12. ¿Un beso?
Enero 10.
Segunda parte del festival.
El festival de música. Un ambiente de bullicio y cierta calidez reconfortante. Mucho, enserio mucho ruido, más la oscuridad que te envolvía junto con Nicht Verfügbar con una sonrisa estúpida y pocas ganas de estar en un lugar que no fuera este. Un lugar tan mágico, un lugar lleno de oportunidades, no, posibilidades.
Vaya que los estudiantes del año pasado se habían lucido, era increíble, ver a tanta gente reunida en un mismo lugar, compartiendo su alegría al tararear alguna parte de la canción, mover involuntariamente el cuerpo, o solo dejar que su corazón se adaptará al ritmo tratando de copiar la música con latidos similares. Aquello era simplemente magnífico, lo único que podría hacerle mejor era el hecho de que ella estuviera aquí.
—¿Se sienten bien así?—. Fui sacado de mis pensamientos al escuchar una voz femenina.
—Quedo muy bien Carla—. Le dedique una sonrisa a la pelirroja.
—Te ves bien Jayce—. Dijo con una sonrisa Erika, la pelinegra.
Perdón por dirigirme a ellas por su color de cabello, es lo único que se me ha ocurrido.
—Gracias—. Le devolví la sonrisa.
—¿Cuándo volverá Enot?—. Alan estaba igual que yo, aunque su camisa era de color blanco, y la mía negra.
—Supongo que están apunto de llegar—. Erika, quién incluso había escogido nuestros atuendos sonrió.
La espera después de todo era mala, y mucho más cuando las personas empezaron a llegar. De alguna forma no era lo mismo, supongo que estos son los tipos de momentos que son más agradables en la compañía de la persona que amas, y la persona que amo nunca estuvo a mi alcance. Por eso este 10 de enero es especial, será la primera vez que esté en un lugar que realmente quiero, con la persona que me gusta.
—Baja de las nubes tonto.
—¿Ehh?
—Están apunto de llegar—. No entendía porque Alan me estaba hablando con el odio regulado.
—Ya veo—. No podía evitar mirarlo de reojo.
—Aun no me voy a rendir—. Y aquí va este chico de la nada. —Pero si veo que ella en realidad te quiere no me voy a entrometer.
No esta vez... murmuro, caso en un tono inaudible.
Y con eso se alejó. Quedé bastante perplejo ante sus palabras, realmente no sé si eso fue una declaración de guerra por quizás tercera vez, o un aliento. Con él, las cosas eran bastantes complicadas, pero supongo que se debe a que ambos queremos lo mismo.
(...)
Algo llamo mi atención cuando creí haberla perdido entre la multitud, unos chicos que esperaban pacientemente cerca mío, de pronto corrieron a reunirse frente a un tipo de auto que recién llegó, la verdad no le presté mucha atención. Había tomado uno de los ponches que varias chicas en vestidos rosas repartían a la multitud, mientras en el fondo sonaba Glad You Game, lo que era un inicio demasiado relajante para la noche. Si seguía así posiblemente quedaríamos dormidos antes de siquiera comenzará el evento.
El ambiente relajante, y las cientos de luces azules parecieron juntarse con la música, anunciando algo, algo que parecía ser lo suficientemente importante como para detener lo que sea que estuviera haciendo y prestar atención.
Fue entonces que la vi, entre la multitud que se abría paso para mostrar su silueta junto a Liam y una chica de tez morena. Destaca del resto como lo hace venus entre las estrellas. Con ese vestido azul de tirantes, y con una sonrisa realmente hermosa en su rostro. Hasta la estrella más brillante en ese momento se sentiría como nada a su lado. ¿Por qué Enot era tan perfecta? ¿Por qué aún con los años mi amor solo creció? Verla ahora mismo, o verla por las mañanas era con facilidad la respuesta.
Sus hombros al descubierto, el vestido azul que lucía su cintura, los brillos coloridos en sus párpados, la sonrisa tímida que la caracterizaba. Enot era perfecta en cada aspecto de la palabra.
—¡Come li...
—¡¡Solecito!!
Su mirada se desvió a alguien que no era yo. Amar a alguien con todas las fuerzas puede ser una forma compleja de lastimarse, y que no te importe un carajo eso, eso es la definición de estar jodido por un ser humano.
—¡Pueden acercarse todos!—. La voz de Liam rebotó por todo el lugar, siendo llenado pronto de quejidos e incluso un "No es como si hubiera otra opción" de mi parte.
Éramos un grupo grande, muchos eran más jóvenes que nosotros. Seguro más de alguna amiga o amigo de Claris estaba por aquí, también logré ver varios de nuestra clase y otros pues, eran del grupo que recién se había graduado.
Talvez solo era yo, pero la existencia del día de hoy era más difícil de soportar, que normalmente. Me resigne llevando mi manos a mis bolsillos y tratando de prestar atención. Lastimosamente mi mirada siempre se cruzaba a ella, al menos está disfrutando el festival.
—¡Jayce Adams!—. Daba gracias que Aspen y Marcus ya habían llegado.
—¿La conseguiste?—. Era una persona muy codiciosa últimamente.
Y más si se trataba de Enot, por eso le había pedido este favor a Aspen, aún cuando era jugar sucio.
—Nop... Pero ella me envió a alguien más.
—Bueno... Creo que eso estará bien—. Sonreí. —Hiciste un buen trabajo hámster rosa—. Despeine su cabello y me sacó la lengua como lo inmadura que es.
—¿Estás bien?—. Supongo Marcus vio a Alan y Enot conversando no muy lejos de nosotros.
—Lo estoy tonto... ¿Y tu?—. Por lo menos mi voz sabía mentir muy bien.
—También lo estoy—. Me abrazó por los hombros, mientras su novia estaba demasiado concentrada buscando a alguien. Y empezaba a oscurecer.
—¡Estamos apunto de empezar, por favor escojan sus parejas!
Vi de reojo a Enot. Parecía muy feliz, sonreía y siempre encontraba la forma de verse mucho más hermosa. Y quería que esa sonrisa siempre se mantuviera así, y aún más que yo fuera uno de los motivos.
—¡Oye, Jayce! Algo no me cuadra—. Aspen soltó de la nada, y cuando baje la mirada para prestarle atención parecía pensar.
—¿Qué pasa?—. Su mirada, parecía estar conectando variables, ella era una persona muy inteligente. Y ya había algo en su mente, podía notarlo.
—¿No te parece extraño que Enot haya sido la única que el grupo organizador del evento se haya encargado personalmente de preparar?—. Hasta ahora no había pensado en eso.
—¿De qué hablas?—. Por suerte Marcus ponía atención a Liam quien daba instrucciones, mientras yo trataba de descifrar a Aspen.
—Creo que ella es el objetivo principal... Es como si fuera la reina del festival de música idiota.
—Te refieres a...
—Básicamente todos los idiotas que están aquí van a bailar con ella... Mientras tengan un boleto en sus manos.
Ella tenía razón, yo era consciente de lo hermosa que era Enot, de su forma reservada y distraída, en lo personal sabía que muchos de la preparatoria tenían cierta curiosidad por ella. Después de todo, nos sentimos atraídos a aquello que no podemos tener, y ella, era como una estrella que jamás estaría al alcance de nadie. Aunque... Ella si estaba a mi alcance, cada vez, yo estaba más cerca.
Y no iba a permitir que nadie se interpusiera.
—Eso no sucederá—. Desvíe mi mirada alrededor. Y si, tarde más de lo que pensaba, pero al fin me topé con el chico al inicio de la carretera.
—¿Qué harás?—. Preguntó de repente Marcus. —Esta a punto de empezar.
—Busquen a esa chica y ya saben... ¡No dejen sola a Enot!
No respondieron, sabía que podía confiar ciegamente en ellos por lo que no estaba preocupado en lo absoluto. Aún después del incidente de la última vez. De hecho, sonreí, sabía que al inicio de la calle principal era la venta de boletos para bailar con la "Nota especial" como era un festival de música así se nombraba a la reina, que en este caso era la come libros, está estupidez no iba a pasar.
Al envolverme con la noche crucé la calle, me topé con un par de personas que seguro se dirigían al evento, este año era talvez el doble que el año pasado.
—¡Quiero todos los boletos!—. Pobre del chico que los vendía, por su expresión seguro le di un infarto. —Por favor.
—¿T-todos los boletos?—. Asentí con una sonrisa.
—Eso es i-imposible—. Desde aquí podía ver el sudor detrás del chico del pequeño puesto. —Con el dinero de los boletos se cubren los gastos del evento.
—Pagare el doble... Además, tú podrás irte a divertir con tus amigos—.
—¿El doble?—. Asentí con los brazos cruzados.
No dudaba que él ha vendidos algunos... Sólo espero que eso no sea un problema.
—¿Aceptas?—. Levántate una ceja.
—No lo sé... No quiero meterme en problemas—. Veía las gotas de sudor, lo que el amor hacer es increíble.
—No te meterás en problemas... En todo caso, yo tomaré la responsabilidad... Mi nombre es Jayce Adams—. Le di la sonrisa más pura que pude lograr.
—¡¿JAYCE ADAMS?!—. Asentí con una sonrisa. —¡Lo haré!—. Tendió ante mi la pequeña cajas con lo que serían unos 100 boletos.
Sonreí entusiasmo, aunque él lo parecía mucho más cuando le entregué el dinero. ¿Cuándo se supone que deje de hacer estupideces por la chica que me gusta? ¿Por qué quiero a la come libros solo para mí? Antes, antes yo no era tan codicioso.
—¡Nos vemos!
Volví al evento en la calle principal, sabía que seguro ya había empezado. Podía escuchar perfectamente aquella melodía, aquella suave y relajante canción, que no tarde mucho en reconocer... Era Chevy, y por alguna razón cuando me uní al grupo de personas podía escuchar su bullicio en gritos de aliento... Había una pareja en medio de la multitud que bailaba cómodamente y también con mucho amor según lo que escuchaba.
Traté de asomarme y ver de quién se trataba. Pero un aire de mal presentimiento lleno mi pecho, ya podía imaginar porque, y al asomarme de puntillas todo se confirmó.
Aún cargaba con la caja a mi lado de todos aquellos boletos, cuando los vi, Alan y Enot siendo consumidos por la canción y luego en ellos mismos... Se veía especial, eran amigos desde siempre y se conocían más de lo que yo lograría conocer a Enot con toda una vida. Sonreían al toparse uno con el otro, los ojos brillaban de tal forma que el sentimiento en mi pecho solo podría definirse con una palabra... Envidia.
Envidiaba a ese tonto porque siempre a estado a un paso de mi, porque aún cuando trate de ser alguien para ella parecía que si fantasma siempre estaba ahí. ¿Por qué Alan tenía que enamorarse de ella? No ha estado satisfecho solo con estar cerca de Enot todo este tiempo, yo ni siquiera logré eso.
—¿Por qué tenía que volver ahora?—. Dije para mí mismo presionando la pequeña caja con boletos.
—¡Jayce! ¡Allí estás idiota!
—¡No desaparezcas así!
—¿La encontraron?—. Estaba muy molestó para prestar atención al resto.
—¡Ah si! Ella es Iris—. Ni siquiera la note, enserio soy patético.
El amor nos hace así. El amor me hizo así.
—Yo soy Jayce ¿Crees que puedes ayudarme?—. Casi rogaba. Al menos con la mirada.
—Veré que puedo hacer—. La chica de cabello rubio, y rayos azules junto con verde era bastante linda.
—Es ese chico de allá—. La canción había terminado y Enot junto con Alan se iban de entre la multitud.
—¿Es él?—. Se sorprendió un poco y yo fruncí el ceño. —Creo que puedo ayudarte... Así que ve por tu chica—. Me dio una palmada en la espalda y al reí con alivió.
(...)
Todos nos reunimos, Enot estaba a mi lado con uno de los ponches en sus manos. Y aunque no estábamos solos, sino con todo el grupo organizador y nuestros amigos, un poco de felicidad llenaba mi corazón. Después de todo era el primer festival en el cual no tendría que ir a casa temprano como cada año, además... Ella estaba aquí.
—¡Vamos a bailar!—. Anunció la chica de tez morena.
—¡Si!—. Chilló Enot, y estaba feliz por verla divertirse.
Todas estaban a punto de ir entre la multitud, mi pecho se oprimió un poco, se hacía tarde y yo ni siquiera había tenido un poco de tiempo para estar junto con ella, y crear algún recuerdo que no olvidaría.
—Ve por ella en un rato—. La chica te tez morena oprimió mi brazo, como si quisiera darme aliento. —No me agradezcas...
—¿Cómo te llamas?—. La tomé del brazo, ella estaba tratando de ayudarme.
—Soy Rya.
(...)
Ella lo había logrado... Justo cuando las chicas se unían en la pista, con el grupo organizador, entre todas las personas lo note, Iris realmente había desaparecido con Alan y esta era mi oportunidad. Justo cuando Bright side of the Moon iba a la mitad, haciendo que todo el evento bailará, siendo felices y disfrutando de todo.
Talvez por eso era que todo parecía estar más brillante, talvez por eso el ambiente se sentía así de bueno. Talvez por eso me escabullí entre las personas y sonreí al verla a mitad de la pista bailar libremente, también por eso me perdí en los movimientos lentos y hermosos de su cuerpo con el ritmo de la melodía, talvez por eso logré tomar a la come libros distraída y la arrastraba conmigo sonriendo como un idiota, talvez era eso.
La noche si podía brillar más, sus pasos junto a los míos, su calidez y la mía siendo sostenida por la conexión de nuestras pieles al chocar. Si era un sueño quizás prefería no despertar nunca, ella hacía de mi ser algo frágil que podía destruir en cualquier momento.
Y... No me importa.
—¿Te gusta este lugar?—. Sin darme cuanta nos habíamos distanciado del resto, parecías que solo nosotros dos estuviéramos en la faz de la tierra. O al menos, convirtiendo en el lugar que nos rodeaba en nuestro pequeño infinito.
Había una vista espectacular, la ciudad lucía ciertamente hermosa desde aquí, y lo mejor que es que solo éramos la come libros y yo. Aquella canción había cambiando por Renegages y el ambiente se había tornado demasiado tranquilo, Enot no había mencionado una sola palabra de camino aquí.
—¿Estás bien come libros?—. Me acerqué, y sostuve su rostro obligándole a verme.
Estaba roja, y se veía adorable. En su rostro había una expresión de felicidad, y sus ojos estaban más brillantes de lo usual. Sus hombros al descubierto y a esta distancia me hicieron darme cuenta de la cantidad de lunares que tenía, parecían constelaciones si te acercabas un poco.
—¿Bebiste?—. Olía a alcohol, ya entendía porque no se había quejado o intentado golpearme siquiera un vez.
—S-solo esa c-cosa rosa muy d-dulce—. Justo ahora estoy sintiendo un dejá vu.
—¿Cuantos?—. Tome sus hombros y la obligué a verme esta vez un poco más serio, pero su atención estaba en todo menos en mi.
—C-creo que 8.
—Ay Enot Miller... ¿Qué voy a hacer contigo?
Sonreí de lado, aún se notaba mucho lo inexperta que era la come libros que era en esto. Cuando solté su agarré, ella se me quedó viendo perpleja, y me sentí algo confundido.
Sus ojos eran hermosos, de un café claro que parecía leer tu alma. Su rostro escondía muchas expresiones que jamás creí conocer, como cuando se muerde el labio mientras lee, o lo mucho que frunce el ceño. Enserio era una caja de sorpresas, también escondía muchos secretos... Como todo en cuanto a su mamá.
—¿A ti te gusta él?—. Me sentía estúpido por preguntar algo como eso.
—¿Esa es Rewriter the stars?—. Preste un poco de atención a la canción de fondo y si... Era Rewriter the stars.
Cerré un poco los ojos tratando de sentir aquella canción. La música me había gustado desde muy pequeño, porque de cierto modo era un escape de la realidad. Y a veces una sobredosis de realidad sólo podía ser curado con una copa de ilusión. Un tacto en mi cuello me distrajo, era suave y delicado, y cuando abrí los ojos, unos color café me miraban como si yo realmente fuera algo preciado para ella.
—Me gustas... Realmente me gustas—. Alcé la mano y sobe con delicadeza su mejilla.
No hubo respuesta de su parte, solo se quedó ahí viendo mi rostro, y me sentía jodidamente miserable... Yo no parecía ser nada para ella, cuando ella era claramente todo para mí.
—¿Jayce?
—Estoy bien... Solo no ha sido un un buen día—. Usualmente me guardo estas cosas para mí mismo, pero esta vez ha sido imposible solo quedarme callado.
Podía sentir mis ojos comenzar a arder, no quería mostrarme tan frágil ante ella, pero a estas alturas era algo tarde. No sé cómo pasa, pero casi siempre terminó mostrando lo débil que puedo ser ante Enot. Sentía como si estuviera la estuviera obligando a quererme, y eso era lo último que quería. Me recosté en su hombro, dejando que su aroma me tranquilizara un poco...
—Que hermosa canción—. No había respuesta, pero si pude sentir cuando cuando ella se acercó.
Sentí perfectamente cuando sus ojos y los míos se toparon, nuestros rostros se estaban acercado de una manera peligrosa. Era hora de retroceder o avanzar a tope.
Su aliento, podía sentir el leve olor a alcohol... su aroma era único de cítricos y dulce. En ese momento me descubrí a mi mismo observando los labios de Enot, preguntándome cómo sería el suave tacto de un beso, lo que a penas sería un roce. Ella, ella estaba roja por el alcohol, y yo por ella. Ambos confundidos, pero ninguno parecía tener ganas de parar ahora.
Sus brazos rodearon mi cuello, y por primera vez podía oír el sonido intenso de su corazón y el mío latiendo con incluso más fuerza que la música a nuestra espalda. El roce repentino de sus labios sobre los míos cuando acortó la poca distancia que nos separaba me tomó por sorpresa.
Cuando mi cuerpo tembló y la cantidad de emociones que trataban de tomar posesión de mi al mismo tiempo marcaban su lugar, cuando creí que algo no podría sentirse así de bien, Enot Miller me besaba. Las lágrimas habían parado, la mano de ella estaba en mi mejilla y su boca contra la mía. ¿Esto es un sueño? ¿O solo es sentirse verdaderamente vivo? Subí mi mano a su mejilla sonrojada y cerré los ojos por completo.
Profundice el beso, no me importaba si ella no lo recordara mañana por la cantidad de alcohol en su sistema. En ese momento se sentía como si ella solo pensara en mi. Enot quería seguir torpemente mi ritmo. ¿Siempre un beso se ha sentido así de bien? ¿Siempre una chica podía ser tan adictiva? Mi pecho latía con tanta fuerza que temía que nada de esto fuera real, pero Enot se alejó un poco, aún con la mano sobre mi mejilla que ya seguro se tornaba roja. Esto era real, ella realmente me había besado mientras una de mis canciones favoritas sonaba, Rewriter the stars.
—No vuelvas a callarte... No puedo saber que está mal si lo haces—. Sonreí ante su expresión molesta.
—¿Puedo...
Abrí la boca para seguir hablando, pero, temía que si lo preguntaba ella se negaría. Tome su mano de nuevo, acerqué su rostro al mío, y la besé de nuevo. Sintiendo nuevamente sus labios contra los míos, ese momento se quedaría guardado en mi memoria para siempre... Aquel 10 de enero Enot volvió a encender mis esperanzas, aún cuando estaba ebria y me había besado por impulsó.
Come libros... ¿Cómo puede sentirse tan bien un ser humano?
Nota de autora: simplemente paso.
Al fin paso... No se ustedes pero para mí que ellos tuvieron su momento feliz me revivió el alma.
¿Qué les pareció el capítulo?
Les dije que me había salido largo, pero disfrute escribirlo mucho.
Hasta aquí. Nos vemos la próxima semana.
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