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52| La maldad vuelve

Daniela observaba a su abuela detenidamente, esta se veía preocupada por el aviso escrito con sangre que había en la pared.

"Eh vuelto y ella será mia" decía el mensaje.

-Flich- habló Dumbledore sin dejar de ver la pared, éste llegó saltando hacía el cargando a la señora Norris- Avisa a los estudiantes que los necesitó con urgencia en el gran salón.

-¿Qué harás Albus?- preguntó McGonagall observando al director con preocupación.

-Minerva, los estudiantes estan en peligro, deben estar alerta y saber lo que está pasando- observó a la subdirectora y esta asintio- Creo que nuestra vida nunca sera tranquila.

La vista del director regreso a la pared en donde aún se veia la sangre fresca qué bajaba haciendolo mas tétrico.
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-Tengo sueño- murmuro Roxanne mientras se tallaba los ojos- Espero que sean importante ó te matare.

Elian fruncio el ceño.

-Matate tu- contestó el chico y caminaron al gran salón.

Los murmullos de todos los estudiantes resonaba en la sala, varios estudiantes de primer grado tenían cara de temor mientras los prefectos intentaban calmarlos.

Dumbledore entró con cara de preocupacion junto a los profesores, este dirigió su vista a los alumnos.

-Lamentó haberlos despertado chicos- habló el director- Pero necesito darles un recado muy importante.

Jean Malfoy alzo la mano entre todos los estudiantes, el director observó a Snape quien le dio la palabra a la chica.

-Si, Malfoy?- preguntó Snape a la rubia, esa se abrió paso entre la gente bajo la mirada de su hermano.

-¿Podrían resumir el recado? Tengo mucho sueño-pidió

Snape suspiró con frustración y negó.

-Jean por el amor de Merlin, sólo serán unos minutos- contestó Snape.

-Pero padrino, mi tiempo vale oro- contestó la rubia con los brazos cruzados.

Snape ignoró a la chica y caminó hacia el director , ambos se intercanbiaron una mirada.

-Alumnos míos, está noche una persona dejo un recado en el pasillo, tenemos miedo pues ha sido una amenaza contra nosotros, así que pondré unas reglas- los observo- No quiero que ningún alumno camine sólo a altas horas de la noche, ni que salgan del colegio, si lo hacen, los prefectos deberán acompañarlos

Todos asistieron con preocupación, algo malo estaba sucediendó y Dumbledore no planeaba decirles todo.

-Ahora, regresen a sus habitaciones, prefectos por favor- los observo y estos asintieron.

-Hufflepuff, por aquí por favor gracias- hablaban los prefectos.

Minerva McGonagall se giró al director quién miraba a los estudiantes.

-¿Quién crees que sea?- preguntó sin dejar de verlo.

El director se giró a ella y negó lentamente.

-No tengo idea Minerva, pero sea quién sea, quiere dañar a los estudiantes-contestó.

Victoria observaba detrás de un pilar como cada uno de los estudiantes se iba a los dormitorios, ella no iba a dormir ys, ella necesitaba respuestas y sabía que estarían en la biblioteca, en la sección prohibibida.

Camino con sigilo y con cuidado hacía lo biblioteca para no ser vista. Tal vez debió pedirle prestada a Albus ó a James la capa de invisibilidad pero ya no podía regresar.

Un maullido hizo que la chica se gira por el pasillo.

-Maldita gata- murmuro la chica, está maullaba con más fuerza.

Salió corriendo al escuchar la voz de Flich hacia la biblioteca; pero los pasos cerca de Flich le impidieron entrar quedándose detrás de un pilar

-¿Quién anda ahí?- preguntó Flich con una lampara- ¡Sal cobarde!

La pelinegra respiraba con rapidez. Se golpeó en la cara. Mataría algún dia a la señora Norris.

Los pasos de Flich eran cada vez más cerca, pero se detuvieron y se fue a otra dirección. Sintio un jalón del brazo metiéndola a biblioteca

Victoria apuntó a la nada, una risa se escuchaba en el lugar.

-Crei que serias más lista Riddle- habló el chico sin dejar de verla.

Victoria guardo su varita sin dejar de ver al chico.

-¿Qué haces aquí O'Donnel?- preguntó con los brazos cruzados-Nadie puede andar caminando en la noche, esa el nueva regla.

-¿Y tu que hacías?- preguntó con una sonrisa el chico- Tu no eres la prefecta para estar fuera de la cama.

La chica apretó los dientes, ese chico le iba a echar a perder su plan.

-Hagamos algo O'Donell- propuso Victoria- Tu te vas y olvidas que me viste al igual que yo.

-Te propongo algo mejor- contestó con una sonrisa- Yo yo te acompaño y si alguien nos ve juntos, me echare la culpa de todo.

Victoria hizo una mueca, no era mala idea, ella saldría ganando.

-Bien- contesto- Pero no quiero que hables ni preguntes que hacemos.

La chica empezó a caminar hacía el area de la sección prohibida seguido de Francisco.

Daniela McGonagall observaba a los chicos alejarse con rapidez; sonrió para si misma y negó.

Amor pensó divertida y se giro a su abuela con una sonrisa.

-Del odio al amor solo hay un paso- murmuro la directora.

-Y ya lo pasaron- contestó la chica divertida.

Daniela acompaño a su abuela a dirección para conversar sobre lo sucedido esa noche.

-Esto es malo muy malo- murmuraba McGonagall mientras caminaba de un lado a otro- ¿Quién puede ser?

-No lo se, tal vez Cepillin- contestó Daniela observando por la ventana y sonrió por la grandiosa idea que tuvo- ¿Hacemos una apuesta?

Minerva le enarco una ceja la chica y sonrió con autosuficiencia.

-¿Aún no superas haber perdido?-preguntó la directora divertida sin dejar de verla.

-¡Eso fue trampa abuela, choque con el bing ben por tu culpa!- señaló la chica.

-¿Yo no te empuje de la escoba ó si?- preguntó divertida.

Daniela hizo una cara de pocos amigos.

-Si lo hiciste- contestó la chica cruzada de brazos.

-El que no tranza no avanza- se excusó la directora.

Minerva soltó una risa y observó a por la ventana con preocupacion.

-Hagamos algo- habló Minerva- Apuesto a que Victoria se quedará con Francisco.

-¿O'Donell?- preguntó Daniela horrorizada- Victoria no tiene gustos tan feos.

-¿Aceptas la apuesta ó no?- preguntó Minerva cruzada de brazos.

Daniela hizo una mueca, no quería perder pero sus gustos por las apuesta eran más grandes que nada.

Acepto la mano de su abuela y le sonrió falsamente.

-Trato- habló.

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