Quincy la cargo sobre su espalda y la llevo con cuidado a su habitación, con la ayuda de sus anteriores subornidados, ayudaron a la reina a recuperarse y ponerse de pie, pero ella seguía sin decir ni una sola palabra, ni siquiera cuando finalmente quedó a solas con su marido en aquella habitación, solo prosiguió a llorar... Y Quincy no tardo en acceder en silencio, metiendose a la cama junto a ella y abrazandola, buscando poder alejarla de esos sentimientos que la atormentaban, con un doloroso nudo en la garganta por tragarse sus deseos de sollozar, pero luchaba por mantenerse fuerte aunque estuviera a punto de quebrarse en mil pedazos.

La noche siguió pasando, total oscuridad y silencio en aquella habitación donde solo las estrellas y la luna iluminaban, Esencia aún no parecía entrar al mundo de los sueños, quieta en su lugar con una mirada perdida, sus ojeras mas marcadas que antes y su azul palidecia poco a poco entre lagrimas, una tristeza la hundía por completo, buscando un pasatiempo o  Procrastinar de esa horrible realidad en la que se encontraba atrapada, cerró sus ojos, buscando que proyectar en su mente...

¿Puedes recordar la primera vez que lo viste?¿Recuerdas tu adorable y fragil sufrimiento ese día? ¿Recuerdas como Quincy cayo por ti y ellos ese dia?

Si, en efecto podía hacerlo...

—¡Doctor, creo que esta inconciente!.

—Tomalo con calma Irene.–el doctor principal que llevaba la cabeza en aquella situación,sintiendo como una de sus enfermeras limpiaba su frente y de inmediato miró a una de sus compañeras en la sala.–Lumi, ¿como están los signos vitales?

Aquella funk troll de colores azulados afirmo con la cabeza y cubierta con su traje de cirujana, reviso con sus patas delanteras aquella máquina que media el ritmo cardiaco de la paciente.–signos vitales estables señor. Esa ultima contracción estuvo bastante intensa.

—¿Esta todo en orden?.–pregunto aquel rey del funk con un rostro consternado, sujetando la mano de la paciente con suavidad, tratando de transmitirle seguridad y calma.

—perfecto su majestad, todo como debe estar,¿Destry? .–miro al funk troll fucsia quién junto a otra funk troll celeste, se encontraban entre las piernas de la reina.

—perfecto, sólo unos cuantos empujes y terminamos.–afirmo el ya mencionado.

La paciente:la Reina Esencia J Blige, se encontraba sobre aquella camilla, siendo atrapada por ese insoportable dolor que parecía jamas terminar, con su débil y cansada mirada trataba de encontrar a su esposo, en ese momento jadeo en seco, tratando de encontrar aire el cual respirar, ahora ya no había brillo en su rostro y se encontraba manchado por las lágrimas anteriores, si tuviera la oportunidad, temblaria sin miedo... Pero por lo que sucedía, no podía...muy en el fondo sabía que todo ese sufrir que estaba experimentado en esa habitación iba a valer completamente la pena,con solo saber que todo lo hacía por su hijo... Por su príncipe.

—¿Q-quincy?...–ella trato de buscarlo con su suave voz, la cual estaba debilitada de los anteriores gritos que había pegado, sus debiles dedos celestes se entrelazaron con los de su marido.

—Mi amor...–le respondió con una calida sonrisa,no tardo en corresponder a su agarrre.

—lo esta haciendo perfecto, Reina Esencia.–afirmo el doctor con determinación,mirando a todo aquel grupo de enfermeros,la tensión y adrenalina era tanta que se sentía en su propia musica, muchas veces habían tenido que ayudar a otras funk trolls con sus embarazos, pero en esta ocasión, no era cualquier otro parto,sino,era el nacimiento del príncipe del funk y ellos fueron los elegidos para ese trabajo,una responsabilidad demasiado grande, pero que en sus historiales, sabrían que sería la mejor marca en sus carreras.

—Solo una contracción mas creo.

Del instinto, Quincy sintió como Esencia apretaba su mano con fuerza y junto a eso, un grito de dolor salió de sus labios, que se escucho por toda la habitación,enseguida perdió en control de su respiración,el dolor era inimaginable y la fuerza que requería solo lo aumentaba mas,por primera vez en mucho tiempo, ella tenía miedo.

—¡La contracción empezó Señor!.–Lumi respondió de inmediato al ver la reacción de aquella reina.

—Muy bien,su majestad, puje.–volviendo a su trabajo, el doctor junto a sus ayudantes tomaron posiciones, listos para dejar que todo fluyera con naturalidad, mientras que aquellas enfermeras preparadas quedaban al frente, el doctor con cuidado puso sus manos sobre el abdomen de la reina, presionado con lentitud junto con la poca fuerza que le quedaba a ella.

—Muy bien, se ve su cabello, hombros en posición y...

—¡AAAHH!

Un largo silencio hubo hubo de parte de Esencia, quien había puesto toda su fuerza en poder entregar a su niño, se dejo caer sobre aquella camilla, cerrando sus ojos y solamente respirando a lo alto, soltandose de su marido, quedando indefensa y occisa, solamente sentía como su pareja le transmitía suave caricias sobre su desastroso cabello y rostro,pero al escuchar las palabras de aquel doctor, ambos se miraron con una sonrisa angelical.

—y...mis reyes, felicitaciones, el huevo esta en perfecto estado...en un par de meses mas, seran padres finalmente.

—¿escuchaste eso mi vida?.–sintiendo las lágrimas de la alegría correr por sus ojos volteo a ver a su mujer y acaricio la mejilla de la monarca del funk,quien aun debil y sin fuerza, una linda sonrisa quebrada se formo.–nuevo bebé esta bien, lo lograste.

—g-gracias al funk...–esta confeso a lo bajo, dejándose mimar y también llorando de la alegría.

Aquella enfermera Irene rápidamente con un pañuelo de clinica y con mucho cuidado trato de limpiar aquel cascaron de colores morados y plateados y enseguida limpiando el cabello azulado del pequeño troll y sin dudarlo lo acercó a la pareja de monarcas para que lo pudieran ver mejor,Esencia sentía su corazón latir con fuerza y una enorme Alegría sobre  salio a su dolor del parto, no dejaba de sonreír y de llorar de la felicidad, e indefenso solamente observaba a su marido envuelto en lágrimas tomaba aquel huevo con cuidado y acariaba suavemente su cascaron, sollozando y mostrándoselo a ella, era tan tierno ese momento.—e-es nuestro pequeño...

En aquella distracción, sus ojos azules miraron a la enfermera encargada de revisar sus signos vitales, parecía que sonreía al ver que el proceso se había acabado, pero en un momento observo que esta levanto las orejas percibiendo algo de la máquina detras suyo, por ende se dio la vuelta y empezó a investigar... Pero segundos después algo paso en ella.

Esencia en ese momento volvió a sentir un agudo dolor en la parte baja de su cuerpo y en sus piernas traseras,que de un momento a otro incremento de una manera brutal y la forzo a abrir sus piernas, sintió un increíble y horrible empujón desde adentro que la obligo a expresarlo con un fuerte gemido de dolor, llamando la atención de todos ahí.

—¿E-Esencia?.–Quincy la volteo a ver asustado.

—¡Q-quincy me duele, me duele, me duele mucho!...–confeso la reina desesperadaby bastante agitada.

—¿Doctor?...–Lumi alzo la voz.

—¿ocurre algo?...

—aún... Aun estoy consiguiendo palpitaciones fetales...

Nadie dijo nada, todos aquellos doctores se observaban entre ellos y con la presencia del rey ahí, los nervios fueron peores, lo que aquella enfermera indocaba solamente podía significar una cosa y pensar en eso ponía la situación más intensa de lo que ya era, Esencia no podía creer lo que estaba pasando y diciendo y aun costaba trabajo asimilarlo, pero tal vez eso explicaba la total agonía que sentía entre sus piernas traseras y al mismo tiempo, era una sorpresa hermosa, era inesperada, pero hermosa, Quincy con sus ojos morados acaricio su manl y miró a aquel doctor de inmediato, este fue a aquella máquina y tomo su telescopio, posandolo sobre el abdomen de la reina y mirando hacia aquella pantalla, abriendo los ojos por completo al presenciar la imagen del monitor.

—Por favor, alguien digame que esto es una broma.–murmuro asombrado.

—E-esta...¿Esta bien?...¿m-mi bebé esta bien?.–con debilidad pregunto Esencia.

—si...si,esta bien... Afortunadamente. Lumi,muestrame un ultrasonido previo.–sin dudar ella lo hizo, mostrando una foto anterior.

—No puedo ver siquiera al otro bebé.–Admitió la enfermera.

—el principe fue un gran bebé, ocupo casi toda la imagen.

—¿No sabían que Esencia estaba embarazada de gemelos?.–Quincy preguntó finalmente a aquellos doctores, bastante consternado y solapado por la sorpresa y la preocupación.

—¿como podriamos saberlo su majestad?.–Irene preguntó con aquel huevo en brazos.–no teníamos lo adecuado para localizarlo, recuerde que por seguridad real tuvimos que pasar desapercibidos

—¿¡enserio no fuiste capaz de darte cuenta de algo tan simple!?.–cuestionó el otro doctor a su lado.

Los jadeos de dolor de la reina empezaron a hacerse mas fuertes y sonoros, apretando la mano de su marido en todo momento, quien la miraba preocupado.

—¿como iba a hacerlo?, solo pude examinar a la reina como 4 veces durante su embarazo, en ninguna lo vi.

—¿Qué clase de doctores son ustedes? ¿Recibieron sus diplomas en la universidad "Me quedé dormido viendo el proceso embrionario"? ¿¡Cómo no se dieron cuenta de esto?!- gritaba Quincy Iracundo, una acción que asusto a todos aquellos doctores y enfermeras presentes en la sala.

—Dios, de no ser por las consideraciones de seguridad que nos pusieron lo hubiéramos notado mejor, pero nadie quería que noz viéramos muy sospechosos y lo usaran como propaganda...

—¿¡Doctor, mi mujer, mi hijo, van a esta bien!?.–pregunto tomándolo de los hombros y mirando a sus ojos.

—mi Señor, haremos todo lo posible para que los tres esten bien después de esto, lo prometo. Lamento de verdad esta noticia tan repentina. Ugh consideraciones de seguridad mi tr-

—¡AAH!.–Esencia arqueo la espalda y apreto las sabanas de la camilla con fuerza.

—¡Doctor, las contracciones empezaron!.–Irene respondió al verla.

—de acuerdo, todos, posiciones, saben que hacer. Lo lamento su majestad, aun no terminamos...

La futura madre ahora de gemelos abrió los ojos por completo, su pecho subía y bajaba, miro a su pareja y tomo su mano, con unos ojos asustados y cristalinos, no sabía si podría hacerlo, sin dejar de quejarse por el dolor, trago fatigada.

—Q-Quincy. . . E-estoy asustada.—Habló agitada.

—Tu puedes hacerlo mi amor, creo en ti, aquí estoy, no me ire en ningún momento.–le aseguró, también algo preocupado.–recuerda, por nuestros pequeños...por nosotros.

Asintio con una quebrada alegría, hasta que nuevamente fue interrumpida con otra contracción, mas intensa que las anteriores.

Jadeo mientras llevaba su mano a su vientre al tener ese último recuerdo, ahora sobre su fría cama y abrazando a su esposo se sentía tan vacia... Cuando el Huevito perdido estaba ahi, ella usaba ese recuerdo como una manera de alegrarse y traerse tranquilidad, de recordarle que esas sorpresas y todo ese sufrimiento temporal había válido completamente la pena, que cada lagrima y momento donde sentía horribles empujones desde el interior, habían válido la pena desde el último segundo segundo... Pero ahora recordar esa madrugada en aquel hospital solo le hacía sentir dolores inimaginable,que extrañamente superaban el dolor de su parto...

De Sangrar te recuperabas... De perder a tu bebé no,las heridas abiertas se cerraban, las abiertas ganas de morir no,las contracciones terminaban en algún momento, las imágenes mentales de su hijo muerto en su cuna no lo hacían y no lo haría en un largo tiempo.

Con lentitud y sigilo dejabdose llevar por los sonidos de la noche, no tardo en acurricarse lo más que podía a su esposo, por lo que levantó su mirada y sus orbes azules oscuro se centraron en Quincy, quien ahora finalmente se había quedado dormido, había tenido dificultades por el abrumador susto que se había dado al no encontrarla en su habitación y creyendo lo peor, pero con el paso de los minutos y de tenerla tranquila entre sus brazos finalmente encontró la manera de cerrar sus párpados e irse al mundo de los sueños, su mujer lo observaba dormir con tanto pesar, sintiendose horrible, sabiendo que él también sufría en silencio, pasó una de sus manos por su rostro, quitandole uno que otro  de sus cabellos de su rostro y asi pasar su mano por su mejilla,forzandose a sonreír pero de nuevo decayo, por ensima de su hombro, esa noche que ambos lloraron prometiendo que juntos podrían superar esa perdida, había jurado que intentaría luchar por él y ella, pero era tan difícil, lo había escuchado llorar en las mañanas y lo había visto triste frente a sus subordinados, o en esa ocasión donde faltaba poco para dar uno de sus conciertos y lo busco, solo para encontrarlo de rodillas frente a la cuna de Cooper, él jamás se había guardado las cosas de esa manera y dolia profundamente verlo asi...verlo dormir tranquilo,aferrado a ella cual niño pequeño era un alivio, debajo de las sabanas se apego a él, acariciando su pecho entre caricias y podía ver aquella cuna donde descansaba Darnell:su ahora hijo unico, aun en su huevo, cubierto por una manta, sintiéndo un fuerte punzón en su estómago.

En pocos meses él finalmente saldría de ahí y sus promesas de dar todo por él tendrían que darse acabo, la idea de ser madre nunca la había llenado de tanta dicha, pero...¿Como podria ella estar a su lado si ahora mismo ni levantarse podia?... ¿Como vivira su vida junto a su principito y a su padre si ya ni vivir quería?

Si, leiste bien, no estaba exagerando, desde meses atrás ella se había mantenido así, encerrada en una jaula junto a su dulce sufrimiento hasta tal punto donde había que rogar para que pudiese digerir algo de la cocina, Quincy muchas veces de rodillas tuvo que ponerse para decirle que comiera algo,no solo su apetito se había ido... Sino que ademas... sus ganas de seguir adelante también,de hecho, agradecía si al siguiente día, ya no estuviera con vida, porque era un hecho que era demasiado cobarde para enterrarse una navaja en su palpitante pecho o sentir como su interior se cocinaba por la lejía, morir a manos de si misma no era una opción... Era una decisión que no quería tomar.

Cerro sus ojos nuevamente, sólo para recordar una vez mas aquella madrugada, donde ambos estuvieron en aquella sala de hospital, el hermoso clímax de esa aventura.

—felicitaciones,sus huevos están en perfecto estado, sanos y salvos, estaremos felizmente esperando que rompan sus cascarones para examinarlos mejor.–con cuidado y envueltos en una manta, la enferma Irene les entregó a sus hijos a la reina, que con sus brazos temblorinos los acepto y los acerco a ella.

Ambos tenían los ojos bien abiertos y de los cuales salían lágrimas, el rey del funk jadeo conmovido y se asomo por encima del hombro de su esposa, quitándose sus lentes funk y limpiando sus ojos.

—s-son nuestros pequeños...Esencia, son nuestros hijos, mis niños... Mis futuros príncipes...–Quincy apenas y podía hablar, su voz en ese momento era tan angelical e. Indefensa, casi nunca lo habían visto así,pero para ser sinceros, no le importa ni en lo mas minimo, solo se limitaba a limpiar su mirada borrosa por las lágrimas y a acariciar el cabello azulsobresaliente de aquellos huevitos.—Dios...

—solo piensa que... Piensa que en un par de meses mas, dos bellas criaturitas van a salir de esos cascarones.–Esencia estaba igual que él, llorando con  una alegría inimaginable, dejándo que él la besara en su mejilla y frente, abrazandola de lado, no quitaba su mirada de sus dos principitos.–falta un poco mas y finalmente seremos padres...

—c-cuando aun eras princesa y empezamos a demostrar nuestros sentimientos, te había dicho que cuando nos casaramos adoraria que seas la madre de mis hijos...y mira en donde estamos ahora...–recordo Quincy uniendo su frente con la de su mujer para enseguida sentir como esta empezó a darle besos en su rostro, manchandole de pintura azul brillante, seguido de unas pequeñas risas, miro a uno de ellos y bajo su mirada apenado, era increíble como de un momento a otro, Quincy se había quedado tan indefenso.–p-puedo sostener uno?

Esencia lo ayudó a cargar con uno de ellos y con sus manos un poco temblorinas, lo como con cuidado, sosteniendolo bien entre sus brazos y contra su pecho, una de sus dedos acaricio suavemente sus cabellos esponjosos y azules oscuros, tal como los de su madre y paso este por el cascarón de colores morados y dorados de este, no podía dejar de sonreír con ternura, era tan fragil y adorable en todos los sentidos.

—Hola, príncipe o princesa... estoy muy seguro de algo. . . Tu mamá es la mejor del mundo y tú la vas a adorar.—Le susurró al huevo.–se que aun falta para que finalmente nos podamos ver, pero desde ahora quiero que sepas que mi corazón le pertenece eternamente a ti y a tu hermano.–dejo un pequeño beso sobre este.

—Y yo los amo a los tres también, mi adorable esposo y mis preciosos niños.–aferro su mejilla a la suya.–Q-Quincy... G-gracias...

—eh?...–le miró con una sonrisa.

—Gracias, gracias por darme la oportunidad de ser una madre y de poder tener la oportunidad de tener a dos bellos niños junto al troll que mas adoro.

y se aferro a su esposa, para que ambos pudieran ver a sus pequeños y en el proceso aquella pareja de monarcas no dejaban las caricias, besos y abrazos entre ambos no Faltaron.

Suspiro apagada y tapo su boca, sintiendo como nuevas y frescas lágrimas empezaron a correr por sus mejillas.

—¿p-por que nos tuvo que pasar estona nosotros?...

Ahi fue donde empezó a percibir ciertos movimientos de parte del funk troll cabellera rosada y morada junto con unos gruñidos, un escalofrío corrio por su cuello cuando sintió que la agarraba aparentemente con nesecidad, lo había visto a dejado ir desapercibido... Hasta que ese agarre empezó a ser las brusco, despertandola por completo y haciéndola reaccionar.

—¿Q?...–pregunto a lo bajo al verlo, bastante angustiada lo tomo de su mejilla.

—¡Hmm, mnn!...ah,n-no...n-no!.–empezo a murmurar entre su sueño, su rostro mostraba disgusto y hasta miedo. Cada vez el agarre se hacía más fuerte, sollozos comenzaron a escucharse de su parte y leves lágrimas se asomaron por sus ojos. Se acurrucó junto a ella más de lo que estaba, quería despertar pero sus ojos no lo dejaban. Negaba y repetía varias veces el nombre de su bebé perdido, parecía estar sufriendo.

—¿Quincy?...–al ver como empeoraba y luchaba por despertar, empezo a agitarlo un poco pero parecía no dar resultado.–¿Quincy?... Quincy, amor, despierta.

Abrió sus ojos por completo, y su cuerpo se levantó de golpe, tratando de incorporarse en su cama se arrastró con sus patas hasta pegar contra el respaldo de la habitación, su respiración estaba bastante alterada y en el rostro de Quincy solo se reflejaba terror, temblaba ligeramente y parecía que trataba de esconderse de alguien, sudaba y se encontraba muy tenso.

—Quincy, Quincy mi amor.... ¿Estas bien?, ¿que paso?...–la reina de cabellera azul se acerco a él, quedando frente a frente con una mirada maternal de angustia, se miraron a sus ojos muy asustados el uno al otro.—¿que soñaste?...¿Tuviste una pesadilla?

Quincy guardo silencio ante esa pregunta, tratando de regular su respiración...hasta que nuevamente esas imágenes horribles que vio en su pesadilla y recuerdos... Esos asquerosos recuerdos de esta tarde donde ese maldito pajaro se llevo a su hijo, no pudo mas, olvidando su papel de lider inquebrantable y rompió en llanto frente a ella, bajando su mirada, Esencia no tardo en asimilar que nuevamente  su amado esposo había tenido pesadillas y con nesecidad se acercó para rodearlo con sus brazos y acariar su espalda, dandole consuelo.

—P-perdoname...

—e-esta bien... Esta bien...

—E-esencia...lo extraño...

—Y-yo... Yo también...

CONTINUARA.