18.
(Nota jamás enviada)
A veces, comprendía lo que era ponerme en los zapatos del otro.
Comprendo sus manías, sus necedades, su amor escondido hacia a mi, su enojo, su preocupación y sus pequeños momentos de felicidad.
Al saber tanto al igual que él, escondía sus cicatrices ante los ojos de la gente.
He intente, intente y intente sacarle miles de sonrisas, con muecas sin sentido, bailes divertidos y mensajes conmemorativos.
Más allá de eso me adapte a vivir su vida, había pasiones que había dejado y cuando nadie sabia dibujaba el mismo héroe en lienzos blancos, me reía tanto creyendo que la risa se uniría a la suya y sentiría mi alegría, puede que el tiempo ya no este a mi lado pero sigo viviendo por ambos.
Regalaba los mejores momentos y cuando había una diluvio de lágrimas en medio de la noche escondida, permaneciendo sólo en su recámara mi corazón podía sentir su dolor, podía ponerme en sus zapatos el tiempo que hubiera querido pero en momentos así sólo podía sentarme a esperar con mi amor entre las manos, mejor dicho con los dibujos pensados y jamás enmarcados porque a veces se perdía el hombre que sigo amando.
Puede que el tiempo ya no este a mi lado pero sigo poniéndome en sus zapatos más que antes, dibujando y dibujando creyendo que sentirá paz al verme retratar al mismo héroe una y otra vez, ese héroe es y será siempre él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro