ᥴhᥲρtᥱr 008 - ιt's tιmᥱ to go...
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Volteé mi cabeza y miré a Carl, su boca se formó en O con demasiado asombro al ver lo siguiente ¿acaso nunca había visto pescados?
Amy y Andrea caminaban juntas hacía el grupo, con dos redes repleto de pescado, Lori aplaudió a las dos hermanas, por su gran trabajo.
—Chicas... gracias a ustedes, mis hijos comerán está noche, gracias— agradeció Allen, junto a Donna, con una enorme sonrisa en su rostro, mientras tomaba ambas redes. Hice una mueca de fastidio "significa que tu deberías conseguirle comida a tus hijos" fue lo que pensé.
—A Dale, es su canoa y sus cosas— habló Andrea mientras chocaba los cinco con Jacqui y luego ( repentinamente y sorprendentemente ) conmigo.
—¡Mira mamá, mira cuánto pescado!— exclamó Carl, Morales acercó el pescado a Lori cerca de su rostro, ella río suavemente apartándose del pescado cuando casi lo iba a tocar, Carl giró a verme con una sonrisa y se acercó un poco a mí
—Cariño— lo llamó su madre
—Mira Mei, ¿puedes creerlo?— la ignoró y tomó mi mano para que me levantara de mi tronco, lentamente me puse de pie con algo de extrañeza, confusión es lo que reflejaba mi hermoso rostro, ya que casi me jalaba del brazo como si me obligara a la fuerza.
—Bien chicos, hoy día comeremos pescado— dijo Donna, la madre de Ben y Billy.
—Wow— Carl seguía tan pero tan sorprendido que no lo entendía, el dejó de tomar mi mano y tocó todas las escamas con su dedo
—¡No lo toques tanto, Carl!. Probablemente te crecerán escamas y podrás respirar bajo el agua— le advertí en broma, mientras ambos reímos suavemente
—¿Y quién les enseñó a pescar?— preguntó Lori
—Mi papá— respondió Amy
—¿Pueden enseñarme a mí y a Meiling a pescar?— preguntó Carl, yo golpeé un poco su brazo como reproche, no me gustaba cuando la gente hablaba por mí.
—¡Claro! Te enseñaré todo sobre nudos— le sonrió y luego dirigió su vista a Lori- si te parece
—Claro, no hay ningún problema
—¿Y a ti Meiling? ¿También estás de acuerdo? Sentí que Carl habló por ti— me habló la rubia, yo giré mi vista a verla y asentí con la cabeza, viéndome obligada a aceptar, porque realmente, no quería.
—¡Oye Dale!— llamó Andrea al ver que el anciano, perdón, hombre, se acercaba— ¿cuando fue la última vez que reubicaste los carretes? Son un desastre
—No quiero, no quiero alarmar a nadie— aseguró, Shane se puso de pie inmediatamente, para caminar hacía el— pero creo que tenemos un problema...— se volteó para señalar una pequeña colina, donde se encontraba Jim, quien cavaba un hueco (probablemente más que uno) frenéticamente sin parar, todos lo observaron en silencio, y algo confusos ¿por qué estaría haciendo eso?
[...]
Jim era un mecánico antes del desastre, estaba completamente solo y quién sabe si tenía familia, solo era un hombre perdido en el campamento y no era de hablar mucho, Shane lo veía fijamente, pero este parecía ignorarle por completo, solo cavaba— Jim ¿puedes detenerte? ¿tienes un segundo? por favor
El hombre enderezó su espalda de inmediato y dejó la pala clavada al suelo.
—¿Que quieren?— preguntó secamente
—Estamos preocupados, es todo.
—Dale dice que hace horas que estás aquí cavando— explicó Allen
—¿Y?
—¿Y por qué estás cavando?— preguntó Shane con obviedad— ¿Quieres llegar hasta China, Jim?— río suavemente ante su propio chiste.
Me sentí ridícula cuando formé una sonrisita en mi rostro, ¡ni siquiera pude reprimirla!
—¿Que problema hay? No daño a nadie
— Si, eso ya lo sabemos, pero ¿por qué lo haces? — musite
Lo primero que se me cruzó por la cabeza era que iba a cometer un asesinato.
Buena intuición Meiling, pero ¿Y si es a ti? Oh oh.
Sacudí mi cabeza para dejar de pensar en pavadas.
—Tal vez te hagas daño a ti; hay treinta y siete grados hoy. No puedes seguir con esto— negó Dale, viéndolos
—¡Claro que puedo! ¡Mírame!— exclamó molesto, tomó su pala y empezó a cavar incluso más fuerte
—Jim, ellos no te lo dirán, así que lo haré yo— intervino Lori, poniéndose más adelante que todos— estás asustando a todos, asustas a mi hijo, a la hija de Carol y a los gemelos de Donna y Allen.
Fue un alivio que no me mencionó, no quiero parecer una miedosa, ¿tener miedo por qué una persona está cavando?
Sabía que Lori hablaba por su hijo, Carl no tendría miedo de eso ¿o sí?
—No tienen nada de que asustarse, díganme cual es el problema, estoy aquí solo ¿por que no se van y me dejan en paz?
—Creemos que tiene que tomarte un descanso ¿Por que no descansas un rato en la sombra? Tienes que comer— Jim siguió ignorandolo— te diré algo, en un rato vendré aquí y te ayudaré. Jim, solo dime de que se trata esto ¿Por que no me das esa pala?— dió un paso hacía el, pero Jim reaccionó rápido
—¿¡O qué!?— preguntó amenazante
—O nada, amigo. Solo te estoy pidiendo, vine aquí y te lo pido por favor. No quiero tener que quitártela— aseguró, casi como amenaza
—¿Y si no?— preguntó mientras ladeaba la cabeza— ¿que harás? ¿me romperás el rostro como Ed Peletier?— dirigió su mirada a los demás presentes- ¡Todo le vieron la cara o lo que queda de ella! ¿¡No!?— frunci mis cejas, confundida, Jim no sabía nada, ni siquiera estuvo ahí, después de todo Ed se lo merecía ¿no?, solo observé como Jim dirigió su mirada ahora hacía Shane— eso es lo que pasa cuando alguien se cruza contigo— solté un suspiro molesto ante sus equivocadas palabras.
—Eso fue diferente— masculló el hombre, y sorprendentemente, tenía razón
—Tú no estabas ahí— habló Amy— Ed estaba descontrolado, golpeando a su esposa y a una niña como Meiling— defendió la chica
—¡Era su esposa, no la de él!— señaló a Carol— y menos la niña, no le pertenece a nadie de aquí— sentí un cosquilleo tortuoso recorrer por mi espina dorsal al saber que se refería a mi— ¡el no es juez de nadie! ¿Quien te votó para ser el rey?— observé como Sophia se aferraba a su madre y escondía su cabeza entre sus brazos, mientras su madre acariciaba su cabello dorado, el cabello de Sophia era diferente al mío, era de color miel, dorado por así decirlo, en cambio el mío era casi blanco y opaco.
Era incómodo estar cerca de ella, si ella le ganaba unos centímetros de altura a Carl, imagínense como me siento yo, Carl me ganaba centímetros, ¡y Sophia más!
No me molestaría si me llamaran Hobbit.
El padre de Sophia era algo obeso y no era tan alto, no se parecía nada a su hija
Entonces sentí las miradas de todo sobre mi.
Ya era bastante difícil vivir una vida normal, ellos no deberían juzgarme
—Seguramente estás cavando ese hueco para poder suicidarte; puedes hacerlo. ¡Por mí está bien!— me encogí de hombros, alzando mis cejas. Me volteé y lo único que pude haber emitido fue un bufido molesto al haberme alejado de todos. Que a nadie le importe como soy, que si tengo una personalidad correcta o no, que no les importe nada.
[...]
Solté un ligero suspiro, y metí un bocado de pescado a mi boca, mientras masticaba comí otro, otro más, y otro finalmente.
Arrugue al nariz con molestia y me di cuenta que con tan solo cuatro bocados, me sentía haber comido mucho más, incluso cuando no había comido hace ya un tiempo.
—Ya no quiero— me quejé en un susurro— está rico, pero, he comido mucho ¿quieres que te lo dé?— pregunté, viendo a Carl con una diminuta sonrisa, tratando de convencerlo
—No
Respondió de inmediato, sin dudarlo, ¡y con tono seco!, provocó que fruncí mis ceños ligeramente
—Apenas te ví, solo comiste tres bocados.
—¡Oh, que mirón!— abrí mi boca sorprendida— deja de ver cada movimiento que hago, me estás dando miedo— giré la cabeza, llegando la amargura completamente a esta— y fueron cuatro para tu información.
Volví mi vista a el plato de pescado, sin decir nada.
—¿Por qué no quieres comer?— me preguntó Carl, yo seguí mirando mi plato con una mirada desanimada y triste, parpadeando cada tanto, fingiendo no haberlo escuchado— Hey
—Mi estómago rechaza la comida — respondí rápido, tomando el tenedor y jugando con la comida— he tenido ese problema desde hace ya un tiempo medio. Cuando yo nací tuve anemia, con eso incluyeron los problemas alimenticios... no lo sé probablemente sean parásitos— me encogí de hombros
—¿¡Parásitos!?— exclamó con asombro, y con algo de miedo. Que bueno que casi nadie lo escuchó decir eso
—Dije "probablemente".
—Es obvio que tienes parásitos que no te dejan comer, ¿por que más sería? voy a preguntarle a mi mamá si tiene medicamentos para eso— dejó su plato a un lado y estaba dispuesto a levantarse de su asiento, pero enseguida entrecerré mis ojos como si estuviera a nada de matarlo y tomé su brazo con fuerza, y bruscamente hice que se sentara de nuevo a su sitio.
—Le dices a tu mamá que tengo parásitos, cuando en verdad no lo tengo, te voy a dejar sin cejas— amenacé.
Bah era una amenaza muy infantil, después de todo esa amenaza estaba bien para mi edad, se asustaría más si le diría que le cortaría la garganta o algo por el estilo.
—Bien— susurró, algo adolorido, mientras acariciaba su brazo, le había apretado muy fuerte
Odiaba demasiado ponerme así de violenta
—Perdón, Carl— le dediqué una sonrisa diminuta
Apenas escuché a Amy decir "extraño" al final de que lo que sea que dijo, provocando que todos soltarán risas suaves y ligeras.
Yo frunci mis ceños, no la había escuchado, hablaba tanto con Carl que parecía que estaba en otro mundo.
—No soy yo, es Faulkner, William Faulkner... Tal vez lo recite mal— habló el viejo, oh perdón, hombre.
Amy, tomó un sorbo de su refresco para luego levantarse de su asiento, logrando que su hermana mayor le diera una mirada de confusión.
—¿A dónde vas?
—Debo ir al baño. Dios, quería ser discreta— nuevamente todos carcajearon al unísono, regocijandose de alegría por esta noche en la pueden estar en paz.
En solo cuestión de segundos, dejamos a un lado todo eso. La alegría se convirtió en miedo... y en pánico.
Apenas escuché la puerta de la caravana abrirse de un golpe.
—¿No hay más papel sanitario?
Dejé mi plato de comida a un lado, pero casualmente hice que se cayera al piso, el pescado frito, apenas pude saborearlo un poco, me había gustado el detalle de que supiera a comino y sal, me hacía recordar como los hacía mi mamá.
El pescado se cayó al pasto, pero no me importó, no quería comer, y no era por capricho, simplemente mi carne me obligaba a no hacerlo.
Oh Meiling, eres tan débil que ni siquiera puedes luchar contra tus propios sentidos
Corrí hacía mi mochila, con prisa.
Pero antes de que pudiera hacer cualquier otra cosa, un grito sucumbió mis oídos
Un grito desgarrador, esos lo que te hacían brincar del susto con tan solo pensarlo.
Mis ojos se desorbitaron al escuchar, y giré el cuello rápidamente, el miedo tortuoso empezó a llegar hasta mis sentidos, poseyendolo totalmente.
Amy estaba ahí, en total desespero, mientras un caminante estaba mordiendo su brazo, toda esa sangre que salía se deslizaba por su piel rápidamente.
Luego, todo quedó en gritos, alboroto y los gritos de Andrea, mientras trataba de correr hacía su hermana
Incapaz de moverme me quedé perpleja, en trance. Mi cuerpo empezó a temblar con algo de fuerza.
—¡Mamá!— oí gritar a Carl, fueron cuestión en segundos en que su madre lo atrajo hacía él.
—¡Lori protejanse!— gritó Shane, con la escopeta en la mano
Y aquel caminante que había mordido a Amy, no era el único, muchos más de ellos enpezaron a aparecer entre los arbustos, todos fuimos rodeados, por ellos, algunas entraban en pánico, otros tomaban sus armas y defendían a los demás
Observé paralizada como ahora le mordían el cuello a Amy, y ella no paraba de gritar
El rabillo de mi ojo pudo visualizar un caminante acercarse hacía mí, su única intención, morderme el maldito pellejo
No me moví
—¡Mei! ¡Mei!— pude reconocer el dueño de esa voz, Carl, pero apesar de todo sus llamados simplemente seguía en shock, sin poder asimilarlo, no me importaba los gritos hacía mí, los balazos que se escuchaban sin parar, los gruñidos y como en tan pocos segundos todo se volvió en un caos.
El caminante se abalanzó a mí, cuando finalmente pude reaccionar. Por más que forcejee contra el, patalee, me quejé, solo conseguí caer al piso con su cuerpo encima mío, solté un gemido de dolor al sentir el golpe tortuoso extenderse por mi cuerpo.
Y cuando estaba apunto de devorarme...
En un intento desesperado de detenerlo, sin pensarlo tomé mi navaja y le corté la garganta, sabía que era a la cabeza, pero en estos casos mi mano temblaba demasiado y lo que hacía no me lo pensaba tan bien.
Su sangre en muy mal estado, podrida y digna de un muerto, cayó como si fuera un balde hacía mi ropa, y mi cara, completamente.
Entraron a mis fosas nasales profundamente, llenando de mi un olor insoportable, todas las ganas de vomitar llegaron hacía mi en solo unos segundos.
El cuchillo se cayó encima de mi cara en un descuido, y un ardor insoportable y doloroso se formó en mi labio y mejilla, su filo cayó en mi labio inferior y más arriba, haciéndole un profundo corte en ambos.
Aunque me encontraba sucia, las lágrimas de dolor empezaron a llegar.
Rápidamente le clavé en su cráneo con el mismo cuchillo que había usado, casi sin fuerzas, el caminante se quedó inmóvil, encima mío, lo empujé un poco pero simplemente no conseguí apartarlo ni un centímetro de mí.
Sentí como mis extremidades empezaban a dejar de sentir, el dolor se drenaba por mi cuerpo.
Suspiré con cansancio, y levanté mi cabeza para ver con claridad.
Rick y los demás habían llegado justo a tiempo, es por eso que se escucharon muchos balazos de lo normal.
Rick y los demás venían con nuevas personas, quienes solo dos de ellos ayudaban a aniquilar a los errantes
El caminante encima mío de repente se soltó de mi, alguien lo cargó fácilmente como si se tratara del peso de una pluma.
Daryl Dixon estaba enfrente mío.
Yo lo veía asustada, a veces tenía miedo de él, pero a veces no, me observaba en ese estado, tumbada en el suelo, manchada de sangre podrida por toda mi ropa y cara, con mi navaja a la mano, tragué saliva y jadee cuando mostró su mano para levantarme del suelo.
Tomé su mano con fuerza y finalmente me puse de pie.
—Tienes aspecto de la mierda— habló de la nada, viéndome, luego se volteó y siguió con lo suyo
Bajé mi mirada para verme, mi camiseta estaba toda teñida de sangre, acaricié mi labio y rostro, mis dedos se mancharon de sangre, toqué mi cara, estaba pegajosa, por poco y vomitaba.
Con la respiración agitada analicé todo viendo, Andrea sostenía a Amy mientras soltaba llanto, todos estaban casi desesperados, agitados, después de que la masacre terminará, luego dirigí mi vista a los niños.
Carl estaba asustado, su padre lo abrazaba
Sophia también, su madre la rodeaba con sus brazos,
Ben y Billy lloraban, su madre los abrazaba dulcemente.
Los hijos de Morales estaban asustados, su madre los abrazaba.
No me importaba tener padres, porque ellos ya estaban muertos
No tenían vida, pero... aunque lo estuvieran, ya no los quisiera ver nunca más.
Pero al menos, quisiera tener a alguien que me cuide, que me cuidara como su hija o hermana, pero no, no era así.
La familia Grimes me cuidaba.
Pero nada cambiaba el hecho de que era un criatura débil y perdida en un lugar nuevo y extraño, rodeada de gente extraña. Sola
¿Sería así para siempre?
DIOS MIO
Vieron la nueva portada??
Les juro que nunca antes había editado así, siento que estoy mejorando :)))
ciao *habla con acento italiano*
Publicado : 19.12.23
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