ᥴhᥲρtᥱr 013 - sρoιᥣsρort
━━━━━━━━━━━━━
❛ Shane Walsh, el aburrido ❜
Las punzadas de dolor arribaron contra mi cabeza y cuerpo, sentía mi cuerpo descomponerse, y un nudo en la garganta colocarse en este.
Sin saber con exactitud en donde estaba, intenté moverme o emitir algún sonido, a los pocos instantes escuché la voz de Carl.
Él siempre estaría ahí.
- ¡Mamá, creo que Mei despertó!
Solté un quejido de dolor debido al tortuoso dolor, producto de la caída a las puertas del CDC, me había lastimado, lo que me impedía reaccionar lo suficiente, la debilidad poseía mi cuerpo por la falta de alimento y nutrientes.
El pescado que probé ese día apenas fue lo que último que alcancé a comer.
Ah, y un par de galletas.
- ¡Oh por Dios cariño, déjame ver!
Abrí mis ojos con molestia, casi ardiendome la vista y entonces me topé con Lori, averiguando para comprobar de que había despertado sin embargo, no podía hacer mucho esfuerzo.
- Lori - solté un susurro casi inaudible.
- Doctor, la niña está muy débil, no tendrá porque extraer una muestra de su sangre, ¿no es así? - identifiqué la voz de Rick, con un tono autoritario.
- Por supuesto que no, pero debo examinar que no esté infectada por lo menos, y tratar con cuidado lo que tiene - escuché la voz de un hombre desconocido, pero aún así no podía ver con claridad a los que estaba a mi alrededor.
- ¡Por Dios, Meiling! ¿Qué es lo que te pasó? - escuché la voz de Glenn Rhee, logré identificar su rostro preocupado, seguido de su mano cálida posarse en mi frente.
¿Que es lo que me pasó? Oh nada, es que se me antojó juntar margaritas con Michael Jackson, no lo tomes personal.
-Pensamos que habíamos muerto. Tu piel estaba tan pálida que parecía que en algún momento ibas a desaparecer. - sonó la voz de Daryl Dixon.
Con ayuda de Carl, logré enderezarse, aunque con algo de dificultad, pero pude ver a todos.
Bufé, con molestia, arrugando mi pequeña nariz con enfado, sin parecerme nada divertido a su comentario, aunque en el fondo probablemente me veía tierna.
El asiático sostuvo un vaso con agua y lo acercó a mis labios resecos, haciéndome beber de este, con delicadeza.
Aunque algo confundida por su propia acción, no dije nada. Pero me sentí segura ante su presencia.
- Todo va a estar bien, Meiling. Estamos dentro del CDC, en unos momentos iremos a comer y tomarás las pastillas para que te recuperes- habló Lori, con una voz suave para que me tranquilizara, porque parecía estar respirando con algo de fuerza y mi rostro se retorcía de la incomodidad.
Entonces sonreí levemente, al sentir esa importancia que al menos una persona tenía en mi, y una lágrima se paseó por mi mejilla, una lágrima de alegría.
(...).
- En Italia, a los niños se les da un poco de vino en la cena, también en Francia. - habló Dale
- Pobre Carl. No será oportunidad de emborracharse- comenté, haciendo que todos de la mesa rieran.
Ciertas personas tenían una sonrisa de oreja a oreja plasmada en el rostro. Regocijandose de alegría, me hacía acordar aquello de la cena cuando todos comíamos pescado, pero esta vez era diferente, ya no había ninguna peligro cerca, lo que me hacía sentir segura por primera vez en mucho tiempo.
Y digo "ciertas" porque algunas personas como el doctor Jenner, Shane o Andrea tenían cara de ancianas aburridas.
Al estar dentro del CDC encontramos al doctor Jenner, quién nos dejó entrar, al parecer había sido la única persona que habitaba en el.
Extrajo una muestra de sangre a cada uno del grupo, menos a mí.
Je. Soy la mejor.
Todos estaban sentados, rodeando una mesa, con platos de comida y botellas de vino, acompañado de la algarabía que todos producían. Al menos las risas y rostros alegres me producían una sonrisa plasmada en mi rostro.
Antes de comer, le informé al doctor Edwin de mi problema, dándome las siguientes pastillas, Lori me obligó a tomar pero ahora me siento mejor, comí con más ganas.
- Obviamente, cuando Carl vaya a Italia o a Francia, podrá tomar - dijo Lori, viéndolo.
- No le hará daño, vamos - dijo Rick, Lori lo miró sorprendida - ¡Vamos!
Todos de la mesa empezaron a reír, mientras Lori con una sonrisa, accedía finalmente. - Aquí tienes jovencito - Carl recibió el vaso de vino con una sonrisa, viéndolo con curiosidad, antes de tomar un gran sorbo del vaso, todos lo miraron expectantes, con una leve sonrisa, hasta que enseguida en su rostro se formó una expresión de asco, haciendo reír a todos.
- Eww, sabe horrible - musitó con asco, mientras me giraba a ver, dándome una sonrisa de "¡lo logré, ya soy todo un adulto!"
- Buen chico - dijo Lori, con orgullo.
- ¿Mamá, yo puedo tomar? - preguntó Billy a su mamá, Donna. Con una pequeña sonrisa en el rostro, pero ella se negó.
- No, Billy. ¿Escuchaste a Carl? Es horrible.
- Oh vamos, Donna. Deja que prueben, después se arrepentirán- habló Allen mirando a sus hijos, mientras todos de la mesa reían. Ben y Billy lo miraron sonriendo y bebieron ambos de la misma copa de vino, mientras Billy al instante lo botaba de su boca lo cual provocó unas carcajadas de parte de todos
- ¿Ven? Les dije.
- Bueno, chicos, sigan con sus gaseosas - hablo Shane
- Tú no, Glenn - dijo Daryl, haciendo que el coreano levantara la vista.
- ¿Qué? - preguntó Gleen sin entender, con una sonrisa avergonzada.
- Sigue bebiendo amiguito, quiero ver cuan roja se pone tu cara.
Instantáneamente, solté un carcajada burlona, mientras colocaba mi pequeña mano a la boca, sin poder controlar mi risa.
- Y tú Tyreese - dijo Dale, viendo al robusto hombre, quién solo le dedicaba una sonrisa mientras se servía otra copa - Veamos si mañana amaneces con resaca.
- Amigo, ya no hay vuelta atrás- musitó Tyreese con diversión, levantando la copa con toda la alegría del mundo, mientras Julie, su hija, intentaba esconder la botella, lo cual hacía estallar a carcajadas a todos.
Después, se escuchó el pequeño ruido de la copa, mientras Rick se levantaba de su asiento, haciendo que todos prestarán atención en él.
- Creo que no le dimos las gracias a nuestro anfitrión como es debido - comentó el comisario, con una sonrisa.
- Es más que un simple anfitrión - celebró T-Dog mientras levantaba la copa, con una enorme sonrisa. Por la forma en la que hablaba, se notaba que ya estaba emborrachandose.
Ni de que hablar de Tyreese, que este se encontraba diciendo cosas incoherentes mientras reía, incluso se rascaba el culo sin vergüenza alguna.
Miré a Sophia a mi lado, y ambas hicimos una mueca de asco.
- ¡Salud! - gritaron todos al unísono.
- ¡Salud Doc! - celebró Daryl con entusiasmo.
- ¿Cuando nos dirás qué diablos sucedió aquí, Doc? - preguntó Shane, en toda la cena el hombre no había sonreído una vez, y eso hablaba mucho, mientras entrelazaba sus dedos veía a Edwin, con una mirada que esperaba su respuesta, algunos dejaron de reir, pero tenían una sonrisa en el rostro, hasta que Shane siguió hablando- todos los otros médicos, deberían estar aquí investigando, dinos dónde están.
- Estamos celebrando, Shane. No hay necesidad de hablarlo ahora - respondió Rick, viéndolo, las risas se callaron al instante.
- No, espera un momento. Para eso estamos aquí ¿verdad? - insistió el hombre, solté un bufido, enfadada, como si su único propósito fuera robar la alegría de los demás porque él se siente como una patada en el culo - Esto fue obra tuya, supuestamente encontraríamos todas las respuestas - pero no... - soltó una risa irónica - lo encontramos a él, a un hombre ¿por qué? - lo señaló con una sonrisa.
De pronto, todas las personas del grupo miraron al doctor Jenner, con algo curiosidad. Cambiando repentinamente el ambiente del lugar, la tensión.
- Cuando las cosas se pusieron feas muchos se fueron - todos lo escuchaban con atención y lo veían expectantes mientras él hacía ademanes con las manos- y cuando se puso aún peor, cuando el cordón militar no dió a basto, todos huyeron.
- ¿Absolutamente todos?
- No, muchos no se atrevieron a salir por la puerta, ellos se rindieron. Hubo una ola de suicidios - contaba el hombre, noté a todos los integrantes, algunos mirando hacia abajo, penosos, otros escuchando atentamente pero casi sin poder creerlo, y saber del tema del suicidio que me causaba escalofríos - Fue un momento horrible.
- Sin embargo, tú eres el único que se quedó hasta ahora, ¿por qué? - pregunté con curiosidad, pero a la vez confusa, y pensar que la gran mayoría de gente lo hizo y él fue la excepción.
- Seguí trabajando, esperando hacer algo bueno- me respondió el hombre, en parte, lo había entendido, pero su respuesta me desconcertó, me quedé pensando en ello.
- Shane, si que eres una aguafiestas, amigo - comentó el asiático, mirando con molestia al hombre.
Pero el simplemente esquivó su mirada. Por un largo tiempo, nadie dijo nada, pues todavía procesaban la información, difícil de creer.
Me aburro.
Igual que el aguafiestas de Shane.
Escuchan LET'S GROOVE de earth, wind & fire y disfrutan la vida CARAJOO
Bai.
Los quiero <3
27.12.23.
━ with love, zarai
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro