Louis nota cómo Harry se aferra más a su mano, apretándola como suele hacerlo cada vez que siente temor. Louis observa a Mark directamente, con intriga y advertencia.

—Justo ahora estamos hablando él y yo, papá. —Dice, volviendo a mirar a Harry, quien parece muy asustado. Louis sólo quiere evitarle un mal momento, y espera que su padre lo entienda.

—Sólo serán pocos minutos mientras hablo con él. —Louis no deja de observar a Harry, sintiendo un poco de pena por tener que dejarlo a solas con su padre, sabiendo cuál será su posible tema de conversación.

—Sólo unos pocos minutos. —Le recuerda Louis. Mark asiente con la cabeza antes de hacer señas a Harry, saliendo de la habitación segundos después. Harry espera que la puerta esté completamente cerrada para buscar la mirada de Louis, completamente atemorizado.

—Louis, no quiero ir con él. ¿Que tal si me despide? Seguramente quiere que firme una carta de renuncia. —Habla con tanta rapidez que Louis apenas puede captar sus palabras.

—Los malos pensamientos, chiquito. —Le recuerda, acariciando la piel de su mano. Harry suspira profundo. Por más que trate de no ser negativo se le hace muy difícil tener buenos pensamientos sobre esto.

—Lo siento, tal vez sólo quiere hacerme una fiesta por salir con su hijo y darme un premio por eso. Tal vez un carro, o un teléfono. —Louis sonríe de oreja a oreja ante el comentario sarcástico del menor. Harry no sonríe, está demasiado asustado para encontrarle un chiste a lo que dijo.

—Harry, todo estará bien. Piensa positivo y deja de ser sarcástico. —Dice tratando de calmar al chico ansioso.

—Lo intento, Louis. Pero sólo puedo pensar en que tu padre me insultará en todos los idiomas y luego pateará mi trasero de la forma más cruel hasta cansarse. —Louis no puede evitar reír fuerte ante eso, la manera tan dramática en que Harry actúa ante todo es simplemente un espectáculo que ama ver. Es como un niño cuando ve caricaturas y en su mente piensa que las cosas más locas que le suceden a los personajes puede hacerse realidad. Y Harry ve tantas caricaturas que Louis piensa que ha cruzado al mundo irreal.

—Él no lo hará. —Dice finalmente cuando observa la expresión indignada del menor al ver que se está divirtiendo con la situación.

—Tú no lo sabes. Jamás saliste con un chico antes, no hay forma en que puedas saber cómo reaccionará tu papá. Y ni siquiera estarás presente en la conversación, eso me aterra. —Confiesa, formando un leve puchero. Louis lo observa con ternura, y esa es de la única manera en la que Louis puede observarlo siempre.

—No debes sentir miedo, chiquito, ya he hablado con mi padre. —Dice, todavía sosteniendo su mano. Harry abre los ojos como platos, pensando que tal vez se trata de otra conversación, y no de la misma conversación que le contó Louis.

—¿Sobre mí? —Pregunta ansioso. Louis hace una mueca.

—Indirectamente, sí. No mencioné tu nombre en ningún momento porque él no me permitió seguir hablando, no quería saber detalles, pero supongo que ya lo sabe. —Y definitivamente no se trata de otra conversación. Harry pone los ojos en blanco.

—¿Y qué se supone que quiera hablar conmigo si ya lo sabe? ¿Tienes alguna idea? —Louis se muerde el labio antes de responder.

—No, sinceramente. —Harry abre la boca, indignado.

—¿Lo ves? Tratas de decirme que nada malo va a pasar cuando tú ni siquiera imaginas de qué va todo esto, Louis. —Se cruza de brazos, frunciendo el ceño. Louis sonríe como un tonto nuevamente, viendo lo lindo que Harry se ve enojado.

Suspira profundo antes de hablar con calma—. Chiquito, conozco a mi padre, él no es esa clase de persona que insulta o golpea a nadie, sé que sólo quiere conversar contigo como personas civilizadas. Tal vez quiera regalarte un carro o un teléfono. —Louis trata de ocultar su risa, y Harry sólo quiere golpearlo porque el mayor se está burlando de todo lo que dice cuando él está entrando en una crisis nerviosa. Esto no es gracioso en absoluto, a Harry le hierve la sangre.

—¡Louis! —Exclama con molestia, y Louis deja de reír al instante, poniéndose serio. Harry ablanda su mirada, volviendo a su expresión de preocupación extrema.

Louis se siente mal por ignorar sus miedos, pero sólo de esa manera podrá superarlos. A veces necesitas ignorar algunos berrinches para que la otra persona aprenda a que no va a solucionar nada en su vida con eso.

—No niegues nada. —Dice después de un minuto en silencio. Harry levanta una ceja, confundido.

—¿Uh?

—Sobre nosotros, no niegues nada. Acepta todo. No quiero tenerte en secreto con mis padres por más tiempo. —Explica. Harry se sorprende al oír eso.

—¿Seguro? —Louis asiente.

—Muy seguro. —Harry asiente igualmente, antes de soltar la mano del mayor.

—Aquí voy, directo a mi lecho de muerte. —Dice, caminando hacia la puerta. Louis se muerde el labio para no reír.

—Que la suerte te acompañe, amor. —Se burla. Harry se voltea para mirarlo con molestia, y decide salir de la habitación tirando la puerta de un portazo.

Mark lo espera al final del pasillo, de espaldas, y Harry arrastra sus pies hasta allá, con toda la fuerza de voluntad que puede conseguir. El hombre lo ve de reojo, y comienza a caminar en completo silencio, esperando que Harry lo siga.

                              ×××

Harry se sienta tímidamente frente a Mark cuando llegan a la cafetería del hospital, y no se atreve a sostenerle la mirada por más de un segundo, por esa razón agacha la cabeza con rapidez.

—Harry, mírame a los ojos. —Exige Mark, con voz suave.

—Lo siento. —Dice, volviendo a sostener la mirada fría de Mark. Se siente muy nervioso, su corazón late con mucha rapidez, y odia tener que sostenerle la mirada porque es muy difícil para Harry hacer eso cuando se siente acorralado o intimidado por alguien.

—Está bien, sólo no me esquives la mirada cuando te hablo. —Harry asiente, aún mirándolo a los ojos.

—No quiero perder mi trabajo, no sólo perdería el trabajo, también perdería un hogar y una familia. Me siento bien allí, los quiero a todos y realmente no quisiera irme. —Habla rápido, casi suena como un trabalenguas. Mark frunce el ceño.

—No irás a ningun lado sin antes hablar conmigo. —Su voz no demuestra molestia, pero tampoco felicidad, es un tono neutral. Es difícil descifrar su ánimo.

—¿Es por las faltas? Sé que he faltado dos días al trabajo, pero era necesario... —Mark lo interrumpe cuando nota que Harry comienza a divagar.

—Harry, quiero hablar sobre Louis. —Va directamente al punto, sin ánimos de cambiar el tema. Harry traga saliva.

—¿Sobre Louis? —Mark asiente—. Uhmm sí, está bien.

Puede notar el miedo del chico, su cara de terror, sus ojos dilatados, y puede ver que su respiración se acelera cada vez más.

—No tienes que sentir miedo o sentirte nervioso hablando conmigo, me haces sentir malvado y no lo soy, simplemente quiero hablar contigo para entender mejor la situación. —Harry aparta su mirada sólo por un segundo antes de volver a mirarlo. Mark lo agradece enormemente.

—Perdón, sé que no es malvado, pero también pensaba eso de mis padres, y sin embargo lo fueron. —Hace una mueca. Mark lo observa con nostalgia.

—Lo siento, sé que has pasado malos ratos las veces que has intentado ser sincero, pero eso no implica que todos seamos iguales y que tengamos las mismas reacciones y sentimientos. —Harry asiente, de acuerdo con Mark.

—Es verdad, simplemente soy muy desconfiado. —Confiesa, jugando con sus manos por debajo de la mesa. Está muy ansioso, siente que no puede estar sentado allí por más tiempo. Quiere salir corriendo y esconderse detrás de Louis, donde se siente seguro, pero ha decidido ser valiente.

—No te preocupes, puedo entenderlo. Ahora, hablé con Louis días antes y él me confesó su interés por los chicos, también me dijo que está muy enamorado de uno. Su confesión fue algo que jamás esperaba de mi hijo, me llegó a doler mucho, no porque esté en contra de los homosexuales, sólo porque me sentí engañado ya que no lo dijo antes, tuvo muchas novias y siempre tuvo interés por las chicas. De repente me confesó eso y por supuesto que me dolió al instante, porque no lo sospechaba, era algo que pensé imposible. Pero luego me dijo que lo había ocultado durante mucho tiempo, y me sentí mal porque supe que mi hijo no había sido feliz hasta ese momento, estaba obligado a fingir sentimientos y eso lo deprimía bastante. Era infeliz y yo no lo sabía, eso me convierte en un mal padre. Ahora lo único que deseo es la felicidad de Louis.

Después del gran discurso de Mark, la mesa queda en silencio. Harry no piensa romper ese silencio por miedo a delatarse antes de que Mark diga lo que realmente quiere decir. No será el primero en hablar.

—Lo que quiero decir con todo esto, y para lo que realmente quería hablar contigo, es porque he llegado a la conclusión de que tú eres el chico de quien Louis se enamoró. Quiero que seas tú quien me lo confirme. —Harry siente un nudo en la garganta, junto con un miedo irracional.

Recuerda las palabras de Louis antes de salir de la habitación, y toma una bocanada de aire antes de dar una respuesta.

—Sí. Hablaba de mí. —Antes de que pueda decir algo más, Mark lo interrumpe.

—¿A ti te gusta? —Pregunta con curiosidad, a lo que Harry responde con un asentimiento.

—Mucho.

—Okay. —Es lo único que Mark responde.

Se quedan en silencio por cierto tiempo, ambos sin saber qué decir. Hasta que Mark rompe el silencio nuevamente.

—No sé en qué cosas se está metiendo mi hijo, sinceramente porque desconozco totalmente ese tema de la homosexualidad. Sin embargo, lo acepto, es su decisión, él decidió tomar ese camino y yo lo acepto, así como también te acepto a ti. Te acepté desde el momento en que nos confesaste a Johannah y a mí sobre tu orientación sexual, me conmovió que quisieras contarnos algo tan personal. En ese momento te acepté, y lo que dije en ese instante fue verdad, tampoco imaginaba que te fueras a enamorar de mi hijo, claro que no, eso nunca cruzó por mi cabeza, pudiste elegir a alguien más para enamorarte, pero no te culparé de nada porque al final de todo, fue mi hijo quien te eligió desde el primer momento. Y creo que Louis está muy seguro de lo que siente por ti. Así que no me queda nada más que decir, eres parte de mi familia, y me alegra ser tu suegro. —Harry parpadea varias veces, impactado por la última frase.

—Debo estar soñando todo esto. —Dice, pensando en voz alta.

—No lo estás. —Mark sonríe.

—Definitivamente esto es mejor que el teléfono y el carro. —Menciona, todavía sin poder reaccionar. Mark levanta una ceja.

—Bueno, esa no era la respuesta que esperaba... ¿De qué hablas? —Harry sacude la cabeza, riendo.

—Nada. Estaba pensando en voz alta. ¿Puedo abrazarlo? —Pregunta de pronto, con cierta timidez.

—Claro que sí, hijo. —Mark se pone de pie, y al instante Harry hace lo mismo, rodeando la mesa hasta llegar hasta él, tomándolo en un abrazo.

—Gracias por aceptarnos. —Murmura, sin dejar de sonreír ampliamente.

                              ×××

Cuando Harry regresa a la habitación de Louis, manteniendo su brillante sonrisa, se encuentra con Liam y Zayn dentro de la habitación. Liam sostiene un gran arreglo de flores dentro de una cesta bien decorada con un lazo rojo al frente, y en medio del lazo sostenido con las flores descansa una paleta de colores que casi tiene la misma circunferencia de su cabeza.

Harry observa a Louis, y éste le sonríe a Liam de una manera cómplice para después mirar al menor y guiñarle un ojo. Harry siente que su corazón va a estallar de la alegría, luego de la conversación con Mark estaba feliz, pero ahora le está brotando felicidad por los poros.

—¿Te gusta tu regalo? —Pregunta Louis. Harry vuelve a mirar las flores y asiente con la cabeza—. Tómalo, es tuyo.

Harry no espera más pedidos, se acerca a donde está Liam, y le regala una sonrisa tímida antes de tomar la cesta con el enorme ramo. Louis se ha pasado esta vez. Harry se tambalea por el gran peso de su regalo, y Liam lo sostiene por la espalda.

—Ayúdalo, colocalo sobre el mesón. —Exige Louis cuando ve que Harry está haciendo mucha fuerza. Liam rápidamente hace lo que Louis le indica, colocando el regalo de Harry sobre el mesón.

—Gracias. —Dice el menor, limpiando su frente como si acabara de levantar una pesa de 5 kilos. Louis suelta una carcajada antes de estirar su mano.

—Ven acá. —Lo llama, sin borrar su sonrisa. Harry se acerca lo más rápido que puede para tomar su mano—. Liam y Zayn han venido a cuidarme, ya puedes volver a casa y descansar un poco de mí. —Harry inmediatamente frunce el ceño, rehusándose ante la idea.

—No. —Sacude la cabeza. Louis pone los ojos en blanco.

—Ya lo hablamos, Harry. Quiero que estés seguro en casa.

—Estoy seguro aquí, mi casa está donde tú estés. —Eso lo deja completamente sin palabras, sólo apretón de manos es suficiente para demostrar su afecto ante aquellas palabras dichas por el menor—. El doctor dio órdenes de que puedes regresar a casa mañana. No me iré sin ti, puedo aguantar hasta mañana. No te causaré problemas o disgustos, lo prometo.

Los tres chicos observan a Harry de la misma manera, aquellas palabras logrando ablandar el corazón de todos ellos, sacando su lado más sensible. Liam no puede evitar sentir celos de Louis al tener a alguien tan dispuesto y entregado como Harry está con él. Zayn simplemente no es capaz de imaginarse en una situación igual con Gigi, pero sin embargo se lo ha imaginado muchas veces con otra persona. Harry no se da cuenta de lo que causa, él es espontáneo, y su pureza y honestidad es lo que causa mariposas en el estómago de Louis

—Está bien, amor, quédate. —Le sonríe, y Harry suspira de alivio.

—Uhmm entonces ya deberíamos irnos, Zayn. —Dice Liam, golpeando el hombro del moreno, quien reacciona rápidamente.

—Sí, claro. Nos vemos mañana, Louis. —Se despide el chico—. Cuidalo muy bien, rizado.

—Lo haré. —Responde Harry mirando en su dirección.

—No te alteres mucho, Tommo. —Dice Liam, con una sonrisa burlona—. Hasta luego, Harry.

Cuando están caminando hacia la puerta de la habitación, ésta se abre, y Brianna se asoma, caminando dentro de la misma.

—Hola chicos. —Saluda con una sonrisa.

Harry de pronto siente adrenalina, su sangre comienza a hervir cuando ve a la chica rubia sonriendo con hipocresía. Louis sostiene su mano con más fuerza para sujetarlo, pero Harry logra liberarse y corre hacia la chica, tomándola del cuello de su camisa y atrayéndola hacia él de manera intimidante.

—¡¿Cómo te atreves a venir?! —Exclama con molestia. Sus manos tiemblan mientras aprietan en puños la camisa de Brianna.

—¡Liam, haz algo rápido! —Exclama Louis desde la cama—. ¡Sácala de aquí!

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Capítulo dedicado a:

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