Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🕷 ───【1】RESPONSABILITIES

CAPITULO 1

────────────

╭𝐑𝐄𝐒𝐏𝐎𝐍𝐒𝐀𝐁𝐈𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃𝐄𝐒╮


MAY SE ATÓ el cabello en una coleta y se puso brillo labial rosa, se dio un vistazo en el espejo, repitiéndose la misma frase que se decía a si misma desde hace un año: "no mires atrás, solo eres May Parker, no más Spiderling". Sería una mentira admitir que May no había deseado enfundarse al menos una vez más en el traje de la heroína arácnida, la llenaba de impotencia no poder hacerlo, pero ya no podía arriesgarse más, ya lo había perdido casi todo una vez, y en un mundo donde no había súper villanos o súperheroes, sabía que cambiar lo segundo significaría cambiar lo primero, porque todas esas acciones tenían un peso demasiado significativo, entre más muestras de poder sacabas a la luz, más personas habría deseosas de retarlo, superarlo o robarlo.

Se decía a si misma que de todas formas no tenia tiempo para jugar a la súperheroina, tenía todas esas responsabilidades en la escuela, su puesto en el consejo escolar, club de ciencias, el periódico escolar y el decatlón académico, su agenda estaba lo suficientemente ocupada como para agregar a Spiderling.

—¡May, cielo se te hará tarde! — La llamada de Mary Jane la hizo reaccionar, tomó su mochila y salió de su habitación.

—Nos vemos, mamá, te amo. — Se despidió, tomando el almuerzo de la mesa y dejando un beso en la mejilla de su madre.

—Cuídate, cariño. Yo te amo más.

—Siempre lo tengo. — Dijo la chica antes de salir del pent-house.


El trayecto a la escuela fue de lo más tranquilo, como siempre, la vida de May se había tornado un tanto rutinaria, no podía decir que estaba mal, pero extrañaba muchísimo la adrenalina que le causaba columpiarse entre edificios y derrotar a los malos. Sus pasos se detuvieron cuando vio el autobús escolar estacionado frente a la escuela, entonces lo rodeó y se formó en la fila como el resto de sus compañeros de clase. Courtney Duran no tardó en ir hacia su mejor amiga, dándole un abrazo efusivo, como si no se hubieran visto el día anterior, May adoraba a Courtney, era una de las cosas buenas que había conseguido tras perder todo su mundo y tener que huir a otro.


—¿No estás emocionada, Mayday? Yo sí estoy emocionada y también nerviosa, muy, muy nerviosa, o tal vez solo es todo ese café que tomé antes de venir. — May esbozó una sonrisa, su amiga efectivamente lucia emocionada y algo acelerada, esto se lo atribuía al café.

—Estoy emocionada, sí, pero no hay que dejar que ellos lo noten. Quieren estudiantes que luzcan prometedores y profesionales, no adolescentes que se sorprenden por todo.

—¿Cómo se supone que haga eso? Les rogaría que me dieran una oportunidad, en verdad, lo haría sin dudar. — Courtney alzó los brazos para hacer énfasis, May soltó una risita mientras negaba con la cabeza.

—Y, eso es justo lo contrario a lo que debes hacer. Vamos, sube antes de que nos dejen. — Señaló con la mirada al autobús, pues la fila ya había avanzado y ellas eran las siguientes. May subió, seguida de su mejor amiga, la pelirroja tomó asiento a lado de la ventana y la rubia a su lado. —Mejor ayúdame a pensar en cual tema sugerir para el baile de regreso a clases, y juro que, si dices súperheroes, te dejo de hablar todo el día. — Bromé la chica y Courtney hizo una mueca.


Las puertas de cristal del aula de conferencias de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA se abrieron, permitiéndoles la entrada al grupo de estudiantes que iban formados en una fila. La mayoría miraba con impresión todas las construcciones. El recorrido comenzó, May traía su cámara en la mano y sacaba una que otra foto para el periódico escolar, y con una que otra, en realidad quiere decir que fotografió casi todo en lo que su vista se posaba. Un escalofrío la recorrió cuando pasaron por una exhibición de arañas, la guía relataba que la Facultad presumía tener al menos una de cada tipo para su estudio y comprensión.

Entonces la memoria de May le trajo recuerdos de cuando su padre le contó la historia de cómo consiguió sus asombrosas habilidades, y es que fue en un viaje muy similar, por un momento, se preguntó si alguna de aquellas arañas era remotamente parecida a que le mordió a su papá. Sacó esos pensamientos de su mente y sacó una fotografía de las arañas antes de seguir a la guía.

La visita llegó a su fin, May sentía que la curiosidad la carcomía por dentro, pues quería saber más sobre aquellas arañas, no, ella quería saber si esas arañas habían sido modificadas genéticamente o si lo iban a hacer, pues eso podía implicar una pequeña posibilidad de que un Spider-Man naciese en ese mundo, y May quería evitarlo, pues conocía los riesgos que eso le traería a ese universo.

Pobre May, no sabía que ya era algo tarde para evitarlo. Porque una escurridiza araña ya había escapado y, si aun no lo mordía, entonces lo haría pronto.



DEAN BOWEN era perfectamente común, se esforzaba por no sobresalir demasiado, pero también en tener un buen currículo para la universidad, eso era lo único que le importaba. Y era bueno en eso, pero lamentablemente la vida, el destino, el karma, Dios, Odín, o lo que sea que alguien pudiese considerar una fuera superior, no quería eso para él. Aquella bonita mañana de mayo, él se había levantado algo tarde y para empeorar la situación, mareado. Si estaba enfermo, decidió ignorar la situación y prepararse a toda velocidad para ir a la escuela, sin desayunar y con un zapato sin abrochar, salió corriendo del departamento que compartía con su madre, soltó un bufido cuando el ascensor indicaba que estaba en el último piso y tomó las escaleras. Cuando por fin logró salir del edificio, tuvo que correr detrás del autobús por al menos una cuadra hasta que este se detuvo para recoger a alguien. Ese definitivamente no sería su día.

Y eso que aun no ocurría lo peor. Pero solo le quedaba convencerse a si mismo de que todo estaba bien, que la mordida de la araña no iba a matarlo.


May notó algo raro apenas puso un pie dentro de la escuela, su sentido arácnido estaba titilando. Una sensación de familiaridad la recorrió, esa que le señalaba que había alguien más como ella cerca. Luchó por calmarse a sí misma y convencerse de que eran ideas suyas solamente, que todo eso era por lo que el día anterior había ocurrido.

Pero cuando llegó la clase de historia, su sentido arácnido no hizo más que dispararse. Entonces lo notó, a Dean Bowen. No lo conocía demasiado, a pesar de que estaba en su grupo y de que ambos estaban en el club de ciencias y en el decatlón. Estaba segura de que el chico siempre llevaba anteojos y ese día no los llevaba, tal vez no le hubiera tomado tanta importancia a aquel hecho si él no estuviera sudando como si estuviese en el mismo infierno se mirara tan pálido, Además de que parecía que el más mínimo ruido haría que la cabeza le estallase. Cuando la campana que indicaba el fin de clases sonó, May siguió a Dean por los pasillos de la escuela, este se detuvo en su casillero y la pelirroja se mantuvo al margen, pero sin perderlo de vista. Poco a poco los pasillos se fueron despejando, May se acercó discretamente hasta Dean, él seguía teniendo un semblante enfermo y parecía que en cualquier momento se desmayaría.


—Hey, Dean ¿está todo bien? — Preguntó May cautelosamente, Dean volteó a mirarla boquiabierto. Puede que él tuviera un pequeño crush con May, pues le parecía fascinante que fuera tan inteligente, bonita y valiente. Dean asintió lentamente, dubitativo. —Sin ofender, pero no te ves bien, todo lo contrario, parece que un parásito esta consumiendo todas tus vitaminas. Tal vez deberías... — Antes de que May pudiese finalizar su oración, Dean se desmayó y hubiese caído al suelo de no ser porque la pelirroja lo atrapó. —¡Ay por Dios! ¿Ahora qué hago? Piensa Mayday, piensa... ¡Lo tengo! — Con dificultad, sacó su teléfono y marcó el numero de la única persona que lo ayudaría con un chico inconsciente. — Normie, tengo una emergencia. Necesito que vengas por mi a la escuela, ahora mismo.

Por favor dime que no hay nadie muerto, ni por accidente. — Escuchó la voz burlona de su mejor amigo a través del teléfono, su tono la hizo rodar los ojos.

—¡No! Solo... Apresúrate ¿sí?

Llego en 5, llevaré una pala. — Dijo antes de finalizar la llamada. May cargó sin mucho esfuerzo a Dean hasta la entrada, su pie se movía frenéticamente hasta que miró el lujoso auto de Normie, entonces, aun cargando a Dean, se apresuró a caminar hacia el y a meterlo en el asiento trasero. —Sí sabes que hay otras formas de ligar ¿no? — Dijo con burla Normie cuando la pelirroja estuvo sentada del lado del copiloto.

—No quiero "ligar", cayó está inconsciente y te juro que yo no lo deje así. ¿Crees que podríamos ir a tu casa? Mamá enloquecería si llega y lo ve.

—Claro, pero tienes que decirme por qué estás tan interesada en él, ¿qué lo hace tan especial?

— Creo que él... creo que lo mordió la araña. — Explicó May su teoría, Normie la miró con los ojos muy abiertos.

—¿Te refieres a LA araña? ¿O solo una araña? — Preguntó, esperando a que fuera una broma.

—Sí, me refiero a LA araña. Ayer fuimos a la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, ¿recuerdas? No creo que lo hagas, porque no fuiste al igual que hoy no viniste a clases. — Lo reprendió la pelirroja y Normie hizo una mueca. —Vi las arañas y mi instinto arácnido me alertó, igual que esta mañana cuando llegué a la escuela, ¿sabes cuál es el factor común? Él. — Señaló con la cabeza a Dean recostado en el asiento trasero.

—Si él es lo que creo que es, entonces no deberías involucrarte, esto ya nos ha quitado demasiado, más a ti que a mí.

—Conozco a Dean, bueno, no lo conozco del todo, pero me agrada y sé que es un buen chico, no quiero que pase por esto solo. Sé cuan abrumadora puede ser la mejora repentina de los sentidos, luego viene el sentido arácnido, la súper fuerza y todo lo demás. Tengo que ayudarlo.

—No, May, ahí es donde te equivocas, no tienes que. Él no es tu responsabilidad, podrá arreglárselas solo, pero tú no le debes nada a nadie, sería mejor para todos si te mantienes al margen.

—Tengo que hacerlo, ¿recuerdas lo que mi papá decía? "Un gran poder conlleva una gran..."

—...responsabilidad. Sí, lo sé. Si te sientes responsable por él solo por lo que hizo Peter por ti, entonces para ahora que puedes. No lo hagas por culpa o por remordimiento, si lo harás entonces hazlo porque realmente quieres ayudarlo. — Normie estacionó el auto en la cochera y le dio una mirada de preocupación a la chica a la que consideraba su hermana. La conocía a la perfección y sabia que no iba a hacerla cambiar de opinión, así que al menos iba a hacer lo posible por ayudarla. May bajó del auto y abrió la puerta trasera para sacar al muchacho que yacía inconsciente. —¿Quieres un poco de ayuda? — Preguntó, pero vio que May cargaba a Dean como si de una pluma se tratara. —Creo que no.


May dejó el cuerpo inconsciente de Dean en el costoso sofá de cuero de Normie, se detuvo a contemplarlo unos instantes, nunca le había prestado demasiada atención, pero ahora que lo hacía, hasta le parecía lindo. La pelirroja atrapó en el aire la botella de alcohol etílico que Normie le había lanzado, le dio una mirada que reflejaba superioridad y removió la tapa de la botella, la acercó cuidadosamente a la nariz de Dean, teniendo precaución de no derramar nada, pero entonces el chico despertó de inmediato y se levantó de golpe, a una velocidad a la que May no pudo reaccionar, por lo que terminó mojándose la cara y blusa. La pelirroja resopló, lanzando algunas gotitas de alcohol y con la manga de su blusa secó un poco del liquido en su rostro.

—¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegue aquí? — Soltó en cuanto despertó, después se percató de lo que había hecho accidentalmente y cambió su semblante a uno arrepentido. —Ay no, lo lamento mucho, May. Te juro que no era mi intención, ¿quieres mi suéter? Porque puedo darte mi suéter, puedo comprarte una blusa nueva si quieres, lo siento muchísimo, en serio, yo... — Comenzó a balbucear al muchacho, hasta que May lo tomó por los hombros y lo sacudió levemente para que le prestara atención.

—Está bien, Dean, sé no lo hiciste a propósito. Solo relájate un poco, ¿okey? — Dijo la pelirroja y Dean asintió lentamente. —Te desmayaste en la escuela, yo eh... yo te traje a la casa de Normie, porque tenemos que hablar. — El chico la miró con confusión, si algo había visto en las películas, es que cuando una chica usa esas tres palabras, significa que algo anda mal. —Posiblemente te han estado pasando cosas raras desde ayer, y las cosas se van a poner aun más raras por las cosas raras que pasaron ayer...

—No creo que este entendiendo, ni yo estoy entendiendo y eso que ya sé a qué te refieres. — Habló Normie y Dean concordó con él, estaba perdido. May gruñó.

—Escucha, te mordió una araña ayer ¿no? — Confirmó May, el chico en cuestión no sabía si responder o no a esa pregunta, pero era May Parker la que le estaba hablando, era imposible que ella le preguntara algo y el no le respondiera.

—Sí, pero ¿cómo lo sabes? No le he dicho a nadie sobre eso. — Dean ladeó la cabeza, no había que ser un genio para notar que estaba más que confundido, pues no había forma alguna de que la pelirroja se enterara.

—Y desde entonces tus sentidos han aumentado tanto que es abrumador ¿verdad? Los sonidos son ensordecedores, tu vista mejoró tanto que ya no necesitas tus anteojos... — Dean quería asentir a todo lo que decía May, pero el hecho de que ella describiera a la perfección lo que le estaba ocurriendo, bueno, era tenebroso, incluso la tonta idea de que ella estaba pasando por lo mismo cruzó por su mente, aunque no estaba muy lejos de la realidad.

—Sí a todo. — Contestó de manera automática. —¿También te está pasando? ¿Por eso sabes tanto sobre como se siente? — Inquirió, pero miró a May menear la cabeza en forma de negación.

—No me está pasando, pero me pasó hace un tiempo. — La chica hizo una mueca, he hizo una seña a Dean indicando que tomara asiento, entonces ella se sentó frente a él, en la mesita de centro, importándole poco el valor de esta. Comenzó a jugar con sus manos, sin saber como explicarle toda la situación al chico.

—Iré por botanas, algo me dice que la storytime llegó. — Dijo Normie, como excusa para dejarlos solos, porque definitivamente no quería escuchar toda la historia que May estaba a punto de contarle a Dean, le traía malos recuerdos.

—Escucha Dean, yo puedo y voy a ayudarte con lo que te está pasando, pero... vas a tener que guardar algunos secretos ¿me lo prometes? — Pidió la muchacha, Dean asintió frenéticamente pues no podía creer que May estuviera confiando a tal grado. Aunque para ser honestos, ella podría pedirle lo que fuera y él lo haría sin dudar. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro