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Kihyun se despertó con el alba tocando a su ventana, esparciendo poco a poco su luz matinal por la estancia. 

Hubiera sido otra de las tantas mañanas felices que había tenido desde hace algunos años sino fuera porque el lado izquierdo de la cama se encontraba vacío. 

La cama se sentía demasiado grande y fría sin un cuerpo extra, cálido y reconfortante. 

Realmente extrañaba amanecer con su otra mitad a su lado, acurrucados y respirando al unísono, pero eso no había sido posible desde hace algunas semanas. 

Estiró sus extremidades aún estando acostado y dio un largo suspiro. 

Tenía que apurarse porque dentro de poco tendría que salir de la casa. 

Se calzó sus pantuflas y fue al baño a lavarse los dientes y aprovechar para bañarse. De allí dirigió sus pasos hacia la cocina y abrió el refrigerador. Soltó un resoplido al verlo casi vacío por falta de atención en las compras.

Tendría que resolver eso en los próximos días.

Se preparó algo sencillo y al término de su comida metió en su maleta lo que hacía falta para su viaje.

Mientras se subía al carro y arrancaba el motor, no pudo evitar recordar lo que había pasado el día del accidente, ese accidente fatal que lo había dejado con un hueco en el corazón del que apenas se iba recuperando. 

Semanas atrás 

La noticia le cayó a Kihyun como balde de agua fría y por un momento sintió cómo todo giraba a su alrededor y no podía mantenerse en pie. 

El Sr. Im tuvo que ayudarlo a sentarse mientras Chagmin, el niño que había ido en su bicicleta a darle el recado, seguía contando lo que sabía del suceso. 

—El señor Hyunjoo y el señor Jooheon se han encargado de llevarlo y me mandaron a avisarle a usted. 

—Debo ir... —volvió a pararse, pero el Sr. Taeho impidió que siguiera caminando.

—No puedes manejar en estas condiciones hasta allí, Kihyun. Es peligroso... 

Su voz fue ahogada por el ruido ensordecedor de unas ruedas de carro. Se iba acercando por la vereda un carro a toda velocidad. Derrapó un poco al estacionarse cerca de ellos.

Era Minhyuk con la camioneta jeep de su pareja. Bajó a prisa. Tenía el rostro desencajado y un rictus serio.

—¿Ya sabes lo que pasó? —ante el gesto afirmativo de su primo, tomó aire y continuó hablando—. Jooheon me ha dejado el carro. Vamos, yo te voy a llevar. 

Se despidieron del niño Changmin y del Sr. Im, y partieron de inmediato al hospital que estaba un poco retirado de allí. No hablaron durante el camino y se limitaron a escuchar la radio.

Nada más pisar el edificio, se dirigieron a la recepción para preguntar por Hyunwoo. 

En esos momentos estaban el tío Hyunjoo y Jooheon hablando con el doctor y se acercaron para escuchar lo que decía. 

—...tuvo un leve golpe en la pierna que no es de peligro, pero, desafortunadamente, se fracturó el brazo izquierdo al momento de caer de la montura...

—¿Es algo de gravedad? —preguntó Kihyun con ansiedad. 

—Necesitará una cirugía de inmediato —respondió el médico al notar su presencia. 

—Haga lo que tenga que hacer en este caso, doctor. ¿Podemos pasar a verlo antes de eso? 

—No, lo harán al término de la cirugía. Enseguida vendrá una enfermera para que firmen la autorización. Con permiso,voy a prepararme para entrar en el quirófano. 

Mientras el doctor se retiraba, llegó hasta ellos una enfermera que los miró atentamente. 

—¿Alguien de ustedes es el guardián del Sr. Son Hyunwoo, un familiar que pueda firmar el permiso para la cirugía? —preguntó con amabilidad—. ¿Padres, esposa, hermanos...?

Kihyun dio un paso adelante en automático. 

—Yo. Yo soy su pareja. Dime qué es lo que debo firmar. 

—Lo siento, señor, pero... —la joven enfermera parecía realmente incómoda—, debe ser su pareja legal para poder firmar, ya sabe... 

—Yo soy prácticamente el esposo. No sé por qué me negarían hacerme cargo de sus asuntos... 

—Lo siento, señor —sus labios se contrajeron en una mueca extraña—, ésas son las políticas del hospital y debo seguirlas. 

Kihyun estuvo a punto de replicar y ponerse a reclamarle por no permitirle firmar, pero Minhyuk lo tomó suavemente del brazo diciéndole "tranquilo, Kihyun", a lo que aquél replicó de inmediato, "¿cómo me pides que esté tranquilo en esta situación? Me están impidiendo hacerme cargo de mi pareja". 

—Yo firmaré, Kihyun —intervino el Sr. Hyunjoo con voz de trueno. Debían actuar rápido—. Soy su tío. ¿Con eso basta? 

La enfermera pareció agradecer la intervención del señor Son y volteó a verlo. 

—Sí, usted puede firmar en este caso. Sígame, por favor, para que le dé la hoja. 

Mientras los dos se retiraban por el pasillo, Kihyun seguía refunfuñando y maldijo las políticas de ese hospital privado.

Los minutos pasaron y no se pudo contener.

En un impulso salió a la calle en busca de una tienda y compró una cajetilla de cigarros. 

Necesitaba calmar sus nervios y lo único que podía remediarlo era la nicotina. 

Pagó en caja y salió a la calle llevando la cajetilla. Se quedó parado afuera del local y en eso sus pensamientos se dispararon, llenándolo de culpa y temor. 

Pensó en Hyunwoo. 

¿Qué diablos estaba pensando hacer? Reacciona, Kihyun, se dijo a sí mismo. 

¿Tanto esfuerzo para nada? No iba a echar por la borda sus años sin tocar los cigarros. 

Sería una decepción para Hyunwoo y para sí mismo. 

Estrujó el empaque entre sus manos y lo lanzó al primer bote de basura que encontró. Se retiró de allí a paso rápido y pronto estuvo de vuelta esperando a que la cirugía terminara y que por fin pudiera pasar a ver a su pareja. Tanto Kihyun como Jooheon, Minhyuk y el tío Hyunjoo se quedaron en la sala de espera y Minhyuk se encargó de contestar las llamadas de los demás familiares que deseaban saber el estado de Hyunwoo.

Esas horas de espera fueron un suplicio que terminaron cuando el doctor les avisó el éxito de la cirugía y el permiso que tenían para pasar a verlo.

Él fue el primero en entrar.

Hyunwoo estaba despierto y su brazo enseyado lo mantenía recargado contra su pecho. Sus cabellos estaban desordenados y emitió una débil sonrisa al ver a su pareja.

Kihyun se acercó a abrazarlo, cuidando de no lastimarlo y el alivio que sintió fue inmenso. La palabras se le quedaron atascadas en la garganta y prefirió seguir sosteniéndolo así por varios minutos.

—Perdí el anillo, Kihyun —murmuró Hyunwoo al separarse del cuerpo de aquél.

Había sido durante la caída, no lo recordaba bien.

—No te preocupes por eso —le respondió acariciando sus mechones de cabello, acomodándolos—. Podremos comprar unos nuevos para nuestro próximo aniversario. Lo importante es que te tengo, que no pasó a mayores...

Tenía los ojos vidriosos y un nudo en la garganta por la emoción de hablar de nuevo con Hyunwoo.

—Serán unos anillos mucho mejores.

—Sí, los encogeremos los dos.

Estuvieron conversando un poco más y salió a relucir el tema del caballo.

—Venderás ese caballo, Hyunwoo —soltó al recordar la causa de que él estuviera así.

—Fue un accidente —trataba de explicarle—. El caballo no pudo frenar en el suelo lodoso y se encabritó. No lo pude controlar. No tenemos por qué...

—Lo tendrás que vender porque no pienso permitirte subirte a uno, por lo menos no tan pronto...

—Está bien —soltó un suspiro—. Veré que el Sr. Taeho me ayude con eso.

—Bien —le plantó un beso en la frente—. Vinieron más familiares a verte. Salieron de Hannamri en cuanto supieron lo que había pasado.

—¿Podremos irnos pronto a casa?

—Depende de lo que diga el doctor, pero probablemente tengas que quedarte aquí otros días más para recuperarte.

Ahora se dirigía al hospital de Saepyeon para estar al lado de Hyunwoo. Se había pasado los últimos días allí, sin tener la intención de retirarse más que para ir a traer nuevas mudas de ropa, asearse y regresar deprisa al hospital. 

No le gustaba la idea de quedarse en Hannamri sabiendo que su pareja no estaría alrededor, por lo que Minhyuk y Jooheon casi lo tuvieron que obligar para que fuera a descansar por unos días mientras ellos cuidaban a Hyunwoo. 

Dejó a Hyunki al cuidado del tío Hoho, por lo que se la pasó solo en la casa, pero regresaría acompañado.

Entró a la habitación luego de tocar suavemente sobre su superficie.

Hyunwoo ya estaba preparado, vestido con ropa civil, una mochila a su lado y uno muleta para ayudarse a caminar hasta el carro.

—¿Listo para regresar a casa?  —Kihyun le sonrió ampliamente y Hyunwoo le correspondió con una sonrisa ligera.

—Sí, ya no aguantaba estar con esa bata.

Ese día lo daban de alta y podría seguir recuperándose en su hogar. 

Todos sus familiares habían rayado la escayola del brazo con distintos mensajes de ánimos. "Recupérate pronto, tío Nunu,"nos debes una salida al río", "te extrañamos", "te queremos"... 

Fue así como los dos regresaron a Hannamri. Los primeros días fueron difíciles, con los dos tratando de adaptarse a los cambios.

En ese lapso en el hospital, Hyunwoo había bajado de peso y se veía débil. Su ánimo, por lo regular optimista y tranquilo, se había visto alterado por estar tanto tiempo inactivo. 

Kihyun se hizo cargo de su recuperación. Le hicieron la sugerencia de que contratara a una enfermera que le ayudara, pero él se rehusó. Era capaz de hacerlo.

Los familiares desfilaron por la casa, visitándolo constantemente para estar al tanto de su mejoría.

Su nueva rutina continuó.

—Cierra los ojos —le decía cuando lo ayudaba a bañarse y debía quitarle el champú del cabello.

Se tardaban bastante en el baño, pero Kihyun se aseguraba de que quedara bien aseado.

—Me siento un inútil en este estado —decía Hyunwoo alicaído—. Nada más estoy atrasando tu trabajo en tu negocio. 

Kihyun sabía que diría algo así. Sabía que Hyunwoo no estaba acostumbrado a estar tanto tiempo quieto. Descansaba cuando debía hacerlo, muchas veces obligado por Kihyun y su eterna preocupación de que no se excediera. 

Siempre estaba haciendo algo, ya sea trabajando en el campo o en el establo, arreglando algún desperfecto en la casa, revisando que el carro estuviera en óptimas condiciones, cortando leña y haciendo pan, dándole indicaciones a sus trabajadores para que arrancasen los rastrojos y sembraran lo del mes... 

Verse en ese estado lo desanimada y Kihyun había decidido ser fuerte para no dejarse vencer. Lo peor ya había pasado y debía enfocarse en su recuperación total. 

La hora de la comida era otro momento en el que se notaba el decaimiento de Hyunwoo.

—No digas eso, amor. Tómalo como un pequeño receso de nuestras actividades. Cuando te recuperes totalmente podremos reanudar nuestros trabajos. El tío Hyunjoo se está encargando de los terrenos y los trabajadores están ayudando mucho. 

—Si no estuviera en este estado, podríamos estar haciendo tantas cosas. Me frustra saber que no podré hacerte nada en los próximos días —era claro que tenía sus prioridades bien marcadas. 

—¿Eso es lo que te preocupa? —preguntó con incredulidad y una pequeña sonrisa asomó a sus labios.—Tú no, pero yo a ti sí —movió su mano hasta tocar el bulto de la entrepierna de Hyunwoo, haciéndole una sutil caricia, y alzó una ceja para enfatizar sus intenciones—. Vamos a disfrutar estos días juntos. Ya lo verás. 

Hyunwoo soltó una risa. Al parecer eso le había subido los ánimos y le hizo un gesto para que se acercara a darle un beso corto. 

—Me alegra tenerte otra vez en casa. 

—No sabes cuánto entrañaba tu comida. La sopa del hospital es muy insípida —hizo un mohín de desagrado.

—Tienes suerte de probar mis nuevos platillos. Sigue comiendo. Anda, di ¡aaah! 

Aunque la recuperación fuera paulatina, Hyunwoo tenía motivos para seguir yendo al médico para saber su progreso.

Tener el apoyo de Kihyun fue una parte primordial del proceso de recuperación.

Sabía que estaría para él en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad. Kihyun lo hacía porque le importaba, porque lo amaba.

Los dos esperaban el día en que pudieran ir poco a poco reincorporándose a sus trabajos, de continuar el día a día de su vida...

¦B&N*15/01/21¦

Hola!
Luego de una semana ajetreada, por fin pude darme un tiempo de publicar esto 💛. Ya falta menos.

#HBDHyungwon 🐢