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Lección 7: Cambiarse el traje




ChanYeol sabía, para este momento, que así como a Bich le había pasado, todos los lectores se preguntaban cómo era que hasta ahora y tan tarde había aparecido en la historia, sin contar todos esos avistamientos que hizo tan superficiales antes de esto y sin saber qué demonios había sucedido con su personaje de niño mimado que ya no leímos después de que llegó a la Tierra.

Bueno, Bich no estaba para saberlo, y ChanYeol tampoco para contarlo, pero su amable narrador pudo hacer una excepción en este capítulo para explicárselos de alguna manera.

Así que, luego de que ChanYeol se estrellara en su vaina en unos campos al sur de Corea, terminó conociendo–para el lujo de su padre que de él buscaba disciplina– a la familia Kim, de un negocio de agricultores.

Y si se lo preguntaban, no, no eran los Kim como de la familia de Kim JongDae. Eran, más bien, de la familia Kim como de...

"Kim JongIn, ¿cuál es tu nombre?"

El ChanYeol de doce años que cayó en la Tierra no comprendió de primera mano el nuevo idioma al que lo tenían expuesto, y no le gustó tener que encontrarse a un niño de ojos pequeños y oscuros, bajito, una nariz ancha, labios un poco gruesos, aunque una boca chiquita, y moreno, parte producto del sol, del lodo, sudor y demás suciedad que el chico en ese entonces de diez tenía luego de distraerse en su 'día laboral' a causa de lo que repentinamente había encontrado en su parcela: su vaina estrellada entre los campos.

"JongIn, ¿me entiendes?" sin embargo, se esforzó y señaló su entero cuerpo para resaltar con cuidado las sílabas y luego pasarse a él. "¿Y tú?"

Entonces, a pesar de seguir odiando a su padre por lo que le había hecho y hasta dónde lo había orillado, cooperó porque el chico genuinamente se estaba esforzando.

"ChanYeol. Ah, Park ChanYeol."

"Wow. Ah, Park ChanYeol. ¿Y cómo hiciste esta cosa? ¿Tú solo caíste sin más del cielo o en realidad me lo he imaginado? Cosas locas pasan en los campos, mi Eomma siempre lo dice, pero mi Appa me dijo que a veces es porque la gente se vuelve loca trabajando tanto. Espero no estar haciéndolo yo, porque me gusta pensar que eres real. Te ves muy alto, ¿no serás de casualidad el hermano mayor que le pedía a Dios? Con cinco hermanas menores, uno realmente se vuelve loco."

No le entendió absolutamente nada en ese momento, pero su risa fácil fue contagiosa, ChanYeol se dejó llevar con ella porque, de algún modo, pensó que quizá ese niño ingenuo en ropa andrajosa contraria a su pijama de lino con la que había sido enviado podía luego sacarlo de ahí para su provecho.

Sin embargo, para su disgusto, el niño no comprendía ni sabía nada sobre su tecnología alienígena para poder ayudar esa tarde a conseguirle algo con qué reparar su vaina estrellada, y al poco tiempo, cuando las luces en el cielo comenzaron a apagarse, JongIn fue llamado a la lejanía y debió abandonarlo.

Pero le aseguró que regresaría, y para el lujo del mimoso ChanYeol, el niño comenzó a adorarlo a tal grado de que cada día siguiente a ese llegaba a este lugar entre la vegetación destruida, lodo y caminos de tierra torcidos que su vaina había generado, ubicada detrás de unos arbustos y árboles lo suficientemente grandes y gruesos para poder dejarlo a ver a todo aquel que no fuera a asomarse del otro lado, como el chico lo hacía al menos tres veces al día para ofrecerle comida y quedarse junto a él, mientras hablaba su lengua desconocida y ChanYeol todavía buscaba averiguar cómo reparar su nave con lo poco que tenía.

No se rindió, pero sí comenzó de alguna forma a hacer funcionar otra parte en su cerebro súper inteligente para ir adquiriendo más rápido de lo que cualquiera esperaba esa lengua a la que tanto era expuesto por el chico que no le paraba de hablar y revoloteaba a su alrededor cuando él intentaba trabajar.

Por casi un mes, ChanYeol básicamente vivió en su vaina semi destruida y sobrevivió de las sobras que el niño sucio le traía cada día. No fue su mejor elección, pero, a pesar de tener un cerebro súper inteligente, no pudo pensar en hacer nada más al enfocar su tarea primordial en la forma en la que saldría de ahí y regresaría a su casa para echarle en cara a su padre la manera en la que lo había traicionado, y bien, aunque era cierto que tenía el poder de su madre para poder teletransportarse a él como a otros si quería, la cosa no era tan simple y resuelta de ese modo si ni siquiera sabía dónde estaba o con qué proyectarse para regresar a su casa. Muchas cosas podían salir mal si no sabía a qué distancia de su hogar se hallaba. Él simplemente no deseaba quedar congelado en el espacio por no haber hecho bien su proyección al buscar teletransportarse, además, sabía que requería un gran poder y energía que él por obvias razones todavía no tenía, porque incluso al haber sido dotado de muchos poderes, tuvo falta en su entrenamiento de estos puesto que él mismo había dejado aquella parte de lado en sus responsabilidades. De cierto modo, en esta circunstancia, ahora era que veía la importancia que aquello había tenido en su momento.

Fue así como él mismo se convirtió en algo semejante a lo que el niño que venía a verlo era y por lo cual ya no pudo burlarse internamente, aunque quisiera. Porque él entonces era también un chico sucio, apestoso y extremadamente delgado por su cambio drástico de dieta que, sin duda, había terminado descuidando mucho más de lo ya enumerado.

A pesar de ello, cuando ChanYeol comenzó a comprender la lengua del niño, intentó comunicarse para ver si JongIn podía conseguirle las herramientas que necesitaba aún para su vaina. De las cuales esperaba que robara de su papá o mamá al saber que de esos era de los que tanto hablaba cuando se refería a sus Appa y Eomma respectivamente.

"Claro, hyung, yo puedo ver qué encuentro. Appa tiene muchas cosas en su granero. Mañana te lo traigo."

"Genial, gracias, enano," ese día creyó ya verse victorioso una vez más sobre sus acciones, porque si el niño–que aún no comprendía por qué o qué significaba del todo que le dijera hyung– le traía justo lo que había pedido, ya estaba seguro de poder verse una vez más en su Palacio.

Sin embargo, con solo ser ChanYeol debió suponer que las cosas no podían salirle según lo planeado.

A la mañana siguiente, ChanYeol despertó antes de lo usual (normalmente eso era cuando el sol ya había salido y JongIn le traía su primera comida del día para sacarlo de su intento de comodidad en la vaina), por un barullo creado en el exterior, y cuando entremedio escuchó los gritos y reclamos de la voz del enano, su instinto más primario surgió y se alzó para salir de la vaina antes de dejarse atrapar si era lo que creía que estaba pasando.

"No, no, ¡Appa, no! No le hagas daño a hyung, él no ha hecho nada malo. ¡Detente, por favor! Escucha..."

"No, escúchame tú, niño idiota, a nadie le regalamos gratis comida ni nuestros materiales de los cuales apenas sobrevivimos. Así que no sé quién te ha estado viendo la cara durante tanto tiempo, pero va a oírme. ¡Regresa a la casa con tu madre y hermanas!"

"¡No, no, Appa!"

El niño lloriqueó otro par de minutos antes de que el gran hombre, similar en las fachas de JongIn, llegó hasta donde estaba la vaina semi destruida, con lo que pudo sorprenderse ante lo que veía, pero más fue la sorpresa de JongIn al descubrir con lágrimas en sus ojos que ChanYeol ahí no estaba.

"¿Qué caraj...?" el señor Kim vio la nave y bajó sus defensas, impresionado por la gran cosa gris abollada y con cristales rotos en ciertos extremos. Tenía un gran tamaño, casi el de un auto, con una forma más bien de un cilindro, en el cual, por el interior, solo se veían controles inentendibles para él como para cualquier humano, además de un largo y descocido asiento guinda.

No sabía cómo eso había pasado desapercibido en su parcela, solo escondido entre árboles y arbustos, descubierto únicamente y hasta ahora por JongIn.

Era inexplicable para él, eso ni siquiera parecía una avioneta.

"JongIn, ¿qué demonios es eso?"

"Es la nave de hyung, te dije..."

"¿Nave?" resaltó al mirar de nuevo el artefacto. Bueno, era creíble al ver eso, pero algo ahí sonaba demasiado extraño para ser comprendido por el simple campesino, y no por su posición o la persona que era, sino por lo tan inimaginable que podía ser para cualquier ser humano. "¿De qué rayos estás hablando? ¿Esto es acaso un chiste o un juego para ti, JongIn?"

"No, Appa, yo..." tartamudeó, y el hombre no tuvo paciencia, por lo que jaló al niño de su cabello para hacer su punto claro. "A-Appa..."

"Habla bien y hazlo de una vez, maldito mocoso, que no estoy para que tú..."

"¡Suelta al niño!" entonces, en medio de todos los gritos, una tercera voz fue escuchada para ambos, y a pesar de que esa tonalidad de niño-adolescente no le permitió en el momento mostrar la autoridad deseada, sí consiguió su interés mucho más al aparecer ChanYeol sobre la nave flotando, y con sus pupilas e iris perdidas al mostrar sus ojos una visión helada y blanca en amenaza a sus acciones.

Sin duda, dejó a ambos en cuestión sobre lo que pasaba.

"¿Hyung?" JongIn, sin embargo, a diferencia de su padre que aflojó su agarre y básicamente cayó del susto sobre su trasero, se acercó a él y lo miró con dicha emoción que bajo tal amenaza nadie se esperaba. Hasta entonces, solo ChanYeol había podido entender lo que ese hyung significaba, pues apenas estaba registrando como eso significaba 'hermano'. JongIn lo consideraba su hermano mayor. Algo por lo que él lo debía proteger. "P-Puedes ¡volar!"

Sin embargo, ChanYeol no iba a decir que no estaba sorprendido de escuchar eso por parte del niño, después de todo, había convivido con el humano casi todo un mes y de un modo u otro notó que lo que él consideraba algo innato, aun con la diferenciación en su sociedad marcada por la cantidad de poderes, realmente no tenía ninguna lógica para esta civilización.

No se preocupó por las consecuencias que algo así atraería, y ese fue su verdadero primer error desde su llegada. No lo pensó mucho al preocuparse por el bienestar del enano con el que de algún modo se había encariñado y no merecía sufrir por algo que era más bien su culpa, por ende, tuvo que atenerse a sus consecuencias.

Intentó estirar la mano al querer con una sonrisa atraer a JongIn a su alcance para hacerle sentir tal emoción que él podía en esa altura, pero apenas lo pensó, el hombre ya se había recuperado y tomaba de nuevo a su hijo para ponerlo detrás de sí al señalarlo con cierto temor por decir:

"¡Monstruo, monstruo!"

"No, Appa, hyung es..."

"¡Un monstruo! JongIn, regresa a la casa ahora mismo y trae mi escopeta."

"¡No, Appa!"

"Carajo, JongIn, ¡escúchame cuando te...!"

ChanYeol no quiso oír más, sabía de lo que JongIn había sufrido bajo el mando y voz de su padre por tantos años debido a lo que el niño le había ido contando en esos últimos días que ahí se había encontrado. Conocía cómo este hombre maltrataba a su familia, que era la razón de algunos moretes y heridas en el rostro y cuerpo de JongIn como estaba seguro de que no era el único en su familia que los recibía. Este hombre había abusado de su poder de la peor manera que a él le desagradaba, y al ver esto no podía dejarlo pasar un solo segundo más. Así que, con su visión congelante*, detuvo la mano del hombre al ver que volvía a alzarla en contra del enano.

Literalmente, congeló su mano, como un hielo, la encarceló y sacó un grito auténtico del hombre que cayó sobre sus rodillas al vencerse por el dolor y buscar refugiar su mano sin saber qué hacer al mismo tiempo. Sin embargo, el hombre lo miró y escupió:

"Tú, sucio gusano, no vas a..."

ChanYeol lo calló con un chasquido en el uso de sus poderes telepáticos para controlarlo e hizo que se levantara de nuevo. Lo alzó en vuelo, a su altura mediante la telequinesis, y JongIn vio todo tan impresionado.

Pero cuando movió sus manos de modo que parecía estrangular algo, JongIn notó muy tarde que su padre comenzaba a sufrir espasmos aun en su retén sobre el suelo, y su piel pasaba de ser morena y oscura a una tonalidad poco más ¿pálida?

"¡No, hyung! Detente, no lo hagas, no le hagas daño," gritó entonces, aterrado por comprender lo que pasaba, y al ChanYeol escucharlo, se detuvo, pero le miró cuestionador, porque no entendía qué esperaba el niño que hiciera si no era castigar al que tanto daño hasta ahora le había hecho. Sin embargo, el niño todavía le dijo: "No le hagas daño, por favor, no a Appa, él solo no... No lo entiende, por favor, déjalo libre y podremos arreglarlo."

Otro error, quizá ChanYeol no estaba por querer volverse un asesino aun ante lo que él consideraba 'justicia' a tan temprana edad, pero, cuando aceptó la propuesta de JongIn, liberó a su padre incluso del hielo en su mano con solo un chasquido y bajó luego para volver a quedar al nivel de JongIn por pedírselo. Ahí fue donde su verdadero infierno comenzó.

Lo dijo así porque entonces el señor Kim, tan sucio y robusto como se podía ver, igual logró tomarlo y le dio una paliza de la cual no pudo liberarse aun cuando quisiera, solo por cumplir con la palabra de JongIn, aun al verlo llorar por lo que sucedía.

ChanYeol fue esa noche amenazado, el señor Kim le llamó monstruo de nuevo, pero le dijo que de ahora en adelante trabajaría para él si no quería que lo denunciara con las autoridades y se lo llevara gente que quizá no tendría más mínima piedad, sobre todo al descubrir sus habilidades.

Realmente eso no le importó tanto como su factor de justicia por el que más bien quería luchar al descubrir que eso era lo que JongIn vivía en casa, y ya no le parecía tan raro descubrir por qué el niño aun con casa y un pequeño trabajo se hallaba en tan miserables condiciones.

ChanYeol aprendió a esconder sus poderes por lo mismo, ya que el señor Kim los usó a su favor y lo metió de lleno en el campo para hacer las labores más pesadas al saber que él tenía una ligera ayuda extra. Sintió poco a poco repudio por tener que usarlos, y se limitó a hacerlo más que nada cuando en el 'trabajo' Kim se lo pedía.

Nadie más que JongIn y su padre sabían al respecto, sin embargo, ChanYeol vivió por unos años con tal familia y poco a poco fue descubriendo la crueldad que toda ella sufría bajo la mano de uno solo.

No permaneció ahí por gusto, él lo hizo por querer conocer todos los factores que podían darle una solución a tal problema. Aprendió muchas cosas, de cualquier modo, en un mundo cruel y bajo, donde, a pesar de todo, recibió amor, porque JongIn y sus hermanas todavía tenían una chispa que al menos no había sido aún apagada a pesar del maltrato.

No podía decir lo mismo de la señora Kim. Kim YoungMi no era una abusadora como su esposo, pero estaba dominada, y aun cuando quiso recibirlo en su casa como otro hijo, casi como si fuera lo más normal, al ser orden dada por su esposo, le costó hacerlo.

No era fuerte y tenía miedo, con justas razones.

ChanYeol vivió tres años así en la casa de los Kim, tres años que se tardó en estructurar el plan maestro para salir de ese infierno, y no solo él, sino toda su nueva familia. Cosas como saber a dónde ir, a dónde llegar y con quién se quedarían o cómo y de qué vivirían fue todo lo que debió tratar, nada más. Fue difícil, porque los Kim no veían un futuro si no era bajo el sustento del señor, pero al ChanYeol tener mayor edad, pudo saber hablar del modo que convenció a Eomma y se puso en marcha el plan.

De ese modo fue que ChanYeol conoció la justicia. Sádica, pero no se arrepintió de llevar a los Kim a otra ciudad y manipular por la telepatía la mente del señor Kim para dejarle casi como vegetal en casa. Con lo que nunca lo volvieron a ver ni a saber nada de él.

Diez años pasaron y, aunque no lo hicieron pronto ni con gran facilidad luego de eso, ChanYeol logró ir construyendo lo que su vida ahora era. Tuvo que trabajar y luchar junto a JongIn, así como su madre para establecer un lugar para la familia. Vivieron en lo más bajo por mucho tiempo, con varios trabajitos que pudieron hacer al verse ellos todavía como menores de edad y saber que había muchas bocas que alimentar en casa, además de sacar las malas costumbres que el hombre con el que habían vivido antes les dejó, pero lograron prosperar y conseguir más de lo que incluso esperaban.

Los Kim estuvieron agradecidos con él, y sobre el pasar de los años, realmente terminaron viéndolo como parte de su familia. ChanYeol incluso lo creyó en cierto punto, y aunque él debía hacerse de una vida más separada de cada integrante en ella al llegar dicho momento donde ya no lo necesitaban porque ya comenzaban a estructurar sus propias vidas con distintos intereses (después de todo, ChanYeol se interesó en cierto punto por estudiar, a diferencia de Eomma que decidió luego de obtener su propio dinero, con un nuevo trabajo que consiguió en el cambio, regresar a su ciudad natal y con ella llevarse a las niñas todavía más jóvenes), al final nunca pudo separarse de ellos.

JongIn y él fueron juntos a la Universidad en Seúl, y luego rentaron un apartamento. No fue difícil para ChanYeol entrar en la universidad con su inteligencia superior a la media, contrario a JongIn que tardó un poco más para regularizarse y seguir en una carrera. Con eso, él había estudiado Ciencias de la Comunicación por querer estar un poco más cerca de la sociedad a la que ahora ya se había metido de lleno, y JongIn...

JongIn...

"¿Instructor de danza?"

"¡Sí! ¿Puedes creerlo? ¡Lo conseguí! Entré finalmente en esa empresa de música de la que tanto hablan ahora. ¡Seré coreógrafo!"

"P-Pero ¿qué hay de la carrera de Negocios en la que estabas? ¿Y Eomma sabe sobre esto?"

"ChanYeol, la paga es buena, y es lo que me gusta, ¿acaso lo olvidas? Cuando Eomma pudo inscribirme en esas clases de ballet, a pesar de las burlas de las chicas, yo finalmente encontré mi pasión, yo lo siento..."

"Siempre creí que era una etapa tuya, pero si eso es lo que realmente te gusta, hermano," suspiró, pero abrió los brazos a cada lado y le dio un abrazo en ese momento. "Tienes todo mi apoyo."

"¿Incluso si eso significa que tenga que dejar tu lado para ir a vivir a la empresa de tiempo completo?"

Sonrió y palmeó la espalda de su hermano. Entonces, le dolió dejar ir a JongIn luego de tanto, pero no pudo negar que se sintió orgulloso del que ahora podía llamar hermano menor, en esa palabra del idioma que ya había ido dominando: dongsaeng.

"Yo soy feliz mientras tú seas feliz. Sabes que de cualquier modo la puerta siempre estará abierta para ti, aunque tenga ahora que buscarme de momento otro roomie para volver a nivelar mis gastos."

"¿Y por qué no te vas a vivir con tu Sugar Daddy? Seguro que el profesor Lu estaría encantado de recibir a su alumno favorito. Escuché además que estaba por sacar algo nuevo, ¿no? ¿Alguna cosa de revista...?"

ChanYeol lo golpeó, a pesar de saber que tenía algo de cierto. No lo de su Sugar Daddy, sino lo de cómo LuHan era su profesor en la Universidad antes de que saliera al mercado la revista con su nombre, y bueno, luego, debió admitir que JongIn le dio una idea con respecto a eso.

ChanYeol tenía en aquellos días 22 años, y había pasado de ser un feliz estudiante a un triste desempleado cuando recibió su título junto a la noticia de que su joven hermano lo dejaba. Sin embargo, ello no duró mucho y quizá escuchó las palabras de su hermano menor porque pocos días después se puso en comunicación con su profesor y LuHan solo le dijo:

"Veme a las nueve en esta dirección mañana."

Con lo que luego descubrió que consiguió trabajo en esa revista que comenzaba su crecimiento, y aunque fuera de momento solo el asistente de redacción y en tiempos el chico de los mandados de LuHan, cuando cinco años pasaron, LU ya era una revista nacional y él tenía la más estrecha relación–de amistad– con el que él consideraba su mentor y jefe.

Por lo mismo, ChanYeol trabajaba de cerca con LuHan, y aunque tenía una diferencia en edad de casi 10 años, ambos supieron manejar al otro. No tenía un puesto con renombre en la empresa, eso era verdad, pero LuHan le había posicionado tan alto con el paso de los años que él sabía–a diferencia de muchos– que nada pasaba por las manos de LuHan sin antes haber sido revisada por ChanYeol.

Ni siquiera importaba si tenía la firma de Kim JongDae, ChanYeol era el que tenía la decisión final y luego LuHan lo avalaba con su firma oficial.

Se podía decir que ChanYeol tenía un puesto oculto en LU, porque al final no muchos escuchaban de él en la empresa. Era el filtro de los artículos en la revista, y si nadie sabía de su dichoso puesto por el que muchos habían terminado fuera de estar en portada era porque: ¡él trabajaba desde casa!

LuHan le había dado tal oportunidad que, con el tiempo, se acomodó más y pudo costearse un lugar más cerca del edificio de LU World-Wide Media, además de que tenía visitas ocasionales de su antiguo profesor para hablar sobre asuntos de la empresa, artículos, nuevos trabajos y demás, aparte de tratar cosas extralaborales como a salir por una cerveza o alguna comida en especial.

Sin embargo, no, por más que JongIn lo insinuara, no estaba manteniendo ninguna relación amorosa con su exprofesor/jefe. Solo eran muy buenos amigos, ¡eso era todo!

Además, ya hace tiempo LuHan le había dicho que era como el hijo que por obvios motivos de edad y su orientación homosexual nunca tendría, así que no había nada entre ellos, aunque él lo deseara.

(Que no lo deseaba.)

Sin mencionar que ChanYeol no se consideraba homosexual en sí. Sabía que JongIn, al tener esta diferenciación de orientaciones y ver que él no había salido con nadie en sus años de adolescencia como él sí lo hizo con un par de chicas, tuviera esta inexplicable idea de que quizá él fuera gay o algo parecido (y no era para menos, JongIn ni siquiera le había visto un interés con alguna estrella de cine).

Realmente no era que ChanYeol no sintiera algo por ningún género, él en realidad había sido educado incluso desde su planeta de origen que el amor sencillamente no tenía especificaciones de eso. A boca de JongIn, eso sonaba como que ChanYeol era bisexual, pero ChanYeol no lo admitiría en voz alta, él solo amaba por la persona que había, sin importar si tuviera vagina o pene alguno.

No iba además a admitir que no había querido liarse en algo serio con nadie porque él sabía que su estadía ahí no iba a ser eterna.

Al ser JongIn el único que conocía de sus poderes y de lo que era realmente hasta ahora, en cierto punto le había contado la desastrosa traición que sintió por su verdadero padre y la razón por la que había terminado ahí. Ahora, sin embargo, esa idea de 'traición' no le parecía tan clara, y ya que había sabido salir a través de una dura vida con JongIn y los Kim al deber trabajar duro bajo mano forzada y luego sacar adelante a una familia que básicamente estuvo destrozada, la idea de su padre haciendo lo incorrecto no le parecía más de tal forma.

El ChanYeol mimado de doce años se había perdido en esos casi 15 años que pasaron de ahí en más, y ahora quedaba un ChanYeol borde y un poco rudo por tanto golpes que debió atravesar, pero creía que era exactamente lo que su padre real buscaba en aquellos días.

Presentía que podía llegar pronto el día en el que debiera regresar. No sabía si su padre tenía un ojo puesto en él desde ese entonces, pero quizá, para el tiempo y la edad que ya tenía, no podría faltar más para que él regresara a donde debía. Después de todo, los años habían pasado, ya era un hombre grande, maduro, su mismo cuerpo se lo había ido demostrando, él pudo crecer en muchos aspectos, y en el físico no se quedó atrás, porque ahora sobrepasaba solo por poco el 1,85 de altura, así como mantenía un buen peso con algo de su masa muscular, después de todo, el trabajo duro desde niño no le permitió perderse del todo de eso. Sus facciones de niño se habían afilado un poco, y aunque todavía le quedara un rostro un poco circular por las mejillas grandes que había heredado de su padre, sus otros rasgos se habían endurecido, incluso esos ojos oscuros que había sacado de su madre, que ahora veían todo con un poco más de madurez. Su cabello lo había mantenido de la misma manera, azabache, lacio y corto, quizá en un vago intento por seguir haciéndose reconocible para cuando sea que sus padres decidieran volver a por él, de modo que no pudiera serles confundible del niño al que habían dejado en otro planeta a quién sabe cuántos años luz del suyo.

JongIn no estaba muy contento de saber que algún día los dejaría, menos que siguiera manteniendo la idea en mente, más por su familia, que no sabían ni por qué ello sucedería, pero al menos se conformaba con saber que la fecha era incierta.

Ambos se conformaban.

Así que, aunque, si bien era cierto que había creado lazos de amistad y fraternidad muy fuertes ahora que sabía que cuando se fuera rompería de manera tal que quizá incluso desgarraría, al menos se jactaba de no crear algo más allá de lo que ya, por pensar sobre todo en la posibilidad de tener a alguien que lo amara y quizá incluso le diera familia.

Alguien que dependiera de sí, y que, si sucedía su fecha de abandono, jamás se pudiera perdonar por no poder traer consigo, porque él sabía que también iba a ser demasiado el cambio en sí al inmiscuirse estas mismas emociones de sentirse arraigado a algo.

A alguien.

Sí, Park ChanYeol tenía a sus casi 27 años muy bien fijas ciertas cosas en su vida. O eso creyó él hasta que comenzaron a salir todas esas 'absurdas' noticias sobre un hombre que casi con magia estaba ayudando a las personas.

Con lo que él conocía, ChanYeol no podía permitirse creer en la magia. No, porque ella era falsa, pero sus habilidades eran otra cosa.

Cuando la noticia pasó por LU, él no pudo quedar más callado. El hombre en mallas lo había prendado, pero de una manera que no esperaba.

"¿Ya lo viste? ¡Es igual que tú, hyung! Puede volar y tiene esos rayos en sus ojos, no son congelantes como los tuyos, pero es tan similar. ¡Oh! Y lo que dicen de su fuerza y flexibilidad..."

"Lo sé, lo sé, JongIn, lo estoy viendo. Pero aun así no sé de quién se trate."

"¿Estás seguro? ¿No será de tu planeta o algo parecido?"

Sobre esas palabras que recibió en la línea de su teléfono, ChanYeol se talló la frente con las tantas revistas que había adquirido por normalidad de LU aquel día. Siempre solía comprar varios números para enviárselos a su familia y quedarse al menos uno él mismo. No importaba que él trabajara en el lugar, porque debía admitir que tenía su absurda colección de números de la revista oculta en un armario desde el primer año que trabajó ahí.

Y sí, LuHan podía conseguirle números gratis, pero ¿qué chiste tenía eso? Siempre intentaba levantar el número de ventas con su propia compra.

La foto en portada del hombre-ya-no-en-mallas-tan-flojas-sino-ajustadas había sido una gran conmoción hasta para él al leer por primera vez la nota antes de que se imprimiera.

Había tenido su opinión al principio, pero ahora que lo discutía con JongIn estaba entrando en una extraña crisis que no iba a admitir que tenía.

¡Y no era porque se fijara tanto en ese rubio cabello o lo bien que le ajustaba ahora el traje a este llamado superhéroe, pero...!

Sí, en parte eso tenía cierta culpa.

Suspiró, y regresó al teléfono con JongIn.

"Si te soy sincero, no tengo ni la más mínima idea."

"No estará buscándote para llevarte de vuelta a tu familia, ¿o sí?"

La forma en la que JongIn decía 'familia' al mencionar, como en este caso, a aquellas personas en un mundo muy lejano y que realmente le habían dado la vida, era muy curioso. Casi parecía reclamo de niño de cinco años. Lo hacía sonreír de cierta forma, aunque ni él tenía segura tal cosa.

Solo que ese súper no parecía realmente entrar en la descripción que esperaba del que probablemente imaginaba que sería el grupo de lacayos de su padre que vendrían a buscarlo.

No, parecía ser algo más, parecía ser mucho, mucho más.

ChanYeol no iba a ignorar también que entremedio de eso no se vio tentado por saber lo que ahora el nombrado Bich hacía por Seúl y sus transeúntes.

Recordaba la forma en la que él ayudó a los Kim a salir de esa vida miserable que un hombre loco por tener algún tipo de poder buscaba al tenerlos bajo un gran maltrato. Recordaba la satisfacción de verlo pagar, de tener la gratitud de Eomma, JongIn y sus hermanas.

Recordaba, además, la forma en la que ayudó en el banco aquel día que hubo un atraco, a salvar al guardia con sus poderes curativos junto al pobre chico que solo había gritado por lo que él tanto pedía desde niño: justicia.

No tenía pruebas, pero por lo sucedido ahí, él casi estaba seguro de que Bich hizo su primera aparición ese día.

¿Cómo? ¿De qué modo? ¿Y acaso estuvo cerca o lejos de él en algún momento?

No lo sabía, pero de una u otra forma ambos ayudaron ese día, solo que, a diferencia de Bich, él no siguió de inmediato con las mismas obras.

Él lo pensó y lo consideró seriamente para saber qué hacer cuando finalmente decidió que no tenía nada que perder si de la justicia se hablaba.

Sin embargo, no planeaba salir como Bich en bóxer y mallas para salvar Seúl, mucho menos cuando–no sabía cómo, quizá por obra del gobierno– ahora Bich usaba un verdadero traje de superhéroe.

Entonces, debió hacer algo que quizá poco consideró, pero, según sus cálculos, era su única alternativa.

"¿Qué pasa, ChanYeol? Ya estoy aquí, y bueno, sabes que no tengo problema por verte si me necesitas de vez en cuando en tu casa, pero ¿sí sabes que es muy raro que precisamente estemos ahora en la azotea de tu edificio?"

LuHan le dijo aquel día que él decidió era ahora o nunca si quería que sus planes salieran de acuerdo con lo esperado al estar ambos en medio de dicho lugar, sin nada más que un par de sábanas colgadas por sus vecinos al usar el espacio como patio de servicio.

"Ok, ok, ya sé que te traje aquí sin ninguna explicación previa, pero es que no me pareció mejor lugar que este, y vi esto en una serie de televisión hace poco, así que no creo que pueda fallar. Tan solo escúchame un poco antes de preguntar o salir a otras conclusiones, ¿de acuerdo? Escucha hasta el final, Lu, porque, aunque no lo parezca, esto podría ser algo muy importante y quizá fundamental para el resto de mi vida, ¿comprendes?"

"Chan," LuHan lo miró de brazos cruzados y con una ceja bien depilada alzada, evidentemente ya cansado del suspenso. LuHan odiaba el suspenso, por algo que trabajara con hechos y no con novelas o cuentos, no había dejado su importante junta con algunos de los chicos de medios solo por estar esperando eternamente a lo que quisiera decirle ahora. Además, el aire era frío, nada que le gustara con esa pantalón verde y camisa rosa tan delgada que se había puesto. Su cabello rubio también se estaba alborotando mucho, algo que definitivamente no le estaba agradando. "¿Vas a ir directo o qué?"

"Ah, sí, bueno," por su parte, ChanYeol respiró hondo y soltó lo primero que había pensado para esa reunión ahora. Él estaba de lo más cómodo en unos pantalones deportivos y una sudadera amplia, todo de un mismo color oscuro, no importaba, si no iba a salir ese día, además, no había buscado vestirse con algo muy reconocible porque necesitaba pasar desapercibido con lo que iba a hacer y decir en este momento. "Necesito dinero. Mucho dinero."

"¿Necesitas un préstamo? ¿Un aumento? ¿O a qué te refieres con 'mucho dinero'?"

"Ese es el punto clave," lo señaló a unos metros de él en aquella azotea, y sonrió, avergonzado. "Probablemente el '¿para qué necesito tanto dinero?'."

LuHan rodó los ojos, pero sonrió porque su niño era tierno de vez en cuando, y sabía leerle cuando de ciertas cosas hablaba.

"Bueno, si lo quieres, entonces, ¿para qué necesitas tanto dinero?"

Le alegraba que hiciera la pregunta.

"Voy a hacerme un traje de superhéroe."

"¿Qué?"

No hubo más respuesta que esa, sin duda, LuHan había quedado anonadado.

"Necesito un traje, así como Bich, el chico maravilla que anda por ahí siendo altruista. Quiero ser como él, y ya sé cómo quiero mi traje así cómo quiero que me llamen. Sería Bul, ¿qué te parece?"

"Te diría que te has vuelto completamente loco," la respuesta que también se esperaba, y por eso precisamente estaban ahí, después de todo, con él en la azotea, tan al borde de ella. "Escucha, ChanYeol, sé que toda esta tendencia Bich o lo que sea está teniendo locos y alucinando a todos. Nunca creí que tú fueras uno de ellos, y no te juzgo si sigues al tipo porque es guapo. Ya que sí, es guapo, pero," ChanYeol se sonrojó, ese comentario no lo veía venir, pero justo su mención fue tomada por él y de inmediato eso sacaba. "¿De eso a convertirte en superhéroe solo por seguirlo? Ni hablar, hijo, no voy a ayudarte en eso."

"Es que no lo entiendes, no es solo eso, quiero decir, no es por eso," se corrigió, de nuevo, avergonzado, con lo que ya vio cómo LuHan lo dejaba al regresar a las escaleras para salir de la azotea, pero lo detuvo con su único remedio para eso. "¡Es porque yo también tengo poderes!"

"¿Tú qué?" LuHan se volteó y lo vio con clara decepción, casi como si se hubiera vuelto loco, igual como lo dijo. "Ugh, ChanYeol..."

"¡Hablo en serio! Soy como él, yo soy... Quiero ser un justiciero, quiero ayudar, traer paz en las calles, salvar familias, ser símbolo de esperanza..."

"Y yo que creía que amabas tu trabajo como mi asistente," se rio, ahora cruzado de brazos, una vez más.

"Y lo hago, pero hay cosas que no puedo alcanzar solo sentado frente a un computador y con impresiones de LU..."

"Chan, admiro tu valor y sé por lo que has pasado con tu familia adoptiva por lo que quizá tengas esta loca idea, pero, vamos, no puedes estar hablando en serio."

"Es porque no me crees, ¿cierto? No crees que tenga habilidades como las de Bich, tu chico maravilla."

LuHan se rio, solo entre ChanYeol y él hablaban así del niño en mallas, más porque había generado una fortuna desde esa primera publicación de su nota.

"ChanYeol, hijo..."

"Lo sé, lo sé, y bueno, por eso estamos aquí, ¿sabes? No te traje a mi hermosa azotea por nada..." ChanYeol entonces retrocedió, se quitó sus gafas y las dejó en el suelo antes de ir poco a poco subiéndose al borde, con lo que LuHan se desinhibió, descruzado de brazos y al avanzar un poco en su distancia impuesta.

"ChanYeol, ¿qué haces? ¿Qué estás haciendo? ¿Qué...?"

"Esto parecía divertido en la serie, así que espero que realmente lo sea," concluyó, encogido de hombros antes de subirse al borde de la azotea. Mencionaba aquello por lo que anteriormente había dicho, ya que en definitiva estaba por imitar una parte de la serie de Supergirl que había visto.

"ChanYeol..." sobre ese siguiente llamado, saltó y desapareció a ojos de LuHan. "¡ChanYeol!"

Él corrió de inmediato al borde, asustado, solo para ver cómo ChanYeol voló por encima de sí y dio una voltereta en el aire antes de aterrizar de nuevo en la azotea, con brazos abiertos y sin ningún rasguño al realmente sonreír sobre el pánico de su jefe.

"¡Sí fue divertido!"

"Oh, jodido bastardo," LuHan exclamó y se cubrió la boca ante la realización de ese algo. "Eres como Bich."

"Pero mejor. Yo seré Bul."

Así regresábamos a lo de ahora.

Donde ChanYeol volvía a su casa luego de haber dado su primera paliza como Bul y se encontraba sentado en su sala de estar esperando ver si en las noticias hablaban de su nuevo avistamiento.

Leyó un par de artículos en páginas de noticias que hablaban sobre Bich salvando el día y su más reciente batalla con aquellos alienígenas que aún no se explicaba de qué iban en contra de él.

Nada que hablara de Bul hasta el momento.

Bueno, quizá debería esperar hasta mañana. ¿O podría mover sus hilos en LU para que algo se hablara?

Hmm...

LU-seongsaeng-nim

¿LuHan? Ah, Bul hizo su primera aparición hoy, ¿sabes?

Lo sé, me lo dijiste. Dijiste que ya saldrías si algo pasaba, ¿no?

¿Sucedió algo hoy?

Sí, ya está en las redes 'Bich salvó el día', de nuevo. Pero Bul...

Tardan en notarte. No te preocupes, no pagué por ese bello traje confeccionado por mis mejores dioses en la moda para que seas ignorado. Hablaré con JongDae para ponerte en portada mañana.

Estupendo, ¡gracias, Lu! Qué tengas bonita noche.

(^^)/

ChanYeol sonrió y bajó su celular al terminar eso. Bueno, ahora sabía que Bul tendría su fama.

Pero al hablar de tan costoso traje, ¿cómo salía de él ahora?

Le urgía ir al baño y no sabía si eso tenía cierre para ello, pero...

"Es cuero..." habló para sí en voz alta e intentó quitarse el entero luego de abrir el cierre por la espada al bajarse la máscara, solo que tuvo una gran complicación para eso. "Pero-está-tan-entallado..."

Se cayó sobre su trasero al querer sacarse la parte baja y se lastimó el costado al golpearse entremedio con su mesa de comedor.

Jadeó al finalmente salir del traje. Ponérselo era más fácil que sacarlo.

"Si Bich tiene que pasar por esto todas las veces que ha salvado a esta gente, hasta yo le haré un monumento en la plaza principal," se sacó el traje por los pies y quedó en bóxer. Bueno, al menos ya estaba libre, aunque todavía le quedó algo que nada tenía que ver con el traje. "Oh, Dios, Bich, ¿cómo pude coquetearle solo así en la primera ocasión que le conocía?"

Se quejó y se palmeó la cara al restregarse de paso.

"Estúpidos instintos primarios, inhiben mi mentalidad suprema de la media. ¿Acaso tengo que recordarme mi único deber aquí?" se puso en pie y tomó sus gafas del comedor para usarlas al llevar ahora su traje a su lugar oculto en el armario junto a sus revistas: solo un idiota lo tendría entre la ropa común y a simple vista, ¿no? "Si haces esto es por el bienestar de otros, nada más, y no debes crear otro tipo de relación con alguien más si sabes que algún día has de regresar."

Suspiró al caer en su cama aún en bóxer y solo con sus gafas al dejar el traje escondido y cuidado.

No importaba lo que se dijera, ¿verdad? De todas maneras, esa imagen del rubio enfurruñado que se quedaba en su cabeza y su idea de lo que había hablado en voz baja no evitarían que se le bajara sin más la erección que tenía entre piernas.

"¡Agh!" golpeó su colchón, solo a él podía pasarle y excitarlo algo como eso.

Ridículo.

BORRADOR

Titular: ¿Bich salva el día?

Escrito por Kim JunMyeon. Corregido por Kim JongDae. Aprobado por LuHan.

"ChanYeol-hyung, ¿ya viste la nueva portada de LU? Qué estúpida pregunta, de cualquier modo, ¿ya lo leíste? ¡Hay un nuevo súper! Otro como Bich, lo acabo de leer, están incluso en portada. Y se hace llamar a sí mismo Bul, ¿puedes creerlo? ¡Hay más como tú! Esto tiene que ser una señal de algo, ¿no te parece?"











• Visión congelante: no sé si ya lo había explicado, pero creo que es bastante obvio, ¿no? Es congelar, literalmente, con los ojos. Como la visión caliente, pero fría (badum tss)

Y bueno, de nuevo llegamos al final de este capítulo. Ya sabemos más sobre Bul y ChanYeol, ¿qué les pareció?

¿Tienen algún pensamiento sobre este ChanYeol más grande? 👀

El siguiente capítulo es uno de mis favoritos, así que espero que les guste mucho al igual que a mí, y sí, ya veremos más interacciones entre nuestro par principal, así que díganme: ¿tienen alguna nueva expectativa sobre ello? 😏

¿Creen que veremos pronto que Bul y Bich vuelvan a juntarse?

¿O esperan que ChanYeol finalmente conozca a BaekHyun? 🐶🐵

Los leo, ¡nos estaremos viendo para el próximo capítulo, gracias por leer hasta aquí! 💙

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