CAPITULO 3

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╭𝐒𝐄𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎 𝐀𝐑𝐀𝐂𝐍𝐈𝐃𝐎╮

EL LLAVERO DE MAY CASI impacta contra el suelo, casi, porque Dean lo atrapó antes de que eso pasara, sus reflejos mejorados estaban haciéndose presentes. May le agradeció con una sonrisa ladina e introdujo la llave en el cerrojo, la giró desbloqueando y candado y abrió la puerta, dejando pasar a Dean primero.

—¿Kensey? — Preguntó la pelirroja, cerrando la puerta a sus espaldas. Una muchacha rubia unos años mayor que ambos adolescentes se asomó desde la sala y esbozó una sonrisa al ver que May habia llegado.

—¡May! ¡Hey! Ay eso rimó. — Rió, levantándose del sillón para ir a saludar a la chica. —Llegaste antes, ¿eh? — Le dio un vistazo a Dean y después miró traviesamente a May, elevando ambas cejas.

—Sip, ¿sería mucho pedir que no le cuentes a mi mamá? — Pidió, Kensey soltó una risita y negó.

—Para nada, aunque no lo creas Mayday, soy solo cinco años mayor que tú, yo también me escapaba de la escuela para irme de paseo con un chico lindo. — Bromeó la rubia. —¿Quieres que los deje a solas? Porque puedo llevar a Ben al parque...

—No, no, está bien. Si quieres, tomate el resto del día, puedo manejar a Benjy sola. — Ofreció la pelirroja, muy segura de sí.

—¿Segura? — Kensey la miró con ambas cejas alzadas, May asintió. — Bueno, ya no se vale arrepentirse. Le di su biberón hace una hora y se quedó dormido, el angelito no te dará problemas. — Aseguró, tomando su chaqueta antes de despedirse.

—¿Benjy? — Preguntó Dean, confundido, una vez que Kensey salió.

—Es mi hermanito, tiene un año y medio, es la cosita más linda que podrás ver en tu vida. ¿Tu tienes hermanos, hermanas? — Dejó su mochila colgada en el perfecto al igual que su chaqueta, observó a Dean formar una mueca y negar.

—Nop, solo somos mi mamá y yo. Mi papá era policía, murió cuando yo tenía 8, mamá simplemente no quiso buscar a alguien más después de él. — Se encogió levemente de hombros, sintió la mano de May envolverse en la suya como un gesto de apoyo.

—Creo que nuestras madres se llevarían bien. — Esbozó una sonrisa que desapareció tan rápido como llegó. —Ella quería quedarse con él, aunque eso la matara, tuve que sacarla a la fuerza de allí, ya había perdido a mi padre y perderla a ella también sería ...

—...desgarrador. —Completó él, apretando más la mano de May. Dean imitó el gesto que May tuvo con él en el cubículo de limpieza, la envolvió entre sus brazos, moviendo su mano de forma circular sobre la espalda de la chica en busca de reconfortarla. May no iba a llorar, pero repetir aquellos recuerdos amargos en su mente siempre la ponían triste, no importaba cuanto tiempo pasara. Un vació se formó dentro de Dean cuando se separaron, pero se vio rápidamente llenado cuando May volvió a tomar su mano, llevándolo justo hasta su habitación. Dejó a Dean pasar antes que ella, pero escuchó el llanto de su hermanito menor he hizo una mueca.

—Ponte cómodo, iré por Ben y vuelvo rápido. — Dijo la muchacha, Dean simplemente asintió con timidez y la vio irse por el pasillo, se dio la vuelta y observó el vecindario desde el gran ventanal de la habitación de May, tragó en seco al ver la altura desde donde se encontraba. —¿Estás bien? — May regresó con su pequeño hermano menor en sus brazos y un montón de cubos de goma, la pelirroja dejo al bebe en la alfombra junto con sus juguetes, Ben tomó uno de los cubos de goma y se lo llevó a la boca, mordisqueándolo en busca de aliviar la comezón en sus encías.

—Sí, sí, es que nunca había estado en un lugar tan alto. — Confesó el castaño sin despegar su vista de la ventana. Entonces, en un acto impulsivo y como mero reflejo, se giró levantando la mano y atrapó el control remoto que May le había lanzado. Miró el objeto y luego su mano de forma repetida, sin ocultar el gesto de sorpresa en su rostro.

—Lo sentiste ¿no? Fue como si algo te avisara que estabas en peligro, como si una corriente eléctrica recorriera tu sistema nervioso y...

—...me obligara a actuar, fue como verlo sin hacerlo, como si supiera que fuera a pasar antes de que pasara. — Continuó mirando el control remoto y su mano por unos segundos más y después su vista vagó hacia la pelirroja. —¿Eso tiene sentido siquiera? — Sus cejas se hundieron formando un gesto confuso y dejó el control remoto sobre el escritorio de la chica mientras la observaba hacer un ademan positivo.

—Se le llama sentido arácnido y es nuestra mayor ventaja. — Indicó May, sentándose en su cama y palmeando el colchón como invitación para que Dean se sentara. —Cualquiera diría que la super fuerza, los reflejos, velocidad, agilidad y factor curativo aumentados, pero no, porque sin el sentido arácnido somos vulnerables de cierta manera. Una vez que te acostumbras a el, si alguna vez lo pierdes será como estar desnudo.

—¿Puedo perderlo? — Ladeó la cabeza, confundido. Acababa de ganar ese sexto sentido y lo que menos quería era perderlo antes de siquiera aprender a usarlo.

—Puedes, pero es más como una interrupción, no conozco a nadie que lo haya perdido para siempre. Aunque también depende de la persona, de lo que tú consideres una amenaza. — Explicó May, sus manos jugaban constantemente con el borde de su colorida blusa.

—Pero yo no creo que seas una amenaza. — Se apresuró a decir el muchacho, pues su sentido arácnido pareció activarse con la chica en varias ocasiones. May esbozó una sonrisa ladina y negó.

—Lo sé, pero esta mañana huías de mí, por eso tu sentido arácnido te avisaba, hace unos momentos tenías la guardia baja y por eso se activó. Yo usé el mío para rastrearte, y créeme, te considero todo menos letal — explicó, Dean alzó una ceja ante esa última oración —. Se adapta a la situación y es por eso que debes aprender en quien confiar y en quien no, a dejar que tu instinto te guie y a no ignorarlo, es el motivo de que esa será tu primera lección y también es la razón por la que te pido que confíes en mí, va a ser extraño, una locura total, pero será asombroso, ¿crees poder confiar en mí? — Pidió la pelirroja, sentía que Dean era su responsabilidad por no haber evitado que la araña lo mordiese, así que ahora tenía que lidiar con las consecuencias de ellos.

—¿Prometes no volver a secuéstrame cuando este inconsciente? — Bromeó él, sacándole una risa a May.

—Puedo prometer eso, pero vas a tener que darme tu permiso para trasladar tu cuerpo inconsciente la próxima vez que te desmayes.

—En ese caso, sí. Confío en ti, May, con mi vida. Y tienes mi permiso de cargar con mi peso muerto a donde quieras —hizo una pausa— siempre y cuando mi madre no se entere.

M'S TIME ;

03/10/2020

AHORA SÍ SE VIENE LO BUENO, todo lo demás era introducción porque después de este capitulo comienzan las clases, el peligro, el romance, las batallas épicas, los problemas y las caídas, en pocas palabras, lo ASOMBROSO.

10/12/2020

Se supone que este capitulo lo publiqué el 3 de octubre but no sé porqué rayos no se publicó.