Draco se tiro al pasto y alzo su copa de whiskey de fuego

-Alcohol, dulce y bello alcohol- hablo y tomo un sorbo.

Victor y Delphini se sonrieron, Agatha rodo los ojos y le arrebato la copa.

-¿Estas loca? Devuélveme mi bebida- ordeno Draco intentado quitársela, esta arrojo el vaso y se estrello en el piso, el rubio la miro y fruncio el ceño- ¿Sabes cuanto tarde en conseguirla Agatha? Dos horas, ¡dos malditas horas para que me la tires!

La rubia se encogió de hombros sin darle importancia.

-Eres una rubia oxigenada- insulto el chico sin saber que hacer. Esta solamente le sonrió.

-Yo tambien te quiero hermanito- lo abrazo mientras este hacia cara de asco.

Delphini se abrazo las piernas mientras veía el sol ocultarse. Observo un ave blanca volar alejandose de ellos y un nudo se le formo en la garganta. Lo único que queria era ser feliz.

-¿Estas bien?- pregunto Agatha al ver la cara de afligida de la chica, esta se giro a verla y asintió lentamente.

-¿Que se siente?- pregunto en un hilo de voz bajo la mirada de los tres chicos- Que alguien te quiera.

Ambos rubios se miraron de inmediato, Agatha le hizo señas con la mirada a Draco quien fruncía el ceño sin entender, luego le mando una mirada asesina y el rubio entendió.

-Se siente bien, es raro que alguien no quiera a sus hijos- contesto el rubio.

Los tres chicos se giraron a verlo, Agatha quería matarlo mientras los gemelos asentían lentamente.

-Nuestros padres al igual que los suyos no son tan amorosos como digamos- contesto Agatha- Son fríos y calculadores igual que los suyos y muchas veces crueles pero sabemos que aun así nos quieren, rien con nosotros y convivimos al igual que mis tíos a ustedes.

Victor alzo la vista y nego.

-Es distinto dime, ¿Han olvidado sus cumpleaños? ¿Los tratan bien a la hora de comer? ¿Les mandan cartas al colegio? ¿Celebran juntos algo?

Draco y Agatha se observaron, la chica hizo una mueca de tristeza ante la vida de sus primos.

-Tal vez no tengan la mejor familia que todos deseamos, pero...- Agatha tomo la mano de la pelinegra y le sonrió- Nosotros somos su familia y pase lo que pase siempre estaremos para ustedes.

-Es Voldemort- contesto Victor con amargura- ¿No te da miedo?- pregunto alzando sus cejas.

-No- contesto Draco de inmediato- El podra ser todo el Lord que quiera pero no nos da miedo, son nuestra familia y haremos todo lo que este en nuestras manos.

                                   ***

Agatha y Delphini se habían quedado tiradas en el pasto hablando de chicos. Ambos hombres estaban arriba de un gran árbol columpiando sus pies.

-¿Tienes amigos?-pregunto el pelinegro.

El rubio se giro a verlo y asintió. Victor sonrió, debería ser divertido tener un amigo.

-Tengo dos grandes amigos- hablo Draco mirando en piso- Uno se llama Theo, lo conozco desde primer grado, es muy divertido, el otro es Blaise lo conozco mucho antes de entrar al colegio, es negro y hace mucho reir.

Victor sonrio de lado.

-¿Y la novia?- pregunto el chico con una sonrisa.

Draco sonrió y nego de un lado a otro.

-¿Que hay de Granger?-pregunto sonriendo, el rubio se giro de inmediato a verlo con cara de sorpresa- Oh si, yo lo se todo.

-¿Entraste a mi mente otra vez?- pregunto el rubio y se cruzo de brazos.

-Solo unos segundos, casi nada.

Draco rio.

-Es bonita, muy hermosa y muy inteligente- contesto con voz soñadora- Y sus ojos- hablo con voz soñadora.

-Vaya, al parecer te dio fuerte- contesto con el chico mientras columpiaba sus pies de un lado a otro.

-Algún día te la voy a presentar, y sera como mi novia- aseguro el rubio- Será la señora Malfoy.

Victor soltó una sonrisa mientras veía la casa de sus padres.

-¿Como haces amigos? Yo no tengo ninguno- hablo el pelinegro mirando al rubio.

-Intenta ser gentil, lo se irónico diciendolo de mi pero sirve y si alguien te molesta, te puedo dar un consejo-hablo mientras se acomodaba en la rama del árbol y lo miraba.

-Ahorratelo, no quiero saberlo- contesto Victor y nego de un lado a otro.

-Me vale si no lo quieres- le hablo el rubio al chico- Si alguien te tira una piedra, demuestrale que no eres igual que el.

Victor miro al rubio.

-¿Entonces que hago?

-Tirale un ladrillo.

El pelinegro fruncio el ceño y asintió lentamente.