✾•Personalidad [03]•
POV Seokjin
—Buenos días doctor Kim.
—Buenos días. —Hice una leve reverencia a quiénes me topaba en los pasillos y me saludaban.
Hoy estaba un poco de buenas, dije un poco y eso significaba que el regresar el saludo era un milagro por mi parte. Iba revisando mi expediente que se había convertido en mi favorito.
Por no decir que era el único, mañana, tarde y noche lo revisaba que hasta ya me lo sabía de memoria, siempre leía lo antíguo y lo nuevo que había en él.
Mientras seguía concentrado en mi mundo ni siquiera vi cuándo alguien corrió hacía chocando haciendo que dejara caer la carpeta ¿Qué idiota estaba tan ciego para no fijarse? Si estaba de buenas, ahora olviden eso.
—¿Pero qué carajos?
—¡Doctor Kim! Al fin nos vemos de nuevo. —Genial, el niño ese que se creía ¿Cómo era que se llamaba ese personaje?
—Rock Lee.
—¿Eh? —Miro hacía arriba guardando silencio como si pensará en algo pero ¿Realmente pensaba? No lo creó. —¿Habla del personaje del anime, Naruto?
—Supongo. —Levante mis hombros restándole importancia, recogí con pereza las hojas esparcidas en el piso tratando de regresarlas a su original órden.
—¿Por qué lo menciona? ¿Se va a disfrazar se él?
—¿Disfraz?
Aperche la hojas para meterlas nuevamente en la carpeta, guardando mi mano en el bolsillo de mi pantalón espere que él continuará hablando.
—Es Halloween doctor, pero si piensa disfrazarse pido ser yo Rock Lee y usted sea Guy Sensei ¡Seremos el dúo dinámico!
Levanté mi ceja viéndolo con total confusión, su pose había sido tan extraña que me causo escalofríos. Decidí por ignorar su pose de ¿Sailor moon?
—No gracias, paso.
—O ¿Debería ser mejor Kakashi sensei?
—No, no me voy a disfrazar de nadie así que olvídalo y déjame en paz niño.
—Uhh no sea así doctor Kim, seriamos amirivales. —Corrio hasta cubrir mi paso y levantar su pulgar cerca de mi nariz.
—Sólo en tus sueños.
Llegué hasta el ascensor presionando el botón, esperando una vez más que las puertas se abrieran. Golpeaba mi pie contra el piso a un ritmo que sólo podía escuchar en mi cabeza.
—¡De Itachi entonces! Yo podría ser Sasuke, entonces usaríamos el Sharingan para atrapar a los pacientes en un genjutsu ¿No cree?
—Nunca.
—¿Sakura e Ino? —Las puertas se abrieron y yo fui el primero en entrar, el chico me veía curioso por lo que negué únicamente. —¡Ya se! Usted puede ser Deidara y yo Tobi.
—No.
—¡¿Por queeeeeee?! Es el disfraz, la combinación perfecta.
—No, ahora déjame en paz. —Saqué el bolígrafo de mi bata comenzando a jugarlo, intentaba concentrarme en el relajante sonido.
«Clic, clic»
—¿Qué le parece de Kiba y Akamaru? Pero cuando usan el jutsu de la bestia.
«Clic, clic»
¿Está maldita cosa por qué iba mas lenta que nunca? Veía como los malditos números pasaban con toda la paciencia de mi abuela, aunque ella seguramente era más rápida que está estúpida cosa.
«Clic, clic»
—Entonces usted de Orochimaru sama y yo de Kabuto.
—Ya se de que podrías disfrazarte.
—¿De quién?
—Del señor invisible mudo. —Él guardo silencio ¡Por fin! Creo que había entendido por fin... Pero creí mal.
—¡Suena genial! Intentaré buscar el disfraz.
Las puertas del ascensor se abrieron y el primero en salir fue él, se le veía tan animado, me regaló una gran sonrisa que parecía aterradora.
—¿Qué me ves remolacha?
—Es el mejor hyung, nos vemos luego o tal vez usted no pueda hacerlo.
Salió corriendo nuevamente con los brazos extendidos hacia atrás cómo la última vez, realmente era un chico completamente extraño.
—Niño raro.
Los pasillos estaban decorados con diferentes cosas, murciélagos colgados, fantasmas en las puertas, calabazas en las ventanas y brujas, bueno eso ya eran las enfermeras del lugar.
Busqué la habitación que me interesaba, al estar frente a ella toque tres veces y abrí.
—¿Mh? ¿Quién es usted?
—¿Tu doctor? —Él me veía de pies a cabeza y viceversa, llevó su dedo indice a sus labios dando pequeños golpecitos en ellos mientras parecía pensar en algo.
—No recuerdo haberlo visto antes, doctor.
—Ah... Entiendo.
Rodeé mis ojos mientras tomaba asiento en la silla de la habitación apuntando nuevamente los detalles requeridos para cada ocasión.
—¿Qué entendió? —Camino despacio hasta subirse a su cama y morder su dedo como un niño nervioso, en su cabeza llevaba una boina roja.
—Bonita boina.
—Oh gracias... Muy amable. —Sonrió cortésmente sin quitarme la mirada de encima. —Pero no ha respondido mi atención.
—¿Por qué no comenzamos por presentarnos? Dime, hoy ¿Quién eres?
—¿Qué quién soy? Bueno eso depende.
—¿De qué? —Mi pulgar golpeaba cruelmente el bolígrafo.
«Clic, clic»
Fruncí mi ceño al no tener reacción, él parecía estar sereno, me observaba curioso, sus hombros estaban relajados.
—¿No te molesta?
—¿Qué cosa?
«Clic»
—¿Qué haga eso? —Negó dándome otra sonrisa, ésto era muy diferente a las otras dos ocasiones anteriores.
—Para nada, y ¿Cuál es su nombre doctor?
—Kim Seokjin ¿Y el tuyo? No me has dicho o ¿Debería llamarte Taehyung?
—V.
—¿Vante? Oh, eres tú nuevamente.
—No, no, sólo V. Así me llamo. —Con sus dedos formó una v y la coloco en su rostro dejando su ojo en medio del espacio de sus dedos.
—¿Ese no es más un apodo?
—No le de tantas vueltas al asunto doctor, sólo llámeme V. —Salto de la cama para ponerse de pie y caminar hasta la ventana.
«Clic, clic»
—Entonces V. —Él asintió sin voltear a verme ni siquiera un segundo. —¿Puedo preguntar algo?
—Claro doctor. Pero ¿Podría hacerme un favor?
«Clic, clic»
—¿Cuál?
—¿Puede sacarme de aquí?
Volteó a verme con una mirada tan triste, sus ojos estaban cristalizados, parecía que podría llorar en cualquier momento. Acariciaba sus brazos tratando de darse una clase de consuelo a él mismo.
—¿A dónde quieres ir?
—A casa.
«Clic, clic»
Parecía cómo un ave en cautiverio, atrapado en una jaula fría, llena de soledad. Justo ahora se veía cómo alguien normal, si no cambiará de personalidad y no estuviera amenazando a cualquier, tal vez hubiese salido de aquí hace mucho.
—¿Responderás mi pregunta si logró, tan siquiera sacarte sólo hoy?
—Lo prometo.
«Clic»
Ojalá pudiera abrir la pequeña puerta de esa jaula y dejarlo volar libremente, dejarlo extender sus alas y ser libre...
La sonrisa que tuvo cuándo el aire pego en su rostro y sus pies pisaron fuera deas puertas de aquella clínica...
Si tan sólo nunca hubiera regresado a ese sitio, todo fue mi culpa al final, sus alas fueron cortadas por completo.
—Wou ¿Hace cuánto no siento esté sentimiento de libertad?
—Recuerda, tenemos tiempo límite ¿Bien?
Asintió sin protestar, su mano izquierda iba esposada a mi mano derecha, el hospital quiso tomar sus medidas de seguridad al hacer eso y mandar un guardián siguiendo nuestros pasos.
—¿Por qué lloras V?
—Solamente extrañaba ésto, sentirme libre, sentirme bien.
—¿A dónde quieres ir? Tu casa queda muy lejos, precisamente en Corea del Sur.
—Lo sé, sólo ¿Podríamos caminar doctor? —Asentí viendo su sonrisa, era algo triste y hermoso a la vez, su sonrisa derrochaba tristeza y amargura pero era tan sincera a la vez.
Podía considerarla la más hermosa, él era alguien impredecible y de alguna forma eso me gustaba de él, era tan diferente pero a la vez era alguien simple, a veces era un libro abierto y otras veces era cómo si quisiera ocultar el mayor secreto del universo.
Era Halloween y por obvias razones, se podía ver correr niños con diferentes disfraces, adolescentes haciendo una que otra de sus bromas, ibamos a un ritmo lento por alguna razón quería que ésto durará lo más posible.
—¿Puedo preguntar?
—Claro, prometí responder ¿No?
—Si. —Guardé silencio unos minutos formulando la pregunta de manera correcta, él estaba tan entretenido observando el alrededor qué ni siquiera se había dado cuenta que llevaba 10 minutos observándolo.
Su perfil era hermoso, debía admitirlo, tenía rasgos nunca antes vistos, todo en un perfecto ángulo. Parecía estar sumergido tanto en sus pensamientos ¿Qué tanto pensaba?
—¿Por qué no te gusta que te llamé Taehyung?
—¿Por qué lo dice doctor?
—Tae y Vante odian ese nombre ¿Por qué? —Levanto sus hombros restándole importancia a mi pregunta, ni siquiera se que fue lo que vió pero dio tirón a mi mano comenzando a correr hasta llegar a un árbol.
—¿Ha jugado dulce o truco? —Negué despacio mientras lo veía escondido detrás del árbol.
Observando cómo los niños iban en grupo a tocar puertas gritando el típico «Dulce o truco» llevé mi atención de nuevo a su perfil, su rostro expresaba nostalgia, y ternura por los niños.
—No respondiste a mi pregunta.
—Taehyung es alguien que no nos gusta, él hizo cosas muy malas.
—¿Cómo cuáles?
—Se portó mal... —Volteó su cuerpo para apoyar su espalda en la madera del árbol. —Por él... Nos cortaron las alas a todos.
—¿Eres consciente de qué existen múltiples personalidades en tu mente? —Él asintio comenzando a maltratar sus labios.
—En total son 7, pero Taehyung es el original.
—¿Lo odias? —Nego viendo sus dedos ahora manchados de su sangre, lamió sus labios quitando la mancha roja.
—No, porque si él no existiera ninguno de nosotros existiría.
—¿Entonces por qué Tae y Vante reaccionaron mal?
—Ellos no aceptan que son sólo parte de la imaginación. —Volvió a girar para seguir viendo a los niños, el guardián nos veía de una distancia prudente, en parte le agradecía eso.
—¿Y tú?
—Se qué algún día dejaré de existir ¡Oh! Es nuestra oportunidad doctor.
—¿De qué hablas? —Volvio a jalar de mi mano cuándo sus pies empezaron a correr, brincó una cerca que no vi venir y choqué, jalando así a V tirándolo al suelo.
—¿Pero qué... ¡Doctor!
—¿Estás idiota? No puedes hacer eso, te recuerdo que estamos unidos. —Jale de su brazo para levantarlo y cruzar la cerca con un poco de torpeza.
Acaricié mi abdomen tratando de quitar ese hormigueo por el golpe contra la madera que recibí, él parecía divertirse con todo eso porque no paraba de reír, recogió la boina y la colocó sin importarle esta vez no acomodar bien su cabello.
—Muy gracioso ¿No?
—Jajaja lo siento doctor, es que hace mucho que no estaba afuera y ver esa linda ardilla me emocionó.
—¿Todo fue por una ardilla? —Caminando despacio empezó a buscar supongo a esa ardilla, él era alguien impredecible.
Siempre había algo diferente en cada uno, pero a la vez tenían un parecido. Solté una sonrisa mientras lo observaba en silenció, no sé pero no era del todo desagradable estar con él.
Hace mucho qué no me sentía cómodo con alguien, hace mucho que una persona no llamaba mi atención y sentía una gran calma estando con alguien.
—V.
—¿Mh? ¿Qué pasa doctor?
—¿Qué cosas malas hizo Taehyung? —Se levantó del césped anaranjado, sacudió su pantalón blanco, el cuál antes estaba con el color impecable pero ahora sus rodillas estaban manchadas por tierra.
—No puedo decirle.
—Pero prometiste responder...
—Dijo a su pregunta, eso significa una. —Señalo con su dedo índice mi nariz, v se había presentado ser el más calmado hasta ahora.
—Tramposo. —Sujete su dedo acercando un poco mi rostro al de él, sonreí un poco presumido creyendo que él se pondría nervioso o tímido pero por el contrario acerco su rostro dejando que nuestras narices chocarán y compartimos casi la misma respiración.
—No soy el indicado para decirle, pregúntele a Taehyung.
—Dijeron que nadie lo conoce, que nunca ha salido.
—Tenga por seguro que lo va a conocer.
Sus palabras fueron tan seguras, no hubo ni una pizca de duda. Dejó un beso en mi mejilla dando una delicada caricia sobre ella. Sus mejillas se pintaron de un leve palo rosa.
—¿Qué, qué hiciste?
—Por favor doctor, no me olvidé ¿Si?
—No lo haré. —No entendí porque hice eso, ni supe que me había empujado hacerlo, pero cuándo mis labios tocaron el dorso de su mano.
Sentí un cosquilleo en mi pecho.
—¿No crees que son demasiados dulces?
—Puedo compartirlos con los demás pacientes, y con usted doctor.
Dejo un puño de caramelos en mi mano derecha, ya que la bolsa la tenía en su lado derecho, habían muchos, bolitas de chocolate, besos de dulce, dientes de malvavisco, ojos de chicle con relleno de jalea.
Tomé la paleta de limón y la llevé a mi boca para morder el dulce, no me gustaba chupar los dulces, prefería morderlos y sentir el picor de ellos.
—¿Puedo preguntarle algo doctor?
—Dime.
Estábamos sentados en una banca, no habíamos hecho tanto durante el día, tan sólo estuvimos caminando entre calles abiertas manteniendo una conversación tranquila, pero algo diferente hubo entre nosotros.
Él se lastimó los labios sólo una vez en el día, no había reaccionado mal cuándo lo llame por «Taehyung» al contrario, había actuado tan tranquilo y hasta dijo que sabía sobre las demas personalidades.
Y yo, no había tenido la necesidad de jugar con mi bolígrafo, hace tantos años que lo hacía que hoy el no tener la necesidad de hacerlo había sido un poco extraño pero sé sintio bien.
—¿Por qué es así?
—¿Cómo? No entiendo.
—Dice ser alguien frío, pero conmigo es amable, cómo nunca nadie lo fue.
—Tú anterior doctor ¿Te hizo daño?
—Comenzó con Tae, luego con Vante... Y su última víctima fui yo... Taehyung nunca salió, él se quedo escondido desde los 12, luego salió a los 17, desde entonces...
—¿Las otras personalidades?
Metió un chocolate en forma de bruja a su boca, sus mejillas se inflaron mientras cerraba los ojos disfrutando de su golosina.
—Ese doctor no pudo hacerles nada, ni siquiera los conoció, porque entonces vino usted.
—¿Entonces cómo saben el número de tus personalidades?
—El primer doctor que tuvimos, él nos descubrió. Pero por una extraña razón fue removido de mi caso.
Dio un pequeño temblor en su cuerpo, la temperatura iba bajando, ahora se podía sentir el viento del atardecer. Estornudo de manera escandalosa y nada discreta.
—Salud.
—Gracias, parece que el aire de la tarde me afectó. El aire acondicionado no es lo mismo que el de un parque.
Volvió a estornudar y tratar de abrazar su cuerpo pero las esposas le recordo que estaba con mi brazo también y sería incómodo así que solo acarició su brazo con su mano libre.
—¿Entonces... Crees qué te vuelva a ver?
—Tal vez si... Tal vez no.
—¿Qué significa eso? —Volteó a verme dándome una pequeña sonrisa.
No entendía porque sentía una terrible tristeza por él, sentía cómo si por alguna razón está sería la primera y última que tendría contacto con él.
Aunque era estúpido ya que él, su cuerpo, su rostro seguirá ahí. Aunque era la misma persona aún así, a la vez era alguien diferente. Él seguirá ahí pero quizás nunca más saldría.
—V.
—¿Mh?
—¿Te gustaría ser libre por una vez?
—¿Eh? —Su rostro fue de total confusión pero en sus ojos se veía la emoción, la esperanza.
Saqué de mi bata la pequeña llave y tomé su mano para quitar el grillete, me vió confundido, aún sin creelo supongo.
—¿Doctor?
—Se libre V.
Sus ojos se cristalizaron, podía ver cómo su rostro se ilumino y no porque el sol estuviera pegando en su rostro, ese brillo era de él. Se lanzó contra mi cuerpo para abrazarme mientras tenía una gran sonrisa en su rostro.
Cuándo se separó pegó suavemente sus labios contra los míos, no fue un movimiento forzado al contrario fue un toque suave y dulce. Sentí lo salado de sus lágrimas en mis labios viendo cómo sus pestañas brillaban por las lágrimas.
Acarició mis mejillas con dulzura estremeciendome, era alguien muy hermoso, podía ver mi reflejo en sus ojos. Ni siquiera reclamé por el beso, ni por violar mi espació.
—Gracias Jin... Gracias.
—¿Estás bien?
—Si, hace mucho no corría así.
Había anochecido, aún se podían ver niños tocando las puertas de las casas. Teníamos una hora de estar así, con V recostado en mi regazo y yo dejando caricias en su cabello.
Al principio el guardia que iba con nosotros se había alarmado porque lo solté, pero se tranquilizó cuándo lo encontró cerca de nosotros. Corrió en círculos, se subió a unos árboles intentando alcanzar un gato.
Cuándo se agotó regresó a la banca dejándose caer en mi regazo, sólo era un niño queriendo ser libre, y ojalá lo hubiese dejado en total libertad. Ni siquiera sabía cuánto me iba arrepentir tiempo después el haberlo regresado al hospital.
—Perdón que los interrumpa, pero ya es hora de regresar doctor Kim.
—De acuerdo. Vamos V.
—Espere, tenga ésto. —Puso su boina en mi cabeza tomándome por sorpresa.
—¿Y ésto?
—No me olvidé por favor, tampoco olvidé esté día ¿Si? —Sus palabras sonaban tan tristes.
—¿A caso no te volveré a ver?
—Cuándo conozca a Taehyung, por favor... No lo abandoné, él no es malo, esta asustado pero todos creen que él es malo.
—¿Por eso odian su nombre?
—Si, saben que en cuánto Taehyung despierte... Ellos van a desaparecer.
—¿Cómo lo sabes?
—Sólo escuché su historia.
Me dio su mano para que volviera a colocar la esposa. Di una palmada en su cabeza viendo cómo encogía su cuerpo, quizás en su pasado lo lastimaron pero yo no iba hacerlo, lucharía para sacarlo de este horrible lugar y darle una vida normal.
Le devolvería sus alas.
—Hasta pronto, V.
«Cada hombre tiene sus locuras, y muchas veces son lo más interesante que tiene.»
—Josh Billings.
Dedicado a MorJinCrow 💜
Tal vez ni te esperabas o tal vez si ✌♥ espero te guste Maya.
—Autorina.
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Quedan sólo 4 personalidades que descubrir, está historia es corta por lo que no falta mucho para terminar. Si me tardo en actualizarla es porque me tomó mi tiempo en escribir además también debo en enfocarme en Nuestro Destino Rojo y
From: Min YoonGi.
Publicado:
31/10/2019
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