Trampa (Hopegi)
Hoseok.
Suelo hacer los pedidos que mis padres me ordenan, como soy el alfa mayor me tocan un sinfín de responsabilidades, pero hay cosas que detesto hacer y una de ellas es ir a visitar a mi tío, el es el líder de la manada y habla una y otra vez de lo difícil que es y bla bla bla.
No tiene descendencia sanguínea directa, no había encontrado a su destinado a pesar de ser el líder, así que se la pasa haciéndome pasar por el futuro líder, cosa que me niego, ya tengo muchas cosas que hacer en casa, como para ahora estar al mando de todo un pueblo.
Hace un par de meses encontró a su destinado, un Omega que llegó al pueblo, cuando anuncio que ya había marcado a alguien y que por fin el legado de los Kim seguiría fue una semana de fiesta, aunque no contábamos con la sorpresa de que el Omega ya tenía un hijo de otro alfa.
Algo poco común entre nosotros es aceptar el hijo de otro, pero supongo que como es su destinado no hubo problema.
El único inconveniente era que hijo Omega de su pareja no socializaba con nadie, se la pasaba metido en su teléfono, con audífonos o leyendo algún libro, admito que el chico es muy bonito, hasta mi pareja le pareció de una belleza peculiar en la manada.
Pero hasta ahí, nunca entable una conversación sería con él.
—Pero madre puedes mandar a Jungkook para llevarle eso a mí tío, quedé de ver a Irene está tarde.
—Hoseok, no te tomara ni cinco minutos ir hasta allá y dejarle el Kimchi a tu tío, además Jungkook está entrando en celo y no lo dejaré andar por ahí así.
—Igual el tío Namjoon ya tiene quien le prepare Kimchi casero.
—Su Omega lo pidió, y debemos de obedecer anda y hazlo.
Me dio la bolsa con los envases del Kimchi.
—¿Sabes la clave de la casa?
—Si madre, ¿Pero no estará nadie ahí?
—No, hoy tienen junta con los líderes.
—Mucho mejor entro dejo la bolsa y me largo sin saludar a nadie.
Mi madre me dio un golpe en la nuca y salí de la casa, no quedaba muy lejos de la nuestra pues a la mi madre ser la hermana del alfa debe de mantenerse cercas, aún así son algunas cuadras que debo andar, me siento como Caperucita a la visita de la abuela enferma.
—Si, solo dejaré esto e iré a la plaza, espérame ahí ¿Sí? No tardaré nada pequeña.
—No tarde Hobi, que me pongo ansiosa si no estás.
Colgué apenas me despedí, Irene es una Omega muy sentimental, en la escuela no se despega para nada de mi, le encanta estar siendo mimada todo el tiempo en verdad es encantadora. Mi tío nos presento dice que es la Omega adecuada para un alfa de mi linaje, admito que la adoro, pero aún siento que algo falta, nos cuidamos en el sexo, pero jamás se ha formado el nudo entre ambos, dice mi madre que puede ser que solo suceda en el celo de ambos, pero hasta ahora me he mantenido alejado de ella en su celo y en el mío no se ha dado oportunidad.
Llegué a la casa de mi tío metiendo la clave de la puerta, caminé a la cocina para dejar las bolsas, pero de la nada un aroma llegó a mis fosas, un gruñido salió de mi garganta involuntariamente.
Omega.
Mi lobo empezó a inquietarse dando vueltas, tuve que sujetarme a la mesa, para calmar mi ansiedad, el aroma es demasiado fuerte, embriagante, es chocolate con un toque sutil de menta. Mis colmillos intentaron asomarse, jamás mi lobo había querido tomar el control.
—¡Basta!
Busca al Omega, quiero al Omega.
Mi teléfono sonó, como pude alcance a contestar.
—¡Hoseok! —mi madre hablo algo agitada —no vayas con tu tío.
—Muy tarde madre estoy aquí.
—Sal inmediatamente de ahí, tu primo...
No escuché más, ya que en la puerta de la cocina, estaba parado el dueño del aroma viéndome con su respiración agitada y sus mejillas regordetas sonrojadas.
—Tu...tu... ¿Eres Hoseok no es así?
El Omega, dame al Omega.
—¡No! —seguí sostenido de la mesa —vete Yoongi, estás en celo, sal de aquí.
—No puedo...no quiero —libero más feromonas y note como sus ojos de torna grises —mi lobo te busca.
Ahora mi lobo está aullando más que feliz, al ver al lindo Omega de cabello lila y delgada figura mi control se había perdido, no pude retener más a mi lobo, pero la verdad tampoco quería hacerlo su aroma me tenía loco.
—Alfa.
Solo eso basto, solo una palabra, nunca tuvimos más allá de un saludo cordial, una mirada ocasional en las reuniones de la familia, cuando me dijeron que era mi primo y yo quise hacer amistades con él, el me rechazó y ahora está con sus manitas estiradas hacia mi esperando que lo reconforte en su celo.
Oh pobre y tierno Omega.
Mi lobo se apoderó de mí tornando mis ojos amarillos y haciendo acercarme a el con grandes zancadas y gruñido de autoridad sobre el Omega se hizo presente, lo cargué en brazos y lo primero que hice fue meter mi nariz en esa parte donde se concentra en aroma, di una lamida extensa. Pero el collar que suelen usar los omegas en el celo para evitar ser marcados me estorbaba.
Sus piernas se enredaron en mi cadera y mis manos fueron a su trasero apretándolo tan fuerte que arranque un gemido que terminaba con mi paciencia.
—¿Qué deseas Omega?
—A ti.
Sabía dónde estaba su habitación, así que con él en brazos, camine hasta ella abriendo la puerta de una patada, lo primero que note fue que tenía un nido en su cama pero no solo eso también había una chaqueta mía en su almohada, esa chaqueta de quedó aquí de las veces que había venido de visita.
Lo arroje a la cama Literalmente arrancando sus pantalones, mi vista a sus delgadas y blancas piernas estaba fija mientras me deshacía de la ropa que a mí me estorbaba.
—Así que, has estado tocándote con mi aroma ¿Es así pequeño Omega?
Sus pequeños ojos se asombraron y fueron directo a la chaqueta, el color de su rostro aumento.
—Yo...yo... puedo explicarlo.
Le dio un espasmo por el celo y se encogió en la cama, soltó más feromonas, estaba apunto de salivar, mi corazón latía demasiado aprisa.
—No te molestes alfa, es solo que tu aroma me tranquiliza en el celo —parecía que agachaba las orejas, mi lobo meneaba la cola eufórico —¿Puedes ayudarme solo está vez? No le diré nada a tu tío.
No debo hacerlo, es incorrecto, ya tengo una Omega y el está vulnerable, estoy aprovechando me de la situación totalmente.
El notó mi duda, así que gateo algo débil hacia mí, tomo la hebilla de mi pantalón, detuve sus manos y mi lobo gruño.
—Estas en celo no debo aprovecharme, mi lobo debe comportarse.
—Si tu lobo quiere hacerlo no debes detenerlo, mi lobo quiere que lo hagas.
Se sentó sobre sus piernas mirándome desde la cama, sus labios hicieron un puchero parecía que iba a llorar mi lobo se molestó, ahora quería mimarlo.
—Tal vez es mi aroma —se froto los ojos quitando algunas lagrimas que se le escapaban —se que es algo raro para un omega y suele ser desagradable, lo entiendo en verdad.
—Tu aroma es delicioso.
Sin pensarlo ya había subido a la cama y estaba con mis brazos a sus costados, el me tomo del rostro cuando me acerque a besarlo, sus labios suaves me están consumiendo, sus manos fueron de nuevo a mi cinturón, ahora no lo detuve deje que continuara.
La ropa de los dos desapareció entre besos y caricias ansiosas, su aroma llenaba la habitación y mis feromonas estaban locas por mezclarse con las del Omega, el termino por tener el control de la situación, me dejo sobre la cama, primero beso el hueco en mi cuello para lamer bajando por mi abdomen.
—Alfa —su voz era un ronroneo —hueles a lluvia y café —sus manos tocaban mi abdomen bajando por mi entrepierna —quiero probarte completo.
Dicho esto, metió mi miembro en su boca, su lengua marcaba cada vena en mi dureza, sus manos acariciaban mis testículos, y su garganta recibía mi glande mientras su cabeza subía y bajaba.
El puto paraíso.
—Trae tu trasero aquí Omega.
Aunque deseaba seguir recibiendo ese maravilloso oral, mis labios estaban ansiosos por probarlo también. En cuanto acomodo su lindo trasero sobre mi rostro, me ayudo separando sus nalgas, dándome la vista de su entrada lubricada, no perdí tiempo mi lengua degustaba cada gota de su esencia natural, sus gemidos hacían saltar mi duro miembro que chocaba con mi abdomen pidiendo a gritos sentir lo que yo estaba probando.
—Te quiero dentro ahora.
No me dejo decir nada, ni reaccionar, cuando el solo tomo mi miembro y se lo clavo sin mas dilación, su estrecho interior me apretó con intensidad, estuve apunto de correrme solo con eso.
—Dios es enorme —se quedó quieto un momento.
—¿Duele?
—Un poco —empezó a subir y a bajar de manera lenta, el sonido de la humedad de su entrada mientras se penetraba era acompañado de su respiración agitada — se siente como me desgarras, es delicioso.
—Omega pervertido.
Di un azote a su trasero, ya acostumbrado al tamaño empezó a montarme con movimientos mas rápidos, yo estaba gruñendo al sentir como se follaba el solo. Pero quiero más, quiero sentir cada centímetro de su interior y no estoy entrando por completo.
Lo tomé por la espalda y lo puse debajo mío, abrí sus piernas para tomarlo de ahí y penetrarlo con mas bestialidad, su miembro estaba hinchado y chorreando por lo excitado que estaba.
Lo tome con una de mis manos, masturbándolo al ritmo de mis embestidas, sus gemidos crecieron, mis colmillos me dolían, quería marcarlo, que me perteneciera siempre, gracias al cielo tenia el collar puesto, pero eso me hacía sentir furioso.
Es mi omega, lo deseo, dámelo.
Yoongi se inclino hacia enfrente para sujetarse de mi cuello con una mano.
—Hoseok, Alfa —sus ojos estaban entrecerrados por el éxtasis, sus mejillas completamente rojas —Ya no puedo, no puedo, voy a correrme.
Sentía como me apretaba cada vez más, de pronto su otra mano fue a su cuello, y desactivo el collar que fue a dar al suelo.
—Márcame.
Si
—No Yoongi, es tu celo el que habla.
—Una mierda Hoseok ¡Márcame!
Entre su orgasmo, mi liberación, y la formación del nudo mi lobo no dudo de nuevo. Hundí mis colmillos en su cuello, sintiendo el sabor dulce de su sangre, sus uñas se encajaron en mis hombros.
En lo que el nudo se bajaba, le di los mimos que me pedía, besaba sus labios de manera tierna, y lamia la marca para aminorar el dolor.
—¿Arde? —delinee la marca —se marca demasiado en tu piel nívea.
—No, ya casi no duele —se cubrió el rostro —perdón por obligarte a esto.
Sentí que el nudo bajo y me acomodé para quitarle las manos del rostro y observarlo.
—No te disculpes, mi lobo casi sale de control porque no quería obedecerlo.
—El mío esta muy tranquilo desde que me marcaste, se sentía ansioso, lo siento por tu novia, me va odiar el resto de su vida.
—Estará bien, habrá otro alfa digno de ella —mi mano se entrelazo con la de él — nunca pude anudarla, creo que no debía pasar con ella.
Tocaron la puerta de manera violenta.
—¡Hoseok vístete y sal de ahí!
—Bien es hora de afrontar las consecuencias.
Me vestí y salí mirando a mi madre con los ojos rojos por el llanto, mi padre sostenía al padre de Yoongi y mi tío me miraba con enojo.
—¡Te voy arrancar el cuello niño! —el padre de Yoongi fue el primero en hablar —mi Yoongi era virgen.
Antes de decir algo, Yoongi salió del cuarto y tomo mi mano metiéndose entre mis brazos.
—Él no se aprovechó papá, prácticamente yo se lo pedí, me quite el collar, lo hecho, hecho esta, ahora me quedan dos días de celo y quiero estar con mi alfa.
—Bien, Yoongi ya hablo, ellos están bien, no veo porque el drama entonces.
—Namjoon —el omega lo reprendió.
—Amor míralos, no necesitas ser un genio, Hoseok es muy centrado siempre, sabe controlarse, ¿Pero quien puede controlarse con su destinado? — camino hacia la salida —ahora no se ustedes, pero el aroma de estos dos me esta mareando, nos quedaremos en casa de mi hermana, si algo le pasa a Yoongi, el que te va asesinar seré yo ¿De acuerdo Hoseok?
Quede en shock, al ver como todo simplemente se iban de la casa.
Esperen.
¿Después de todo si terminare siendo el líder de la manada?
¿En que jodidos me metí?
—Alfa —Yoongi me giro el rostro —¿Podemos regresar a la habitación? Estoy empezando a lubricar de nuevo —lamio mi oreja y gruñí levantándolo para meterlo al cuarto de nuevo...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro