
22| Olor a sangre y lavanda
Theo miraba el techo de la habitacion mientras columpiaba de un lado a otro sus pies. A su lado los libros de todas las materias estaban regadas, los extasis ya habian comenzado y con eso de la muerte de Cho la escuela la habian dejado en segundo plano.
Tiro el libro de Pociones a un lado sin saber ya que hacer, no podia concetrarse muy bien en el estudio mientras en su cabeza resonaba una y otra vez una pregunta.
¿Quien era el asesino y por que mato a Cho Chang?
El aire afuera rugia con intensidad, ultimamente era extraño tener una buena platica con sus amigos, ahora solamente cuando hablaban era de la chica y no le molestaba, pero lo que si le enfurecia era pensar que algunos de sus amigos podia ser el asesino.
No podia concentrarse, era algo mas que sabia. Se lavanto de la cama de un salto y tomo su abrigo negro, luego bajo por las escaleras hacia la sala comun, observo a todos sus amigos haciendo sus respectivos labores, sin decir nada salio de las mazmorras para internarse en la oscuridad del castillo.
***
El cielo estaba totalmente negro, parecia que el sol se habia extinguido en Hogwarts cuando salió.
Miro hacia arriba por unos segundos y luego comenzo a caminar por la orila del castillo, pasado de unos minutos llego a un gran arbol donde la oscuridad era mas intensa y se recosto en el trono del arbol.
A lo lejos pudo ver la tumba de la difunta, alrededor de ella habia varias flores y mensajes de despedidas hacia la chica, aun no tapaban bien el agujero haciendo posible que cualquiera pudiera ver el cuerpo de la chica.
Pero seria asqueroso, ya habia pasado un mes de su muerte y con la lluvia le habia caido suspuso el chico que ya habia apestado.
Theo comenzo a caminar hacia el ataud de la chica y lo miro con el ceño fruncido.
¿Por que nunca grito? ¿Habra llorado? ¿Tuvo miedo?
Se arrodillo hacia la tierra humeda y la examino con la mirada.
¿Quien tenia motivos para matarla? Solamente tres personas lo sabian: Cho, Alice, Gabriell y el asesino.
Miro la tierra entre sus manos, luego una idea descabellada atravezo la mente del chico.
Si la desenterraba podria descubrir algo.
Cerro los ojos pensando su estupida idea.
"No lo hagas pueden enterarse" pidio su conciencia
"Hazlo, total nadie se enterara, la noche esta a punto de caer" hablo curiosidad
"Lo que vayas a hacer Theodoro Nott hazlo rapido, tengo hambre" hablo su panza que gruñia.
El chico clavo la pala en la tierra y sin seguir pensando lo que haria comenzo a cavar arrojando la tierra lejos de el.
Como siempre la curiosidad habia ganado.
Sin dejar cavar miraba de un lado a otro comprobando que estaba solo, los minutos comenzaron a transcurrir mientras el chico miraba como la tierra poco a poco se iba haciendo un agujero, cuando sintio que ya no podia mas la pala choco con algo duro que sono con fuerza, el chico miro la pequeña parte del ataud y se bajo al agujero que tapo por completo al chico.
Tiro la pala a un lado y con ambas manos comenzo a buscar la forma de abrir el ataud, este estaba lleno de tierra, lombices y alguna que otra planta, pero ya estaba en eso ya no podia echarse para atras.
Gracias a un lumus pudo ver en la oacuridad mientras sus manos intentaban abrir la tapa de la caja, despues de mucho intentarlo algo crujio dentro y la tapa se entreabrio. Theo solto un suspiro de cansancio y con manos temblorosas abrio la tapa encobtrandose no solamente con el cuerpo de la chica, sino tambien con un muy mal olor.
Este por instinto se hizo hacia atras y cubrio su nariz con un brazo sin dejar de ver los ojos abiertos de par en par de Cho Chang.
Lentamente comenzo a quitarse el brazo de la cara, no tenia mucho tiempo, debia encontrar alguna pista antes de que saliera el sol. Con todo el asco del mucho, Theodoro Nott comenzo a buscar en el cuerpo frio y rigido de la chica alguna pista, algo que le dijera quien la habia matado.
-¿Que estas haciendo?-hablo una voz sobresaltando al chico, arriba de el en la oscuridad miro a un niño quien lo miraba con curiosidad.
-Sergio- suspiro el chico intentando calmarse ante ese susto- ¿Que...que... haces aqui?- pregunto con nerviosismo.
-Yo sali a caminar, pero la pregunta aqui es ¿Por que estas ahi abajo?- pregunto el niño mirando el agujero.
Theo solto una maldicion.
-No dire nada, al menos que me digas algo y me des algo a cambio claro- sonrio el niño sin dejarlo de ver.
-Busco una pista-murmuro Theo sin mirar al niño mientras comenzaba a rebuscar en los bolsillos de la chica.
-¿Una pista? ¿De que eh? ¿Del asesino?- sonrio el niño.
Sin contestar Theo asintio, su mano se detuvo en la mano derecha de la chica quien esta cerada formando un puño, con trabajo logro abrirla viendo en objeto que sujetaba.
Era una servilleta blanca ahora cafe, junto a ella habia una nota arrujada que decia:
"Ojo por ojo, diente por diente".
La nota estaba llena de lodo y fruncio el ceño intentando reconocer la letra pero nada se le vino a la mente. La servilleta por su parte tenia manchas de sangre seca, abajo de la primera descripcion con letras doradas decia:
"Siempre juntos: H y C"
-¿Que miras eh?- pregunto el niño sin dejarlo de ver.
Theo miro la servilleta y la acerco a su nariz, a pesar de tantos dias enterrada logro identificar el olor: sangre y lavanda.
El castaño solto una gran sonrisa, tenia su ultima pista.
-Oye, tengo hambre ¿Podemos irnos ya?- pidio el niño.
Theo le sonrio y asintio saliendo el agujero.
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