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Cap.4 Agonia De Dos Padres

De rodillas se encontraba ella mientras que con las manos apretaba la ceramica con fuerza, como si eso evitará el sentir como su interior se masacraba y en el proceso su garganta le ardía, era doloroso, pero estaba convencida de que ese tipo de dolor era mejor y mas pasable. En aquel baño solo se escuchaban sus fuertes arcadas, como tocia violentamente hasta conseguir su objetivo y esa horrible sensación que se producia en su estómago cada que escupia el "veneno".

Esencia había aguantado hambre durante toda la mañana y solo se quedó satisfecha bebiendo agua y otros líquidos o minimo comiendo pocas frutas o nueces, pero durante la cena, ya no pudo resistir, además de que su hijo perdido aun la seguía atormentando, dándole razones para llorar o buscar cualquier cosa para llenar por completo esa herida que tenía en su alma, ella pensaba que simplemente un platillo sería suficiente pero cuando menos se lo espero, ella ya tenía su boca manchada y se había quedado llena, cuando llegó a esa realización empezó a sentirse asquerosa, insultos mentales llegaron a ella en poco tiempo, pero ni estaba en el momento indicado para hacer lo que tenía que hacer.

—¡Agrh!.–se aparto del baño y empezó a respirar a lo alto por la presión y desesperación del momento.

Ahora finalmente terminó de expulsar todo de su sistema, la garganta tenía roja con un leve ardor, con un sabor desagradable en su boca y su estómago le dolia mucho, como si la hubieran pateado o golpeado y ahora solo sentía el vacío del golpe, sobre sus rodillas ella trató de arrastrarse hasta la pared del baño, donde con una mirada agotada y muy perdida miró al techo,estaba hecha un desastre y sobraba decir que se encontraba sumamente cansada,mientras que su corazón y pulmones no dejaban de palpitar locamente,se le era tan raro pero al mismo tiempo maravilloso el silencio que ahora había en la habitación.

Tiempo después, logró recuperarse, tomo agua y la escupió para limpiar su boca y cubriendo su cuerpo con un bata de dormir, salió del baño, para dirigirse a su cama para descansar,pero quería saber si ella finalmente estaba acompañada.

—¿Quincy?.–pregunto a lo bajo, buscándolo con la mirada, hasta que sus oscuros ojos dieron con algo que en un abrir y cerrar de ojos la dejo tiesa, admirando lo que ahora le dolería muy profundo en el alma.

Finalmente era de noche, parecía que toda Vibe City ahora dormía plácidamente y le tocaba a él también...pero Quincy en ese momento estaba haciendo todo menos eso, ahora que su figurs estaba siendo oculta por a oscuridad y sus llantos callados por el eterno silencio,nadie podría impedirselo, aquel monarca del funk se había dejado caer sobre la cama, tomando su pose favorita, la de un osezno que abraza una almohada, con su mirada, la cual transmitía tristeza en el mas puro sentido de la palabra, hiper fija en una sola cosa la cual sostenia entre sus manos.

Era una foto de hace meses atras, donde no sólo veía a su amada esposa sobre una camilla de hospital, con su maravilloso y azulado cabello suelto y sus ojos cerrados, mostrando un rostro tranquilo de serenidad mientras descansaba y entre sus brazos estaban aquellas dos lindas criaturas que se habían robado su corazón desde el día de su cumpleaños que Esencia le había revelado que estaba embarazada...a sus dos hijos aun en sus cascarones.

Pero en ese momento, sus ojos verdes ahora estaban posados en su hijo perdido, el cual se le fue arrebatado sin aviso,esa tarde en su balcon, distraído se encontraba mimando a su esposa con una sonrisa y no fue hasta que la escucho gritar asustada, queriendo hacer algo por impulso,queriendo gritar, deterner a ese maldito pajaro y hasta hacer una búsqueda super masiva por todo ese bosque hasta encontrarlo sano y salvo, pero desgraciadamente por el shock, no hizo nada,solo opto por quedar sobre sus rodillas, mirando como le arrebataban a su hijito de manera tan agonica. Paso hasta altas horas de la noche buscándolo con sus subditos... Pero no encontró nada... Lo había perdido, su hijo se había ido y con sus pequeñas manitas de ángel, se llevó la vida de su padre.

¿Como podía seguir fingiendo ser algo que no era?...¿Como podía ser llamado el rey del funk y creer que sus subditos tenían la razón al llamarlo un buen lider que siempre buscaba lo mejor para los demás... Si le había fallado de una manera tan horrible a su hijito, a su bebé, a ese pequeño ser que se había vuelto su adoración y razón por la que ahora sentía que se moría lentamente.

Lágrimas ahora caían sobre aquella foto, mientras que Quincy empezó a llorar, lentamente abrazando aquel recuerdo entre sus manos,haciéndose una bolita mientras se recostaba contra el respaldo de la cama...Esencia había presenciado todo y ahora solo lo escuchaba llorar desde aquel lugar donde se encontraba, llevando sus manos azules a su boca y llenando sus mejillas dd lágrimas cargadas, como si un alfiler le hubiera rasguñado el corazón, pero para ser un simple rasguño, dolia mucho.

—lo siento...lo siento, hijito... Mi n-niño... Mi nene...p-perdona a papá por favor~...–Susurro casi jadeando, derramando lagrimas mientras se desbarataba sobre aquella cama.

De las pocas cosas que la detenían de saltar por un barranco, era Quincy, porque a pesar de todo el sufrimiento y dolor que yacía en su alma, su adoración y amor por aquel funk troll que estaba unido a ella como su esposo aún estaba con vida, aquel quien la ha sostenido, quien lena consolado, mimado y protegido y con quien compartió lágrimas varias veces,su rey, una parte de su vida que no cambiaría por nada.

¿Como podría ser tan egoísta si llegaba a hacerlo?, una cosa que ella jamás había sido, el egoísmo en la reina azul jamás estuvo presente, no lo iba a demostrar ahora, estaría pensando solo en ella, no en como sufriría él, como la extrañaría y cuanto daño le causaría. Su voz despertandola en las mañanas y saber que estaba acurrucada ella cada que abría sus ojos era suficiente felicidad, cantar a su lado en sus conciertos, juntos tomar las pesadas decisiones que conllevaba ser reyes juntos, solucionar los problemas que se les presentaban, el saber que ese anillo que ella ahora llevaba en su dedo anular era simbolismo del amor eterno que se habían prometido en su altar...esa noche donde tímidamente él le había pedido tener hijos...Esas lágrimas y Alegria que compartir era suficiente para querer pagarle a su bella alma gemela durante el resto de su vida con su amor.

¿Como podría ser ella capaz tras todo lo que él le ha dado para hacerla feliz, pagarselo con quitarse la vida y dejar que la eterna tristeza lo mate?. No, eso jamas,de cualquier pecado por el que sus ancestros la pudiesen castigar, jamas cometería ese.

Con lentos pasos se acercó a donde ella descansaba, quitandose su bata y tirandola al suelo, nada la detuvo y con suavidad, puso una de sus patas sobre la cama y se escucho como Esencia subía a la cama y con lentos pasos buscaba el cuerpo de su marido.

—Tu rey te fallo...te quite la felicidad de estar con tu hermanito y tus papás...–sollozo sintiendo el aire atascado en su garganta, puesto que deseaba gritar y desahogarse hasta que quedarse sin voz, uno  de sus temblorosos dedos acaricio aquella parte de la foto donde se encontraba su hijo, una pequeña lagrima cayo también.–la dicha que podías sentir al saber que te adoramos, te la quite también...d-debía protegerte y.. ¿Y no pude ni eso hacer, como pude ser capaz de fallarte de esa manera?... Te amo... Y siempre sera así

Un jadeo, casi gemido de dolor y sorpresa rozo de los labios de aquel monarca de cabellera morada y rosada al sentir como era abrazado por su amada, se quedó intacto por unos segundos pero no tardo en llorar mientras se daba la vuelta y se apegaba lo mas que podía a ella, como un niño pequeño asustado, ocultando su rostro sobre su suave y esponjoso pecho azulado y plateado, cerrando sus ojos y permitiendo que ella le diera diversas caricias y beso, agradeció internamente que ella estuviera ahí.

—...eres lo mejor que le pudo pasar a él y a su hermano...siempre hiciste todo por nosotros...solo recuerda que aun estamos con Darnell aquí...y esta esperando a por fin ver a su padre.–le susurro Esencia acomodándose en su cama, sintiendo como la abrazaban, de verdad nesecitaba de su amor.

Y aquella eterna oscuridad, Quincy siguió llorando pero ahora siendo consolado, sentía que su cabeza estaba en agonía por llorar tanto, ya estaba acostumbrada de que le doliera la cabeza por las veces que había llorado,pero al mismo tiempo, tal como su esposa, empezó a creer que una simple migraña era mejor y menos insoportable que el eterno sufrimiento que causaba perder a un hijo.

Siguieron así por un largo tiempo, con nada entre los dos, solo unas sonrisas cargadas de tristeza y un amor que buscaba calmar al otro.

—... T-te amo mucho... Mi vida...–Quincy dijo con una voz angelical.

(...)

La mañana en Vibe City estaba calmada, aunque también bastante silenciosa,
,finalmente se veía aquella ciudad viva como siempre con amigos en las calles, niños jugando y otros divirtiéndose en discos voladores o conversando, aquella entrada hacía el lugar donde vivía aquella pareja real estaba resguardada y cuidada por un funk troll de gorra azulada...quien siquiera estaba prestando atención, se veía mas interesado en tocar su guitarra y cantar una melodia.

—¿estas segura de que estaras bien sola?, recuerda que no la has visto hace mas de un año.–esa funk troll de trenzas moradas comentó preocupada.

—Carlota, por favor, estaré bien, de verdad dudo que una anciana de 56 años pareca sospechosa.–La funk troll de cabellera naranja exclamo relajada y dando sus primeros pasos, pero fue jalada por el único chico del cuarteto que la acompañaba.–ademas de que le había dicho que vendría, de seguro ya sabe

—espera, Ciaro... Si algo te pasa...

—nada me va a pasar, descuida.–repitió apartándose de su agarre.

—no,no era eso, es que... si algo te pasa... ¿Me puedo quedar con tu taza para cafe?.

—...si, también te quiero George.–sarcástica comentó la funk troll naranja mientras con sus 4 patas caminaba con lentitud, aunque con una sonrisa confiada y tranquila.–de verdad espero que ella esté bien...

(...)

Desde afuera podían ver que a diferencia de su ciudad, el reino troll se encontraba oscuro, nublado y hasta frío, el cielo era de un gris muy, muy oscuro, se veía bastante deprimente y aún asi, se negaban a moverse, de hecho, sentían que estar ahí era perfecto. De todas maneras, querian estar solos y juntos, se habían librado de algunos deberes reales... Aun se sentían abrumados por lo que sucedió la noche pasada.

Quincy tenía sus ojos cerrados pero estaba bastante acurrucado a su amada Esencia, ambos estaban tan calmados, tan libres de miedo, sentirse era lo que mas ocupaban, la felicidad que compartían ahora tan genuina, Esencia solo se permitió ser amada, sintiendo sus caricias en su espalda y cuello y no tardo en rozar las mejillas de su esposo con sus labios manchandolas de azul brillante.

—¿hey recuerdas mi cumpleaños pasado?.–pregunto el de cabellera morada y azul, abriendo uno de sus ojos.

Levantó sus orejas levemente al escuchar eso, por supuesto que si lo recordaba.

—¿Por supuesto que si...te di lo que era posiblemente el mejor regalo, no?.–cuestionó esa reina destruida, siendo sus ojos ocultos entre aquellas sombras debajo de sus ojos.

—posiblemente es la palabra equivocada, porque FUE la mejor sorpresa que pudiste darme...–recordo con melancolía ahora pasando una de sus manos por su cabeza, jugando con su cabello largo y suelto.–tenías apenas 2 meses...

—quería darte la sorpresa en el mejor momento, había intentado ocultarlo de todas las maneras posibles hasta que llegara tu cumpleaños...–solto una debil sonrisa.–¿aunque ya se estaba notando un poco, no es asi?...

—bueno, te estabas comiendo hasta mi mismo desayuno...y le pediste a las cocineras que le pusieran mostaza a la sandia.–comentó recordando.

—Santa Madre troll...–apenada bajo la cabeza.–no se que pasó por mi mente cuando pedi eso, ¿y como olvidar cuando me enoje contigo porque me habías dicho que me veía rellenita?

—me tiraste tu corona también...–admitió con una sonrisa relajada.

—no sigas.–comentario de entre risas mientras tapaba su rostro muy apenada y sonrojada.

—¿pero sabes algo? cuidarte y mimarte cuando estabas embarazada fue bastante divertido,de los mejores meses de mi vida, eras tan inocente y amorosa, como siempre lo has sido y siempre buscaba imaginar como se vería nuestro hijo,¿lo recuerdas mi amor?.

—cierto, imaginábamos como se vería, decías que sería un bello niño de ojos azules y cabello morado o rosado y que sería bastante bailarín cuando saliera de su cascarón.–recordo Esencia con melancolía.–podía jurar que nacería con tus cabellos y nadie me quitaría la idea.

—con los ojos de su hermosa madre y su risita, también sería esponjoso como una nube...aunque creo que sus lindos brazos serian azules como los tuyos...–admitió ahora pasando uno de sus manos por los brazos delanteros de ella.–pero quien diría que aun nos queda esperar a ver cómo será.–se acerco para rozar su nariz contra la de ella dulcemente.–pero estoy seguro de que si será un bello niño hermoso y amoroso como su madre.

—hablabamos tanto de como pensábamos que sería nuestro hijo... –justo cuando ella estaba por continuar...lo recordó, justo cuando parecía que los recuerdos de su pequeña adoración habían regresado.–estábamos tan feliz de saber que tendríamos un niño....Y nos toco la sorpresa de saber que...

Esa sonrisa que finalmente se había formado en el rostro del otro, se esfumo en un momento tan veloz.

—que íbamos a tener gemelos...y aun asi... Solo pudimos imaginar juntos como sería nuestro primer hijo...

Quincy la miró angustiado, sintiendo que su corazón nuevamente empezó a temblar suavemente, recordarlo le dolia tanto.

—...y parece que ya no tenemos tiempo para imaginarlo, de sonreír y compartir nuestros pensamientos, porque al final, nunca lo veremos...

Ahi fue donde aquella reina sintió como una calids mano de color morado se aproximó a su rostro, dandole muy suaves y lentas caricias.

—Esencia...–pronunció a lo bajo Quincy.

—¿Mi vida?...–respondió levantando sus ojos hacia los de él,pero no obtuvo respuesta,no podía decir nada mas,estaba vacío.

Se miraron a los ojos durante un largo tiempo, hasta que empezaron a cerrar sus ojos y no tardaron en acurrucarse nuevamente juntos,uniendo sus mejillas y frente, ahora sin su sonrisa, la tristeza los rodeaba.

Al menos estarían acompañado del etenerno amor que se tenían...Pero como todos sabemos, lo bueno no dura por siempre, tiempo paso lo suficiente para que ambos quedaran perdidos y sorprenderse de golpe cuando escucharán a uno de sus fieles servidores entrar a aquel balcón,con un llamado o dos, con poca velocidades se apartaron y miraron hacia atrás...

—¡Sus majestades!.–se escuchaba bastante angustiada y sin idea de lo que debía hacer y mientras hacía eso, rápidamente dio una reverencia.–lamento con mi alma si estoy violando vuestro momento de intimidad, pero tenemos problemas.

—no te preocupes por eso, dinos que ocurre, Airam.–Quincy respondió bastante serio mientras voltean a a verla.

—no se que esta pasando ahí afuera, pero parece que algunos guardias están peleando con una intrusa, aunque la verdad no se si cuente como una, se ve bastante pasiva.–confeso aquella subordinada.–de hecho, por lo que veo, vino a visitar a la Reina Esencia.

Eso levantó bastante la curiosidad en la reina, casi por las nubes. No había pasado poco tiempo desde la última vez que habían llamado por ella de esa manera, pero al mismo tiempo, en cierta parte de su mente, ya se estaba creando la idea de quien podía ser.

—¿me buscan a mi?.–cuestionó arqueado su ceja.

—si mi adorada, es una dama, dice que había avisado en una carta que deseaba verla a usted, dice ser una vieja y querida amiga.–explicó la ayudante.

—¿vieja amiga?.–no tardo en intercambiar miradas con su esposo, quien también se miraba muy perdido y confundido, pero también con una posible y clara idea de quien se trataba y los recuerdos no tardaron en transmitirse como si fuera una recapitulación sangrienta de una salvaje guerra mundial... No, no podía ser ella.

—por casualidad Airam...la viste de cerca?,¿como se presento?.

—No la vi a lo cerca pero parecer ser naranja y usa una especie de lazo rojo alrededor de la cabeza.

—un Lazo rojo alrededor de su cabeza...–con eso último, ya decía todo.

Le asintio a su esposo con la cabeza, indicando que fueran juntos hasta la entrada de su hogar real,indicandole a aquella funk troll que guiará el camino, Esencia parecía mostrar un rostro ansioso y pensativo, mientras asimilaba lo que probablemente estaba sucediendo, había pasado casi un año desde que... Ella había ido a verla directamente, sabía que estaba en sus conciertos, pero debido a la multitud, era imposible localizarla.

—¿crees que podría ser?.

—Q, no conozco a alguien mas que use el rojo sobre su cabeza.

Entre mas caminaban, podían escuchar la disputa entre voces masculinas y una femenina...una que sin dar la cara, fue capaz de reconocer.

—¡vean,ya les dije vine a ver a La reina, envié una carta y estoy segura de que ella me esta esperando ahí arriba pero ustedes solo hacen que pierda el tiempo al quedarme aquí peleando con una bola de inútiles que no entienden simples explicaciones!.–Ciaro exclamo dando unos pasos hacia adelante pero fue apuntada con una guitarra, siendo acorralada en ambos de sus costados por dos guardias.–¿¡es enserio!?.

—¿Crees que deberíamos llamar a refuezos?, se ve bastante peligrosa,quien sabe si viene con explosivos o cuchillas.–uno de los guardias le susurro a su compañero.

—Me esta dando un tic en el ojo...–la funk troll naranja se llevó la mano a la frente, ya irritada y sumamente molesta.

"Ciaro..."

Ese simple llamado la hizo levantar inmediatamente la cabeza y en cuanto lo hizo, abrió los ojos como platos y  en su rostro quedó pintado la sorpresa y los nervios.

Frente a ella, ya con 24 años de edad,junto a su marido y con una mirada apagada pero increíble también atónita(pero que por otro lado, Quincy se encontraba totalmente inexpresivo), con orejas marcando sus ojos, mas delgada y con su cabello azulado desecho, se encontraba aquella monarca a la cual ella cuido hace muchisimos años atrás, que se había vuelto para ella casi una hija.

Y frente aquella reina, aquella funk troll de 34 años, se encontraba esa antigua dama de cuyos colores eran naranjas, vino y rojo, con unos ojos magenta brillante, cabellos rizados naranjas y  con una llamativa cinta roja alrededor de su cabeza.

Entre aquellos monarcas y aquella funk troll, se transmitían recuerdos.

Estaban a solo unos metros de distancia,en silencio y concentrados.

—¿Ciaro?...–preguntó Esencia nuevamente.

—¿aun puedes recordarme, eh Nena?.–pregunto Ciaro con una suave sonrisa.

Lo último que Quincy vio, fue como su amada esposa se aparto de su lado y terminó tiernamente entre los brazos de aquella funk troll naranja.

En ese momento, Esencia solo estaba aferrada a quien alguna vez fue su dama de compañía.

CONTINUARA.




WEEEEENOOO

seguramente si no se han leído mi One-shot "she will be loved" no saben que chingados esta pasando aqui x'd

Pero se los resumo, Ciaro solia ser la dama de Compañía de Esencia, se hicieron muy unidas y apegadas a la otra, siendo madre e hija /mejores amigas, cuando Quincy entró a la vida de Esencia, Ciaro le hizo todo un verdadero infierno, siendo re mamona e hdp(???) pero de cierta manera, Ciaro también vio con sus ojos como se enamoraron y cayeron por el corazón del otro,Ella se fue cuando Esencia se hizo pareja de Quincy.

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