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ᥴhᥲρtᥱr 007 - sᥱᥴrᥱt ᥲdmιrᥱr

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(gif hecho por mi)




Daryl Dixon, el cazador perfecto





Meiling Rockwell, la admiradora secreta





Dale decapitó al caminante con una hacha, haciéndolo soltar un suspiro de cansancio, pensando que lo habían matado por fin.

-Es el primero que tenemos- habló Dale, señalando el cadáver- nadie nunca había llegado tan lejos.

-Son tres- susurré, todos los hombres dirigieron sus miradas hacía mí- Sophia, Carl y yo encontramos a dos más, dos me atacaron...

-¿Dónde están esos dos?- preguntó Shane

-Los re-maté yo- respondí con orgullo, él asintió, pero desconfiado.

De inmediato, ruidos extraños se empezaron a escuchar en los arbustos se escucharon ruidos extraños, todos empiezan a apuntar hacía allí con sus armas.

De el lugar sale Daryl Dixon con su ballesta en la mano, viendo con rareza a los hombres.

-¡Hijo de perra!- maldijo en voz alta mientras se acercaba a el venado muerto- ¡ese es mi venado! Lo arruinó todo este ¡sucio! ¡apestoso!, ¡estúpido!, ¡hijo de perra!- solo me quedé observandolo como pateaba una que otra vez al pobre caminante que yacía en el piso cada vez que decía una grosería, todos los demás a su al rededor lo veían expectantes sin decir nada, pero Dale fue el que habló.

-Cálmate hijo, no sirve de nada- intentó calmar el adulto, pero eso solo lo hizo enfadar más

-¿Tú que sabes anciano?- habló amenazante, el arquero se acercó peligrosamente hacía el- ¿por qué no mejor tomas tu estúpido gorro y vuelves al geriátrico?

Reí ligeramente, mordiendo mi labio inferior.

Daryl giró y se acercó al venado, quitando la fecha que estaba incrustada en su estómago.

Por alguna razón, siempre pensé que era demasiado fuerte y útil que me hacía sentir un tipo de admiración. Su ballesta, su puntería, su fortaleza, ¿Quién no lo admiraria?

-Seguí este venado a kilómetros, lo llevaré al campamento y lo cocinaremos- sacó el cuchillo de su cinturón y señaló la parte mordida del venado- ¿que tal si le cortamos esta parte de acá?- miró a todos

-Yo no me arriesgaría- opinó Shane.

-Es una lástima...- murmuró el arquero, mientras se ponía de pie- atrapé unas ardillas, unas diez o doce, comeremos eso- la cabeza decapitada del caminante aún estaba con vida, débilmente movía su mandíbula- ¡Vamos amigos! ¿Que hicieron?- preguntó mientras levantaba su ballesta y disparaba al cráneo, matándolo finalmente- Debe ser en el cerebro ¿no lo sabían?- preguntó luego de que quitara la flecha de su cráneo

- Yo también lo sé. Los caminantes no mueren si les disparas en otro lugar menos el cerebro, les intenté decir, pero no me escucharon- replique, resoplando con cansancio.

-Hasta una niña sabe mejor que ustedes, imbéciles- artículo el arquero, viéndolos, lo cuál me dio una sensación extraña en el pecho.

¿Daryl Dixon me acaba de decir que soy más inteligente que una manga de imbéciles? ¿Debería emocionarme? Pues obvio que sí.

Me sentí tan genial, que mis lentes de sol, color negro, que anteriormente estaba en mi cabeza, me los llevé a mis ojos lentamente, con una sonrisa triunfadora.

El arquero comenzó a caminar hasta el campamento, mientras que Rick lo examinaba con la mirada, por unos varios segundos, sin que él lo notara.

-¡Merle, Merle, trae tu horrendo trasero aquí! ¡Traje ardillas para cocinar!- llamaba a su hermano, todos se quedaron en silencio, sabiendo que no obtendría respuesta.

Fue ahí cuando tragué saliva, sabiendo lo que venía.

Shane decidió hablar.

-Daryl espera, tengo que decirte algo.

Apreté los ojos con fuerza, preparándome mentalmente.

Quizá en menos de cinco minutos, habrá intentos de asesinatos, Daryl siendo ahorcado en el suelo, y una discusión llena de gritos.

Y dicho y hecho, así fue.







[...]














Al parecer, Rick, Daryl, T-Perro y Glenn irían nuevamente a Atlanta para salvar a Merle, Shane estaba en completo desacuerdo con eso, pues le parecía "inútil" arriesgarse mucho por el mayor de los Dixon, según el, que era una basura, luego de todo el narizón siquiera ni se arrepintió de haberlo llamado así.

Lori también estaba en desacuerdo, era entendible, apenas su esposo llegó y el loco de Ricardo ya tiene ganas de irse a la mierda.

Pero también había una razón, Rick dejó una bolsa de armas valiosas en la ciudad y obviamente quería recuperarlo

Me quedé tan sumida en mis pensamientos, que no logré escuchar las cosas que decían las mujeres en grupo, pues ahora algunas mujeres del campamento estábamos lavando ropa y frente a nuestras narices, estaba Shane y Carl, pescando ranas y mojándose de agua mientras se reían con diversión, y Ed, que fumaba un cigarrillo detrás nuestro, y nosotras aquí, lavando ropa.

Como sabrán, mi vida es simplemente aburrida.

Ahora e incluso antes de esto, así que lo único que podía hacer era ayudarlas. Amy, al menos era algo buena y amable conmigo, me había invitado ir a lavar ropa.

Si, que agradable, invitación para ir a lavar ropa.

¿Pero por qué Carl no me invitó a pescar ranas?

Como dije, solo quería que le haga el favor de ver si su madre estaba bien, y luego ya no me hablaría

Tenía razón.

Me sentí tonta al pensar que sería mi buen amigo desde ahora.

-Extraño mi lavadora- habló Carol

-Extraño mi auto, mi navegador- le siguió el juego Andrea

-Yo extraño mucho mi cafetera con centro de goteo doble, y con molinillo interno- hice una mueca algo extraña y divertida, mientras reía, Jacqui no tenía porque especificar tanto.

-Mi computadora, mi celular- habló Amy, con tristeza. Adolescentes

-¿Tu que extrañas, Meiling?- preguntó Andrea, viéndome con una pequeña sonrisa

-¿Eh?- hablé confundida, casi en shock de que me dirigiera la palabra- bueno... creo que nada- suspiré, pero lo pensé por unos segundos y por fin lo hallé- ¡lo tengo! extraño la escuela

-¿¡La escuela!?- me preguntó Amy, impactada, mientras hacía una mueca- pensé que era un infierno para los niños.

-Lo sé, pero la escuela me ayudaba mucho a no pensar mucho en mis problemas personales, mí tía murió de derrame cerebral por preocuparse mucho de tener la custodia de su hija- expliqué, mientras Jacqui me pasaba una camiseta sucia de la cesta para sumergirla al agua, pero cuando terminé mi oración, ella cambió su expresión, las mujeres se miraron entre sí, con preocupación.

-Bueno, también extraño el vibrador- habló Andrea, todas las mujeres hicieron ruidos graciosos y mirando pícaramente a la rubia. La mujer empezó a reírse suavemente ante las miradas, yo fruncí mis ceños

¡¿Extrañaba el vibrador de su celular?! Yo no extrañaría que mi celular me despierte de una siesta.

Carol giró a ver a su esposo, quién se encontraba fumando y sin prestarle atención a la charla, iba a decir algo y se aseguraba que no la oyera- Yo también- confesó

Andrea abrió su boca sorprendida al igual que las demás, todas empezaron a soltar sonrisas coquetas, viendo a la mujer con una mirada cómplice

Okey, yo no me reiría si alguien extraña el vibrador de su celular, así que eso es sospechoso.

Que egoístas eran que no me explicaban.

-¿De que se ríen?- preguntó Ed, viniendo a joder

-¡Nos contamos historias de guerra, Ed!- respondió Andrea, obviamente, mintiendo

Ed estuvo caminando detrás de nosotras, de hacía un lado a otro, viéndonos fijamente. Sentí una mirada sobre mí, mientras estaba sentada en el piso, mientras tenía la tina enfrente mío

Yo no lo sabía en ese momento, Ed me veía, con perversión.

Alguien se apoyó al lado mío, giré lentamente, ahí estaba Amy, acercándose más a mí, como si me protegiera

-¿Algún problema, Ed?- preguntó Andrea

-No es asunto tuyo- respondió el "hombre" viendo a la rubia mientras tenía el cigarrillo entre sus dedos, la mujer formó una mueca de asombro, mientras giraba la vista, volviendo a lavar- concéntrate en tu trabajo... no es un club de comedia

Apreté mis puños, mientras arrugaba mis ceños. Ganas de hacerte mierda la cara como no tienes idea Ed.

Estuvimos minutos así, sintiendo miradas de él, incluso en mí.

Después de momentos, Andrea se cansó de su actitud y se puso de pie lentamente, para acercarse a Ed con una de las camisetas sucias en su mano, el hombre lo veía con atención

-¿Ed, sabes qué? Si no te gusta como lavamos la ropa aquí, te invito a que lo hagas tu, aquí tienes- Andrea le arrojó la camiseta a Ed, de una manera pasiva, a diferencia de Ed, pues el se la devolvió aún más fuerte.

Logrando que la camiseta golpeara su pecho bruscamente, la mujer abrió sus ojos con sorpresa, todas las mujeres se pusieron de pie lentamente, al igual que yo. Con tan solo eso, todo me empezó a dar miedo, me acerqué a Amy, para aferrarme a ella.

-No es mi trabajo, cariño

-¿Y cuál es tu trabajo, Ed? ¿Sentarte a fumar cigarrillos?- preguntó con enfado, acercándose más a él.

-Bueno, seguro que no es escuchar a una perra presumida, que habla de más- antes de que Andrea dijera algo, este llamó a su esposa de inmediato- Hey, andando, nos vamos

-Ella no irá a ningún lado contigo, Ed- se negó Andrea, viendo al hombre

Me puse de pie lentamente, las mujeres estaban empezando a levantarse de donde estaban para acercarse a Carol.

Estaba descalza, mi pantalón blanco estaban doblados a la mitad, ya que mis pies estabas mojados dentro del lago, levanté mis lentes de sol a mi cabeza ya que los usaba por los rayos brillantes que desprendía del cielo, con algo de dolor caminé sobre las piedras, intentando caminar hacia mis sandalias blancas pero me sentí insegura en ese momento.

-Carol... por favor, no vayas- supliqué mientras me acercaba a la mujer, Carol bajó su cabeza

-Por favor, Meiling, déjame- yo negué lentamente con la cabeza, hasta que Ed me dirigió la palabra.

-Dijo que la dejes, no es asunto tuyo, niña.

-Ella no va a ir contigo, Ed- habló Andrea.

-Hey, no te metas en esto o te pateare el trasero solo por ser una pequeña zorra que está mal de la cabeza y a ti- se dirigió a Andrea- por ser una perra universitaria- Andrea abrió su boca con sorpresa, ofendida

Bajé la mirada, mientras sentía mis manos sudar, y como si mis ojos empezaran a lagrimear, solté un sollozo y Carol giró a verme, al instante se sintió mal por mí.

-Ven aquí ahora, luego te arrepentirás- la advirtió

-¿Para que después nos muestre sus moretones nuevos? Si, los vimos- habló Jacqui, con las manos en la cintura, viendo al hombre, pero el simplemente sonrió con diversión sin importarle

-No se metan en esto ¿saben que? Esto no les incumbe, no tiren más de la cuerda, no me lo hagan repetir- se acercó a Carol y la tomó del brazo, para jalarla hacía el y irse con ella, pero Andrea la detuvo, luego todas intentamos retenerla, porque Carol no merecía tal trato de su esposo.

-Carol, no tienes que ir- le suplicó Andrea

-¡No le digas nada!- gritó enfurecido, Ed levantó su brazo y abofeteó a Carol justo en su mejilla, tras eso empezamos a empujar a Ed con mucho más fuerza para alejarla de ella y forcejear contra el mucho más fuerte.

-¡Ed, no eres ni la mitad de una persona decente! ¿Así te haces llamar hombre?- vocifere, con enojo.

Podré ser antipática con otras personas, pero alguien que sufre maltrato de un hombre, yo no me quedaba callada, no lo hacía.

-Maldita adefesio- y justo cuando dijo eso, sentí una bofetada fuerte aterrizar en mi mejilla derecha. Dejándome casi inmóvil, no había sentido nunca un golpe así desde que mi madre seguía aquí.

Mis lentes se cayeron bruscamente al piso, y sus lunas se rompieron enseguida.

Walsh apareció de repente para tomar a Ed con brusquedad y tirarlo al piso, golpeando su rostro una y otra vez frenéticamente.

Mis ojos estaban vidriosos, mientras me tocaba la mejillas. esta ardía sin control alguno.

"Pequeña zorra que está mal de la cabeza"

El rostro de Ed estaba toda ensangrentada debido a los duros golpes que fueron de parte de Shane, Andrea sostenía a Carol de su torso mientras lloraba implorando que lo dejará, pero este parecía hacer caso omiso a sus peticiones

-Si le pones la mano encima a tu esposa, a tu hija o a cualquiera en este campamento, la próxima vez no pararé ¿me escuchaste? ¿¡me escuchaste?!- preguntó amenazante, mientras tomaba su rostro

-Si- respondió a duras penas

-Te mataré a golpes, Ed- volvió a proporcionarle una golpiza más, logrando que los gritos de Carol volvieran

Shane se levantó del suelo para que luego Carol corriera hacía su marido herido

-¡Dios mío, Ed! ¡Lo siento! ¡Lo siento!- lloraba Carol con impotencia

Esa escena, por alguna razón, me hizo acordar de algo

Recuerdo aquella vez que mí mamá me golpeó tan fuerte que me caí de cara al piso y mi diente se salió, yo lloraba, demasiado. Tenía sangre en mis encías, y con una sonrisa... le dije

"Perdóname mamá, no volveré hacerlo"







































































Joder, me tardé un chingo en escribir este capítulo, estaba demasiado largo, en fin, nuevo capítulo, adiós

Publicado : 17.12.23

pd : nunca diré el número de palabras JAJAJA *inserta risa malévola*

La imagen del inicio muestra la estética de Meiling del capítulo 7 a 8.

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