Cap.6 Ella Colapso
Desde el techo de su hogar, estando acostada, muy a lo lejos, la funk troll naranja de lindo listón rojo podía admirar a lo lejos podía observar las luces, los brillos y la música de aquel escenario real que desbordaba en cada esquina, aun así podía escucharlos cantar, dándoles emoción y felicidad a aquellos súbditos, estaba bastante lejos, pero atrevés de ese telescopio, ella podía tener el mejor acercamiento para verlos en su escenario, cantando y bailando juntos, Quincy miraba con cariño a Esencia, mientras ella bailaba y daba vuelta, causando varios gritos y admiración de su gente, quienes incluso le tiraban una que otra flor.
Se veían bastante felices y sonrientes, pero sabía que solo era una máscara, su visita de esa mañana la hizo comprobarlo.
Ciaro suspiro y ahora con su cuerpo acostado y relajado mientras que tenía uno de sus brazos detrás de su cabeza y con su otra mano sostenía un cigarro del cual pronto ella soltó una gran nube de humo morado de sus fosas nasales y su boca, miró al cielo bastante pensativa, unos raros movimientos en sus tripas la hacían sentir que nada estaba bien y que debía estar bastante alerta, todo lo que había ocurrido con ella y los reyes esa mañana que los visitó no dejaba su cabeza, aún no podía asimilar que Quincy, tras sus desventuras, aun así decidió abrazarla por primera vez en uno de sus momentos más vulnerables, había visto una parte de sus reyes que hayas había creído que llegaría a ver, estaban de verdad destrozados por la pérdida del príncipe Cooper y se necesitaba más que nunca, necesitan amor, apoyo y soporte, algo que solamente ellos tenían la habilidad de entregarse,ahora su rostro serio cambió a uno de preocupación en el momento que recordó las palabras del rey de barba celeste y la reina de brillantina plateada en su rostro, escucharlos describir su dolor,la destrozaba y se sentía tan pequeña, sentía la rabia cruzar por su sangre, una rabia que la hacía enojar hacia su persona ya que ella sabía lo que estaba ocurriendo y no tenía la fuerza ni la habilidad para poder detenerlo.
—...se fuerte Esencia...Por favor... Tú y Quincy tienen que serlo...–confeso ella viendo al cielo de aquella nave gigante en la que vivía.
—¿Hey, Ci, está todo en orden?.–una de sus compañeras pregunto curiosamente mientras subía por aquellas escaleras hasta subir al techo.
—funkexcelente, Carlota.–afirmo con una suave sonrisa, ofreciéndole de su cigarro, el cual, esta sin dudarlo acepto.
—como fue tu viaje?.–pregunto para seguido de eso llevarse el cigarro a su boca y proseguir a soltar una nube de humo.
—estuvo el estándar bastante bien... Pero mentiría si dijera que ellos no se encuentran bastante mal.–Apenada la funk troll naranja comentó.
—you dont say.–afirmo mientras metía ese cigarrón su boca nuevamente.–claro que siguen heridos...solo han sido unos meses,pero todos los sabemos y hemos escuchado:cuando se te muere un hijo... De una manera u otra...
—tú también te mueres.–suspiro cansada.–...si,lo sé...,lo aprendí por las malas cuando mis papas se fueron, pero de verdad no puedo dejar de angustiarme por nuestros reyes,en esta clase de momentos, tras toda una nube de sufrimiento, lo que más ocupan ellos, es el amor del otro, tienen que permanecer juntos y tomarse de la mano cuando el otro sienta que va a caer.–enseguida puso su cara pensativa mientras asomaba su cabeza para ver ese concierto desde lo lejos.—¿Sabes algo Carlota?, hace 10 años yo había hecho un pacto con nuestro rey, uno donde él debía de demostrarme que Esencia sería amada y ahora solamente puedo quedar como la tonta por haberlo tomado como una falacia...
En ese momento ambas escucharon como una funk troll de cabellos rizados y azules puesta en una coleta esponjosa junto a George y otro funk trollnde colores verdosos dejo caer sobre el suelo de su sala unas dos últimas almohadas sobre una pila cosas suave, como mantas, suéteres, cojines y hasta algodón.
—Bueno, voy a dormir.–exclamo satisfecha la funk troll mientras de inmediato se dejaba caer sobre la "cama" sustituta que habían hecho.
—creo que sería mejor si también dormimos, mañana tenemos trabajo pendiente.–Carlota le señalo con una divertida sonrisa para que después ella y Ciaro empezarán a caminar hacia aquel nido de peluche junto a sus demás amigos.—además nos dormimos tarde, de seguro despertamos hasta las 12 de la tarde.
—Más razón no podrías tener.–Ciaro afirmo, pero entre toda esa oscuridad y silencio, ni un párpado pudo cerrar, su mente abrumada estaba concentrada en aquella pareja de monarcas, aun sufriendo por lo que era el huerfilo.
(...)
¿Tanto tiempo había pasado desde que se sentía de verdad feliz en sus conciertos?, desde hace tiempo ella se presentaba fingiendo una sonrisa, reprimiendo sus ganas de llorar y temblar, por alguna razón, finalmente estaba feliz ante su gente, se movía a todo ritmo, sonriendo, bailando y dando vueltas, manteniendo a todos gritando y exclama do su nombre, hasta con una que otra funk troll femenina lanzándole flores moradas,aún mantenía su cabello suelto, pero gracias a los brillos en su rostro nadie podía notar las marcas de su insomnio debajo de sus ojos,Quincy solamente se sentía conmovido al ver a su mujer así y sin dudar estuvo con ella iluminando y manteniendo a la multitud eufórica,era increíble y hasta aquella banda de músicos estaban siendo contagiados por la emoción y ánimo de sus reyes, sobre todo al ver a su reina, esa simple sonrisa que todos adoraban ver, habían escuchando que una presencia, particularmente un ángel de lazo rojo y su simple llegada los había iluminado a aquella pareja, desde esa mañana y tarde parecía que todo finalmente se recuperaba,. Esencia y su canto brotaba por cada esquina del escenario,sus vueltas le daban aire a sus decoraciones plateadas y sus pasos de baile, como sus lindas piernas era expuestas al bailar y cantar.
—my life, my life just fiiiiiiiiiiiine~.–canto con júbilo aquella reina del funk a todo pulmón, inclusive dejando el micrófono de lado y dejándose llevar por la música, cuando termino su canto, las luces sobre ella se apagaron, invisibilizando su figura y ahí fue donde se escucharon los aplausos finales y los gritos de sus subordinados. Finalizó y lo primero que ella hizo fue ir con su amado esposo y abrazarlo después de decorar sus mejillas y labios con ese brillo azul que producían sus labios, mientras se despedían de su gente y se dirigían a sus hogares nuevamente.
—¿Me permite decirle que hasta a mí me dejo boquiabierto, su majestad?.–Quincy de manera bastante coqueta hablo, mirandole con picardía.
—¿porque tanta la cortesía?.–en respuesta, Esencia fingió clemencia mientras se ponía a reír.
—mi amor, lo hiciste maravillosamente ahí arriba.–afirmo con ternura aquel rey para enseguida besar sus labios.–de verdad Extraña ver esa parte de ti que tanto adoro.
—yo...yo también la extrañaba...–Esencia admitió alegremente,hasta que se detuvo de golpe al sentir un agudo dolor dentro de ella...y como podemos sospechar, en efecto, era su estómago, después de brincarse el desayuno y apenas haber comido los aperitivos de su almuerzo, toda aquella tarde se había silenciado nuevamente, todo en su presentación estaba perfecto...menos su interior rogarle que comiera y provocándole un dolor horrible que ella solamente silencia cantando a todo pulmón.
—¿Tienes hambre, eh?.–pregunto el de cabellos morados y rosados curiosamente.
—eh, sí... Creo que el almuerzo no fue mucho para mi hoy.–trató de escudarse ella, manteniendo la calma, pero mentalmente gritándose "callate".
—hmm, menos mal, creo que los de cocina se lucieron esta noche.–Quincy afirmó bastante entusiasmado.–sobre todo porque pedí que preparan patatas asadas:tus favoritas.
—Oh...–por más que su rostro intentase mostrar calma, no podía evitar reflejar miedo, sus vacías entrañas la hicieron sentir un fuerte y fondo puñetazo,una sonrisa nerviosa se formó en sus labios.–d-de verdad...
—quería complacer a mi linda chica.–corrió unos cuantos cabellos de su rostro.–sé lo mucho que te gustan...jeje, aun recuerdo cuando eras princesa y los de la mesa te traíamos la comida... Tus ojos iluminaban la habitación cuando te traíamos eso para cenar.
—chillaba tal cual una niña.–bajo con cabeza con una nostálgica mirada.–y tú eras quien me veía incluso aplaudiendo emocionada.
—y sigues siendo tan tierna como antes.–confirmó este ahora pasando su mano por su suave mejilla y después de eso empezar a caminar juntos al comedor, la sostuvo cariñosamente de su cintura y una vez en su destino, de manera bastante elegante le dio espacio y la ayudó a sentarse en su silla, provocándole pequeñas carcajadas a su esposa y se sentó a su lado, preparandose ambos, poco tiempo llegaron aquellos cocineros y sirvieron la cena con elegancia y admiración hacia sus líderes, para de inmediato hacer reverencia y dejarlos solos.
—Vaya, apenas es visual y se ve delicioso.–Esencia comento divertida mientras tomaba sus cubiertos y nuevamente se dirigió a ver a su marido quien ya estaba comiendo de su cena.
—Eliza y siempre sabe como hacer que la cena quede fantástica.–admitió el funk troll morado apuntando a su comida con su tenedor.
Ella de inmediato volvió a mirar su comida y con cuidado corto una parte de una de sus patatas, atrapándolo entre las puntas y con gusto la llevo a su boca, el sabor era espectacular, recordándole con alegría lo mucho que adoraba comer patatas asadas, cerró sus ojos disfrutando su cena bastante.
"¿Que estás haciendo, cerda asquerosa?."
"Es increíble que seas tan egoísta, tu hermoso hijo está posiblemente muerto y tienes el descaro de disfrutar la comida y ponerte tan gorda como un cerdo?... Eres repugnante".
Tragar se le hizo tan desagradable en un abrir y cerrar de ojos, aun cuando sentía que bajaba por su garganta, ya sentía asco y sentía como las arcadas se producían desde su estómago, el rostro de Esencia cambió a uno de terror puro, se detuvo de golpe incluso bajando su tenedor, analizando sus pensamientos, una sola mordida y ya se sentía horrible.
Sus manos empezaron a temblar mientras intentaba llevarse otro trozo de patata a su boca, masticando con pánico y por más que tratase de traga tranquila, las arcadas no paraban, incluso lucho por tragar, pero las voces eran cada vez más insoportables, miraba su plato, iba a apenas por la mitad, ese infierno mental apenas estaba comenzando, sentía como sus interiores la masacraban en el interior y su mente le exigía que comiera rápido para finalmente salir de ahí.
"Comiendo como marrana te ayuda a calmar el dolor que te causo perderlo, no?, estabas mucho mejor cerrando la boca"
"si, disfrutas de inflarte con tu mugrienta comida y lo olvidas a él por completo, lástima que el jamás podrá disfrutar de estas maravillosas cenas por tu culpa, maldita perra asquerosa"
"¿piensas que engordando la culpa y la pena se van a ir?, eres tan patética"
Todos sus deseos de disfrutar su cena se habían ido a la basura, ahora sentía como una fuerte nube de arrepentimiento y odio se apoderaba de su cuerpo y entre más comía más ganas tenía de escupir el veneno, se sentía tan desagradable.
"tú fuiste la que debería morir, no ese inocente bebé que por tus descuidos has perdido y para acabar sigues creyendo que mereces comer, estabas mucho mejor llenándote con agua"
Por cada cucharada que entraba a su boca, su masticar se volvía más lento y difícil, Quincy al estar concentrado en su cena no lo noto, pero su esposa tenía los ojos cristalinos, lágrimas estaban amenazando en salir y estaba temblando horrorizada, parecía incluso que empezaba a comer con un poco más de desesperación, sintiendo como lentamente se convertía en un horrible monstruo...
Simplemente pensar en su pequeño nuevamente la hizo colapsar, en el peor momento posible. Finalmente había terminado, casi tirando sus cubiertos y apartándose de la mesa, tapando su boca con sus manos delanteras mientras que el resto de su cuerpo temblaba y su pecho subiendo y bajando, las ganas de llorar eran enormes.
Cooper
Los recuerdos de ese día se proyectaron nuevamente en su cabeza, provocándole también una arcada mucho más violentas, pero recuperó la conciencia en ese momento, mirando nuevamente a su marido, quien volteo haberla confundido.
—¿Pasa algo, mi amor?.–pregunto él mostrando cierta angustia.
—...–trago con dificultad y rápidamente tomo su vaso con agua, finalizó y volteo a mirarlo manteniendo una calmada sonrisa.–nada, descuida, es solo que ya acabe.
—Vaya, ¿tenías hambre, no?.–dejo ir una pequeña risita.
—¿bueno, yo... Yo iré a ver como esta Darnell, si?.–empezo a dar pasos hacía atrás, queriendo irse ya de ahí.–te espero en la habitación.
Apenas escucho ese "está bien", salió corriendo de ahí, empujando a todo quien se le metiera en su camino, estaba sumamente asustada y desesperada por encontrar su habitación, inclusive cuando era alguno de sus subordinados y sus consultas populares, la monarca del funk no se inmutó, a cambio ellos recibían empujones y un destrozado "ahora no".
Abrió la puerta con desesperación y la cerró, casi rompiendo los vidrios, lo mismo sucedió con la puerta de su baño. De rodillas, sus dedos empezaron a moverse violentamente dentro de su boca, hasta hacerla reaccionar y escupir el veneno, así estuvo, odiándose, llorando y temblando, así siguió hasta nuevamente sentirse completamente vacía, una vez Esencia finalizó, ella se recostó nuevamente contra la pared, tratando de regular su respiración y volver al plano de la realidad...Pero algo paso que la hizo entrar en pánico puro nuevamente.
La monarca no estaba mejor...
Aun cuando su estómago y garganta dolía, no parecía que estuviera haciendo efecto, aún había algo que la estaba mortificando y eso fue el recordar como su hijo se le había sido arrebatado de su amor y cariño, haberlo visualizado alejándose lentamente de una indefensa Esencia, el recordar que una parte de su corazón se había ido...ella colapsó y ese necesitar verlo de nuevo, de abrazarlo, de mimarlo, de tenerlo descansando entre sus brazos era tan letal, estaba segura de que ahora estaba por morir... Ella deseaba morir y terminar con su Agonía finalmente.
—C-Cooper... C-Cooper, mi niño...mi bebé, mi bebé~...p-perdona a mami por favor...–ella exclamaba mientras intentaba ponerse de pié nuevamente, pero tropezó.
La funk troll azul se encontraba en una horrible crisis, su mente se encontraba afrontando una penetrante Agonía... No importaba cuantas veces luchaba por superarlo o cuantas veces parecía finalmente levantarse y seguir adelante, llegar a esa fase de aceptación. Ella caía nuevamente, cada que imaginaba su sonrisa, cada que imaginaba su sonrisa, su corazón se mutilaba de maneras atroces.
Ella ya no podía seguir así...Mejor dicho, ya no quería seguir así,por primera vez en su vida, estaba aceptando la idea de finalizar su vida...
Ya no pensaba en Quincy, ya no pensaba en Darnell, ya no pensaba en su gente...Solo pensaba en si misma. Aquella reina de cabellera azul empezó a hiperventilarse, llevando su mano a su pecho y seguido de ello prosiguió a llorar, ahora parecía que todo su cuerpo estuviera doliendo, su garganta se cerraba y sus pulmones parecían que iban a explotar, el ardiente dolor que la culpa. Era su culpa, ella había descuidado a Cooper, por ella era que él no estaba con su familia, por ella Quincy lloraba por las noches, por ella, ambos se sentían incompletos, por ella las personas que más adoraba, se sentían destruidos... Y si ella y su marido aún podían amar, eran los afortunados, porque muchos aún estaban amargados por alguien, se encontraban prendiéndole fuego a su interior por pura diversión, para distraerse a ellos mismos de eternamente extrañar a quienes perdieron... Pero Esencia aún seguía extrañándolo a su pequeño bebé eternamente.
Y ella lo había causado.
Se levantó finalmente... Sintiéndose destruida, aun sollozando y respirando a lo alto hasta que su vista se centró en el espejo frente a ella... Se miró con un rotundo odio, nivel de ansiedad, desesperación y asfixia esa noche eran tan grandes que por primera vez lo reflejo Atrevés de la violencia y lanzo el grito de agonía más fuerte que su cuerpo le permitió en ese momento, la de ojos azules oscuros lanzó todas las cosas para contener su ira, desde su maquillaje, su cepillo, secadora de cabello, hasta sus perfumes y diferentes listones y diferentes coronas que si funcionaban, pero eso hacía que su inestabilidad incrementara y en eso se vio reflejada en el espejo del cuarto, se veía tan miserable... Tan perdida... Esa ya no era Esencia, era una alma corrompida por la tristeza y miseria.
—¡Tú fuiste la culpable!.–y seguido de ese grito, le lanzo un golpe tan fuerte a aquel cristal que salieron proyectados pedazos de espejo por todas partes, inclusive escuchándose como un completo eco, que asusto a quienes se encontraban cerca de la habitación, .
Esencia estaba ahora de rodillas, aun abrumada, con los puños ensangrentados, exhausta, parecía que hacía ha sido el final de su ataque de locura, pero desgraciadamente aun con el deseo de morir en su cabeza, encontró con su mirada, una pieza de cristal pequeña, perfectamente encajaba entre su mano, era bastante filoso, mínimo roce entre su piel con ese objeto le causaría una gran herida, perfecta para sus muñecas... lo mira con detenimiento, su mente ya no funcionaba y ni la hacía entrar en razón, solamente acercó su temblorosa mano y tomo aquel cristal, lista para mutilar la piel de su sus muñecas. Ella solamente quería dejar de sufrir... Y si la tristeza que le produjo la pérdida de su hijo no la mataba, ella lo haría con sus propias manos.
"Quincy... Te amo, perdóname por favor..."
CONTINUARÁ.
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