23. ¡Ustedes serán Animadoras!
23.
—¡Lo hemos decidido!
Así es. Ellos ya saben que nos harán hacer debido a su victoria del día de ayer.
Se han reunido está mañana, y como pueden ver. Justo ahora, Lukas, Marcus, Alan y Jayce parecen un par de amigos inseparables, unidos por un propósito.
Vaya que los chicos son extraños. Usualmente cuando las chicas tienen diferencias, o terminan peleadas ninguna está dispuesta a perder la dignidad, y tienden a ceder al mismo tiempo, o claro, la parte que estaba equivocada lo hace primero. Pero bueno, a lo que me refiero es que es totalmente diferente con ellos, ni Lukas, ni Jayce se han pedido disculpa, simplemente están ignorando los hechos. Y al parecer les funciona.
Idiotas...
—¡Qué bueno, que bueno!—. Dije en tono irónico. —Pero eso no les da derecho a interrumpir a mi primer día de trabajo.
Y si. Este era mi primer día trabajando en el Starbucks de Claris Adams, eso explica mi camisa blanca manga larga, y mis Jeans negros. Traté al menos de fingir un uniforme. Y todo iba en serio de maravilla hasta que estos cuatro idiotas aparecieron.
—¡Vámonos!—. Dijo Lukas tomando mi muñeca.
—No me puedo ir ahora—. Mire a los ojos al chico que parecía estar mejor. Tenía mejores amigos. Ya luego me dirigí al resto del grupo con una mirada más seria.
—Come libros, ¡Vamos!—. Jayce apartó a Lukas y sujeto mi mano.
Tengo un mal presentimiento. Después de todo 4 chicos trabajando juntos, y además... Usando su cerebro, eso es peligroso.
—No quiero que me despidan en mi primer día de trabajo Jayce—. Sonreí en su dirección.
—¡Claris nos llevamos a Enot!—. Pronunció llamando la atención de los clientes en todo el lugar.
—¡Esta bien! ¡Nos vemos cuñada!—. Vaya que la gente es estaba disfrutando esto. Así que este era "el porque" nadie se negó a la idea de que trabajará en este lugar.
—¡Hey! ¿Por qué Enot se va?—. Vaya ¡Gracias!
Nora había aparecido luego de mover unas cajas hasta el fondo del lugar, mostrando su bello rostro tras el mostrador por primera vez desde que estos chicos llegaron.
—¡Alan! ¡Ve por ella!—. Gritó Marcus.
Tape mi boca para evitar mostrar la gran sonrisa que se formó cuando esos dos empezaron a corretear por el café, mientras Nora amenazaba al pobre Alan por una cucharada. Vaya que esos tontos saben como divertirse.
—Hey pesado—. Susurré junto a un golpe en el hombro, para que solo él pudiera escucharme.
Lo bueno es que todo estaba concentrados en mis mejores amigos armando lío.
—¿Qué pasa come libros?
—¿Dónde están el resto de las chicas?—. Al menos espero que todas paguemos por esto. Me importa poco si alguien recrimina que es mi culpa.
—Ohhh... Ellas están en el auto.
—Ummm—. ¿Ehh?
(...)
Cuando al fin habían logrado sacar a Nora del lugar, Lukas tuvo que ayudar por cierto, nadie se esperaba que esa chica le lanzará la cuchara del café justo en la frente a Alan. Se hubieran ahorrado todo eso, sí simplemente le explicarán que solo íbamos a cumplir con el premio.
Nos colocaron el cinturón. Marcus a Aspen, Alan a Iris, Lukas a Nora y el pesado a mi. Sin tener la menor idea de a dónde nos llevaban, o como mínimo ¿A hacer qué?
—No voy a esconder cadáveres.
—No haremos eso Nora...—. respondió Lukas quién era el conductor.
—Sera algo peor—. Dijo Jayce mientras acomodaba el pequeño espejo de entre los asientos de adelante en mi dirección.
Le saque la lengua al instante, lo que provocó que riera por un segundo.
—¡No les vamos a conseguir novia!—. Gritó en tono dramático Aspen.
—No es nada de eso, y por el amor al mundo ¡Guarden silencio!—. Reí porque habían alterado a Lukas.
—Que llorón—. Murmuró Iris a mi lado.
Quien sabe luego de eso, talvez pasaron dos canciones de 5SOS, 1 de Conan Gray, talvez 4 o 5 de Charlie Puth, hubiera llevado mi camisa. Cuando al fin, el auto se detuvo, para bien o para mal, habíamos llegado...
Al campo de fútbol.
¿Ehh?
—¡Bajen, hemos llegado!—. A penas lo hicimos y ya empezaron las chicas a lanzar preguntas.
—¿Qué hacemos aquí?—. Aspen y Nora se adelantaron a la pregunta en mi boca.
—Pues...—. comenzó Lukas, pero Marcus no lo dejo terminar.
—Nos verán jugar—. Vaya que son tontos ¿Eso es todo lo que se les ocurrió?
—¡Ja! Sean más creativos chicos—. Todas le dimos la razón a Iris.
Aunque muy adentro estaba agradecida que no fuera algo peor.
Esperé al menos que nos hicieran pasar vergüenza, o quién sabe, vaya que estos chicos están faltos de atención.
—¡Oh sí! Aún no se termina—. Que Lukas abrazara a Jayce y Alan era agradable a la vista.
Y al mismo tiempo despertaba un temor indescriptible.
—¡Come libros!, Nora, Aspen e Iris... ¡Ustedes serán animadoras!
—¡¡¿Eh?!!
—¿Cómo dices que dijiste?—. Mire de mala forma a Aspen por su broma.
Alan se soltó suave del agarre de Lukas, paso a lo largo de Marcus quién le lanzó un par de llaves, mientras las chicas y yo aún tratábamos de procesar la situación. Ellos, ellos si lo pensaron bien ¡Vaya! Eso sí es una sorpresa.
—¡Aquí sus uniformes!—. Alan abrió la cajuela de la van, mostrando...
¡No, no, no, no! ¡Esto no puede ser posible! ¡Joder!
(...)
—¿Contra quién van a jugar idiota?—. Los chicos se habían ido a cambiar.
—Ya dije que me dejen de llamar así—. Lukas había sido el que más rápido que se acomodo su uniforme, por lo cual el resto de los chicos lo habían enviado a asegurarse de que ninguna de nosotras escapara.
—¡Entonces responde las preguntas!—. Nora se había alterando, después de todo en nivel del 1 a 10 en confusión, uff, estamos jodidas.
—Responderé una de cada quien... Luego se tienen que poner esto—. Lanzó la maleta con los uniformes de animadoras recién comprados.
Solo había visto un poco, pero por lo menos habían de 3 estilos distintos.
—Bueno... —. Aspen haría la primera pregunta, el resto nos cruzamos de brazos. —¿Es que consiste lo que debemos hacer?
—Es fácil—. Lukas sonrió de lado, claro que para esto sí sabía pensar con inteligencia. —Vendrán algunos chicos del equipo de fútbol del año pasado, y se enfrentarán a nosotros cuatro... Bueno, ya veremos cómo acomodamos los equipos. Lo que ustedes harán es lo que usualmente hacen las animadoras del equipo.
—Espera...
—Ya respondí a tu pregunta—. Alzó la mano, haciendo que Aspen guardará silencio.
—¿Por qué conocen a los del equipo de fútbol?—. ¡Nora! Sería mejor preguntar algo más beneficioso.
—¡Fácil! El novio de esta señorita...— señaló a Aspen. —Es el capitán del equipo. Originalmente lo era Jayce, pero le cedió el puesto a su mejor amigo quedando como Co–capitán, claro que renunció el año pasado porque no podía asistir a las prácticas en las vacaciones—. Lukas me miró, todos lo hicieron de hecho, como si la razón ¿Fuera yo?
¿Por qué ese idiota sigue dándome razones para quererlo?
—¿Cómo lograron conseguir este lugar?—. Desde hace rato me preguntaba cómo el campo de fútbol estaba totalmente disponible para unos chiquillos.
—¿Sabes quién es él director de la preparatoria?—. Negué con la cabeza.
—¡Mi suegro!—. Mencionó conmocionada Aspen. —El me ama por cierto.
—¿Es el papá de Marcus?—. Lukas, Aspen y Nora asintieron.
¡La traición! ¿Por qué Harris sabía y yo no?
—Basta con eso... ¿Habrán más allá de unas pocas personas aquí?
—La verdad si... ¡Pero solo algunas más!—. Por sus nervios al final, era claro que mentía.
—¡Lukas Adams!
—¡Ya respondí sus preguntas! ¡Ahora cumplan!—. Señaló la maleta con los uniformes una última vez, antes de desaparecer por la puerta de los vestidores.
—¡Cobarde!—. Le gritó Iris
—Este no está nada mal—. Vaya que Aspen y Nora ya habían cedido.
—¿Qué? Hay que cumplir—. Si, si, y yo leo libros por la trama.
—Este se te vería bien Enot—. Aspen me había lanzado uno de los uniformes.
Técnicamente todos eran en los mismos colores (rojo y blanco) solo que en diferentes estilos, por ejemplo, el que estaba sobre mis manos consistía en una camisa sin mangas con las letras "WL" el cual era el nombre de la preparatoria a la que la mayoría de nosotros asistía "Winter Light" claro, a excepción de Aspen, y hasta el año pasado Lukas. Y luego estaba una falda corta de color rojo.
—¿Usaré esto?
—Pruébatelo...— sugirió Iris.
—Igual estos tontos fueron bondadosos con los uniformes—. Aseguró Nora.
—¡¿Qué tal me queda este?!—. Aspen no había perdido el tiempo.
Ya se había puesto un uniforme de manga larga, de color rojo, que se acompañaba de una falda más corta que la mía en color blanco, y no podía faltan el nombre completo de la preparatoria en letras blancas sobre la camisa.
—Te va bien—. Mencionó Iris comenzando a colocarse lo primero que encontró.
—¡Nos vamos a ver geniales!—. Nora había escogido el mismo uniforme que Aspen, solo que con los colores contrarios.
Si vamos a hacer esto ¡Lo vamos a hacer bien!
(...)
—Aún podemos salir de aquí—. Los nervios justo ahora no eran la mejor de las ayudas.
E Iris soltando carcajadas porque ninguna sabía siquiera mover un par de pompones no era muy motivante.
—El partido está apunto de empezar—. Dijo Nora, quién creyó haber visto a los chicos entrar al campo.
—¡Vamos!—. Aspen me abrazó por lo hombros igual que a Iris, obligando que avanzamos.
Salimos al fin del pasillo de los vestidores tomando el corredor que nos llevaría a la entrada por donde los equipos y las porristas suelen salir. Y Nora no había mentido para nada, de echo los chicos ya estaban en el campo, podía escucharlos desde aquí. Seguro estaban armando la jugada, era lo único que se me ocurrió.
—¿Vamos?—. Pregunté alzando la mano al centro.
—¡Vamos!—. Hablaron todas al unísono, haciendo lo mismo que yo.
Caminamos por entre las estrechas cuatro paredes de ese pasillo abierto, notando al final la luz del campo. Cuando cruzamos la sorpresa que nos esperaba había superado cualquier espectativa que teníamos en cuanto al raro funcionamiento del cerebro de los chicos.
La cuarta parte del campo estaba lleno de personas, en la mayoría alumnos, o ex-alumnos, llegue a esa conclusión luego de ver a Rya, Liam y muchas personas que conocí en el festival del 10 de enero en las gradas.
—Hay mucha gente—. Vaya que la Enot de hace unos 2 meses hubiera huido de ahí.
—No es ni la mitad de lo normal... Créanme, vine a todos los partidos de Marcus y eran un infierno—. Mencionó Aspen, entonces esa es la definición de ser una buena novia.
—Da igual. ¡Hagamos un gritó!—. ¿Por qué estás tan loca Nora Harris?
—El nombre de la preparatoria en
—3...
—2...
—1...
—¡Winter Light!
Como les explico que eso fue una mala idea, en tantos aspectos que me quedaré corta. En primero porque habíamos llamado la atención de ¡Todos! Enserio creo que incluso las chicas que seguro apoyaban a sus amigos del equipo de la preparatoria nos quedaron viendo cómo bichos raros.
Eso pensé.
Hasta que todo se levantaron, devolviendo el gritó lo que nos motivo a salir avanzando hasta llegar a los chicos.
—¡Se ven mejor de lo que esperaba!—. Cállate Lukas.
—Están disfrutando tanto esto—. Murmuré
—Claro que lo hacemos—. Respondió Jayce, creo que fue el único que escucho. —¿Un beso para la suerte?
Creo que mi corazón se detuvo cuando escuché sus palabras, creo que mi rostro me delató. Estaba tan roja que podría ser confundida con un tomate.
Pero... Jale levemente su camisa de color rojo, con el número 1, levantando el casco blanco y dejando un fugaz beso sobre la comisura de su boca. ¿Quién estaba nervioso ahora?
—¡Ese uniforme se te ve lindo come libros!
—¡Cállate!
—¿Cuándo empieza el partido?—. Aspen abrazaba a su novio.
—Al menos en unos 5 minutos, ya deberían abandonar el medio del campo—. Iris se acercó a Alan, quitando su casco.
Y nos tomo por sorpresa a todas cuando le dejó un pequeño beso cerca de los labios, la verdad no logré alcanzar a ver si fue sobre los labios, pero el chico se puso tan nervioso que su seriedad al decirnos que abandonáramos el campo se fue al instante.
—¡Vivan los novios!—. Gritaron Nora y Lukas, quién se daban a golpes de broma.
—¡Ahora somos mejores amigos!—. Bromeó Nora, pero Lukas la abrazaba como si no quisiera que fuera solo un juego.
—¡¿Están listos?!
El chico que había dicho apareció de la nada. Seguro era parte del equipo de fútbol porque parecía confiado, además que parecía conocer muy bien a Marcus y Jayce.
—¿Listos para perder?—. Marcus le dio un beso a Aspen antes de seguir al chico castaño con el número 12 en su camisa.
—¡Suerte animando chicas!—. Lukas guiño un ojo.
Ya luego todo se alejaron, siguiendo al castaño que los llamo hasta donde ya varios chicos en uniforme estaban reunidos, seguro el partido estaba apunto de empezar.
(...)
El último cuarto de tiempo del partido había llegado. La verdad al principio no entendía absolutamente nada, pero luego de prestar atención a Nora y Aspen. Sabía que el partido duraba alrededor de 90 minutos, ya que jugaban y se detenían después de 15 minutos, al tiempo libre se le llamaba "tiempo muerto" casi en todos sus descanses los chicos iban a ver que tal íbamos nosotras.
Bueno, en los 3 cuartos de tiempo que iban, cualquiera de los equipos podían logra un Touchdown que equivalía a 6 puntos. Gol de campo: 3 puntos. Safety: 2 puntos. Conversión (try) exitosa después de anotar touchdown: un punto (patada o safety) o dos puntos (jugada completada en la zona de anotación)
Lo cual más bien el equipo contrario había logrado, creo que eran un Touchdown, y alrededor de 2 goles de campo. Lo que dejaba al equipo que nosotras apoyamos a 1 Touchdown, y sólo un gol de campo.
—¡Vamos tontos!
—¡Denme una J!
—¡J!—. Medio campo nos apoyaba.
—¡Denme una A!
—¡A!—. Hasta yo empecé a gritar.
—¡Denme una Y!—. Sabemos dónde va esto.
—¡Y!
—¡Denme una C!
—¡C!—. Su nombre.
—¡Denme una E!
—¡E!—. Después de todo era Jayce el que corría a toda velocidad en lo que restaba de los 15 minutos de partido.
—¡¿Qué dice?!
—¡JAYCE, JAYCE, JAYCE!
Las chicas y yo gritábamos más fuerte, también logramos hacer una mini rutina que la verdad no estaba nada mal. Pero lo más importante era el chico que estaba cruzando el campo, seguido del resto de los jugadores, a punto de anotar en la zona del equipo rival.
—¡Ganamos!—. Gritó Marcus cuando Jayce ya había puesto el balón al otro lado.
Logrando un Touchdown que rápidamente los hacía quedar por sobre los puntos del equipo rival.
Si todas las reglas se hubieran usado quizá nadie lograría ganar, pero como técnicamente este partido es realmente solo un juego, nuestro equipo acaba de ganar. Y entonces, no importaba ningún equipo, porque todo el campo estalló en gritos, y celebraciones.
—¿Qué están haciendo?
—¿Umm?
—¿Por qué se acomodan así?
—¿Qué diablos hacen?
Las voces entre la multitud empezaron a ser más ruidosas, y esos que estábamos gritando porque los chicos habían ganado, estaba confundida, por lo que quise saber que pasaba.
Giré concentrando mi atención de nuevo, vaya que no había notado que los chicos se habían puesto hombro a hombro, tan solo a unos metros de nosotras...
—¿Qué hacen?—. Le pregunté a Aspen.
—No tengo idea, pero parece divertido.
Cuando la multitud guardo un poco de silencio al menos lo poco que ponían ellos por fin hablaron.
—¡Queremos dedicar este partido y esta victoria!—. Así que era eso.
Cada uno de los chicos se retiró el casco, y no sé preocuparon de lanzarlo a su lado, solo para luego levantar su camisa dejando su abdomen totalmente expuesto...
Pero eso no era todo, cada uno tenía un hombre grabado... El primero era Marcus, con el nombre de "Aspen". El segundo era Alan con el nombre de "Iris". El tercero quién se movía mucho era Lukas y tenía el nombre de "Nora". Y por último estaba Jayce, con las palabras "Come libros" grabadas en su abdomen.
La multitud enloqueció con eso.
Incluso empezaron a gritar...
—¡Vayan por sus hombres!
Todas sonreímos, nos vimos las unas a las otras, y corrimos hasta el chico que tenía su nombre.
—Apuesto a que fue tu idea—. Susurré cuando abracé al pelinegro.
—Lo has deducido... No esperaba menos de ti come libros.
—Cualquiera que tenga un poco de cordura se volvería loca por ti pesado—. Sentí que me apretó un poco más fuerte, también sentí como su corazón latía mucho más rápido.
El amor es un riesgo para todos... Seré sincera, con él no me importa salir de mi agujero y exponerme a ser lastimada.
Con todo este tiempo comprendo que lo mismo le pasa a él, solo que mucho más antes que a mí. Espero no haber llegado muy tarde pesado.
Porque ahora que estoy aquí... No dudaré en darlo todo.
Solo por ti.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro