24.Lindo capullo de alelí
❦ ˚ · ⚘
· •. ⸙ . • ·
•. ☼
༄ · . ·
☁
❀˚ · . ♡
❦ ˚ · ⚘
· •. ⸙ . • ·
•. ☼
༄ · . ·
☁
❀˚ · . ♡
❦ ˚ · ⚘
Fue a mediados de abril cuando Kihyun empezó a notar algunos cambios sutiles en el comportamiento de Hyunwoo. Al principio no fue tan obvio, pero luego fue percibiendo ciertos detalles que lo dejaron receloso, pensando una y otra vez en los posibles motivos. Ahora ya estaban a mayo, ya había iniciado la primavera y Kihyun no había dejado de pensar en todo lo que probablemente estaba escondiendo su pareja.
—Hyunwoo ha estado actuando raro —le comentó Kihyun a Minhyuk en el estudio fotográfico.
Estaban sentados en el escritorio sin nada que hacer porque no había clientes en ese momento. Creyó mejor hablar con su primo sobre sus sospechas.
—Eso es lo normal, ¿no? Él es raro —recalcó Minhyuk despreocupadamente, sin dejar de escribir en su celular, por lo que recibió un codazo en el hombro de parte de su primo—. Ya, ya —dejó de observar su aparato para prestarle atención—, ¿qué te hace pensar eso?
—Desde hace algunos días ha llegado a casa cuando el sol ya se ha puesto, más tarde de lo normal. Se pone nervioso cuando le pregunto cómo le fue en la siembra y cambia inmediatamente el tema de conversación. Una vez lo vi hablando por teléfono y cortó rápidamente la llamada cuando se percató de que estaba cerca de él. Se encierra en su estudio y lo deja bajo llave cuando no está en casa...
—¿Le has preguntado directamente sobre esto que me estás diciendo?
—No, pero sé que algo le pasa, algo oculta. Es... intuición. Lo peor es que... hace dos días lo vi saliendo de la florería "Byun" junto al dueño y estaba platicando muy cómodamente con él.
—¿Y? ¿Acaso no te acercaste?
—No... los vi de lejos.
—¿Los estuviste espiando? —le preguntó con incredulidad, sin creer que su primo fuera capaz de eso.
—Sólo por unos minutos... —contestó sintiéndose culpable—, y creo que fue mala idea porque no he dejado de pensar en eso... La imagen se repite en bucle en mi mente y me odio por tan sólo pensar en que... —se mordió el labio inferior para reprimir lo que estaba a punto de decir.
—¿En serio crees que haya algo entre ellos? Puede que haya sido sólo un encuentro casual.
—No lo sé. En verdad he estado hecho un lío tratando de buscarle una razón lógica al comportamiento de Hyunwoo.
Minhyuk suspiró con pesadez mientras pasaba sus delgados dedos sobre su rubia cabellera y le habló con la mayor seriedad y honestidad posible.
—Kiki, te agradezco que confíes lo suficientemente en mí como para contarme esto, pero que lo estés haciendo demuestra tu inseguridad. Temes encontrarte con una respuesta que no quieres. Lo que te aconsejo es que hables con él antes de que continúes con tus suposiciones. Acuérdate, si quieres que ese huevo se cosa revuelto y no estrellado...
—...es mejor hablar antes de cocinarlo —completó al final. Frase icónica de la abuela.
—Son adultos y están en una relación seria, por lo que la confianza y sinceridad no debe de faltar.
—¿Y si sigue evadiendo el tema? —cuestionó con ansiedad.
—Está en ti confiar en él, pero creo que Hyunwoo no te engañaría. ¿Tú crees que lo haría?
Minhyuk tenía razón. Sabía que habría un buen motivo para su comportamiento, era cuestión de no dejar que la comunicación entre ellos se perdiera. Esa misma tarde hablaría con Hyunwoo para quitarse esa mala sensación que no lo dejaba en paz.
Decidió tomarse un receso a eso de las dos y media, e ir a dejarle al Sr. Cha las fotos del bautizo de su hijo. Fue a pie y al doblar una esquina pudo reconocer cerca de allí la silueta de Hyunwoo y la de otra persona, el dueño de la florería "Byun".
Los dos estaban parados de espalda afuera del negocio, hablando amenamente. Y allí estaba Kihyun, escuchando conversaciones ajenas.
Por más que pensaba en moverse, en salir, su cuerpo no reaccionaba y se quedó petrificado en su lugar escuchando lo que estaban diciendo aquellos dos.
—¿Se lo vas a contar pronto?
—Sí, no puedo esperar a decírselo.
—Me cuentas después cuál es su reacción.
—Te mandaré un mensaje.
No pudo soportarlo más. Salió de su escondite y se dirigió hacia ellos con resolución. Nunca antes había sentido ese impulso de dejar en claro a otros que él era SU pareja, SU media naranja, SU capullito. Esa vena posesiva nunca se había manifestado con tanta intensidad como en ese momento.
—Hola, Kiki, ¿qué haces por aquí? —exclamó Hyunwoo al verlo plantarse a su lado.
—Hola —intentó sonar casual—, voy a dejar estas fotos al Sr. Cha, ¿y tú? Pensé que estarías trabajando con el tío Hyunjoo.
—Iba... iba hacia allá —balbuceó—, sólo que me paré a platicar con —volteó a ver al otro joven que se había mantenido al margen de su conversación, viéndolos con interés—. Déjame presentarte a Byun Baekhyun, el dueño de la florería. Byun, él es...
—Yoo Kihyun —se presentó a sí mismo mientras se sostenía firmemente del brazo de Hyunwoo, lo más cerca que pudo—. Su pareja.
—Mucho gusto —sonrió el joven haciendo una breve reverencia y Kihyun tuvo que reconocer que tenía una bella sonrisa, y sintió unos horribles retortijones en el estómago—, Hyunwoo me ha hablado mucho de ti...
—Claro —se dirigió a su novio—. ¿Me acompañas a comer? —casi rechinó los dientes y Hyunwoo se quedó muy confundido.
—¿No que ibas a dejar las fotos al Sr. Cha?
—Lo haré después —esbozó una sonrisa ensayada—. Me dieron ganas de comer. Vamos.
—Por supuesto. ¿Gustas acompañarnos, Byun?
—No, no —respondió de inmediato, notando la actitud de Kihyun—, yo tengo un asunto que arreglar con un cliente.
—Oh, "ese cliente" —comentó Hyunwoo enigmáticamente, haciendo que el Sr. Byun se sonrojara ligeramente mientras asentía con la cabeza—. Nos vemos, entonces.
—Que disfruten su comida.
El tal Baekhyun volvió a entrar a su tienda mientras la pareja se subía a la bicicleta de Hyunwoo y emprendían la marcha hacia el restaurante "Moon". Kihyun decidió hablar de una vez porque no podía evitar sentirse mal luego de ese encuentro.
—Nunu, desde hace algunos días te he notado esquivo, como si tuvieras un secreto que no quieres que yo conozca. ¿Acaso piensas decírmelo?
—¿A qué te refieres? No sé de qué... —trató de negar tratando de no distraerse de manejar la bicicleta.
—Vamos, creo que por lo menos merezco que seas honesto conmigo.
Estas palabras calaron profundamente en Hyunwoo, por lo que dejó de pedalear y le pidió bajarse para hablar a orillas de la calle.
—Me conoces tan bien, siempre lo he dicho. Pensé en esperar un poco más y éste no es el lugar adecuado —estaban parados cerca de un muro de piedras, con la poca sombra que daban unas ramas de bugambilias—, pero... creo que ya es hora de que lo sepas. La verdad es que... sí, te he estado ocultando algo desde hace algunas semanas.
Kihyun se puso pálido y su pulso se aceleró. Su peor pesadilla se estaba haciendo realidad.
—Así que no estaba equivocado —susurró con la garganta reseca.
—¡Pero te aseguro que no es nada malo! —se apresuró a decir con ahínco al ver el semblante triste de su novio—. Créeme, nunca te escondería algo con la intención de lastimarte.
—¿Entonces qué es?
Hyunwoo suspiró con pesadez porque pensó que tendría por lo menos otros dos días más para seguir con su plan. Habría un cambio a última hora.
—Es mejor que te enseñe el por qué he estado llegando más tarde a la casa. Vamos —le ofreció la mano para ayudarlo a subirse de nuevo a la bicicleta.
—¿A dónde? —tomó su mano y la entrelazó con la suya.
—Debemos ir al lugar en donde oculto mi secreto —dijo con enigmática voz y se fijó en su reloj de pulsera—. Creo que esta hora es la indicada. Se verá muy bien con esta claridad.
Kihyun cada vez entendía menos las palabras de Hyunwoo, pero se dejó guiar hasta las afueras del pueblo, en la zona donde no había casas sino sólo una amplia cantidad de terrenos de cultivos, incluidos los de Hyunwoo, los más alejados de la población y cercanos a una laguna de por allí. Muy poca gente andaba por esa parte.
Cruzaron una pequeña colina mediante el sendero de terracería que los demás agricultores utilizaban para llegar a sus tierras, las cuales estaban delimitadas con la técnica batdam, el uso de piedras de origen volcánico para formar muros resistentes al viento y a la lluvia.
Pararon unos metros antes de llegar al terreno de Hyunwoo y fue allí donde Kihyun se quedó asombrado; en su rostro era notable el parpadeo imparable por lo increíble que le parecía lo que estaba viendo.
Frente a él se extendía el vasto terreno que Hyunwoo usualmente utilizaba para sembrar trigo, maíz o cebada, pero en vez de esos cultivos, ahora la tierra estaba cubierta por un sinfín de flores de varias especies y algunos capullos a punto de florecer, todo un abanico de diversos colores, una explosión visual que dejó a Kihyun sin habla.
—¿Qué te parece? —la voz de Hyunwoo lo sacó de su estado de shock—. Empecé a planearlo desde hace dos meses.
—Esto es... ¿para mí? —se señaló a sí mismo con cierta duda.
—Sí —corroboró el otro, muy atento a su reacción—. Todas estas flores son tuyas.
—Pero... pero... —tartamudeó—. No es mi cumpleaños. Faltan muchos meses para ello.
—No es necesario el motivo de tu cumpleaños, u otra fecha, para darte regalos. Las ocasiones sólo se dan y esta vez quise sorprenderte con esto. Fue un poco complicado porque no sé mucho de jardinería. Changkyun era quien regularmente cuidaba las flores de nuestro jardín y como ha estado ocupado con lo de su universidad, no sabía a quién más recurrir. Decidí hablar con el Sr. Byun porque tiene una florería en el centro y supuse que podría recibir algunos consejos de floricultura de su parte.
—Te vi platicando con él hace unos días y no supe cómo tomarlo.
—¿Me viste con él?
—Sí, y lo de hoy fue demasiado para procesar...
—¿Acaso creíste que...?
—La verdad es que... me puse celoso.
—Oh no —frunció ligeramente el ceño porque no se imaginó que Kihyun creyera que eso era posible—, por qué andaría detrás del Sr. Byun si te tengo a ti, Kiki. He estado platicando con él en contadas ocasiones.
Estúpidos celos. Tenía ganas de llorar por la vergüenza al empezar a crearse ideas erróneas sobre el comportamiento de su pareja. Agachó la cabeza.
—No te merezco, Son Hyunwoo —expresó con un nudo en la garganta—. Soy un tonto, un... —pero el otro cortó su retahíla de palabras agarrándolo con una mano del hombro y con la otra tomándolo del mentón para alzar su rostro.
—Creo que ése no era el comentario que estaba esperando escuchar. ¿Qué tal si intentas de nuevo?
Kihyun inhaló y exhaló para calmarse. Lo miró a los ojos. Hyunwoo siempre le demostraba con acciones sus profundos sentimientos y lo sorprendía con esa clase de detalles.
—Me encantó tu regalo, Nunu, graciaaaaas —se arrojó a los brazos de Hyunwoo, haciendo que casi se le cayera el sobre de fotos, pero su pareja lo sujetó entre sus brazos para alzarlo y dar un giro antes de volver a bajarlo—. Te adoro.
—Mucho mejor —le pellizcó un cachete con cariño y lo besó suavemente en los labios.
Volvieron a subir en la bicicleta y bajaron la ladera para llegar hasta el terraplén de flores. Kihyun no dejaba de sonreír y se paseó entre las estrechas veredas que había dejado Hyunwoo para caminar a lo largo y ancho de los lechos de flores de diferentes colores.
Se pararon en medio del terreno, Hyunwoo detrás de Kihyun, pasándole un brazo por encima del pecho, en forma de abrazo protector. Observaron las ramas moverse al compás del viento y el aroma desprendido de las flores.
Kihyun nunca había sido el tipo de persona que le gustaran regalos como ramos de flores o dulces, si acaso joyería, pero esto estaba a otro nivel, y no pudo menos que sentirse extasiado.
—Estuve buscando proveedores de las semillas de varias de ellas porque soy raras de encontrar por aquí, las estuve ocultando en mi estudio hasta el día en que las planté —por eso el cerrar con llave para que Kihyun no las viera.
—Debemos venir mañana con mi cámara.
—Se verán mucho mejor con la puesta del sol, antes de que se cierren los pétalos.
Tuvieron que retirarse para evitar que Kihyun se insolara por estar expuesto al todavía intenso sol. Decidieron irse directamente a su casa, y Kihyun le pediría a Minhyuk cerrar el estudio un poco antes de lo usual. El joven estuvo sonriendo todo el camino de regreso, abrazado a la espalda de Hyunwoo en la bicicleta.
¿Acaso existía mejor pareja? ¿Qué era un ramo de rosas comparado con eso? Kihyun tenía su propio campo de flores.
¦B&N*26/09/20/¦
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro