Al llegar arriba, Louis intenta llevar a Harry hacia el pasillo de su propia habitación, pero Harry se frena en medio de éste.

—¿Qué ocurre? —Pregunta Louis confuso. Harry baja la mirada, sintiendo sus mejillas arder.

—Es que... Uhmm, quiero que sea en mi habitación. —Louis levanta una ceja, con diversión.

Es muy divertido que a pesar del tiempo que han pasado juntos y todo lo que han vivido en pareja, Harry se siga cohibiendo de estar en la habitación de Louis. No es como si fuesen desconocidos y a Louis no le guste tenerlo ahí cada vez que puede.

—¿Harry, todavía te intimida mi habitación? —El menor asiente despacio, y Louis se conmueve por alguna razón—. De acuerdo, iremos a tu habitación. ¿Te sientes más cómodo allí? —Harry vuelve a asentir, con una pequeña sonrisa tímida en sus labios. Louis suspira profundo, y puede jurar que está a punto de mojar sus pantalones con anticipación si Harry sigue actuando de esa manera.

Demasiado precoz. Debe dejar de hacerse ideas antes de actuar, o de lo contrario todo acabará rápido y será una verdadera pena.

Sin embargo, es Harry quien conduce a Louis hasta su habitación, sin soltar la mano del mayor. Al abrir la puerta, Harry entra con rapidez, arrastrando también a Louis, quien cierra la puerta detrás de él, asegurándose de colocar el seguro para que nadie pueda entrar.

Harry suelta la mano de Louis, y ambos quedan frente a frente, sin mencionar una palabra. Harry observa sus zapatos fijamente, como si fueran algo digno de admirar, incapaz de mantener su mirada en aquellos ojos azules que lo miran fijamente. No sabe cómo dar el siguiente paso, sinceramente no lo sabe, no con Louis. Vamos, tiene más de un año sin tener intimidad, y no es la clase de chico que da el primer paso, ya que las veces que ha intentado dar el primer paso con Louis, ha fracasado terriblemente. Ya todos lo saben. Traga saliva y muerde su labio inferior, sintiéndose estúpido.

Louis no puede ocultar la sonrisa que se apodera de sus labios, mirando como Harry luce tan jodidamente tierno, todo sonrojado, mirando hacia el piso y mordiendo su labio de manera nerviosa. Puede jurar que todo su cuerpo está rígido como plomo, no se mueve, Louis duda que Harry esté respirando, a decir verdad. Luce tan incómodo, y de cierta manera, tan asustado. Louis frunce el ceño, odiándose al pensar que puede transmitirle miedo a Harry. La idea lo vuelve loco.

Se acerca con lentitud, colocando su mano despacio en el mentón del menor, obligándolo a levantar la mirada. Esos ojos verdes se clavan en los suyos, y luce terriblemente asustado. Louis simplemente lo besa, lo besa porque no soporta mirarlo así, lo besa porque quiere borrar cualquier pensamiento negativo que pueda estar torturándolo. Lo besa sin apartar su mano de su mentón, sintiendo cómo los labios de Harry tiemblan sobre los suyos.

—¿Realmente quieres hacer esto? —Pregunta Louis, rompiendo el contacto de sus labios. Harry toma una bocanada de aire con desesperación, como si le faltara todo el aire en sus pulmones.

—Sí, Louis. Por favor. —Suplica, con una expresión dolorosa. Louis sufre viéndolo de esa manera.

—Pero estás temblando. —Responde con un tono de preocupación. Harry sacude la cabeza reiteradas veces.

—No lo estoy. Sólo estoy ansioso, cuando... Hmm, cuando estoy ansioso suelo temblar. —Louis levanta una ceja, sin creer realmente aquellas palabras, pero no le da tiempo de decir otra cosa porque Harry estampa su boca contra la suya una vez más.

Louis se sorprende, pero luego sus manos descienden hasta posarse sobre las caderas del rizado, apretándolo sin dejar de besarlo. Levanta la tela de su camisa, únicamente para tener contacto directo con su piel, pero esta vez coloca sus manos a la altura de su cintura, donde se encuentran aquellos rollitos que a Louis le gustan tanto. Harry suelta el primer gemido al sentir las manos cálidas de Louis contra su piel fría por alguna extraña razón. Es la primera vez que siente las manos de Louis sobre su cuerpo, por debajo de la ropa. Y se siente muy bien, de hecho, siente algo muy parecido al fuego bajo su piel, justo donde las suaves manos de Louis acarician y exploran.

Aquella noche en su habitación cuando Louis intentó tocarlo no se sintió la mitad de bien, seguramente porque Harry no estaba en ese mood, la decepción y la nostalgia no le dejaron disfrutar de sus caricias tanto como él hubiese querido. Sin embargo, es diferente ahora que son novios formalmente. Harry definitivamente está en ese mood.

El mayor lo atrae hacia él, hasta que sus cuerpos chocan, y Harry suelta un segundo gemido cuando los labios de Louis dejan de besar su boca para besar su mejilla y luego su oreja izquierda, cortos besos que lo hacen estremecer. Tan suave, tan delicado. Pero es justamente cuando besa su cuello, que Harry se aferra a sus hombros con fuerza, para no caer cuando siente que sus rodillas se debilitan y su cuerpo pierde fuerza. Louis puede notarlo, por lo que pasa su brazo alrededor de su cintura para mantener su equilibrio, sosteniéndolo firme contra su cuerpo, sin dejar de besar su blanquecino cuello.

Louis gruñe, hundiendo su nariz en el cuello del menor, regocijándose con su olor. Maldito perfume. Louis siente un tirón en su entrepierna mientras sigue llenándose de aquél dulce aroma que siempre, desde que Harry lo usó por primera vez, se convirtió en su aroma favorito. Y por supuesto, Harry no puede dejar de usarlo todo el tiempo para enloquecerlo.

Harry se siente tan avergonzado de repente, al notar como está jadeando y deshaciéndose con las caricias de Louis. Es una vergüenza. Actuando tan necesitado, sin fuerza de voluntad. Pero simplemente no puede enmendarlo, no ahora cuando Louis se encuentra mordiendo y succionando su cuello, subiendo sus manos por su espalda, causándole un millón de sensaciones. Está a punto de desmayarse, por Dios, si Louis no estuviese sosteniéndolo, seguro estaría en el piso retorciéndose. Qué jodida vergüenza. Seguro Louis se burlará de él en un futuro.

Louis se aparta un poco, liberando su sensible cuello, pero no aparta sus manos por miedo a que Harry caiga de lleno contra el piso. Lo examina de pies a cabeza, y Harry tiembla, no ha dejado de temblar.

—Voy a soltarte ahora, ¿de acuerdo? —Advierte, pero Harry sacude la cabeza, tragando saliva para refrescar su garganta seca. Louis sonríe, con tanta adoración. No puede sentir otra cosa por Harry— Sólo mantente de pie.

Pero Harry se siente muy débil, ha esperado tanto tiempo, Dios, todo su cuerpo está hipersensible. Sus rodillas se tambalean, y justo ahora parece una ridícula imitación de Bambi, tratando de mantenerse de pie por sí solo.

Louis actúa rápido, tomando la tela de la camisa y sacándole la prenda por encima de su cabeza con demasiada rapidez, temiendo que pueda caerse en cualquier momento. Harry se inclina hacia él, y Louis no duda en atraparlo nuevamente, pegándolo a su pecho.

Retrocede torpemente hasta toparse con la cama, entonces deposita el cuerpo tembloroso de Harry sobre ella.

Harry no sabe si son los nervios, o el deseo, o simplemente la necesidad que tiene de sentir alivio, lo que le impide reaccionar, pensar, o moverse. Louis pensará que es un idiota por su comportamiento. No recuerda haberse comportado así al momento de intimidar, o tal vez se deba a que nunca llegó a sentirse tan mimado y querido como se siente ahora. Nunca lo tocaron o besaron de esta manera, él sólo lo tumbaba en la cama y hacía lo que tenía que hacer, de manera rápida y brusca para acabar lo más pronto posible. Nunca trató de darle placer. Ahora Harry está descubriendo estas sensaciones completamente nuevas, y es incapaz de actuar como una persona civilizada. No pueden culparlo.

O tal vez es el hecho de que se trate de Louis.

Aunque muy seguramente se debe más al hecho de que le están haciendo el amor por primera vez, superando todas sus expectativas incluso antes de haber comenzado.

Ni siquiera lo está tocando, y Harry se aferra a las sábanas, arqueando la espalda con desesperación. Louis le quita los zapatos actuando con rapidez, y toma los bordes del pantalón para deslizarlo por sus piernas hasta sacarlo por completo, dejando a la vista unas lindas bragas amarillas, decoradas por lentejuelas brillantes. El mayor sonríe ampliamente, pensando que antes le parecían tan extrañas, y ahora se encuentra amándolas. Son jodidamente lindas y muy ardientes. O tal vez que Harry las tenga puestas las convierte en lindas.

Antes de que Louis pueda poner sus manos encima de la prenda, Harry parece reaccionar finalmente, colocando sus propias manos sobre su ropa interior, cubriéndose esa zona. Louis se aparta con sorpresa. Harry finalmente hace contacto visual con él, y sus mejillas se encienden.

—¿Qué ocurre? —Pregunta el mayor, con un ligero ceño. Harry se muerde el labio.

Es una larga historia. Siempre ha tenido complejos con respecto a su parte inferior, sobretodo después de escuchar tantos insultos y comentarios hirientes por parte de Jacob, siendo él la única persona a la que se ha expuesto. Tanto así que logró que empezara a lamentarse por sí mismo, logró que sintiera vergüenza de su propio cuerpo. ¿Cómo podría dejar que Louis lo viera cuando ni siquiera él es capaz de verlo?

—No es bonito. No es muy... —Louis lo interrumpe.

—Harry basta. No puedo saber si es bonito hasta que lo vea con mis propios ojos. Por favor. —Harry respira con dificultad, y se siente más nervioso que antes. Le incomoda mucho. Le avergüenza.

—Uhmm, Louis no... —No termina de hablar ya que Louis toma sus manos y las aparta lejos. Entonces toma el elástico de las bragas y las desliza hacia abajo, despacio.

Su mirada se clava en su entrepierna, y un pequeño jadeo sale de su boca al verlo completamente desnudo. Debe estar soñando de nuevo con esto. Joder, espera que no sea un sueño esta vez.

Harry cierra los ojos con fuerza, incapaz de mirarlo. Maldita vergüenza.

Louis puede notar su evidente incomodidad, pero no lo entiende, tiene una buena apariencia en todos los sentidos. Nunca sintió la necesidad de tocar uno que no fuera el suyo, y tampoco la necesidad de besarlo, pero al tratarse de Harry de inmediato su mentalidad cambia, y el deseo de llenarlo placer es todo lo que le importa, sin importar el hecho de ser inexperto en el área.

—Es tan tentador. —Comenta sin dejar de ver aquella pieza rosada y firme. Más pequeño que el suyo, puede asegurarlo porque aunque está levantado apuntando hacia el techo, hinchado y rojo, sigue siendo más pequeño en comparación. Louis sólo piensa que es lindo y tentador. Y nunca había pensado eso de ningún otro, le incomodaba ver a sus amigos desnudos en las duchas. Tampoco había querido besar o acariciar ninguno, hasta ahora. Primera vez que siente deseo por un hombre. Verdadero deseo.

Harry abre los ojos, sorprendido con lo que acaba de escuchar.

—¿Crees que es tentador? ¿De verdad? —Pregunta mirándolo con asombro, incapaz de creerlo.

—Es lo más tentador que he visto. —Harry esquiva su mirada, y una tímida sonrisa se apodera de sus labios—. No es muy importante el tamaño, Harry. De verdad, es el primero que veo, tampoco puedo compararlo con muchos. Y no me importa cuál sea su tamaño, es perfecto y me gusta mucho.

De pronto Harry quiere llorar de alegría, esas palabras lo hacen sentir cómodo y seguro. Nunca había recibido ningún cumplido sobre su diminuto pene, había recibido insultos y críticas. En los baños públicos muchos chicos se habían burlado al verlo orinar, y lo señalaban mientras reían. Nunca se llegó a sentir cómodo con él, hasta ahora que Louis le dice cosas lindas, haciéndolo sentir especial.

Louis comienza a sacarse su propia camisa y pantalones, cuando Harry salta fuera de la cama, recobrando energías.

—Espera. —Dice, dirigiéndose a la peinadora. Abre un gabinete, y los ojos de Louis se ensanchan al ver que saca dos paletas coloridas. Entonces vuelve a avanzar hacia la cama, dejando las paletas -todavía envueltas- sobre ella.

Harry también busca algo dentro del closet, colocándose de puntillas para alcanzar algo en la parte de arriba. Louis no puede evitar que su mirada se desvíe hacia el bonito y redondo trasero del menor, y tiene que acomodar su propio miembro ansioso en su calzoncillo para que no sea tan notable su erección. Cuando Harry finalmente encuentra lo que busca, vuelve con un bote de algo transparente y un pequeño paquete plateado. Ahora Louis se encuentra sonrojado y muy excitado.

—Estoy listo, Lou. —Louis lo mira boquiabierto cuando Harry se sube en la cama, colocándose en cuatro, con su trasero elevado apuntando en su dirección, separando las rodillas, dejando todo a su vista y disposición.

Su respiración se atasca en su garganta al ver a Harry tan expuesto y listo para él. Louis sacude la cabeza, obligándose a reaccionar. Cuando Harry está abriendo la envoltura de la primera paleta, Louis se acerca, frunciendo el ceño y apretando los labios, odiando toda esta situación.

Harry lo hace inconsciente, tomando esa posición que tal vez el idiota de Jacob le hacía tomar. Louis odia la manera como ese imbécil adiestró a Harry a su manera, y todo, absolutamente todo lo que le enseñó. Todo es mierda. Harry se acostumbró a ser dominado y sodomizado, y esa misma actitud es la que muestra ahora. ¿Qué le hizo? ¿Por cuánto tiempo lo hizo? Todo lo que ve es bonito y a la vez tan macabro y enfermo.

Louis sacude la cabeza. No es momento para atormentarse pensando en eso. Le prometió algo. Cambiará eso. Cambiará su mentalidad. Le hará olvidar toda la mierda aprendida.

Toma las caderas de Harry, haciendo fuerza para voltearlo, tumbándolo en la cama sobre su espalda, colocándolo de frente a él. Harry lo mira con confusión, pero Louis no le permite decir nada cuando se inclina para besarlo, dejando todo el peso de su cuerpo apoyado en sus rodillas y manos para no aplastar a Harry, pero haciendo fricción con su entrepierna. El menor suelta un gemido más fuerte que los anteriores, y ese sonido enloquece a Louis, quien comienza a frotarse con más intensidad, ganándose gemidos por parte del otro.

Joder, Louis nunca pensó que esto podría sentirse tan bien. De saberlo, hubiera salido del closet hace mucho tiempo. Esta sensación mientras hace fricción con Harry es simplemente embriagadora.

Deja una mano apoyada en la cama, mientras con la otra mano busca a tientas el miembro de Harry, para mostrarle cómo se siente una paja en manos de otro. Claro, Louis nunca le ha dado placer a un hombre, pero muchas mujeres se lo han dado a él, por lo tanto sabe lo que se siente tener otras manos acariciándolo.

Louis se traga todos los gemidos de Harry, sin dejar de besarlo mientras sostiene su lindo pene y lo maneja con total experiencia, como si se tratara del suyo propio. Harry se siente en la gloria, arqueándose y sacudiendo sus piernas y brazos debajo de Louis mientras disfruta de sus caricias. Se siente bien, más que bien. Harry se siente extasiado, y de cierta manera aliviado. Y grita, retorciéndose mientras mancha la mano de Louis y también sus cuerpos. Louis se aparta, colocándose de pie mientras Harry recupera el aliento y espera que los espasmos se detengan.

Se deshace de su ropa interior y sus calcetines, y toma el paquete plateado que Harry había sacado del closet anteriormente. Saca el condón y se lo coloca perfectamente, mirando a Harry todavía sacudiéndose en la cama, recuperándose de un grandioso orgasmo. Louis sonríe satisfecho, tomando el bote de lubricante y colocándose un poco en la punta de su duro miembro, expandiendo el líquido a lo largo de él.

Louis toma una almohada y levanta las caderas de Harry para colocarla debajo de su trasero, elevándolo para que pueda quedar a su nivel. Rocía un poco más de lubricante en sus dedos antes de tantear el agujero del menor, preparando su entrada. Harry lo mira fijamente, respirando con dificultad, incapaz de moverse. Observa en silencio cómo Louis se coloca de rodillas en la cama, y acaricia sus muslos antes de atraerlo hacia él. Harry levanta las caderas, y es él mismo quien tantea hasta conseguir el miembro de Louis para llevarlo a su entrada.

Louis tira la cabeza hacia atrás mientras Harry se encarga de introducirse toda su hombría, soltando un gemido cansado cuando entra la cabeza. Harry se humedece los labios mientras frunce el ceño con expresión dolorosa. Louis enseguida toma el bote de lubricante para colocar más, y entonces se desliza con facilidad. Harry suelta un grito bastante fuerte cuando entra todo, pero rápidamente mueve sus manos hasta conseguir una de las paletas. Louis no se mueve hasta que el menor logra quitar toda la envoltura del dulce y se lo lleva a la boca. Harry muerde con fuerza la paleta y cierra los ojos. La imagen enloquece a Louis mucho más.

Harry logra disminuir los ruidos usando la paleta, sin romper el contacto visual con Louis, quien lo mira de forma indescriptible al ver cómo su novio saborea la golosina de una manera nada inocente, ganándose un ticket directo al infierno por todas las escenas obscenas que su imaginación ha creado con solo verlo jugar con el dulce en sus manos.

Inclina su cuerpo totalmente hasta que su pecho está pegado al pecho de Harry, y entonces comienza a moverse en su interior, con una lentitud agonizante, besando el rostro del menor. Harry lo recibe muy bien, y se vuelven uno, compartiendo el placer del otro. Harry envuelve sus piernas alrededor de su cintura, elevando sus caderas para profundizar el encuentro. No se escucha ningún gemido, ya que Harry sólo puede gruñir con la paleta en la boca. Louis aparta la golosina de sus labios y Harry lo mira aterrado, tratando de alcanzar su mano para quitársela.

—Louis, dámela. —Logra decir entre jadeos—. No puedo... Sin ella, s-soy ruidoso. —Louis frunce el ceño.

—No quiero que me prohíbas el placer de escucharte. —Dice, dejando la paleta a un lado. Harry observa la golosina y luego a él.

—Soy escandaloso. —Repite con timidez, notando que Louis ha dejado de moverse.

—No me importa. Quiero escucharte. Me gusta escucharte, me llena de satisfacción. —Louis mira sus ojos tristes y levanta su mentón—. Harry, estás conmigo, no me importa si haces mucho ruido, ¿de acuerdo? No te cohíbas conmigo. —Harry finalmente asiente, sonriendo, y es todo lo que Louis necesita para continuar.

Minutos después, la habitación se llena de gemidos y gritos por parte de Harry, sacudiéndose debajo de Louis, arañando su espalda y halando su cabello. Louis gruñe y chupa su cuello de vez en cuando, repitiendo lo mucho que lo ama y lo hermoso que es. Harry se siente en las nubes, disfrutando cada pulgada de Louis en su interior, gimiendo su nombre cada vez más fuerte, y nombrando santos que Louis no sabía que existían.

Louis sale de su interior y lo toma de las caderas para girarlo sobre la cama. Ahora se encuentra boca abajo, y aferra las sábanas cuando Louis se vuelve a introducir en esa posición, soltando otro grito. Dios, sus gritos son tan vergonzosos. Louis se mueve con tanta avidez, en perfecta sincronía, besando y mordiendo el cuello de Harry, sintiéndose al borde del colapso, sintiendo la espalda sudorosa del menor contra su pecho. Louis sostiene su cintura y lo levanta, haciendo su mayor fuerza. Harry apoya sus rodillas en la cama, pero Louis presiona la parte baja de su espalda para tumbarlo nuevamente, sosteniendo su miembro hinchado con la otra mano. Harry grita y gruñe cuando la mano de Louis acelera, igual que los movimientos de su pelvis.

Segundos después ambos se derrumban en la cama, jadeando y sudando. Harry cae con los brazos extendidos a los lados, y Louis a su lado, mirando hacia el techo, con su mano manchada de líquido blanco.

Harry no sabe cuánto tiempo duró todo, pero está seguro que nunca había disfrutado más.

—Te amo, Lou. —Dice con la boca seca, e inmediatamente cierra sus ojos.

El sueño y el cansancio venciéndolos a ambos.

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Cambié cosas porque me daba cringe este capítulo. No cambié mucho porque si no me funan xD

Por el cumpleaños de Harry #23 😭

Capítulo dedicado a:

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¿Qué opinan de este capítulo? Me voy a preparar psicológicamente para leer sus comentarios. Espero que les haya gustado, de lo contrario me mato :)

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