Michael se sienta en la banqueta, colocando a Harry en su regazo mientras lo abraza tratando de calmarlo. El menor suelta sollozos y se limpia los ojos, escondiendo su cara en el cuello de su novio. Siente vergüenza. Nunca había estado involucrado en ninguna pelea, mucho menos con una chica. Harry no pelea, no le gustan las peleas y prefiere no involucrarse en ninguna. Sin embargo, acaba de ser golpeado y humillado por una chica en público.

—Tranquilo bebé. —Susurra Michael, acariciando su espalda. Harry esconde más la cara en su cuello para que nadie pueda verlo llorar. Es una situación vergonzosa. A veces odia ser tan sensible, pero así es.

Cuando Louis sale de los vestidores, se encuentra frente a la escena amorosa de Michael y Harry. El menor está sentado en su regazo, y eso es inaceptable para Louis. Lo único que quiere hacer en este momento es golpear a Michael hasta dejarlo sangrando en el piso. Conoce sus intenciones, odia verlo cerca de Harry.

Debería ser él quien lo abrace y lo sostenga de esa manera, no otro chico. Sólo quiere correr hacia ellos, tomar a Harry en sus brazos, y llevarlo a casa para consentirlo y llenarlo de amor. Joder, nunca había experimentado este sentimiento de celos tan extremo hasta que conoció a Harry, ha estado actuando como un maniático posesivo con cualquier chico que se acerque al menor o le hable bonito. Sintió celos de Liam, de Liam jodido Payne, su mejor amigo de hace años, Louis nunca sentiría celos de su mejor amigo, pero todo cambia cuando se trata de Harry. ¿Qué pasa con él? Siente ese instinto protector cada vez que alguien lo mira o respira cerca de él.

¿Eso está mal?

Cierra los puños con fuerza, dispuesto a enfrentar a Michael, sin importar la cantidad de chicas que lo observan. Cuando está a punto de decir algo, los gritos eufóricos de Brianna lo interrumpen.

—¡Maldito gay de mierda! Mira lo que has hecho, has arrastrado a mi novio a ese mundo asqueroso tuyo. —Grita, señalando a Harry, quien se aferra más a Michael cuando escucha su voz, asustado—. Seguramente te has metido en su cama para seducirlo, eso hacen las putas como tú. Juegas con dos chicos a la vez, y luego te haces la víctima. Maldito ofrecido, seguramente también le enseñas el culo y andas provocándolo todo el día en lugar de limpiar la casa, que es lo que realmente debes hacer. ¡Roba novios! Quién sabe a cuántas chicas les has hecho lo mismo que a mí. Asqueroso de mierda, vas a morir de SIDA algún día, igual que todos los homosexuales. ¡Maricón!

—Mike... —Dice Harry en medio de lágrimas, aferrándose a la camisa de Michael y haciendo un puño con la prenda. Michael besa su frente y luego cubre las orejas de su novio para evitar que siga escuchando todas las mierdas que salen de la boca de la chica.

—¡Brianna, basta! —Grita Louis, furioso. Ella lo mira con reproche.

—No me interrumpas, y tampoco me hables. Siento asco por ti. Les contaré a tus padres sobre esto, les contaré a tus amigos, les contaré a todo el mundo. Qué vergüenza me das, Louis. Él sólo trata de seducirte para sacarte dinero, es pobre, no tiene dónde caerse muerto. ¡Se está aprovechando de ti, imbécil! ¿Cómo puedes preferir a un mucamo inservible y usado como él? ¿Cómo puedes preferirlo a él por encima de mí? Yo lo tengo todo, él no tiene absolutamente nada para ofrecerte. No puedes comparar a una chica con un chico, los gays son producto del diablo. Te vas a arrepentir de esto, Louis. —Brianna toma sus pertenencias y sale de la academia, no sin antes observar a Harry con repulsión y cerrar la puerta de un portazo.

Nadie dice nada, ni siquiera la instructora se atreve. Todas las bailarinas de la academia observan a Harry con resentimiento, lo juzgan por las palabras de Brianna, y Harry no puede hacer otra cosa más que llorar. Lo ha humillado como nunca, lo único que quiere hacer es desaparecer y llevarse su humillación con él.

Michael se pone de pie, sin dejar de sostenerlo, leyendo el pensamiento de su novio, y salen del salón, seguidos de Louis.

—No dejes que te afecte. —Susurra Michael, pero Harry ya está lo suficientemente afectado. Su vulnerabilidad es transparente.

—Harry. —Escucha la voz de Louis, pero es incapaz de mirarlo. Lo hizo de nuevo, permitió que Brianna lo destruyera en público y no hizo nada para evitarlo. Permitió que lo insultara hasta el cansancio, no fue capaz de defenderlo cuando lo llamó puta, cuando le dijo que moriría de SIDA, o cuando insinuó que sólo lo quería para quedarse con su dinero. Fue incapaz de negar todo aquello, y lo hizo ver como un ofrecido.

—Vámonos, Mike. —Dice con voz entrecortada, sin intenciones de saltar de los brazos de Michael, quien sonríe en dirección a Louis, con arrogancia.

—Sé lo que haces, eres un maldito aprovechador, te aprovechas de él porque está en su estado más vulnerable. ¿Por qué no te vas a la mierda y dejas de fingir que lo amas? ¿Por qué no dejas de fingir que te importa cómo se siente? —Dice con molestia. Michael se ríe.

—Porque a ti seguramente te importa tanto que por esa razón lo defendiste allá adentro cuando tu novia lo atacaba sin piedad. Todo porque quieres conservar esa imagen de chico heterosexual que crees tener, y que en realidad no tienes. ¿Por qué no aclaraste que eres tú quien busca a Harry? Eres tú quien le coquetea y quien le da regalos y quien lo lleva a todos lados. ¿Por qué no fuiste capaz de decirle a tu novia la verdad frente a todos? Pero claro que no, tú preferiste dejar que lo destruyera y se descargara con él. Supongo que a ti sí te importan los sentimientos de Harry. —Se burla. Louis respira con dificultad, furioso hasta la médula.

—¡Cállate, no trates de ponerlo en mi contra! —Grita con amargura. Michael sigue riendo.

—Vamos, jamás lo harás feliz. Harry no necesita tus miserias, tampoco necesita tu dinero para ser feliz. Necesita a un hombre que lo sepa amar y lo sepa valorar, no a un niño mimado como tú, que lo único que hace es ilusionarlo con falsas promesas y regalos caros, pero a la hora de la verdad, lo abandonas y te escondes para no ser juzgado, dejándole todo el peso sobre sus hombros. Nunca vas a salir... —Louis lo interrumpe antes de que pueda decir algo más.

—¡Ya lo hice! —Grita histérico. Harry levanta la mirada con rapidez al escuchar eso. Michael vuelve a reír.

—Eso no es cierto. —Resopla. Louis observa a Harry, sintiéndose muy arrepentido por no haber hecho nada para defenderlo de los ataques de Brianna. Lo mira con nostalgia, y Harry le devuelve una mirada cargada de sentimientos.

—Pienso hacerlo hoy. —Dice sin dejar de mirarlo. Harry vuelve a bajar la mirada, sintiéndose decepcionado. Louis no lo haría de otra manera, fue muy tonto por creer que ya lo había hecho. Michael suelta una carcajada que logra molestar a Louis.

—Únicamente lo harás porque la chica te amenazó con contarles a todos. Eres un fracaso. —Se burla. Louis se tensa, apretando los dientes y los puños con fuerza.

—Harry por favor, termina con esta mierda. Tú sabes que iba a hacerlo, sabes que lo haría aunque Brianna no hubiese dicho eso. Estaba preparando mi discurso, estaba listo. —Dice, alterado por la actitud de Michael.

—No ibas a hacerlo. Por favor, Harry, ¿realmente creíste esa basura, amor? Hubieses esperado años dentro del closet, en su sombra, si seguías esperando por su eterna confesión que nunca llegaría. —Suelta un bufido. Harry se muerde el labio, sin saber a quién de los dos creerle.

—Eso no es verdad, iba a hacerlo. ¡Deja de meterle cosas en la cabeza, idiota! ¡Lo estás confundiendo! Lo único que tú quieres es usarlo, a diferencia de mí. —Su respiración cada vez está más acelerada por la molestia que siente, y Michael disfruta verlo así, a punto de arrancarse el cabello de la frustración.

—Claro, porque seguramente tú quieres colocarlo en un pedestal para admirarlo todos los días al levantarte, igual que los muchos trofeos que tienes en tu casa. Sigue hablando, me deleitas con cada palabra que dices. Podría escucharte por años y no parar de divertirme. —Louis intenta calmarse, pero la actitud arrogante de Michael sólo lo altera más.

—Harry no te ama, sólo está contigo por lastima. Debe sentirse muy mal estar con alguien que piensa en otro chico todo el tiempo que está contigo. —Dice, siguiendo su juego, con tono arrogante. Michael deja de sonreír al instante, y deja libre a Harry.

—¿Qué te crees? —Da un paso hacia Louis, con los puños cerrados. El castaño sonríe con satisfacción.

—¡Basta! —Grita Harry, cansado de la situación—. Estoy aquí, puedo escuchar todo lo que dicen. ¡No soy un juguete por el cual se pueden pelear! —Frunce el ceño ligeramente.

—Harry, sólo dile la verdad. — Ruega Louis, pero el menor lo mira con molestia.

—¡Basta Louis! Nunca haces lo que yo te pido. —Reprocha, haciendo el mayor esfuerzo de lucir molesto, pero el puchero que se forma en sus labios lo hace ver más bien como un gatito enojado. Louis no puede dejar de pensar en lo adorable que es, incluso cuando se enoja.

—Eso no es cierto. —Trata de acercarse a él, pero Harry retrocede.

—Sí es cierto. Todo lo haces a escondidas, ya me cansé de ocultar esto. —Dice, olvidando por completo que Michael está presente y puede escuchar lo que dice. Para él sólo existe Louis en este momento. Están teniendo un momento de honestidad, únicamente le interesa escuchar lo que diga Louis.

Realmente nunca se ha puesto en el lugar de Harry, no sabe lo mal que se siente estar en la sombra de alguien, no sabe lo mucho que duele la indiferencia de la persona que amas cuando está con otras personas, no sabe lo difícil que es mentir y contenerse de mostrar afecto en público. Ahora puede ver el daño que le ha causado.

—Terminé con ella, Harry. —Confiesa después de suspirar profundo, mirándolo fijamente. Harry abre los ojos como platos.

—¿Lo hiciste? —Pregunta incrédulo. Louis sonríe ante su cara de sorpresa con una pizca de felicidad.

—Sí, como lo prometí, ella se recuperó y lo hice. Sé que no hago lo que me pides al momento exacto, me toma un poco de tiempo complacerte, pero al final lo hago. Salí del closet con mi mejor amigo, y lo haré con mis padres y con todo el mundo tarde o temprano, porque te quiero, Harry. —El corazón de Harry se acelera al escuchar esa última oración. Louis lo quiere.

Ambos son sacados de su atmósfera romántica cuando Michael comienza a reír ruidosamente.

—Ay por favor, qué buena manera de manipularlo. ¿Ya se te acabó la labia, o todavía tienes más? —Pregunta con burla. Louis deja de mirar a Harry para observar a Michael con odio.

—¿Podrías irte a la mierda? Aquí sobras, gracias. —Chasquea sus dedos. Harry no puede dejar de mirarlo con tanta adoración y satisfacción.

Terminó con Brianna. Cumplió su promesa. No mintió.

—No me iré a ninguna parte sin mi novio. —Responde Michael con frialdad.

—Por favor, su relación es más falsa que tu amor por Harry. —Louis se burla, provocándolo.

—Ya fue suficiente. —Michael se lanza sobre Louis, tomándolo de la camiseta y propinándole un fuerte golpe en la mejilla derecha, y luego otro, haciéndolo caer en el pavimento. Harry reacciona en ese momento.

—¡No, Michael! ¡Déjalo! —Grita, colocándose en medio de los dos chicos. Michael lo toma del brazo con molestia y se alejan de Louis, quien permanece en el piso.

—Nos vamos. —Habla con voz firme. Harry trata de soltarse, pero el agarre de Michael es fuerte. Hace una mueca de dolor.

—Suelta mi brazo, Michael, me lastimas. —Se queja, colocando su mano libre sobre la mano gigante de Michael que lo sostiene.

—No te dejaré ir con él, vendrás conmigo por las buenas o por las malas. —Dice con voz gruesa. Harry nunca lo había visto de esta manera, por lo tanto comienza a asustarse.

—Michael, por favor, suéltame. —Suplica.

Lo arrastra por el brazo hasta el carro que había pedido prestado de su papá, y abre la puerta del copiloto, obligándolo a entrar. Harry suelta un chillido cuando lo empuja con fuerza sobre el asiento y luego cierra la puerta con llave para evitar que intente salir. Se sube del otro lado del carro y enciende el motor con rapidez.

—Michael, abre la puerta, no quiero ir contigo, me lastimaste. —Harry se muerde el labio para no comenzar a llorar nuevamente, aterrado por la actitud de Michael.

—Lo siento, bebé, tú también me has lastimado muchas veces. —Responde haciendo un falso puchero mientras lo mira.

—No fue mi intención, nunca lo fue. —Sacude la cabeza, inocentemente.

—¿Por qué lo amas tanto? Es un idiota, nunca te va a amar. Yo sí te amo, y te lo voy a demostrar justo ahora. Te enseñaré a respetarme. —Dice con malicia, antes de arrancar el vehículo.

Y Louis maldice cuando los ve alejarse. ¿Por qué justamente ese día decidió dejar el carro en su casa? Qué estúpida decisión de ir caminando.

                                 ×××

Liam observa a Josh en el pasillo de la universidad, y corre en su dirección cuando el chico está a punto de cruzar la puerta de salida.

—¡JOSH! ¡Josh, espera, quiero hablar contigo! —Grita, corriendo tras él. El chico voltea, pero en lugar de detenerse, sigue caminando más rápido.

—No tengo nada que hablar contigo. —Responde.

—Por favor, Josh, éramos muy buenos amigos. ¿Qué te pasó? —Pregunta Liam cuando logra alcanzarlo. Josh se detiene en seco, y se gira para quedar frente a él.

—¿No le has preguntado a Zayn? —Liam frunce el ceño.

—No sabes cuántas veces le he preguntado lo mismo. Sabes que él no dirá nada. —Josh asiente, y luego sonríe con tristeza.

—Entonces yo tampoco lo haré. —Y sigue caminando. Liam no se queda atrás, no puede dejarlo ir. Se coloca frente a Josh y lo toma por los hombros.

—Vamos, por favor. —Pone esa mirada seductora, y Josh no puede negarse.

—Ashh, bien. —Liam sonríe ampliamente.

—No podemos hablar aquí. Vamos. —Lo toma del brazo para guiarlo al estacionamiento de la universidad.

Al llegar a casa de Liam, Josh se arrepiente de haber aceptado la invitación. Ambos se sientan en el sofá de la sala, aprovechando que la casa está sola, y Liam comienza a interrogarlo.

—Cuéntame todo lo que pasó esa noche entre Zayn y tú. —Josh suspira profundo antes de comenzar a hablar.

—Recuerdo muy poco de esa noche. Los tres estábamos muy ebrios, pero sobretodo Zayn. Confieso que yo sentía algo por Zayn en ese entonces, nunca se lo confesé, por supuesto, lo hubiese hecho si no supiera lo homofóbico que es... —Hace una mueca—. Estábamos jugando ese juego de las prendas, ya sabes, si no respondes bien debes quitarte una prenda, hasta quedar en ropa interior. Entonces llegó la hora de dormir. Tú nos ofreciste la habitación que queda al lado de la tuya, pero Zayn prefirió dormir en este sofá porque no quería dormir en la misma cama conmigo. Estaba bien, yo me fui a dormir a la habitación, y Zayn se quedó abajo. Estaba muy cansado y demasiado ebrio, así que me dormí al instante. Pero luego... Luego sentí algo muy placentero. No sabía de dónde provenía, todo estaba oscuro y yo estaba prácticamente inconsciente en la cama. Levanté la sabana y lo vi. Me tomó por sorpresa, quedé en shock. Él me estaba acariciando, no dije nada hasta que acabé. Zayn estaba irreconocible esa noche.

Liam queda boquiabierto después de escuchar esa historia.

—¿Qué más pasó? —Indaga.

—Él, uhmmm, estaba desnudo. Quitó la sabana que me cubría, y luego... —Se queda callado, y Liam se desespera.

—¿LUEGO QUÉ? —Josh esquiva su mirada, avergonzado.

—Se sentó sobre mí. Si sabes a lo que me refiero con eso. —Hace una mueca. Liam lo mira con asombro.

—¿Se... Él... Realmente hizo eso? —Pregunta, incapaz de creerlo.

—Mierda, seguro crees que me he inventado todo esto. Es la verdad, Liam, eso es lo que recuerdo. —Liam sacude la cabeza en negación.

—Pero Zayn me dice que nunca pasó nada entre ustedes, y que ninguno de los dos sintió dolor al día siguiente, y toda esa mierda... —Josh lo interrumpe.

—¿Realmente crees que Zayn aceptará eso algún día? Por supuesto que no. Él prefirió ocultar su dolor y fingir que nada pasó esa noche. Prefirió cortar nuestra amistad y no volver a hablarme. Lo entiendo perfectamente. Esa mañana siguiente él no tenía agallas para mirarme a los ojos. Yo tampoco. Era tan vergonzoso para él como para mí. Sigue siendo vergonzoso. —Se encoge de hombros. Liam lo mira indignado.

—No puedo creer que lo haya hecho. Estamos hablando sobre Zayn, el mismo chico que no soporta a los homosexuales. —Josh suelta un bufido.

—Ya te dije, Zayn nunca lo va a reconocer. ¿Eso era todo lo que querías saber? —Liam sacude la cabeza, antes de pensar en su próxima pregunta.

—¿Tuvieron sexo? —Josh frunce el ceño.

—Liam, acabo de decirte que... —Es interrumpido.

—No es verdad, no lo creo.

—No estoy mintiendo. Zayn lo hizo todo. —Liam no lo escucha.

—Simplemente se me hace imposible de creer.

—A mí también se me hizo imposible de creer cuando levanté la sabana y lo vi con mi polla en sus manos, Liam. Tampoco fue fácil para mí, pensé que Zayn era firmemente heterosexual. No me lo esperaba. —Admite.

—Oh por Dios. —Liam se cubre la boca.

—Bueno, ya lo sabes. Por favor, te pido que guardes este secreto, Zayn me odiará más de lo que ya me odia si se entera que estuve contándole a su mejor amigo sobre esa noche. —Dice, poniéndose de pie.

—Él no se va a enterar, tranquilo. —Liam lo sigue.

—Gracias, ahora debo irme. No vuelvas a buscarme para hablar sobre Zayn. —Exige. Liam asiente, de acuerdo.

—Seguro.

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