Que cada día sigo aprendiendo a quererlo, a comprenderlo y aceptarlo, sin pensarlo llego a meterse tan dentro de mi de la manera más natural posible, y no, no lo logro procesar aún, porque el miedo esta ahí, cuando se ausenta, cuando no habla, cuando no alega, cuando no canta, cuando no baila, cuando no sonríe, cuando no me besa, cuando no me abraza.

Si tuviera que decir porque me tiene así, la lista no tendría fin, es una mezcla de actitudes, comportamientos, manías que me sacan de quicio, que a veces me molestan, que me estresan, pero nunca, nunca me dejan sentirme mal, diría que si, es un niño, es mi niño, con sus berrinches, con sus bromas, con su risa contagiosa me hace la mujer más feliz.

También que con su madurez, sinceridad, lealtad me llega a dislumbrar, tiene un brillo que lo hace ser un hombre diferente, en casa, limpiamos, reímos y cantamos, es como si fuera una rutina la cual nunca me aprendí pero sin embargo la disfrutó vivir sinceramente tengo miedo cuando me toque cocinarle, estoy aprendiendo y bueno, sólo quiero lo mejor para si.