Cuando todos terminan de comer y terminan de conversar, se ponen de pie para dejar el restaurant.

—¿Louis, tu mucamo es mudo? No lo escuché hablar en todo el día. —Comenta Zayn, mirando a Harry con el ceño fruncido. El menor apenas le dirige la mirada antes de colocarse detrás de Louis.

—Lo intimidas, eso es lo que sucede. Tus estúpidos comentarios homofóbicos lo hacen sentir inseguro frente a ti. Obviamente que eso no te importa porque lo continuas ofendiendo. —Responde Louis con molestia—. Y también podrías evitar llamarlo mucamo siempre que te refieras a él.

—Oops, lo siento. —Se encoge de hombros—. No es tu amigo, tampoco tu novio, tampoco un familiar, no sé cuál otro nombre darle. Es tu mucamo.

—Próximamente será mi novio, y te pido que no vuelvas a llamarlo así porque me desagrada el tono arrogante de tu voz cuando pronuncias esa palabra.

Harry abre los ojos como platos al escuchar las palabras provenientes de Louis. En realidad no han hablado nunca sobre su "lo que sea que tienen", y es la primera vez que Louis menciona la palabra "novio" con planes a futuro frente a él. Eso le da muchas esperanzas a Harry.

Louis tantea con su mano detrás de su espalda hasta encontrar la mano del menor y sostenerla fuerte antes de comenzar a caminar fuera del restaurant. Liam se queda atónito sin decir nada, mientras que Zayn frunce el ceño.

—Eso te pasa por idiota mente cerrada. —Dice el castaño entredientes.

—Cierra la boca, Liam. —Responde furioso antes de salir del restaurant.

                             ×××

Louis deja a sus amigos en casa de Liam antes de volver a la mansión con Harry. El chico no ha mencionado nada sobre el tema anterior, y realmente espera que Louis sea quien hable de eso primero porque quiere saber por qué lo dijo. ¿Louis quiere ser su novio? ¿Formalmente? ¿Por qué nunca había mencionado eso hasta ahora?

—¿Qué quieres hacer ahora? —Louis rompe el silencio cuando detiene el carro en el garaje de la mansión. Harry lo mira incrédulo.

—¿Nada? Debo trabajar ahora, Louis. —Responde con tono obvio. El mayor se ha olvidado de sus responsabilidades totalmente.

—No tienes que hacerlo, no me gusta verte limpiar como si fueras... —Sacude la cabeza, deteniéndose a mitad de la oración.

—Un mucamo, dilo. Eso es lo que soy, me gusta mi trabajo, adoro limpiar. —Dice con orgullo. Louis sonríe sintiendo dulzura y tanto amor que no cabe en su pecho. Toma su mano, entrelazando sus dedos y besa la parte superior.

—Quiero limpiar contigo. Haré que tu trabajo sea un poco más entretenido esta vez. —Asegura. Harry levanta una ceja, no muy entusiasmado con la idea. Ni siquiera permite que Jennifer lo ayude con la limpieza, mucho menos dejará que Louis lo haga.

—Lo vas a arruinar todo. —Responde tratando de no sonar tan cruel, e intentando de la mejor manera decirle un rotundo no.

—No seas tan malo, tampoco soy un desastre en la limpieza. —Sonríe con picardía. Harry lo mira con descaro.

—Sí lo eres. —Louis hace puchero con mirada de cachorro, y Harry trata de mantenerse firme.

—Déjame ayudarte. —Suplica, con voz de bebé. Definitivamente Harry no puede decirle que no.

—Bien. Hoy debo limpiar el piso de la sala principal, debe lucir brillante. —Comenta con simpleza. Louis sonríe ampliamente.

—Lo supuse. Adoras dar brillo a todo. —Harry asiente.

—Supongo que eso no podrás arruinarlo, es sólo un piso, así que dejaré que me ayudes con eso. No dejaré que toques nada más. —Su voz es firme. Louis sabe que Harry se toma en serio su trabajo, pero está siendo extremadamente maniático con la limpieza. Louis se encargará de quitarle un poco de presión.

Sonríe mientras piensa en un plan—. Excelente, tú serás mi jefe esta vez y me dirás qué hacer. Yo seré tu fiel sirviente. —Harry pone los ojos en blanco.

—No puedes limpiar con esa ropa, se dañará. —Comenta observando los pantalones de Louis.

—Harry relájate. No tienes que preocuparte tanto por todo. —Suelta una risita antes de salir del carro, seguido de Harry.

—Me preocupo por tu ropa, es nuevo ese pantalón y debió costar el triple de mi sueldo. —Louis lo ignora por completo y sigue caminando de largo.

—Ya tengo suficiente con los reclamos de mi madre, nene. —Responde Louis sin mirar atrás. Harry se detiene en seco, dejando su rostro sin ninguna expresión.

Louis puede notar que Harry no viene detrás de él, ya que no escucha sus pasos. Se gira para saber qué ocurre, y observa que el chico permanece inmóvil en la acera.

—¿Harry, qué pasa?

—No me llames así. —Responde casi de inmediato, por encima de la voz de Louis.

—Uhmm, ¿nene? —Harry frunce el ceño.

—No lo hagas, Louis. Te acabo de decir que no lo hicieras. —Louis se sorprende ante su molestia. Decide no hacer más preguntas al respecto.

—Perdón. —Harry suspira profundo antes de comenzar a caminar nuevamente hacia Louis.

Cuando está a su lado se asegura de tomar su mano. Louis no dice nada ante su ataque de bipolaridad, y simplemente sigue caminando de la mano de Harry hasta la puerta de la mansión.

Mientras Harry se cambia de ropa, por su uniforme de trabajo, Louis igualmente se cambia en su habitación. No tiene un uniforme como Harry, realmente no tiene pantalones que pueda usar para limpiar, y por supuesto que usar la pijama no es una opción.

Finalmente decide usar un short blanco con una camiseta negra sin mangas, y sale de su habitación para encontrarse con Harry en la sala principal. Baja las escaleras silenciosamente y logra pasar desapercibido, evitando que Harry lo escuche mientras se acerca. El menor prepara dos cubetas, una de agua y la otra de aromatizantes y jabón. Louis arruga la nariz, odiando el apestoso olor del aromatizante, pero eso no le impide acercarse.

—Estoy listo. ¿Puedo empezar ahora? —Pregunta con diversión. Harry sonríe con timidez.

—Sí, eso creo. —Se rasca la parte posterior de su cuello, evitando mirar las piernas de Louis que lucen perfectas bajo ese short blanco. Harry prefiere no mirar, prefiere no tener accidentes desagradables frente a Louis. Ya quedó bastante mal con el suceso en el carro, no quiere empeorar su imagen frente al mayor.

Controla tus hormonas. Ahora no. No es momento de levantarte ahora. Se repite mentalmente mirando nervioso su entrepierna.

—¿Entonces simplemente riego el agua sobre el piso, o...? —Harry reacciona inmediatamente cuando ve a Louis cargando la cubeta.

—¡No! Deja eso donde estaba. —Lo reprende, señalando la cubeta.

—Harry relájate. Dije que sería entretenido. —Dice con una sonrisa malévola. Harry frunce el ceño, sin dejar de señalar la cubeta.

—Bájala ahora. —Su voz firme y su expresión molesta no intimidan a Louis, se sigue viendo como un gatito enojado, nunca lo tomará en serio con esa cara furiosa que hace.

—¿La bajo, amor? ¿Quieres que la baje? —Se burla.

—Louis, no quiero que juegues con mi trabajo, yo nunca jugaría con tu trabajo. Por favor. —Louis pone los ojos en blanco, pero decide dejar la cubeta en el piso.

—Siempre eres tan serio cuando se trata de tu trabajo. Te recuerdo que es mi casa. Puedo hacer desastre en mi casa si quiero. —Dice con ámbitos de superioridad. Harry se siente ofendido con esas palabras, porque Louis tiene razón, pero no puede aceptar que dañe todo.

—Estás jugando con mi trabajo, Louis. —Dice jugando con sus manos.

—No lo estoy haciendo porque todavía no empezaste a limpiar. —Tiene un buen punto, Harry lo sabe, pero tiene que evitar el desastre de alguna manera.

—No me gusta ensuciar. El sólo pensamiento de verte ensuciar el piso me enloquece. Tal vez sí soy maniático con la limpieza, y tal vez sí soy limpiador compulsivo. No me importa. Simplemente no me gusta el desorden y no soporto la suciedad. No lo hagas frente a mí. —Louis vuelve a poner los ojos en blanco.

—Te prometo limpiar todo y dejar brillo al finalizar. —Responde simplemente.

—¿Finalizar qué? —Pregunta Harry con terror.

Entonces Louis levanta la cubeta que contiene el jabón y le avienta un poco a Harry, mojando gran parte de su uniforme, y por consecuente gran parte del piso. El menor suelta un chillido mientras da un salto hacia atrás, y Louis suelta una gran carcajada cuando lo ve saltar como una niña y actuando igual que una.

—¡Louis! —Chilla, aún escurriéndose y sacudiendo sus manos.

—Es tu turno, puedes vengarte, nene. —Hace énfasis en la última palabra para provocar a Harry. Y literalmente logra enfurecerlo aún más.

—¿Qué...? Mierda. —Dice entredientes antes de tomar la cubeta de agua y aventar un poco sobre Louis.

El mayor grita igualmente cuando siente el frío líquido caer sobre su piel, pero no deja de sonreír en ningún momento.

Entonces ambos comienzan una guerra de agua y jabón en la sala principal de la mansión, mojando todo el piso y haciendo un desastre en el lugar. Sus pies descalzos se resbalan cuando intentan correr para alejarse del otro. Y Harry realmente ha comenzado a divertirse y ha dejado de preocuparse por la limpieza. Louis está muy satisfecho de verlo correr y jugar, se ve mucho más lindo cuando está relajado y actuando como un chico de diecisiete años que es, y que a veces suele olvidar.

Louis se quita la camisa cuando está lo suficientemente mojada, y Harry se queda sin aliento al verlo. Al ver su perfecto abdomen escurriendo agua y sus lindos pezones erizados por el frío y la humedad que cubren su piel. Rápidamente aparta la mirada.

—Quítate la camisa. —Dice. Harry lo mira sorprendido.

—¿Qué? —Pregunta asombrado por el atrevimiento del mayor.

—Estás mojado completamente, tu camisa está goteando, lo último que quiero es que te enfermes. —Explica cuando ve la expresión del chico. Harry suspira de alivio.

—No gracias, estoy bien así. —Sonríe un poco. Louis frunce el ceño.

—Harry, no fue una pregunta, fue una orden. —Harry lo mira con timidez.

Nunca ha estado sin camisa frente a Louis, no le gusta estar sin camisa frente a nadie, no le gusta mostrar su pecho. Se siente un poco acomplejado con sus rollitos y sus cuatro pezones. No tiene el abdomen marcado como Louis, y no se siente orgulloso de ello. Quiere morir de vergüenza. Su torso es horrible, o al menos eso piensa.

—No quiero, Louis. —Se abraza, cubriendo su pecho. Louis pone los ojos en blanco.

—¿No sientes confianza? —Harry no responde nada—. Eso fue un no, supongo.

—No, sí siento confianza, Louis. Lo que pasa es que... No me gusta mi cuerpo desnudo. Mi parte superior... —Explica, haciendo señas hacia su abdomen.

—¿Estás bromeando? ¿Te preocupas por tu apariencia? Sólo estamos jugando, Harry. No voy a detallar tu cuerpo, y tampoco voy a juzgarte por no ser un Dios griego. —Harry hace una mueca.

—Pero tú lo eres. —Dice con timidez. Louis lo mira por unos segundos antes de responder.

—¿Has estado detallando mi cuerpo, Harry? —Pregunta, ocultando su satisfacción. Harry abre los ojos como platos, apenado totalmente, luego se cubre los ojos.

—Sí, lo he hecho durante mucho tiempo, siempre lo hago. Eres perfecto, y tu cuerpo también lo es, y no puedo sentirme cómodo con mi cuerpo después de mirar el tuyo. Lo siento mucho. —Confiesa mientras cubre su rostro.

Y Louis se pregunta cómo una persona puede ser tan adorable incluso cuando está siendo atrevido y descarado a la vez. Se ríe entre dientes mientras de acerca a Harry con cautela para no resbalar.

—Levanta tus brazos, chiquito. —Dice con voz suave.

Harry aparta las manos de su rostro y extiende los brazos hacia arriba lentamente, evitando mirar los ojos de Louis mientras lo hace. El mayor desliza la camisa hasta sacarla por completo por encima de su cabeza, una vez que lo hace, la dobla y la coloca junto a su propia camisa. Evita mirar el cuerpo de Harry porque respeta su privacidad y no quiere incomodarlo más.

No levanta la mirada en ningún momento, hasta que Louis avienta jabón sobre él nuevamente. Sonríe antes de seguir el juego felizmente.

El piso de la sala está inundado, y los dos chicos están mojados de pies a cabeza, chorreando y cubiertos de jabón. Las risas llenan toda la casa, y Jimena simula estar sorda-muda, dejando que los chicos se diviertan.

El timbre de la casa es lo que realmente los interrumpe. Dejan de jugar para atender al llamado. Louis intenta secarse y escurrir su cabello antes de avanzar hacia la puerta principal, mientras que Harry rápidamente comienza a limpiar el piso.

—Hola amor. —Cuando la voz de Brianna se hace presente, Harry se congela, y tira todo al piso de nuevo.

—¿Brianna, qué haces aquí? —Pregunta Louis con amargura. La chica lo observa de arriba a abajo, y luego observa a Harry desde la distancia.

—¿Interrumpo algo importante? —Harry la mira igualmente, con el ceño fruncido y los puños cerrados—. Oops, lo siento si fue así.

—¿Brianna, a qué viniste? —Pregunta Louis por segunda vez.

—Vine a quedar en paz contigo. No hay rencores. Y tampoco tengo rencor hacia ti, Harry. —Levanta la voz para que el menor escuche. Harry no ha dejado de mirarla con mala cara—. Traje postres para ustedes, espero que sea una especie de pacto entre nosotros.

Louis observa los postres que le ofrece la chica, y la mira con desconfianza.

—No los aceptaré. —Brianna suelta un bufido.

—Por favor, Louis, no seas tan orgulloso. Acéptalos. —Extiende la caja de postres hacia él—. Los compré con amor.

Louis pone los ojos en blanco, pero acepta el obsequio de Brianna.

—Gracias. Ahora por favor, vete. —Dice, tratando de sonar amable.

—¿Ahora limpias? —Pregunta con ironía.

—No es tu asunto. —Responde Louis con frialdad.

—Has estado tanto tiempo con los miserables que ya pareces uno de ellos. —Comenta con burla. Louis observa a Harry rápidamente antes de volver su mirada hacia la chica.

—Estoy orgulloso de parecerlo, adiós. —Cierra la puerta en sus narices.

Harry no dice nada hasta que Louis está frente a él.

—Es tan odiosa, caprichosa, envidiosa, rencorosa.... —Louis lo interrumpe con un beso.

—Todo lo que tú no eres. —Sonríe antes de besarlo nuevamente.

—Estoy sintiendo rencor hacia ella en estos momentos, lo siento. —Louis suelta una carcajada, antes de tomar la mano de Harry y entregarle la caja con los postres.

—Come, yo me encargaré de limpiar todo el desastre.

Y por más que Harry intenta negarse, no logra evitar que Louis se salga con la suya.

Cuando Louis ha terminado de limpiar, ambos se sientan sobre la alfombra y se comen cada uno de los dulces que trajo Brianna para ellos. Ponquesitos de muchos colores y tamaños.

Veinte minutos después, ya se han aseado y cambiado de ropa por partes separadas, y Louis no puede estar lejos del cuarto de Harry por mucho tiempo, así que sin tratar evitarlo, entra a la habitación y cierra la puerta despacio.

—Tantos dulces me provocaron dolor de cabeza. ¿A ti no? —Pregunta, sentándose en la cama a un lado del menor.

—No. —Sacude la cabeza.

Harry se incorpora un poco en la cama y baja todo el volumen de la televisión para poner atención exclusivamente a Louis.

—¿Quieres una pastilla para el dolor? —Pregunta alarmado, viendo cómo Louis está pálido.

—No, estoy bien. Sólo quiero recostarme contigo, estoy un poco mareado. —Asegura.

Harry coloca una mano sobre la frente del mayor, y se alarma aún más cuando siente la calentura de éste.

—Louis, estás prendido en fiebre. Debes tomarte algo pronto. —Se coloca de pie rápidamente y comienza a buscar en su cajón por una pastilla para la fiebre y otra para los mareos.

—No, déjalo. Estoy bien, chiquito. —Los latidos de Harry aumentan cuando ve que Louis no puede mantener los ojos abiertos.

Diez minutos después de haberse tomado las pastillas, Louis siente sus párpados pesados, siente que tiene algo atorado en medio de la garganta, y su lengua está adormecida.

—Harry, llama a una ambulancia, pronto. —Las palabras salen atropelladas de su boca, y Harry apenas puede entender algo de lo que dice—. ¡Pronto, Harry!

El rizado corre a tomar el teléfono con rapidez, marcando los números que recuerda que son para casos de emergencias. Entonces ve que Louis intenta ponerse de pie y cae directamente hacia el piso, desplomándose por completo.

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Llegué tardeee xD Por eso dejé en suspenso... Amor y paz!

Capítulo dedicado a:

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Me despido rápido para publicar xD bye!!! :*

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