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Unos tres días después, Taehyung se había rendido porque no se había encontrado con ningún chico bonito e ir hasta donde impartían las clases de la carrera de Artes era muy arriesgado, sumándole al hecho que tenía una descripción muy vaga de cómo era aquel chico.

Pues de lo poco que le habían dicho y que todos coincidían era que tenía el pelo oscuro, de piel clara, igual de alto que él, delgado pero que se le notaba poseía unos músculos trabajados, labios finitos pero carnosos donde nacía una sonrisita de conejo y unos hermosos ojos negros muy expresivos que parecían contener una galaxia en ellos.

Lastimosamente nadie encajaba en esa descripción y ya estaba sin esperanza hasta que, en aquel solitario pasillo notó a un chico que parecía estar buscando algo con desesperación, sin más que hacer y un tanto aburrido se le acercó.

—¿Te puedo ayudar en algo? —preguntó y su mundo se detuvo cuando analizó su rostro. Lo había encontrado. Sí que lo había hecho.

—Oh... Hola soy Jungkook—saludó con una sonrisa amable—. Aunque no lo creas, estoy perdido ya que soy un chico nuevo y en estos momentos puede que llegue tarde a la clase—se rascó la nunca y Taehyung notó cómo se tensaban los músculos de su brazo por el movimiento.

"Por Dios Taehyung, piensa en la Biblia y reacciona, no pienses en otras cosas innecesarias porque el pobre chico a pesar de todo se ve que necesita una mano".

—Comprendo, yo me llamó Taehyung... ¿A dónde ibas? —cuestionó y Jungkook le enseñó un papel que tenía en la mano donde claramente decía "auditorio".

—Yo te llevó para allá y es normal que no lo encontraras porque que está muy bien escondido—le sonrió con ternura después de observar cómo sus orbes brillaban en anticipación—. ¿Pero por qué no se lo preguntaste a alguien? —indagó mientras comenzaban a caminar.

—Pues por algún motivo... Los chicos de mí curso están un poco recelosos por mí llegada, las chicas parece que se ponen nerviosas con mí presencia y no me hablan—se sinceró—. Así que estos días estoy pasándola solo o a veces con un buen amigo y su novio pero ellos están en otra carrera—apretó sus labios e inconscientemente hizo un puchero que derritió a Taehyung—. La verdad no lo entiendo, no les hice nada y se portan así conmigo, tampoco es que quiero que todos sean mis amigos, pero no es justo que sean así...

"Joder, es un bebé con cuerpo de hombre y por ese motivo es que los chicos te ven como una amenaza y las chicas como un mojabragas". "Es tan tierno que ahora no sé si debería seguir mí plan... "

—Dales tiempo... Estoy seguro que pronto te adaptarás—le animó y el chico asintió. Tan pronto como aquel tema paso, comenzaron a hablar de trivialidades. Entre estas Jungkook descubrió que era menor que el bonito castaño que caminaba a su lado, y que estudiaba actuación y conocía a Seokjin. Así como él le compartió que estaba en la carrera de actuación y que no pensó dos veces el hecho de cambiarse de universidad pues logró obtener una beca.

Al chico le agradó mucho el mayor pues además de notar lo amable que era le parecía totalmente interesante y era encantadoramente atractivo.

Una combinación peligrosa sin duda, más para alguien como él que se flechaba con rapidez, pero igual no haría nada porque había conseguido un amigo y no quería ahuyentarlo tan pronto.

Llegaron al lugar, Taehyung estaba por despedirse después de que el menor le agradeció con una reverencia hasta que sintió que le tomaban del brazo.

-Hyung... ¿Puede darme su número? —inquirió con un sonrojo que hizo latir fuertemente el corazón del mayor—. Me gustaría mantener el contacto con usted.

—Claro... —musitó luego de que le soltara y tomó el celular que le ofrecía el de cabello negro. Anotó su número con dedos torpes y se lo devolvió notando la linda sonrisa de conejito del chico.

—Gracias hyung... Espere mi mensaje por favor, adiós—dijo y con un movimiento rápido se alejó entrando al dichoso auditorio, dejando a un Taehyung levemente sonroja dos y sin habla.

—Hasta pronto... Jungkook—susurró y se obligó a calmarse pues su móvil sonó alertando que faltaban 15 minutos para que empezará su clase y obviamente no llegaría tarde porque no quería ser regañado por el profesor.

Así que sin más siguió su camino con algo muy cálido en su pecho, pero sin querer darle un nombre.