Capítulo 33.
Louis no pierde tiempo mirando en dirección al carro en movimiento, decide correr detrás de él como si su vida dependiera de eso. No piensa quedarse a mirar cómo alguien le arrebata a su chico, llevándoselo a la fuerza. No piensa quedarse de brazos cruzados viendo como Michael se sale con la suya. De ninguna manera piensa permitir que se salga con la suya, mucho menos si Harry está en medio de todo esto. No piensa permitir que salga herido. Si alguien saldrá herido será Michael.
Louis no tiene un buen presentimiento de todo esto.
×××
El chico gira a la izquierda por quinta vez, y Harry se golpea contra la ventanilla por la manera tan brusca de Michael al conducir. No dice nada, prefiere guardar silencio para no alterar más a su novio. No sabe qué hacer, sinceramente se siente asustado.
Michael finalmente se detiene en un callejón solitario, y Harry se asusta mucho más de sólo observar aquél horrible lugar. Esto no es romántico en absoluto. Es escalofriante.
—Mike, vámonos de aquí. Acabo de ver una rata, odio las ratas, les tengo pavor. —Murmura, haciendo una mueca de asco y retorciéndose en el asiento. Michael lo mira con molestia antes de responder.
—Deja de decir niñerías, me tienes harto con tu actitud de niña, ¿podrías dejar de ser tan infantil por un segundo? Rayos. —Harry lo observa de reojo, frunciendo el ceño.
—No soy infantil. —Se cruza de brazos. Michael pone los ojos en blanco.
—Sí lo eres, y ya estoy cansado de eso. Me gustas, pero deberías madurar un poco. Me gustaría sentir que no salgo con mi hermano menor. —Y esas palabras ofenden a Harry. Baja la cabeza y comienza a jugar con sus manos.
—He sido así desde siempre, mi actitud no te molestaba antes. —Dice entredientes.
—No me molestas, simplemente llega un momento en que es demasiado, necesito acción, repetimos la misma rutina diariamente. Llevamos dos meses juntos y todavía no hemos avanzado al segundo nivel. ¡Estoy frustrado! —Grita. Sin embargo, Harry no levanta la cabeza.
—No sé de qué hablas. —Miente. Sabe exactamente de lo que habla, pero quiere evitar hablar de ese tema por más tiempo como sea posible.
—Sexo, Harry. En una relación las personas pasan al segundo nivel, no creo que tenga que explicarte eso. Tienes la edad suficiente para entenderlo, estás fingiendo que no sabes de lo que estoy hablando. —Habla furioso. Harry lo mira fijamente, con miedo. La mirada de Michael es sombría, no lo había visto así antes.
—Pero yo no quiero eso, Michael, estoy bien así. De verdad. —Traga saliva. Está tratando de lucir calmado, pero realmente está temblando en su interior.
—Yo sí quiero. No existe una relación sin sexo, Harry. Verás que te va a gustar, no me preocupa si eres virgen... —Harry lo interrumpe.
—No lo soy. —Y eso es una sorpresa para Michael. Desde que observó a Harry aquella vez en el bar, con su mirada inocente y su actitud infantil y tímida, asumió que el chico era virgen. Y esa fue una de las principales razones por la cual se interesó en él.
—¿Entonces cuál es el impedimento? Pensé que esa era la razón... —Harry lo vuelve a interrumpir.
—No quiero hacerlo. —Lo dice como una suplica, en lugar de una afirmación. Michael suelta un bufido.
—Conmigo. No quieres hacerlo conmigo, de eso se trata todo, ¿cierto? —El menor sacude la cabeza en negación.
—No, no es eso. —Siente que su corazón se va a salir de su pecho en cualquier momento. Hay mucha tensión, nada bueno puede salir de esto si mete la pata.
—Entonces, hagamoslo. —Michael se inclina sobre el asiento de Harry, pero el rizado lo aparta, empujando su pecho—. No te resistas.
—No quiero esto, no quiero, Mike. No de esta forma. —Esquiva su mirada cuando Michael se aparta para mirarlo fijamente, impaciente.
—Nunca quieres hacerlo conmigo. Seguramente si fuera tu jefe quien te lo pidiera, ya te habrías sacado la ropa por ti solo, entregándote a él sin pensarlo dos veces. —Harry frunce el ceño, encontrando su mirada, perdiendo el miedo porque ese comentario realmente lo ofendió.
—No, yo no soy esa clase de chico, lo sabes. ¿Qué te pasa? —Pregunta indignado. Éste definitivamente no es el mismo chico que conoció en un principio. Éste chico es brusco y ofensivo.
—Sé que lo harías por ese chico, no trates de negarlo. —Harry sacude la cabeza.
—No lo haría por nadie, no soy así. —Asegura. Michael se inclina hacia él nuevamente.
—¿Ni siquiera con tu novio de dos meses? —Pregunta cerca de su oreja.
—No, Michael. —Responde firme.
—Ya esperé suficiente. —Dice con voz ronca, tomando a Harry con fuerza para pasarse al asiento trasero del carro.
—¡No, suéltame! ¡No quiero! —Grita, dando patadas en un intento por defenderse. Pero entonces, siente el puño de Michael conectando un golpe a la altura de su nariz, y grita por el dolor causado, cerrando los ojos con fuerza.
Esto no está pasando, esto no está pasando, esto no está pasando.
—Lo siento bebé, no quise golpearte, sólo quiero hacerte el amor. No quiero lastimarte, pero tú no debes resistirte, déjate hacer, de lo contrario lo haré. —Dice con voz suave, siendo un hipócrita, acariciando la zona lastimada del menor, quien ha comenzado a llorar después del golpe que recibió.
—No soy tu novio, ni lo seré nunca más. —Dice entre lágrimas. Michael finge un puchero, imitándolo.
—Ese día cuando te conocí en el bar, todas las chicas me habían dicho lo fácil que eras, tenía muchas ganas de conocerte. Fuiste más fácil de lo que creí, con algunos regalos ya te había envuelto. Eres tan ingenuo e inocente, todos los chicos hacen lo mismo contigo, ya ves, Louis lo está haciendo, todos esos regalos no son de cortesía, sólo hay un mensaje oculto detrás de todos los regalos; él te quiere en su cama. Me lo confesó. —Se burla, con una sonrisa arrogante. Harry niega con la cabeza.
—¡No! ¡Cállate! —Michael se ríe.
—Tan ingenuo. —Acaricia su pecho con suavidad.
—AHHH —Un grito desgarrador sale de su boca cuando Michael entierra sus uñas a lo largo de su torso, con la única intención de dejar marcas rojas en su pálida piel.
Cierra los ojos y reza, reza después de tanto tiempo sin hacerlo. Después de que su madre lo obligase a leer la biblia tantas veces y le afirmase que Dios odiaba a todos los homosexuales, Harry se había alejado de su religión. No había vuelto a rezar por miedo a molestar a Dios, no quería ser odiado por él. Pero ahora se encuentra rezando cada oración aprendida durante años. Espera que Dios escuche sus plegarías aunque su madre le haya asegurado que el ser supremo no escucha plegarías de ningún pecador. Realmente espera que su madre sólo haya dicho esas cosas para asustarlo y cambiar su forma de ser, aunque obviamente no lo haya logrado. Sólo quiere salir de allí. Eso es todo lo que pide.
El taxi se detiene mucho antes de entrar en el callejón solitario donde Louis pudo observar que el carro de Michael se dirigió. Se baja rápidamente del taxi, después de pedirle amablemente al chofer que lo esperase, antes de correr en dirección al callejón.
Está furioso, no ha dejado de apretar sus puños desde que Michael huyó con Harry, le duelen las manos, le duele el golpe que le dio Michael afuera de la academia, pero las ganas de golpearlo y mandarlo a la mierda le dan ánimos de continuar.
Observa el carro estacionado a lo lejos, y escucha los gritos de Harry. Su ceño se relaja, y su miedo aumenta cuando lo escucha gritar de esa manera. Entonces comienza a correr en su dirección, tan rápido como sus pies le permiten.
—¡NO! —Grita Harry, sacudiéndose—. No lo hagas, por favor. —Suplica.
—Shhh. Ya te dije que todo va a estar bien.
Louis se acerca mucho más al carro, y logra ver la figura de Michael a través de los ventanales oscuros en el asiento trasero, pero no puede ver a Harry.
El miedo lo consume, pero trata de alejar los pensamientos negativos y se concentra en el hecho. Toma lo primero que observa en el piso, un ladrillo bastante pesado, y sin pensarlo dos veces, rompe el vidrio trasero del carro. Ni siquiera pensó en que tal vez pudiera herir a Harry, simplemente pensó en abrir el carro para sacarlo de allí.
El sonido del ladrillo estrellándose contra el vidrio, asusta a Harry, pero el grito que suelta Michael lo asusta más. Su vista está nublada por las lágrimas, pero puede ver a Louis a través del vidrio, y puede ver cuando arrastra a Michael fuera del carro, por la misma ventana rota.
Michael se queja del dolor cuando varios vidrios se entierran en su piel al traspasar la ventana, y se queja aún más cuando cae al piso desde esa altura. A Louis le importa una mierda todo el dolor que pueda sentir, únicamente le importa saber por qué Harry está semi-desnudo, y con sangre saliendo de su nariz.
Está herido.
—¡¿Qué le has hecho?! —Pregunta, observando a Michael sangrando en el piso—. ¿Te crees muy hombre? ¡Te voy a bajar esa erección a patadas, imbécil! —Comienza a patearlo.
Luego de asegurarse de dejarlo muy herido, va por Harry, abriendo la puerta del asiento trasero y arrodillándose a su lado con preocupación al verlo llorar y sangrar de esa manera.
—¿Harry, estás bien? —Pregunta con cautela. Harry estira su mano para tomar su camisa y cubrirse con rapidez.
—Sí, estoy bien, déjame, aléjate de mí. —No hace contacto visual con Louis mientras se coloca su camisa y su suéter.
—¿Por qué? ¿Qué te hice? —Pregunta preocupado.
—Sólo déjame, Louis. —El menor abre la puerta del otro lado, y sale del carro. Louis corre tras él sin pensarlo.
—No, exijo saber por qué no me quieres cerca. —Harry se detiene para encararlo, con esa expresión dolorosa.
—Estoy cansado de esto. De mi vida. De todo lo que me rodea... Supongo que lo merezco, mi mamá tenía razón. Dios me está castigando por ser homosexual. —Se limpia los ojos, apartándose las lágrimas.
—No. Harry, no pienses esas cosas. —Lo rodea en un abrazo, y se sorprende mucho porque se lo permite.
—Dios me odia. —Coloca su cabeza en el hombro de Louis, buscando consuelo. Todavía está asustado y herido, agradece mucho que Louis haya venido a prevenir una tragedia.
—Yo soy ateo, pero sé que Dios te ama. ¿Quién podría odiarte? —Lo abraza más fuerte.
—¿No lo ves? Todo el mundo me odia, Louis. Mi mamá me odia, mi papá también... —Louis lo interrumpe.
—Harry, tienes que saber que no todo el mundo te odia. No puedes vivir pensando en eso. —El menor se aparta para mirarlo fijamente.
—¿Cómo puedo vivir sin pensar en eso? Me siento usado, Louis. No sabes lo que se siente, no lo entenderías, nadie te ha usado de la manera que lo han hecho conmigo. Nadie me quiere por lo que soy, me usan. —Louis sacude la cabeza.
—No, eso no es verdad.
—Pero yo me siento así. —Confiesa, formando un puchero. Louis lo mira con nostalgia.
—No debes sentirte así, lindo. Has tenido mala suerte con las personas que conoces, eso es todo. —Le sonríe, tratando de animarlo. Como su madre diría: una sonrisa siempre mejora todo.
—Tengo mala suerte con todo, no trates de hacerme pensar lo contrario. Soy un caos. —Louis suspira profundo, levantando su mentón.
—Hey, me tienes a mí. —Harry sacude la cabeza
—No quiero, Louis, no quiero pensar eso y después descubrir que también quieres usarme como todos.
—No, ven aquí. —Lo envuelve en un abrazo nuevamente—. No seré como ellos, y no lo soy, no quiero usarte, jamás he usado a un chico, tampoco estoy interesado en hacerlo. Eres el primer chico que me gusta, quiero descubrir hasta dónde podemos llegar.
—¿No crees que soy muy infantil y tonto? —Pregunta, recordando las palabras de Michael.
—Creo que eres adorable y tierno. Puedo soportar eso. Me gustas, y eso implica que me gusta todo de ti, hasta los mínimos detalles. —Susurra mientras lo abraza cada vez más fuerte.
—Acabas de decir que soy el primer chico que te gusta, tengo miedo de que sólo quieras probar y tener una experiencia para contar. —Louis frunce el ceño y se aparta para mirarlo con molestia, pero la expresión desgarradora de Harry lo cambia todo. No debe ser fácil para él confiar en cualquier hombre, mucho menos en alguien que anteriormente salía con mujeres. Es comprensible.
—No sólo quiero probar, aunque sé que si pruebo esto, me va a gustar. —Le guiña un ojo, tratando de cambiar su animo.
—¿Y si no te gusta después de probar? —Pregunta con desconfianza.
—¡Harry! Serías más lindo si no fueras tan negativo con todo, ¿sabes? —No trata de reprenderlo, de hecho le muestra una sonrisa para mostrarse amable. Harry sonríe un poco, encogiéndose de hombros.
—Lo siento.
—Vamos a casa. —Louis toma su mano, entrelazando sus dedos, antes de volver al taxi que los ha estado esperando pacientemente en la entrada del callejón.
Durante el camino, Louis hace todo lo posible por sacarle sonrisas al menor, siendo gracioso y mostrándole lo mucho que de verdad le importa. Lo besa por todo el camino, y acaricia levente su mano en el trayecto.
Lo quiere, y desea que Harry no tenga dudas sobre eso.
×××
Al llegar a casa, Harry toma una larga ducha para olvidar todo lo sucedido en el día, y deshacerse del olor de Michael.
Louis no se despega de él durante todo el día mientras trabaja, y Jimena los observa desde la distancia, sonriendo como tonta al ver que los chicos están más unidos que nunca. No es un lunes común, de eso está segura. Hoy es un día especial, se siente la felicidad en el ambiente.
Cuando los padres de Louis regresan del trabajo, Johannah le pide a Jimena que prepare una cena espectacular, con todos los lujos. Ella lo hace con gusto, sin saber la razón, y sin molestarse en preguntar. Generalmente los señores Tomlinson nunca cenan algo demasiado glamuroso.
A la hora de la cena, Harry se siente un poco nervioso, ya que Louis le ha estado prometiendo que les dirá a sus padres todo esta noche. Se siente ansioso, pero también nervioso. Nunca se sienta en la mesa con los señores Tomlinson a la hora de comer, por esa razón está tan nervioso al compartir la mesa con ellos.
Johannah le sonríe con cariño al verlo entrar en el comedor, y Mark le sonríe igualmente. Louis juega con sus manos todo el tiempo, y ha empezado a sudar, ni siquiera puede mirarlo a los ojos. Nunca se sintió tan nervioso.
Harry toma asiento en el lugar que Johannah le indica, justo a un lado de Louis, y cuando está a punto de elevar una copa para brindar, suena el timbre de la puerta. Todos dejan de prestar atención a las copas para observar la puerta del comedor. Esperan pacientemente, hasta que Brianna y su mamá cruzan la entrada.
—¡Las invitadas de honor! —Exclama Johannah, levantándose de la silla.
—Ay no. —Murmura Harry, antes de levantarse y correr fuera del comedor a toda prisa.
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Sorry, sorry, sorry :( mucha tardanza, lo sé...
Ya somos 1 millón de 👀 GRACIAS! ❤
Capítulo dedicado a:
_Maguii_Morales_, Gia_kryptonite, nhxgorgeous, MaraEPM, fer271089, LarryFansComunity, zuleymaanalid, -larryismyhome-, xLouisIsMyBaex, monzifdez, tiffanybcs6
Los amo, gracias por su paciencia y apoyo. MUAK!
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