Nos sentamos en los sofás de la sala, Jacob a mi lado por supuesto; James decidió mantenerse afuera para dejarnos esta charla privada a nosotros. Mi tía se sienta en frente y nos mira un momento, el ambiente era tenso e incómodo.

-Bueno... ¿De qué quieres hablar? -pregunta ella finalmente.

-Quiero... saber sobre mis padres.

Su mueca fue evidente, no le gustaba el tema pero vio a Jacob y resopló resignada.

-Tus padres eran...

-¡¿Quién es mami?! -aquella voz chillona se hace presente interrumpiendo a mi tía mientras bajaba las escaleras.

Pronto apareció Madelane en la sala y vio a Jacob, sus ojos brillaron de una forma que a mí me desagradó y encendió mis alarmas. Pero al pasar su vista por mí pareció sorprenderse.

-Madelane... ¿No olvidaste a Christina?

-Claro que no, ¿qué mierda hace ella aquí? ¿Por qué la dejaste entrar, mamá? -lloriquea ella como una niña berrinchuda.

-No tuve otra opción, ella quiere hablar de algo, luego se irá.

-Espero que esta vez sea para siempre -murmura Madelane.

Jacob estaba tenso a mi lado, hasta podía sentir su desagrado con respecto a mi prima. Ella, sin embargo, lo mira sonriendo con coquetería y tratando de llamar su atención.

-¿Podemos seguir? -pedí para que ella dejara de mirar a Jacob.

Aunque nuevamente no pudo ser porque aparece mi tío aquí que bajó las escaleras igual que Madelane. Nos mira pero a mí con igual sorpresa y odio.

-¿Tú otra vez? ¿No te quedó claro que no te queremos aquí?

Se acerca de tal forma amenazante a mí que pensaba que iba a agarrarme del cabello y sacarme arrastras como aquella vez, pero Jacob se levanta y se coloca en frente.

-Aléjate ahora mismo de mi Luna. No te atrevas a dar un paso más cerca de ella.

Mi tío mira a Jacob un segundo antes de chasquear la lengua con molestia y apartarse, suspiré y volví a hablar.

-Bien... ya que se supone no hay quien más interrumpa esto con lo mismo... Tía, quiero escucharte.

Jacob se sienta de nuevo a mi lado y apoya su brazo sobre mis hombros. Este acto claramente no le agradó a Madelane.

-Tu madre era Lillian Rooney, Luna de la manada Arcelia. Y tu padre era el Alpha Koa Rooney... En ese entonces eran la manada más poderosa de todas, tu padre era el Alpha de Alphas y tu madre la Luna de Lunas.

Abrí los ojos de par en par, es por esto que soy una Alpha... Mi padre lo era y mi madre su Luna. ¿Por qué no sabía nada de esto?

-¿Qué pasó con ellos?

-Fueron semanas después de tu nacimiento, los lobos enemigos se aliaron a los cazadores de todo el país... Atacaron a la manada Arcelia para matar a todos y cada uno de ellos. Tu madre escapó contigo y te trajo aquí. Yo no vivía allí porque tu tío era de esta manada y decidí quedarme. Mi hermana... no me dio detalles solo me dijo que te cuidara y se fue a morir junto a tu padre.

-Y lo que hiciste fue todo menos cuidarme... -la miré con resentimiento.

-No tenía una buena relación con mi hermana y de pronto me pide que cuide de ti. Y tú, que te pareces tanto a ella... me molesta verte y recordar lo egoísta que fue ella sin darme opciones.

-Por lo menos no te dijo que fueras a pelear con ella. Solo te pidió que cuidaras de mí, ¿fue tan difícil en serio?

-Lo fue. Yo no quería cuidar de ti pero ella me hizo hacerlo. Me dejó una carga.

Cada palabra la soltaba con desprecio, odiaba aquel tono de voz pero no quería empezar a discutir ahora.

-¿Qué pasó con la manada Arcelia?

-No lo sé, muchos dicen que todos han muerto, otros que aún están por ahí... vivos. Pero no se sabe dónde están.

-¿Dónde era la manada antes? -pregunté. Quizás y podría saber algo desde allí.

-Haces tantas preguntas... -se queja Madelane pero yo la fulminé.

-No estoy hablando contigo, ni siquiera tienes que estar aquí si no quieres.

Ella chilla en protesta pero mi tía apoya su mano en el hombro de Madelane para calmarla y vuelve a mirarme.

-La manada está hacia el norte. Hay un viejo puente que ya no se utiliza porque solo se usaba para llegar a la manada Arcelia. Lo reconocerás, un puente de mármol que no se derrumba nunca. Al cruzar debes seguir derecho hasta encontrar lo que queda de la manada. Es todo.