron inmediatamente para luego hacer una reverencia.

-L..Lo siento... no quería desconcentrarlos -murmuré acercándome apenada.

-No se preocupe, es libre de ir donde quiera -comenta James sonriendo.

-¿Qué la trae por aquí, Luna? -pregunta Travis.

-Pues... quería ver el entrenamiento, es todo. Es la primera vez que veo uno...

-¿Y tuvo que ver mi derrota? -el que me había visto primero se rasca la nuca avergonzado.

Todos los demás ríen por su comentario y yo un poco más leve.

-¿A quien intentas impresionar? -uno de sus compañeros apoya su brazo sobre sus hombros-. Recuerda que es la pareja de nuestro Alpha.

-No te preocupes, vi que lo intentaste y lo hiciste muy bien, estoy segura que si sigues esforzándote podrás hacerlo hasta mejor que hoy.

Aquel chico parece sonrojarse y sorprenderse por mis palabras pero enseguida se para erguido y sonriendo.

-Sí. Gracias, Luna.

-Oiga, Luna ¿yo cómo estuve?

-¿Me vio a mí?

-¿Qué tal lo hice yo?

-Luna...

Enseguida todos estaban pidiendo que así como a aquel chico les dijera que estuvieron muy bien. Me puse nerviosa y sobresaltada, retrocedí sonriendo y tratando de encontrar una excusa pero no fue necesario. Un brazo en mi cintura me detiene.

-¿Qué creen que están haciendo todos ustedes?

-¡A..Alpha!

-N..Nosotros... n..no...

-Entiendo que mi Mate sea muy requerida para darles ánimos pero les recuerdo que solo puede dármelos a mí -Jacob entrecierra los ojos y todos levantan la vista hacia el cielo para evitar mirarme.

-¡Sí Alpha!

-Ya, no se distraigan más. El entrenamiento aún no ha acabado -les recuerda Travis.

-Yo creo que lo mejor es irme... -comenté.

Enseguida escuché quejas de todos los chicos pero entre James, Travis y Jacob los hicieron callar.

-Lo siento, pero estoy segura que todos lo harán perfecto desde ahora.

Parecían aceptar aquellas palabras porque sonrieron y volvieron a lo suyo. Jacob me acompaña hasta salir de aquella zona.

-Entonces... ¿A qué has ido allí? -pregunta él.

-Hm... Nada más quería ver -comenté apartando la mirada pero enseguida Jacob me hace volver a verlo.

-No lo es todo, ¿cierto? Puedes decirme.

Suspiré profundo y lo pensé por un tiempo pero asentí en derrota.

-Cuando me desperté fue por una pesadilla... que tenía que ver con la guerra que acabó con mis padres -comencé-. Me hizo pensar, si pasa algo... si alguien me encuentra y quiere hacerme algo... yo no podría defenderme. No sé hacerlo.

-Pero yo lo haré por ti, yo puedo protegerte, Chris.

-Lo sé pero... ¿qué tal si no? ¿Qué tal si pasa algo que te impide llegar a mí a tiempo? Soy presa fácil...

-Eso no pasará.

Negué con la cabeza a la vez que me detenía de caminar.

-No me estás entendiendo, Jacob... Quiero aprender a luchar.

-No me gusta la idea...

-¿Por qué? -cuestioné frunciendo el ceño.

-Puedes salir herida en algún entrenamiento. Además, si aprender... querrás luchar en las batallas y no puedo estar pendiente de ti y de mi manada al mismo tiempo.

-Entonces dices... ¿qué aunque yo aprenda aún no confiarías en mí para pelear? ¿Que moriré fácil?

-No. No dije eso...

-Lo pareció... -aparté la mirada cruzada de brazos.

-Solo no quiero que salgas herida.

-Y yo no quiero seguir viviendo con miedo. No quiero esperar a que me salves, quiero poder hacerlo sola... Quiero ser capaz de hacer algo por mí.

Jacob se queda en silencio sin saber que más decir, entonces escondí mi rostro entre mis manos y resoplé.

-Algún día podría pasar que algo suceda. Que tú no estés allí y para cuando aparezcas será demasiado tarde para mí.

-No.

-Jacob, estás siendo egoísta. Piensas solo en lo que tú quieres, no en lo que yo quiero. Yo quiero defenderme, dejar el miedo de lado y hacer algo. Antes era mi manada y el miedo quienes me lo impedían... ahora lo estás haciendo tú.

Pareció sorprenderse y quedase perplejo por ello. Me di vuelta y me alejé de él porque necesitaba estar sola por ahora. Regresé a casa, Sheyla estaba en la sala viendo una película.

-Hey, Chris ¿me acompañas? Se está poniendo buena.

-Gracias, Shey... pero no estoy de humor -le sonreí un poco al ver su mirada preocupada y confundida-. No te preocupes, con descansar se me pasará, solo no me levanté con el pie izquierdo.

-¿Segura? ¿Quieres algo?

-Estoy bien, gracias.

Subí las escaleras y fui a la habitación, me acosté en la cama y me quedé allí.