Agatha se encontraba contemplando el amanecer, nadie se hayaba despierto y menos en domingo, fin de año y con tranquilidad.

Observo el lago que se iluminaba con tonalidades rojizas y anaranjadas, los pájaros empezaban a graznar anunciando un nuevo dia, sin levantar la vista y sintio la presencia de alguien a su lado, no debía verlo para saber quién era.

-Es hermoso ¿no crees?- preguntó sin mirar al chico.

-Si-contesto observando el amanecer- Pero a veces lo hermoso es lo mas peligroso.

Agatha frunció el ceño y sonrio, Marcos aun miraba el amanecer con una sonrisa, esta lo contemplo,su rostro era fino y delicado a pesar de ser hombre, con una mirada oscura como la noche.

Esta se volteo al sentir la mirada del chico y sonrio, Marcos contemplo a la chica, ella era distinta a el, su rostro era delicado y palido, sus ojos grises le daban frialdad, pero el sabia que en las manos correctas se derreteria.

-Sabes, es el amanecer mas bello que he visto-comento la rubia sin despejar la vista del cielo.

-Cierto- contesto, el cielo se ponía de color rojizo con destellos dorados- El mas bello.

Agatha le sonrio y ambos centraron la vista en el amanecer, un silencio cómodo.

Draco observaba desde la ventana a ambos chicos, portaba una camisa blanca que lo hacia ver mas palido, a penas todos se iban despertando, su vida habia cambiado mucho, desde la llegada de todos, amigos nuevos, nuevos amores y nuevos días felices.