Delphini arrojo sus cosas con enojo bajo la mirada de dos rubios y su hermano.

-¿Estas bien? ¡Pareces realmente irritada!- comento entre risas la rubia

-Siempre es así, anda en sus días.

La pelinegra giro su cabeza al estilo exorcista al oir las palabras de su mellizo, tomo su varita de la cama y lo apunto.

-No, espera Delphi, estas entendiendo mal-movió las manos el pelinegro con nerviosismo tratando de controlar a su hermana que estaba histérica.

-¿Me estas diciendo estúpida?- cuestiono poniendo su varita en la garganta del chico.

-No, no es verdad...

-¡¿Me estas diciendo mentirosa?!

-No, Delphini, por favor relajate

-¿¡Ahora soy histérica?!- grito.

-No solamente debes...

-¡Cállate! Traidor, eres mi hermano y me tratas así- contesto la chica soltando unas lágrimas.

El pelinegro miro a Draco en busca de ayuda.

-¿Andas en tu días?- pregunto con temor el chico.

-¡Ay, condenado hijo del demonio! ¿Acaso no cuentas con un poco de amabilidad?- pregunto.

Salio de la habitación endemoniada mientras maldecir a todo el mundo. Agatha corrio tras ella sin para de reir.

-Si, anda en sus días-comento Draco en voz baja para que su prima no lo escuchara.