Un gran castillo de cristal se alzaba frente a los ojos de las hechizeras, Winter miro la nieve y la jalo a  Jessamine del brazo comenzando a correr en la nieve.

-¡Vamos Jess! ¡No te detengas!

Ambas gritaron cuando uno de los grandes osos se colocó en su camino soltando un gruñido, ambas cayeron de espaldas al frio y se abrazaron.

-No tienen a dónde huir- hablo Jadis mirando a ambas, señaló a las dos jóvenes con su lanza de hielo- Ahora, entren.

Jessamine apretó la mano de Winter y la ayudo a incorporarse, ambas jóvenes entraron al lugar de hielo, la gran puerta se cerró y dos hombres de ojos rojos se colocaron en la puerta protegiéndola.

-Siganme- ordeno la mujer comenzando a subir las escaleras de hielo.

Las dos jóvenes intercambiaron una mirada, una manada de lobos hizo que las dos jóvenes detuvieran si andar en el segundo piso

-Tranquila. Los lobos son de su padre. No les hará nada- nego la mujer y abrió la puerta, las miro y señalo hacia el interior.

Winter apretó la mano de la joven y ambas se adentraron a la sala, un hombre de espaldas tocaba el piano, sus manos se movían de un lado a otro tocando una melodía un tanto tenebrosa.

-Loki- exclamó la mujer y dejo sobre un mueble blanco su abrigo blanco, se sentó en el sillón y le sonrió

-¿¡Cuántas veces tengo que repetirte que odio cuando me interrumpes?!- exclamó él hombre mirando a la mujer fijamente.

El cabello largo del hombre se movía de ligeramente debido al viento, la mujer rubia sonrió y señalo detrás de el. El hombre dió media vuelta y sus ojos verdes se colocaron en las dos jóvenes que al lado de puerta miraban el lugar con temor.

La sonrisa del hombre se engancho lentamente y se levantó de aquel sillón negro.

-Mis pequeñas niñas- hablo el hombre -Bienvenidas a casa.

Loki miro a ambas pero si atención se poso en Jessamine, su hija de rasgos similares a los suyos.

-Jessamine-hablo el hombre y se acercó a ella, la pelinegra lo miro fijamente y el hombre paso una mano sobre el rostro de su hija- Igual a mi.

El hombre dejo de verla y miro como la manos de la menor lanzaban llamas rojas, sonrió mirándola.

-A menos alguien se parece a mi- sonrió ampliamente- ¿Ya cenaron? ¡Ordenare a mi gente que...!

-Quiero volver a casa- soltó Winter interrumpiendolo- Queremos volver a Hogwarts

Loki la miro y nego con la cabeza.

-Esta es su casa- hablo el hombre mirandola- Y van a quedarse aquí. Con nosotros- señaló a la mujer que
sonreía mirandolo- Llámenme, padre.

Winter miro al hombre sonriente.