Jessamine estaba enfrente de aquel cristal mientras con ojos muy abiertos miraba el espejo destruido, sus manos temblaban sin parar.

Winter cerro la puerta y se recargo en en ella tras cerrarla sin dejar de sonreír, su mirada estaba perdida.

-¿Donde has estado?- pregunto Jessamine quitando sus ojos del espejo destruido y se giro a su prima.

-Estuve con Malfoy- solto sin poder evitar reir.

Jessamine frunció el ceño y se sentó al lado de su prima, se cruzó de brazos y la miro de reojo.

-¿Y a dónde fueron?- le sonrio de lado Jessamine.

-Fuimos a conocer París. Montamos la escoba y luego...- su sonrisa se amplio más y el rubor llegó a sus mejillas- Volvimos- omitio la parte del beso con el rubio y la miro - Me siento extraña.

-Se llama amor- rodo los ojos Jessamine- Y si, se siente extraño.

Winter sonrió y recargo su cabeza en el hombro de la chica sin parar de reír, la rubia frunció el ceño y miro el espejo.

-¿Que le paso al espejo?- pregunto y miro a su prima.

Jessamine miro el espejo y luego a su prima.

-No tengo idea- nego la pelinegra- Lo encontré así- mintió.

Winter alzo una ceja y volvió a ver el espejo.

-Deberiamos decirle a un profesor que el espejo se derritió.

-Oh no- nego Jessamine y le sonrio- No es para tanto, solo, lo cambiaremos y listo.

Winter asintio con la cabeza y se levantó de la cama de un salto, dió media vuelta y salió sin dejar de sonreír. Jessamine regreso sus ojos negros al espejo y miro sus manos, sintió una energía extraña pasar por sus dedos y luego se colocó unos guantes de color negro.