cap.8 my prince
Suspiro con calidez por última vez, mientras que lagrimas frescas empezaron a desbordar por sus bellos orbes azules, los cuales cerro y se permitió sollozar, Esencia se encontraba en la oscuridad y frio de la habitación en la que se encontraba, pero su rostro estaba enteramente pintado de dolor, sus tristes sentimientos la hacían temblar y quebrarse cada vez más, mientras que su cuerpo se apegaba contra aquel mueble de madera que se balanceaba de lado y que al mismo tiempo le servía como soporte secundario, ya que su soporte principal estaba a su lado haciéndola sentir amada, de verdad agradecía ante todo ancestro que ahora la vigilaba desde arriba, que su marido estuviera ahí, aquel funk troll el cual era el único que podía amarla de la manera que él lo hacía y también el único que comprendía su dolor y podría mantenerla alejada de eso, ahora cerro sus ojos mientras este acariciaba su mejilla.
-Q...-levanto su vista hacia aquel troll morado, ahora pasando una de sus manos sobre sus lindas rastas moradas y rosadas, ella se encontraba sonriendo, pero torrentes de lágrimas corrían por sus mejillas.
-está bien...está bien...-le decía Quincy entre suaves sollozos, también se encontraba devastado, pero por primera vez, se sentía bien estarlo, sobre todo cuando recordaba contra que se mantenía sobre sus rodillas.
Al sentir sus cálidos brazos dándole caricias y acercándola a su pecho con tal de darle consuelo, Esencia no se negó y acepto, ahora dándole caricias en su pecho y arrancándole a él suaves jadeos entre aquella tristeza, era tan lindo que incluso cuando se encontraban tristes, su amada esposa ternura le devolvía la vida, al mismo tiempo, con una débil sonrisa prosiguió a darle varios besos en su rostro, decorándole de brillo azul y Quincy adoro cada segundo de esto, no le molestaba quedar completamente de otro color si gracias a ella podía sonreír y sentirse bien, aun cuando estaba triste.
El mayor, después de aquellos mimos, limpió sus lágrimas y levanto su mirada a aquello que por malísima vez rompía su corazón, la cuna que iba a ser de su hijo perdido, donde el pudiera descansar, donde pudiera verlo dormir, ahí también se encontraba su mantita amarilla, tenía una letra C tallada en el respaldo de esta, desde el día que su hijo se había ido, la habían guardado, puesto que tenerla vacía junto a la de su hermano gemelo era demasiado doloroso, pero aun así cada que podían, se quedaban en la habitación viéndola, recargándose contra esta o quedando arrodillados para llorar libremente.
-solamente imagínalo a él ahí...cada mañana despertar y verlo sonreír, verlo llamarnos o hasta incluso que sus llantos de madrugada sean lo que nos despierten y así yo te convenzo para que vayas tu a atenderlo y así ahorrarme 30 minutos de sueño.-dejo ir una pequeña risa entre sus lágrimas.-o que él y Darinel estén muy asustados por la oscuridad o sus pesadillas y quieran ir con nosotros...o verlos felices en el escenario cantando junto a nosotros.
Quincy sonrió suavemente y paso una de sus manos por su rostro, corriéndole uno que otro mechón azul de so rostro y besando su mejilla con delicadeza, no quería apartarse del abrazo en ningún momento, pero aquello que pensó decir le saco una leve lagrima in siquiera dialogar.
-Y-yo sé que ellos serian igual a ti, lindos, adorables, elegantes, con tus fracciones y lindos ojos, tú sonrisa, tú cabello...esa habilidad de hacer que, con tan solo existir, ya quiera darles todo el amor que hay en mi ser...-comento inocente y tierno el mayor, podía estar llorando ahora mismo, pero so sonrisa era tan pura.
-¿crees que esa habilidad es mía?, ¿entonces que explica mis ganas de cada día decirte que te amo y poque quiero siempre tener tiempo para adorarte? -la monarca del Funk respondió y se aferró a su marido otra vez, hasta que un golpe de realidad la guio a llorar nuevamente. -...aunque...duele saber que nuestro amor solo podrá sentirlo uno, inclusive cuando uno de ellos ya se había adueñado de mi corazón.
Quincy al escucharla bajo por completo sus orejas y acaricio su espalda con lentitud, pero no le importo, se permitió llorar aun así ya no quería seguirle ocultando a su amada lo que sentía, después de lo que había ocurrido con ella, ningún tuvo miedo...nunca más lo tendrían.
-una parte de mi corazón se siente envenenad por la pena, pero sé que juntos, podremos superarlo, y aun así se, mi reina que estas heridas serán parte de nosotros por un largo tiempo, pero algo me dice que debemos seguir luchando, en mi corazón, que nuestro hijo anda por ahí...Que esté perdido no significa que este muerto. Hay una tenue luz en mí, y algún día lo sostendremos en brazos, aunque sea una última vez...te prometo mi vida. -la tomo del mentón para que la viera a sus ojos u supiera que estaba siendo sincero y real. -que seguiré exigiéndole a nuestra gente que siga buscando y buscando y no me rendiré hasta encontrarlo con vida, estará con nosotros, puede que no sea mañana ni el siguiente día...pero nuestro hijo estará con nosotros otra vez.
Motivada por sus palabras, su corazón empezó a latir fuertemente, ahora sonreía con dolor y aun mantenía su abrazo. -te amo...te amo mucho...Quincy...-y nuevamente empezó a llorar.
-yo también te amo...-sollozo sin detenimiento, aun abrazándola. -también te amo mucho.
Y se quedaron ahí, se permitieron por primera vez mostrarse destruidos y asustados, Esencia ya no quería ocultarse, ya no quería seguir mintiéndole ni hacer daño a su persona ni a las dos personas a la que ella más amaba y Quincy ya no iba mantener la calma ni a pedirle a ella que se calmara cuando ni el mismo podía hacerlo, iban a lograr pasar ese duelo tan doloroso juntos, el amor entre ellos era quien les ayudaba a seguir adelante y querían que fuera así desde entonces, aunque así no fueron sus comienzos, fuertes por fuera y débiles por dentro...pero ello no debilitaba sus sentimientos.
Por primera vez, para aquella pareja real del funk, se sentía bien sentirse infelices.
Horas después finalmente encontraron entre los dos la fuerza suficiente para levantarse y finalmente irse a sus habitaciones, muchos de sus subordinados y ayudantes se encontraban ahí en el marco de la habitación observándolos y esperando algo, cualquier señal de sus monarcas, cuando percibieron esos movimientos, se apartaron y corrieron lejos, dejándolos salir de aquella oscuridad, el camino por primera vez fue corto para ambos y se les fue fácil llegar a sus habitaciones, Quincy con cuidado sostuvo a su amada entre sus brazos y con cuidado la subió a la cama, suspiro cansado y con lentitud se quitó su larga capa dorada con brillos y estrellas y la dejo sobre el suelo, para enseguida acorrucarse con ella y abrazarla de manera protectora, las ultimas lagrimas fueron derramadas por ambos.
-¿Darnell está bien?.-pregunto Esencia con sus ojos perdidos en el cielo de la habitación escuchaba bastante suave y hasta algo cansada.
-él está en su cuna, no te preocupes.-Le susurro este dulcemente mientras le daba repetidos besos en su mejilla.-ya falta poco para que rompa su cascaron.
(...)
Era tan desesperante cuando lo único que escuchaba era el reloj sonando, quería destruir todo a su alrededor y salir corriendo, pero siempre encontraba la manera de mantenerse firme, Quincy de verdad detestaba sentirse débil y demostrar su fragilidad ante los demás y en este tipo de situaciones, tenía no solo su corazón herido, sino también su orgullo, siempre se había mostrado fuerte para su gente, pero ahora cada que iba ahí, no faltaba la ocasión en la que rompía a llorar mientras trataba de expresar sus sentimientos y su dolor y terminaba con él entre los brazos de su pareja llorando o con aquel joven funk troll ofreciéndole pañuelos o dándole palmaditas en su espalda. Pero también agradecía ser lo suficientemente fuerte y de tener a Esencia a su lado, si habían llegado hasta aquí, era porque lo habían hecho juntos.
Esencia, quien finalmente había tenido la fuerza para amarrarse su cabello azul modelado en rastas y peinado hacia atrás detrás de la cabeza, jamás creyó que algo tan simple como ir con un psicólogo podría sacarla de ese espiral de agonía, la primera vez que termino en aquella habitación, inicio hablando con dificultad y finalizo con ella llorando dolida al recordar a su hijo, pero entre más veces llegaba, se sentía libre pero estaba bastante segura de que Quincy también la había salvado, si de todas maneras, el que le daba apoyo emocional y sostenía su mano en momentos difíciles fue el, desde muy pequeña ella había aprendido que el amor es más poderoso que la muerte y su amado esposo, con su ternura y cariño, se lo había demostrado. Ella de verdad detestaba aquella habitación blanca, era increíble que estaba ya tan acostumbrada a estar ahí, pero otra vez llegaba a sentir que se ahogaba, incluso quería temblar de vez en cuando junto con unos grandes deseos de llorar, ahora estaba ahí sentada junto a Quincy, con una mirada seria y perdida, escuchando a aquel doctor quien les había ayudado a llegar hasta acá.
-han pasado 4 meses, desde que ustedes decidieron acudir a mí a buscar ayuda.-aquel funk troll hablo con calma y gratitud, no lo decía por obvias razones, pero se le era un verdadero privilegio y honor tener la oportunidad de entender a quienes eran sus lideres.-y yo estoy aquí para ustedes, al 100%,nada de lo que digan está mal, tienen derecho a sentirse como quieran sentirse...solo dejen ser ir.
Esencia sintió como su marido, con lentitud y torpeza la tomaba de la mano y la presionaba con fuerza, eso era indicación de que estaba nervioso, lo conocía bastante, ella no tardo con sus dos manos, atrapar la suya y darle caricias, tratando de transmitirle confianza y seguridad de que iban a estar bien, esto le saco una sonrisa al rey del funk, ella era de las pocas personas que le hacían sentir que todo estaría bien.
-ya sea la emoción que sea...ya sea enojo, tristeza o ninguna, solo trabajen entre esas emociones, de acuerdo?-les aclaro aquel funk troll.-tal como lo practicamos.
-de acuerdo...-murmuro Esencia, parpadeando lentamente con melancolía, Quincy no hizo más que cerrar sus ojos y asentir con su cabeza.
-ahora hablemos.-tomo una pequeña pausa.-¿en general, como se sienten?
-es...es increíble que...-trago la reina azulada.-es increíble que de todas las palabras que existan, solamente pueda decir que me siento muy herida.-herida de saber que...un día estoy empezando a sentirme extraña y cuando menos me doy cuenta, es porque dentro de mí se creaba la vida que yo tanto deseaba tener como mi hijo y al otro día entre lágrimas de alegría voy donde Quincy...-no tardo en llorar, pero se encontraba sonriendo conmovida.-solo para decirle que vamos a ser padres...y de manera inesperada me doy cuenta de que mi amor no es solo de uno, sino de 2 lindos príncipes, apenas eran pequeños huevos y mi corazón les pertenecía eternamente y no podía dejar de sonreír cada día de saber que yo iba a ser mama, de saber que cada madrugada sus llantos me despertarían y me harían ver que esto no era un sueño, vería a mis dos regalos más preciosos...pero cuando más feliz no podía ser...una pequeña parte de mi felicidad se me es arrebatada en un abrir y cerrar de ojos ,mi hijo fue robado y esa simple parte de mi vida que duro apenas segundos, me duele y aún sigue doliendo.-llevo su mano a su rostro, para correr sus cabellos y terminar tapando su boca, mientras lagrimas aun caían.-no hay manera de que yo pueda entender como mi pequeño hijito me dejo así como ese pequeño angelito murió pero también con él se murió una parte de mí, que me dejara dolida, destruida, que me doliera cada parte de mi corazón y mi alma, haciendo que solo quiera aferrarme a lo que me queda para recordarlo, que solo estuviera cerca de su cuna, incluso cuando tuve que deshacerme de ella porque me dolía verla, tras incontables pesadillas, que ya ni dormir me alejaba de mi dulce sufrimiento, llorar hasta que más que desahogarme me dolía, ya no quería sostener a mi hijo sobre mi cabeza porque tenía miedo de que el tuviera el mismo destino, me dolía mucho, fue hasta un punto donde desarrolle bulimia y por poco yo...yo...-no quería decirlo y mucho menos con su esposo en la habitación, cada que lo mencionaba, el mayor entraba en pánico y temblaba con horror, ese evento lo había dejado bastante marcado, incluso aun cuando le tocaba ayudarla a cambiar las vendas de sus brazos, se sentía muy asustado.-...y aun cuanto estoy hecha un desastre, sigo teniendo la misma pregunta una y otra vez y por más que intento buscar, no parece que tengo derecho a una respuesta...¿tanto me odian mis antepasados como para hacerme esto?, ¿tan grandes han sido mis pecados que me castigaron quitándome a quien me volvía cada día más fuerte?...¿es algo que yo merezco?.
-...-sentía un horrible dolor en su garganta y las palabras se acumularon, no tenía manera de expresar el desorden en su mente, Quincy nuevamente sentía dolor y su vista a punto de volverse borrosa.-...yo...me...me siento traicionado...es...es increíble...era tan simple...un día estoy con Esencia una noche y por primera vez después de pensarlo mucho, finalmente le confieso que...que deseo tener una familia con ella y cuando cumplo oficialmente 25 años, me dijo de la manera más tierna posible que íbamos a ser padres y llore de la alegría, los cuide desde el inicio, los ame hasta ese día que estuvieron sus huevitos en aquella sala de hospital, eventualmente nos vamos y somos felices por las siguientes semanas...-su voz se quebró, ya no se retuvo más y las lágrimas empezaron a caer, junto con algunos sollozos.-hasta que, una simple tarde salimos a las afueras de nuestra nave y como toda bella madre, ella los puso sobre su cabeza, no dejábamos de pensar en nuestra vida juntos, en nuestro futuro...en nuestros pequeños, estaba tan feliz esa tarde y...y ahí sin aviso ni advertencia-mi hijo-mi nene, es robado...perdimos a nuestro bebe de una manera tan cruel...y me siento traicionado con el universo entero...porque me dieron la oportunidad de amar a los Demas, de hacer promesas y de proteger a mis seres queridos para después alejarme de ellos, me encariñe con alguien a quien no pude darle la oportunidad de tener una vida feliz y por alguna razón, siento que han pasado años, pero solo han sido meses y por más que sé que superare esto algún días que...que...nunca....-acepto aquellos pañuelos y se limpió sus lágrimas pero quedo contra el respaldo de aquel sillón sollozando, pero pronto siendo consolado por Esencia, quien lo rodeo en un abrazo, ella también estando destruida y no dudo en no poner ni un pero y abrazarla con necesidad también.-...sé que nunca voy a tener otra oportunidad. No hay nada más doloroso que una vida privada de su desarrollo, que un ave cortada en el comienzo de su vuelo. No hay día que no llore por mi querido hijo
-y a veces...incluso cuando despierto, deseo ver su cuna junto a la de Darnell y encontrarlo ahí cubierto por su mantita, pero siempre termino aceptando que...-suspiro por última vez, permitiéndose sentirse miserable.-solamente somos nosotros dos deseando que vuelva. Yo...-jadeaba, buscando calmar el dolor en su garganta y en su pecho.-yo nunca había sabido lo que siente una madre cuando le arrebatan a su bebe...hasta que...aun entre todas las funk trolls aquí, tuve la maldita suerte de vivirlo y s-sé que eso suena sumamente egoísta y peor sabiendo que soy la reina...pero jamás había imaginado que dolería de una manera tan profunda.
El los miro completamente concentrado, manteniéndose calmado y sereno, ya había tenido experiencias así pero el hecho de que eran sus lideres, le daba un gran escalofrió y ciertos ,nervios, jamás había llegado a creer que vería esa debilidad por parte de los monarcas, pero aun si, no lo dejaría ver, una vez terminaron de hablar, tomo aire y se preparó para decirles lo que debían escuchar.
-perder a un hijo es perder una parte de ti, no hay duda alguna de eso.-confeso el.-sé que esto es difícil, mis reyes, que no entiendes como alguien con su simple existencia, té cambia la vida, se vuelve tu mayor foco de visión, pero cuando se van, te sientes vacío y tu alma y mente te hacen experimentar toma control por las siguientes parcelas de tu vida por ti.
-si...-Quincy asintió con su cabeza, recostándose contra la mejilla de Esencia.
-no es algo que sané de la noche a la mañana, pero van a poder superarlo, suena imposible, pero ambos son muy fuertes y lo supe desde el momento que los vi en su escenario real y más que nada en el momento que entraron por la puerta de mi oficina.-afirmo con una confidencial sonrisa.-vamos a trabajar en esto y verán que pronto terminaran de superar el huerfilo, imagínenlo como...-tomo una leve pausa.-como si fueran los escenarios de un duelo.
-p-pero n-no lo es, nunca nació.-Esencia trato de explicar, luchando por hablar.-n-no es un duelo, yo...nunca tuve la oportunidad de ser su mama...
-si lo es...su majestad.-le corrigió.-nunca viste su cara, pero si fue una pérdida de alguien cercano. Van a estar bien, lo van a superar y por lo que veo, juntos lo han logrado, dándose el apoyo para ello. Aún tienen la oportunidad de cumplir su deseo, aún tienen a su hijo, sé que aún les falta llenar un pequeño vacío que su otro hijo les dejo, pero no deben creer que, por ello, el futuro príncipe del funk no les hará sentir felicidad nuevamente, yo creo...no...yo sé, que será así.-afirmo.-pueden y lo lograran. Vamos a trabajar en esto, todo estará bien.
No dijeron ni una palabra, solo se abrazaron entre ellos, dolía hablar de sus sentimientos más amargos y fríos, pero una vez lo dejaban ir, el dolor se iba, habían pasado tanto tiempo en esa situación, era un alivio de verdad haber visto como Esencia e deshacía de cada cosa que ella pudiera usar para dañarse, a Quincy le traía tranquilidad acariciar los brazos de su mujer por la noche y ya no sentir sus heridas, se sentía de verdad maravilloso ver que ella volvía a comer y que no salía corriendo al baño para vomitar, hubo siempre algo de renegación de su parte...pero ahora siempre buscaba lo mejor.
Cuando un busca ayudarse a sí mismo, tantas cosas que no notas, empiezan a mejorar.
(...)
Ella se miraba en aquel espejo con una mirada calmada y risueña mientras arreglaban su cabello, por el reflejo del vidrio, admiro ahí a su esposo, quien se quedaba quieto mientras unos de sus ayudantes se dedicaban a arreglar su capa y otra de ellas arreglaba su cabellera.
-¿desde hace cuántos años posee usted esta capa, mi señor?-decía ese funk troll sorprendido.
-es algo generacional, joven.-comento amablemente.-mi suegro me la heredo.
-suegro que nunca pudiste conocer...para tu suerte.-comento Esencia divertida.-pero hey, te vez bastante guapo con ella puesta.
-wok...entonces, ¿posiblemente su hijo la use también?.-aquella chica que se encargaba del cabello colorido de su líder pregunto intrigada.
-Darnell será un tipazo, tal como su padre.-comento Quincy de manera burlesca mientras se ponía sus lentes.
Aquella funk troll que se encargaba del cabello de la reina, en un momento le jalo con fuerza su cabello, sacándole un leve quejido de dolor.-O-oh, Perdone su alteza, espere un momento.-en el tocador busco en diferentes cajones y pequeñas cajas bastante confundida, hasta que llego a una conclusión.-oh, Cielos, que tonta soy, se me olvidaron las pinzas y gasas. No se mueva, ¿si?, iré por ellas.
Seguido de aquella reina asintiendo con su cabeza, el funk troll tomo su caja y salió de la habitación, pero aquel que se encontraba arreglando aquella capa doraba, lo pensó en un minuto, entendiendo porque su trabajo no le salía como quería.
-¡espera, Vanessa, esas son mis pinzas!.-exclamo molesto y la siguió.-con razón no las encontré esta mañana, las necesito para arreglar la capa del rey Quincy!
-chicos esperen, no se peleen.-la otra funk troll hablo nerviosa al verlos correr lejos y de inmediato miro a su rey.-¿con respeto, me deja ir por ellos?
-has lo que tengas que hacer.
Agradeció y seguido de una reverencia, se fue de la habitación lejos, dejando a ambos reyes solos, no habían tenido tiempo de hacerlo después de aquella cita con el psicólogo, Esencia suspiro y se levantó de su silla con una tierna sonrisa para ir a abrazar a su esposo por detrás y rozar tiernamente su nariz contra la mejilla de él, quien no tardo en corresponder a su cariño y besar su frente repetidas veces, se fijó en su cabello atado y paso una de sus manos sobre este.
-Vanessa te va a matar.-le aseguro al sentir sus caricias, pero tampoco se quejaba, le gustaban sus mimos.
-perdón...es que, de verdad me alegra verte con el cabello amarrado, sentía tristeza cuando lo tenias suelto y estabas bastante triste, daría lo que fuera por tener esa sonrisa que caracteriza tanto a mi mujer.-Quincy confeso amorosamente.
-también es bonito tu sonreír.-pensó un momento, desviando su mirada.-gracias mi amor, por haberme hecho ir con ese doctor y también, por aceptar ir conmigo. Ha sido difícil, pero ambos hemos luchado mucho por seguir adelante.
-no tienes que dar las gracias.-se dio la vuelta para acariciar su mejilla con cuidado.-por ustedes haría lo que fuera, por ti y por Darnell.-miro en la esquina de su habitación donde estaba esa colorida y calmada cuna, cosa que guio a su amada a ir y tomar con cuidado a aquel pequeño entre su brazo y llevarlo con ellos, se acostaron en la esquina de la cama, mirando con cariño a aquel huevo con tonalidades neones, Esencia no tardo en darle un besito, el cual pinto de brillo azul y Quincy acaricio el cabello que sobresalía de este.
-han pasado meses ya y cada vez mi impaciencia por conocerlo crece, solo deseo que este aquí con nosotros.-la monarca del funk con una sonrisa.
-a este punto, está a tan solo semanas, en cualquier momento sale, solo falta que mientras estemos dormidos, lo que me despierten sea en sonido de su cascaron rompiendo.-el de rastas moradas y rosadas comento entre risas.
Entre ese pequeño pero feliz silencio, Esencia quedo sobre su cama sosteniendo a su hijo con cuidado y dándole diferentes mimos, hasta que escucho y presencio algo que la hizo reaccionar de manera inmediato...el sonido de algo rompiéndose y una pequeña ruptura en el cascaron del huevo, cual también, empezó a moverse de lado a lado. En ese momento la reina abrió sus ojos como platos y dio un pequeño salto del susto, queriendo analizar todo, se quedó quita mirando, el huevo siguió sacudiéndose de lado a lado, las rupturas eran más grandes cada vez, se le salió un jadeo y lo dejo en la cama.-Oh por todo Funk!
-q-que ocurre, mi vida?-pregunto Quincy asustado y confundido por esa reacción tan repentina.
-s-se e-esta m-moviendo, e-está rompiéndose!.-grito con sorpresa y euforia, parecía que el pánico se apoderaba cada vez mas de ella.
-rompiendo!?.-miro a su huevito y como en efecto, cada vez se partía mas en pedazos y se movía de lado a lado de manera violenta.-OH POR LO QUE SEA QUE ESTE AHÍ ARRIBA, ¡E-ESTA NACIENDO!
-¡D-DIME ALGO QUE NO SEPA,MI AMOR!.-Esencia grito nerviosa y con una sonrisa, agarrando las almohadas y poniéndolas con cuidado alrededor de aquel huevo.
-¡NUESTRO HIJO ESTA NACIENDO!.-el funk troll morado por la sorpresa del momento se cayo de la cama de golpe, pero de inmediato reaccionando.
-¡YA LO SE!.-Grito ella nuevamente, mirando más rupturas en aquel cascaron, hasta que entre tantos golpes y empujones, finalmente una parte de aquel huevo se rompió, mostrando una muy pequeña manita azul celeste, ahora buscando con su tacto.-¡AY FUNKY DOGS!.
Quincy, con sus piernas temblorosas, acerco una de sus manos decoradas de anillos a aquella pequeña patita celeste y la sostuvo con cuidado, esta se asustó bastante, incluso alejándose, pero poco a poco empezó a tener confiesa y apretó uno de sus pequeños dedos, era un momento tan tierno sobrando decir que Quincy estaba al borde del llanto.
Mientras que aquel huevito seguía rompiéndose, aquellos ayudantes finamente aparecieron, estaban por hablar y seguir con sus trabajos, pero Quincy de inmediato se levantó, dejando a su esposa con su hijo apunto de nacer y los detuvo.-¡VAYAN Y AVISEN QUE EL PRINCIPE DARNELL YA ESTA NACIENDO!
-¿cómo, cuando, donde, que?.-pregunto asustada una de ellas, dejando caer sus pinzas y cepillo de cabello.
-¿qué ocurre, su alteza?-pregunto el chico.
-¿están sordos?, ¡dije que mi hijo ya va a nacer, vayan a avisar, AHORA!.-y nuevamente apunto hacia afuera con autoridad, solo observo como estos corrían lejos, aun sin tener idea de lo que debían hacer.
Pero cuando suspiro agitado para recapacitar, se hizo presente el sonido que lo hizo reaccionar...y al mismo tiempo, era el sonido que llevaba tiempo queriendo escuchar hizo que nuevamente sintiera que tocaban su corazón de la manera más suave posible, jadeo conmovido y lágrimas empezaron a caer, al mismo tiempo que su corazón empezó a latir con fuerza.
Había escuchado los llantos de un bebe...los de su bebe.
Lágrimas comenzaron a recorrerle por las mejillas ya que es la primera vez que escuchaba a un recién nacido.
Se había dado la vuelta y con lentitud y torpeza se dirigió a la cama, solo para encontrarse con Esencia, quien también estaba envuelta en lágrimas de alegría, mientras que ella sostenía a quien era de ahora en adelante su hijo, había presenciado como su pequeño terminaba de romper su cascaron y logro ver que en efecto era un niño. Era rosado con pequeñas franjas rosadas pero más pálidas, sus cuatro patitas eran celeste claro y poseía unas lindas rastas azules sobre su cabeza, a los ojos de cualquiera era un simple funk troll bebe, pero a los ojos de Esencia, estaba viendo a un verdadero ángel nacer, fue fácilmente la sensación más preciosa que podría experimentar, no pudo evitar darle pequeños mimos y abrazarlo, Darnell paro de llorar en el momento que miro a su madre, ahora bostezando y aferrándose lo más que podía a ella, sentía que en cualquier momento se volvería a romper, pero en un buen sentido.
-mi amor...m-mi nene...-ella dijo a lo bajo, ahora mismo a alegría en su ser desbordaba en cada esquina, por más que lo intentara, no podía dejar de sonreír ni de llorar de la alegría.-mi amor, aquí esta tu mama...-beso su frente.-aquí esta mami para cuidarte.-observo como este con sus patitas se restregaba sus ojitos y daba un pequeño bostezo.-mi pequeño príncipe Darnell.
—¿E-Esta b-bien?.-Quincy cayo a su lado, para poder ver a su hijo y a su esposa, sus orejas bajaron por completo en el momento que lo vio, era hermoso.
-...e-es nuestro hijo...nuestro principito.-Esencia le repitió agitada.-Quincy, es nuestro hijo...
-es...es tan hermoso.-una de sus manos paso por el rostro del pequeño Darnell, quitándole sus mechones para verlo mejor, justamente ahí fue donde el pequeño príncipe abrió sus ojitos, mostrando que eran azules, como los de su madre, lo vio a él, formándose una curiosa sonrisa.-ay...ahora sabe de mí.
-él es tu papi, el rey Quincy, estas tan guapo como el.-ella bromeo descansando su cabeza contra la de su marido, ambos estaban con el rostro manchados de lágrimas, mimando a aquel pequeño que ahora descansaba entre los brazos de ella, eran padres ahora...finalmente su hijo había nacido y les empezaría una nueva aventura, pero en ese momento, no querían ser interrumpidos, querían estar con su hijo, darle tanto amor pudiera hasta que, aun siendo un bebe, ya supiera que lo adoraban.
— S-Si pequeño...Y-Yo soy tu papá y ella es la reina Esencia, tú mama y tú eres nuestro pequeño príncipe del funk.—Susurró entre leves lágrimas, dándole un pequeño beso esquimal, cosa que le saco una risita a su hijo, mostrando una enorme sonrisa.—Ya quería conocerte.
Esencia no dejaba de ver a la pequeña con ternura y amor.—D-Dios, que bueno que te pareces a tu padre.—Susurró y retiró con su mano libre las lágrimas que había soltado.
Quincy sintió como Esencia le ofrecía a su pequeño y aunque al inicio se vio temeroso, lo acepto y sostuvo entre sus brazos, no tardo en darle un beso en su frente y enseguida sentir como Darnell se apegaba a su pecho, buscando su calidez y en respuesta, sintiéndose conmovido por aquel inocente amor, no tuvo problema en corresponderle y acariciar la pequeña cabellera de el.—D-Diablos, ya caí redondito a ti... Ay Darnell ¿Tan rápido me cambiaste?
-ahora si no te molesta que te vean siendo un llorón?-pregunto Esencia riendo entre lágrimas.
-cállate...-aun llorando avergonzado.
Esencia dejo ir una pequeña risa para enseguida ver a su pequeño y acariciar su cabeza y barriguita.-—Se que apenas has nacido para estar en este mundo, pero con solo ver tu sonrisa y tus ojitos, ya sé que me entrega por completo a ti y que mi corazón te pertenece eternamente, mi lindo Darnell, te adueñaste de mi corazón y algo en mi me está diciendo también que yo te proteja, te guíe y te haga el mejor. Daré mi vida por ti si es necesario y te prometo que nadie te va a lastimar, en cuanto yo y tu padre tengamos vida, Te amo mucho...
-yo los amo a los dos, con toda mi alma y en el nombre del funk...-Quincy confeso aun con sus ojos cristalinos.
Esencia no tardo en decorar el rostro de Darnell con sus bellos cargados de brillo azulado y tampoco tardo en besar a su esposo en su rostro, dejar que este la besara a ella y por último besarse en sus labios, para finalizar con ellos finalmente en aquella habitación con su hijo recién nacido y quien, de ahora en adelante, se había vuelto su completa adoración.
Príncipe Darnell, el príncipe del funk y fruto del amor de la reina Esencia y del Rey Quincy.
CONTINUARA
SI HDP FINALMENTE ACTUALICE AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH.
Dios,ya llevaba tiempo querer llegar hasta aca :,D,este capitulo me quedo tal como queria <3
se me daño el telefonodesgraciadamente y por ello no pude continuar la historia hasta ahora que mi madre me presto su pc :,v pero bueno,algo es algo. espero les haya gustado este capitulo!!!
oh y tambien,dos mas y game over ;;
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