Epílogo.
Harry sonríe ampliamente, mirándose en el espejo de su habitación, usando su gorro de felpa favorito con cara de oso, sintiéndose extremadamente feliz y radiante.
—Vamos chiquito, Niall no ha dejado de llamar. Dice que Jennifer está desesperada por verte en la sala de emergencias. —Louis lo apresura, asomando la cabeza en la puerta.
Harry le dirige una mirada rápida a través del espejo, y es consciente de que el mayor está caminando en su dirección. Harry sonríe cuando Louis intenta sorprenderlo, abrazándolo por detrás.
—Amo cómo te quedan esos gorros, te hacen ver más lindo de lo que ya eres. —Le hace un cumplido, apoyando su mentón en el hombro de Harry, mirándolo sonreír a través del espejo, complacido. Harry gira un poco la cabeza para atrapar sus labios en un beso suave, disfrutando su cercanía.
—Te gusta cualquier cosa que use. —Se ríe de forma adorable, dejándose mimar.
—También lo que dejas de usar. —Le susurra con picardía, haciéndolo sonrojar de forma inmediata.
Apenas ha pasado una semana desde que Louis le propuso matrimonio, y todavía no logra creer que lo haya hecho de esa manera tan espontánea en frente de tantas personas. Vamos, sabe que a Louis le gusta expresar su amor por él en público, como aquella vez que le pidió ser su novio en un partido muy importante de fútbol, frente a todas las personas presentes. Simplemente le gusta mostrar lo mucho que lo ama, y que todo el mundo sea testigo de eso. A Harry no le molesta, es lo que siempre esperó toda su vida, alguien que no tuviese vergüenza de mostrarlo y de presumir su amor, alguien que no se avergonzara por estar con él en público y tomar su mano. Louis es consciente de eso, por eso hace lo que hace, y se siente orgulloso cada vez que salen a la calle juntos tomados de la mano. A Louis le encanta mucho llamar la atención, Harry sonríe al pensarlo. Es muy tierno.
Todos aceptaron su compromiso muy bien, nadie los juzgó por ser muy jóvenes y tomar una decisión apresurada, porque todos han sido testigos de lo mucho que se aman. No hay edad para casarse, y Louis no necesitaba esperar más tiempo para saber que Harry era el chico con quien quiere pasar el resto de su vida, ¿entonces para qué esperar? Harry es su chico, simplemente quería sellar su compromiso y llevar su relación a otro nivel. Era lo que quería, y estaba listo para avanzar, sin importarle la opinión de otras personas. Llevaba semanas planeándolo y buscando el anillo más brillante que existiera. Claro que al final tuvo que mandarlo a hacer, porque ningún anillo le pareció lo suficientemente brillante y digno de Harry. No quería darle un anillo común que cualquiera pudiese tener, él quería darle algo original y único, algo tan especial como él. Por eso compró los diamantes y mandó a diseñar un hermoso anillo con las medidas exactas del dedo anular de Harry. Sólo para él. Un anillo que no podían conseguir en ninguna tienda.
El menor quedó más que encantado con el anillo de diamantes, tanto que no se lo ha querido quitar desde ese momento que lo recibió. Es tan lindo y delicado, la joya más brillante que ha visto, con un significado muy especial para él. Harry simplemente lo ama, y se deleita con él cada vez que puede.
—Vamos, nos esperan. —Dice Louis, volviendo a besar la mejilla de Harry antes de caminar hacia la puerta.
Harry se mira en el espejo por ultima vez, mirando su anillo a través de él, antes de seguir a Louis fuera de la habitación.
Cuando llegan a la sala de emergencias, todos están allí; Zayn con Josh, y Liam con su nueva novia Sophia. La historia es larga, en realidad Liam había estado detrás de Sophia y anhelando su atención durante años, pero ella nunca tuvo ojos para él, hasta hace unos cuantos meses atrás cuando él tuvo el coraje de hablarle y supo que ella estaba soltera. Sus amigos se alegraron al saber la noticia, ya que Danielle no era muy querida por ellos, la chica era muy odiosa y posesiva con Liam, y lo gobernaba casi siempre.
—¡Finalmente llegaron los que faltaban! —Exclama Zayn desde su asiento, poniéndose de pie al ver a los chicos—. Lindo gorro, Harry.
El menor sonríe con timidez, llevándose una mano a la cabeza. Louis lo mira, sonriendo con orgullo ante el cumplido de su amigo a su chico.
—Gracias. —Dice Harry. Zayn le sonríe de vuelta, abrazándolo con cariño.
Su relación con Zayn ha cambiado por completo desde que se conocieron, ahora son como hermanos, y Zayn es muy protector con el menor, consciente de lo sensible que puede ser ante cualquier situación. Harry lo ayudó mucho cuando él necesitó apoyo para salir del closet, y ahora siempre trata de recompensarlo y ayudarlo con lo que sea que necesite, aunque Harry ha tratado de decirle que no tiene que preocuparse tanto por él, pero Zayn es insistente.
Están en la sala de emergencias por lo que parece una eternidad, hasta que Niall sale de una habitación con una bata azul, y una cara de susto. Harry se preocupa al instante, levantándose de su asiento para acercarse al rubio.
—¿Qué pasa, Niall? Dime que todo está bien. —El rubio sólo traga saliva, causando que Harry se preocupe mucho más. Sacude sus hombros para hacerlo reaccionar—. ¡Háblame, Niall!—Exclama el menor. Louis se acerca con rapidez al igual que el resto de los chicos.
—S-soy papá. —Escupe finalmente, y Harry suelta el aire que estaba reteniendo, golpeando a Niall en el pecho.
—¡Me asustaste! Eso no se hace. —Se queja el rizado, haciendo reír a los demás chicos. Harry frunce el ceño antes de preguntar—. ¿Cuándo podré ver a Jenn?
—Creo que Niall está sufriendo una mini crisis. —Se burla Zayn. El rubio parece realmente asustado, pero Harry sólo quiere ver a su mejor amiga y darle todos los regalos que Louis y él compraron para el bebé, lo demás está en segundo plano.
—Por favor, Niall, habla de una vez. —Lo presiona. Louis lo abraza por la cintura, tratando de calmarlo.
—Ya puedes entrar, ella... Ella me mandó a buscarte. —Y eso es suficiente para que Harry corra hacia la habitación, dejando a todos atrás.
Hay muchos enfermeros en la habitación, pero Harry sólo puede ver a Jenn, y se acerca corriendo a la cama donde yace acostada.
—Oh, gracias a Dios. —Dice ella al verlo, estirando su mano para tomar la de Harry—. Niall no es bueno para esto. Tendré que pensarlo dos veces antes de volver a quedar embarazada. Él literalmente acaba de vomitar, es un desastre... —Jennifer deja de hablar cuando nota que Harry está llorando—. Eres un bebé llorón, ¿te lo he dicho? —Harry asiente en medio de lágrimas.
—Todo el tiempo. —Responde sin dejar de sonreír, limpiando algunas lágrimas de sus mejillas.
—Bueno, debes controlar tu llanto, ahora hay un bebé que te reemplazará para eso. —La sonrisa de Harry se amplía.
—Estoy muy feliz, son lágrimas de felicidad. —Aclara. La chica pone los ojos en blanco.
—Lo sé, lloras de felicidad, de tristeza, de rabia, de miedo... —Se burla, haciendo reír al menor—. No tienes que dar explicaciones, te conozco lo suficiente para saber porqué lloras.
—¿Dónde está el pequeño? Quiero mimarlo mucho y presentarme como su tío. —Dice con entusiasmo.
—Él está siendo atendido por los doctores. Ya sabes, siendo limpiado y todo eso. No podía presentarse en esas fachadas. —Harry se ríe.
—A propósito, ¿qué nombre le pusiste? Espero que hayas aceptado mi sugerencia. Louis es un hermoso nombre, y podría llamarlo Lulú para no confundirlo con mi Louis. —Jennifer pone los ojos en blanco.
—Eres tan jodidamente empalagoso. —Se queja—. Además, Lulú seguramente es el nombre más gay de la galaxia. —Harry frunce el ceño, ofendido.
—No es un nombre gay, es un nombre muy adorable para llamar a un recién nacido. —Dice, defendiendo su opinión.
—Lo es. Pero cuando sea grande me odiará por llamarlo así, será vergonzoso. Podría ser divertido, pero no quiero ganarme el odio de mi hijo. —Harry se cruza de brazos.
—Sólo es un apodo, su nombre real será Louis. No sentirá vergüenza de llamarse así porque es un nombre precioso y muy varonil. —Jennifer lo mira con gracia, sabiendo lo insistente que puede ser el menor cuando se encapricha con algo. No tiene sentido discutir con él, no cambiará de opinión.
—No tendrá ese nombre, voy a revelar el verdadero nombre cuando estén todos. —Harry suelta un bufido ante la derrota—. Umm, ¿no has sabido nada de tu madre? —Pregunta capturando su atención.
—¿Por qué debería? Yo ya salí de su vida, Jenn, ella no me quiere de regreso, y yo he logrado que duela menos con el tiempo. —Responde, bajando la cabeza y tratando de ser fuerte—. Louis me repite todo el tiempo que lo que no me mata me hace fuerte. Y aunque sea difícil aceptar que mi madre me odia, he logrado seguir adelante con o sin ella en mi vida. Creo que las cosas suceden por una razón, y no es bueno forzarlas para que sean como tú quieres, igual que ella me forzó a mí durante años para que fuese como ella quería. Espero que algún día ella logre aceptarme como soy y quiera buscarme por su cuenta, de resto no pienso ir a buscarla.
Jennifer lo contempla en silencio, sintiéndose muy orgullosa de en lo que se ha convertido Harry. Finalmente encontró la persona que lo saque del hoyo que había cavado y le haga ver todas las cosas positivas de la vida. Antes era el chico más negativo y desconfiado, y ahora es un chico optimista y muy fuerte. No podría sentirse más orgullosa de él.
—Louis y yo pronto celebraremos nuestro primer aniversario como novios. —Rompe el silencio, decidido a cambiar el tema por uno más feliz. Jennifer sonríe ampliamente, viendo el brillo que aparece en sus ojos cada vez que habla del ojiazul.
—Eso es asombroso, y ¿qué harán para celebrarlo? —Harry juega con sus manos, ocultando una sonrisa.
—Él quiere celebrarlo en grande, ya sabes como es. Yo me conformaría con una velada y una película romántica, pero Louis está planeando algo diferente y no quiere incluirme en sus planes. Seguro hará algo demasiado extravagante para hacerme feliz, pero él no sabe que me hace feliz con sólo hacerme compañía. Se lo he tratado de decir muchas veces, pero siempre le gusta asegurarse y derrochar dinero en mí. —Explica, sintiendo mariposas en el estómago al recordar todos los regalos que Louis le ha hecho desde que están juntos.
—Bueno, sólo debes enseñarle que el dinero no compra la felicidad. Eres un vivo ejemplo de eso. —Harry se encoge de hombros.
—Lo sabe, pero sólo le gusta mimarme y yo nunca me he quejado de sus regalos para no hacerlo sentir mal. Yo sólo acepto los regalos para ver lo feliz que se pone, eso le complace, él piensa que nunca está demás un presente, y no soy nadie para juzgar su forma de pensar. Me compra flores cada vez que cumplimos meses de novios, y sabes cuánto amo las flores. Siento que me conquista cada día que estamos juntos. —Sonríe sin ser consciente, y Jennifer no puede evitar sonreír al verlo.
—Joder, malditos empalagosos. Su amor me da mil años de vida, y me lastima al mismo tiempo. —Harry se ríe—. Llama a todos, es hora de presentar al bebé.
Cuando todos los chicos están dentro de la habitación, uno de los enfermeros se encarga de llevar al bebé y ponerlo en brazos de Jennifer, quien sonríe con adoración al ver la pequeña criatura de cabello rubio en sus brazos.
—Muy irlandés, demasiado irlandés. —Comenta Zayn, haciendo reír a todos.
—Tú eres demasiado Pakistán y yo no te digo nada. —Responde la chica en defensa de su bebé. Zayn la mira con el ceño fruncido, esperando que todos terminen de reír.
—Mira qué cosita más hermosa, Lou. —Dice Harry, completamente endulzado por el bebé.
—Es adorable. —Comenta Louis, acercándose al bebé que los mira con unos grandes ojos azules.
—Dale, queremos saber el nombre. —Presiona Josh. Jennifer observa a su mejor amigo y a Niall con expectación.
—De acuerdo, nosotros decidimos que nuestro bebé se llamará... Larry Brent Horan. —Anuncia Niall, sonriendo en dirección a su chica, quien se muerde el labio esperando la reacción de Harry.
—¡Oh por Dios! —Exclama el rizado, boquiabierto ante la revelación—. Larry es un nombre hermoso, y... Es la combinación de mi nombre con el de Louis, ¿cierto? —Pregunta con emoción. Jennifer pone los ojos en blanco, sonriendo a la vez ante la euforia del chico.
—Sí, así es. Quise ponerle a mi hijo el nombre del amor, y pues... Niall creó la combinación de sus nombres y pensé que sería un hermoso nombre para un niño. —Sonríe mirando a su bebé, hasta que escucha el chillido de Harry.
—¡Me encanta! ¡AHH! —El rizado grita y corre hasta Niall, saltando sobre él y besando su mejilla muchas veces. El rubio no se queja, aceptando todo el amor del menor, sabiendo lo demostrativo que suele ser—. Gracias por pensar en nosotros para el nombre del bebé. —Sonríe con timidez, antes de soltar su agarre.
—Sí, no hay de qué. Ahora deja de besuquearme, Louis comienza a mirarme con odio. —Bromea, causando la risa del ojiazul.
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Es el primer aniversario de Louis y Harry como novios, y como sorpresa, Louis ha organizado la boda para este día sin decirle nada al menor. No hay muchos invitados a decir verdad, Louis quiere algo muy íntimo y privado, con los amigos más cercanos y sus padres. Una boda muy pequeña pero especial.
Louis lo mira atentamente mientras Harry duerme a su lado, respirando ligeramente por la boca. Louis se inclina sólo un poco para besar la punta de su nariz. Harry pestañea varias veces hasta acostumbrarse a la luz que entra por la ventana del cuarto del mayor, y sonríe con hoyuelos al mirar a Louis. Su Louis. Su ángel. La persona que lo ama por lo que es, y que no juzga ni un aspecto de su personalidad, que lo apoya en cualquier decisión y lo acompaña en todas sus travesías, mostrándole lo que el verdadero amor significa con cada una de sus acciones.
—Te amo. —Dice, cambiando la frase del "buenos días".
—Te amo más. Feliz aniversario, chiquito. —Responde, sacando un ramo de flores de detrás de su espalda y poniéndolas en medio de ambos. Y Louis sólo disfruta la hermosa sonrisa de Harry, porque sabe lo mucho que le gustan las orquídeas. Vive y respira por esa sonrisa desde el primer día que lo vio sonreír mostrando esos hermosos hoyuelos.
Ese día el jardín de la mansión Tomlinson se convirtió en un hermoso altar, con muchos globos blancos a su alrededor. Harry irradiaba felicidad, era todo sonrisas y alegría.
Ese día el jardín de la mansión Tomlinson se convirtió en un hermoso altar, con muchos globos blancos y arreglos florales a su alrededor. Harry irradiaba felicidad, era todo sonrisas yalegría desde que abrió los ojos esa mañana. Louis esperaba en el altar vestido en un traje negro, y a un lado se encontraban sus dos mejores amigos, nombrados los padrinos de la boda. Jennifer se limpiaba algunas lágrimas de sus ojos al ver a su amigo de pie frente al espejo de su habitación, luciendo un elegante traje blanco y un lazo negro alrededor de su cuello, luciendo como un príncipe. Harry dejó de sonreír para mirarla con preocupación.
—¿Te encuentras bien? —Ella asintió con simpleza, restándole importancia con un movimiento de su mano.
—Sí, sólo me siento muy feliz por tí. No me prestes atención, soy muy sensible después del nacimiento de Larry. —Se encogió de hombros, haciendo sonreír a Harry.
—Oh, está bien, Jenn. Puedes llorar libremente, sólo no arruines nuestra pasarela, sería vergonzoso y lo recordarás cada vez que veas las fotos. —Bromeó, sonriéndole a través del espejo, agradecido de que sea ella quien lo llevase al altar ese día tan importante.
Jennifer se echó a reír, antes de poner los ojos en blanco con indignación. ¿Quién diría que su amigo se volvería alguien súper seguro de sí mismo y ella sería la nueva sensible? Sin embargo, estaba muy feliz por el giro que había dado la vida de Harry, y de lo mucho que había madurado. Cuando llegó el momento, las mejillas de Harry dolían de tanto sonreír mientras caminaba por el altar para entregarse completamente a Louis en cuerpo y alma. Fue entregado de la mano de Jenn, quien le susurró algo a Louis que no pudo escuchar con claridad en medio de los aplausos de los invitados. Harry pudo observar a su madre entre el público, y su sonrisa se amplió al saber que ella recibió la invitación y decidió presentarse en un día tan importante para él. Ella lo había buscado un día, dispuesta a recuperarlo, y Harry se había sentido muy feliz porque ella decidió volver a involucrarse en su vida y formar parte de ella después de mucho tiempo ausente, finalmente aceptándolo por lo que es, y aceptando su relación con Louis, quien todavía no logra llevarse muy bien con ella a pesar de su arrepentimiento.
Louis estaba muy complacido por cómo había resultado toda la boda, había sido muy sencilla, tal y como Harry quería que fuese. Los chicos habían comprado regalos para ellos, pero Zayn sorprendió a Harry con una gran caja de paletas de diferentes colores. Había mirado a Louis con los ojos muy abiertos, completamente avergonzado frente a los padres de Louis cuando estaban abriendo los regalos, el ojiazul no hizo más que reírse, disfrutando el rubor del rizado. Por supuesto que Zayn sabe elegir regalos de bodas, más tarde ese día utilizaron muchas de esas paletas.
El pequeño Larry se había convertido en un hijo para ellos, cada vez que podían buscarlo y pasar el día con él, lo hacían, y sus padres no tenían problemas con eso, Niall aprovechaba esos días para tener intimidad con su chica. A decir verdad, Jennifer prefería que el niño estuviese en casa de Louis, de esa manera no tenía que cubrir sus orejas cada vez que Zayn y Josh querían follar, lo cual era siempre. Esos chicos no respetaban la presencia del niño, siempre estaban de calientes frente a él, lo cual enfurecía mucho más a la chica, pronto alguno de los dos debía desalojar el apartamento para que el otro pudiese tener privacidad.
Louis amaba ver a Harry con el pequeño bebé, siempre lo mimaba y consentía mucho, y Louis creía que no podía ser más adorable de lo que era, hasta que lo vio compartir con un bebé. Se deleitaba viéndolos juntos, esperaba algún día poder tener sus propios hijos con el rizado y ver esa preciosa imagen todos los días.
Harry era feliz, muy feliz, rodeado de personas positivas y amorosas. Aún tenía muchas cosas por vivir, pero sabía que contaba con el apoyo de Louis para todo. Su esposo. Sonreía cada vez que repetía esa palabra en su mente. Eso no cambió nada, sólo los unió mucho más. Su unión era más fuerte que nunca. Indestructible.
Y claro que Louis pensaba comprar una casa y mudarse con Harry, pero por los momentos no tenía prisa, y no se quejaban de vivir en la mansión. Cuando fuesen capaces de formar su propia familia, se fuesen graduado de la universidad, y estuviesen listos para salir del nido, entonces se mudarían, mientras tanto seguirían disfrutando de su juventud con el apoyo de sus padres.
Harry finalmente aprendió, que un tropezón no es igual a una caída. Que no hay mal que por bien no venga. Que con voluntad y esfuerzo, todo se logra más fácil. Que eres más fuerte que tus miedos. Que lo que hoy es difícil, mañana será una conquista. Que no se llora a quien no te valora. Que por más tropezón, obstáculo, o barrera que se interponga en el camino, el objetivo es levantar la cabeza y SEGUIR ADELANTE.》
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Hice algunos cambios y agregué escenas extras ♥ Espero les haya gustado el libro :')
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Espero que todos hayan disfrutado la lectura, pero sobretodo, hayan capturado el mensaje tan hermoso detrás de este libro. Si conocen alguna persona así de complicada como Harry, Louis, o Zayn, recomienden mi libro ❤❤😁🌈 #LoveWins
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Me despido aquí, amores 😢😭💔 Agradecida con todos en general!!
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