Capítulo 15
Abrí la puerta de la habitación notando que Jacob estaba en la cama, mirando su celular hasta que yo entré. Me tiré boca para abajo sobre la cama a su lado y dejé escapar un quejido de cansancio.
-Así que... te ha arrastrado por todo el centro comercial.
-Y hasta terminamos al techo por error, pero aprovechó para tomarnos fotos -levanté la cabeza para hablar pero la volví a bajar al terminar-. Me duele todo el cuerpo.
Jacob suelta una gran carcajada antes de dejar su celular en la mesa de noche y acariciar mi espalda.
-Me imaginé que algo así pudiera pasar, por eso hice que desayunes primero.
-Y te lo agradezco porque lo único que entró a mi boca en todo el dia fue un batido de almuerzo y un sándwich de cena.
-Mi hermana puede emocionarse fácil, a veces hasta se olvida de comer por la emoción de algo -se ríe y entonces comienza a hacerme un masaje en la espalda.
-Me di cuenta, si no fuera por mis incontables anuncios de que tenía hambre ella no iba a detenerse.
-Así es ella.
El masaje en mi espalda me estaba haciendo tan bien que me relajé al instante. Solté un suspiro profundo.
-¿Y compraste algo para ti o solo ella?
-No iba a poder irme con las manos vacías. Me hizo comprar muchas cosas de hecho... Aunque la mayoría no es como que lo necesitase de verdad.
Me giré para estar frente a frente con él quien sonríe.
-Las cosas están abajo, pero eran demasiadas y no quería molestar a estas horas a nadie.
-Que considerada -besa mi frente-. Mañana subirán todo y lo acomodarán.
-¿Tú que haces despierto todavía? Se me pasó preguntar.
-Te estaba esperando. No iba a poder dormir tranquilo hasta saber que mi hermana no hizo que terminaran en otro continente.
-¿Puede pasar eso? -me levanté en mis brazos rápidamente.
-Ya sucedió, según ella y su nueva amiga iban a comprar helado suizo... Terminaron literalmente tomando helado en Suecia.
Abrí los ojos de par en par pero luego me dejé caer otra vez con un quejido nuevo de cansancio.
-Creo que me cuidaré de no terminar en otro lugar.
-Sí, será lo mejor.
Ambos reímos levemente antes de que yo me diera vuelta y me quedara mirando el techo por un buen rato.
-Tengo que cambiarme... pero no quiero, estoy muy cansada -mencioné apoyando mi brazo sobre mis hombros.
-Puedes hacer el intento, o... -sentí su mano sobre mi abdomen-... yo podría cambiarte.
El tono de voz me hizo erizar y sonrojar demasiado. Pero lo pensé un momento y decidí seguirle el juego.
-Cualquier pijama está bien...
Lo miré de reojo moviendo apenas mi brazo, él se veía sorprendido pero sonríe antes de levantarse e ir a buscar la ropa. Me acosté de lado para verlo buscar hasta sacar un par de cosas y regresar junto a mí. Se coloca en frente y yo volví a acostarme de frente. Cerré los ojos y levanté mis brazos sobre mi cabeza haciéndole saber que podía empezar.
Pronto sentí sus manos agarrar el borde de mi remera y levantarla, arqueé mi espalda para que pueda quitarla hasta que lo hizo. El frío golpea mi cuerpo y me sentí apenada pero ya no había marcha atrás. Claro que él me miraba y parecía aguantarse el tocarme de más, sonreí leve y dejé que continúe.
-Recuerda que estoy cansada... solo tienes que cambiarme -aclaré.
-Ahora me arrepiento... eres tan tentadora que apenas y puedo resistirme, mi Luna.
Dejé escapar una risa que mezclaba mis nervios con diversión para opacar lo primero. Él agarra la remera nueva que era en realidad una suya, la pasa por mis brazos y me la coloca. Entonces fue el momento de quitarme mis pantalones, lo sentí desabrocharlos y los quitó de forma lenta y aprovechando para acariciar mis piernas.
Mi cuerpo se eriza aún más hasta que por fin ya no tenía mis pantalones. Él me coloca los shorts de pijama pero cuando los termina de colocar, aprovecha para agarrarme del trasero y hundir su rostro en el hueco de mi cuello.
-Fue lo más difícil que he hecho nunca.
-Pero lo has conseguido.
-Casi... Si me disculpas, mi Luna... debo ir al baño.
Se levanta para verme con una sonrisa atrevida, abrí los ojos de par en par por un momento antes de bajar la mirada de forma automática. Claramente sabía que él no era de piedra... era obvio que iba a pasar algo así. Creo que no pensé que fuera a acusarlo yo. Jacob ríe y besa mis labios antes de alejarse y acercarse al baño. Se detiene antes de entrar y mirarme por encima del hombro.
-Será mejor que duermas, mi Luna... no querrás escuchar.
Me guiña un ojo haciéndome sobresaltar un poco y cierra la puerta tras él, con seguro. Aunque no sabía si ponía el seguro para él o para mí...
Segundos después escuché el agua de la ducha, iba a hacer lo que me dijo, sobre dormir, pero no pude evitar mirar hacia la puerta del baño. Apenas podía escuchar aún agudizando mi audición, y antes de darme cuenta... ya me había acercado a la puerta. Me apoyé por esta y escuché dentro.
-Mhm... Ah, mi Luna...
Cubrí mi boca con una mano mientras abría los ojos de par en par, sentí un pequeño cosquilleo en mi zona baja que me hizo confundir más con respecto a lo que estaba sintiendo. Tragué grueso mientras escuchaba lo de adentro, mi respiración se hizo más pesada y lo único que pude hacer fue quedarme así e imaginar lo que pasaba del otro lado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro