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Capítulo 22.

Esa misma noche, Harry recibe su paga, está muy feliz, hasta que recuerda que debe pagar los tres meses de renta atrasados del apartamento donde vivía con Jenn. La felicidad no dura mucho para Harry, siempre ha sido así.

Toma su teléfono para llamar a su amiga y comunicarle que recibió su paga. La deuda se reduce un poco ya que Jennifer también recibió su paga, y Niall también quiere colaborar, así que pronto podrán liberarse de todas las deudas... Sólo tienen que recibir cuatro pagas más y entonces el pago del apartamento estará completo. ¿Cómo pudieron permitir que la deuda creciera tanto? Es mucho más dinero del que pueden ganar en dos meses. Ahora Harry se siente muy culpable por haber gastado su primer sueldo en zapatillas de ballet y en muchas golosinas. Debió guardar ese dinero. Idiota.

—Claro Jenn, esta vez voy a guardar todo el dinero, lo prometo, ni siquiera voy a comprar dulces. —Promete, aunque no está seguro de poder sobrevivir sin dulces por mucho tiempo. Es adicto a los dulces.

Por otra parte, Louis se mantiene cambiando canales en el televisor de su cuarto, sin prestarle mucha atención a ningún canal, no puede dejar de pensar en todo lo que dijo Liam. Está asustado, confundido, estresado, y molesto. En el fondo sabe que Liam tiene razón en todo lo que dijo, pero Louis no puede admitirlo. No le gusta Harry, sólo le gustan sus piernas, y sus ojos, y sus hoyuelos, y su cabello rizado... No. Definitivamente no le gusta Harry. Es un amigo, lo mira igual que mira a Liam o a Zayn, no hay ninguna diferencia con Harry, sólo que últimamente piensa mucho en el menor, y quiere llevarlo a todas partes, y quiere comprarle cosas, y quiere escuchar su voz, y quiere verlo bailar, y quiere oler su perfume, y quiere estar a su alrededor la mayoría del tiempo. Pero no es una gran diferencia... Ugh, eso suena realmente patético. Muy patético, incluso para él.

No recuerda haber sentido algo parecido con ninguna chica o novia del pasado, Liam está equivocado cuando dice que es el mismo sentimiento. Louis nunca ha sentido mariposas cuando escucha la voz de Brianna, y nunca se ha puesto tan nervioso cerca de ella, mucho menos piensa tanto en ella. No es nada parecido, sinceramente Liam está equivocado.

—¿Qué pasa conmigo? —Arroja el control remoto a un lado y tira de su cabello con desesperación.

No debe entrar en crisis, pero esto nunca le ha pasado antes, se está saliendo de control. No sabe qué significa todo esto y tampoco sabe cómo debe actuar en estos casos.

Lo primero que viene a su mente, es salir de su habitación y dirigirse a la habitación de Harry. Se detiene frente a su puerta pensando en una excusa justificable para estar allí. Pero deja de pensar cuando escucha la voz delicada de Harry del otro lado de la puerta.

—Es una promesa, Jenn, lo digo en serio, créeme. Quiero acabar con todo esto y estar libre de deudas. Voy a guardar todo el dinero para pagar la renta, aunque tenga que dejar de pagar la academia de danza, y sabes que eso es un sacrificio para mí, pero supongo que lo más importante ahora es pagar nuestra deuda y liberarnos del señor Jackson. Sé que no puedes quedarte mucho tiempo viviendo en casa de Niall, te ayudaré a conseguir un nuevo apartamento más económico.

Louis siente curiosidad al instante, y sí, también se le ocurre una brillante idea. Sonríe ante el pensamiento, hasta que la voz de Harry se hace presente una vez más.

—Tenía pensado guardar el dinero para ingresar a la universidad lo más pronto posible, no quiero ser mucamo por el resto de mi vida, yo quiero ser algo más. Quiero graduarme, quiero conseguir un trabajo digno y crecer ante la sociedad. Quiero ser útil. No quiero que las personas me vean como un mucamo inservible y fracasado, sé que puedo ser más que esto, Jenn.

Louis se muerde el labio, y no puede evitar sentirse tan miserable al escuchar a Harry decir todas esas cosas. Louis nunca piensa en su futuro, ni siquiera le importa a decir verdad, puede heredar el puesto de su padre en la empresa, el dinero no es problema para él, y tampoco le interesa la universidad. No valora lo que tiene, pero Harry anhela todo eso, y no puede tenerlo. La vida es irónica y muy injusta.

—No dejaré mi trabajo, éstas personas son mi única familia ahora, no podría dejarlos, ellos son muy buenos y los quiero mucho. —Louis sonríe cuando escucha esas lindas palabras. Él los considera su familia—. Pero hoy uno de los amigos de Louis me trató muy mal, él fue muy cruel, me trató como basura, y se burló de mí llamándome marica. Me sentí terrible. —Louis aprieta los puños con fuerza, sintiendo impotencia y rabia recordando todo lo que hizo Zayn, hasta que escucha la risa de Harry y toda la rabia se evapora—. No voy a permitir que le cortes el pene, Jenn.... Sé que debo ignorar esa clase de comentarios, pero no puedo evitar que me afecten, tengo sentimientos.

El corazón de Louis duele mientras escucha la conversación de Harry. Él no fue capaz de decirle cómo se sentía respecto a la actitud grosera de Zayn cuando se lo preguntó, pero ahora puede saber lo mucho que le afectó, y lo mucho que le dolió toda esa situación. Louis simplemente quiere ir a casa de Zayn en este momento y obligarlo a pedirle perdón por todo lo que le dijo y por cómo lo hizo sentir. Realmente se siente impotente porque quiere borrar todos esos pensamientos negativos que Zayn logró depositar en Harry, quiere alegrarlo, quiere compensarlo, quiere sanarlo.

Corre nuevamente hacia su habitación, con una idea en mente, dispuesto a hacer cualquier cosa por alegrar a Harry.

El menor se despide de su amiga y cuelga la llamada. Está muy agotado por todo el trabajo del día, y quisiera dormir una eternidad para recuperar toda su energía. Suspira profundo, tomando el dinero para guardarlo en un lugar muy seguro donde no pueda malgastarlo en tonterías.

Se asusta cuando la puerta se abre de repente, y salta de la cama del susto. Sí, Harry todavía cree en los fantasmas, y le aterra cuando las puertas se abren de repente.

—Uhmm hola, lamento haberte asustado. —Dice Louis mientras da un paso dentro de la habitación. Harry traga saliva mientras se pasa la mano por su alborotada melena rizada.

—N-no, no me asustaste. ¿Deseas algo? —Pregunta cordialmente. Louis frunce el ceño.

—No Harry, son las once de la noche, no sería capaz de venir a tu habitación para pedirte algo cuando ya terminaste tu turno. ¿Podrías dejar de tratarme como tu jefe? —Harry abre la boca con sorpresa.

—Pero eres mi jefe. —Dice obvio. Louis pone los ojos en blanco.

—Bueno sí, pero no soy tu jefe después de las 9:00pm o antes de la 1:00pm, ¿quedó claro? —Pregunta con diversión en su mirada—. Ahora ven, tengo algo para ti. —Dice después de cerrar la puerta y tomar asiento en el pequeño sofá de la habitación.

Harry lo mira con curiosidad, observando la caja en sus manos, y se dirige hacia el sofá, sentándose a su lado.

—¿Qué traes allí? —Pregunta señalando la caja que sostiene Louis. El mayor sonríe.

—Son chocolates, muchos chocolates. —Dice mientras abre la caja y le muestra todos los chocolates en el interior. Los ojos de Harry se iluminan.

—¿P-para mí? —Louis sacude su cabeza, sonriendo un poco al ver la decepción en la cara de Harry—. Oh.

—Para los dos. —Explica tomando uno—. ¿Conoces este juego? Mira, repartimos todos los chocolates y el que logre comer la mayor cantidad en cinco minutos gana. —Harry sonríe con emoción—. ¿Lo entendiste?

—Sí. —Responde ansioso, sin apartar la mirada de los chocolates.

—Genial. Pero sin trampas, Harry, te estaré vigilando. —Dice divertido. El menor frunce el ceño.

—No haré trampas. —Louis reprime una sonrisa.

—De acuerdo. —Reparte los chocolates, contando la misma cantidad para cada uno antes de poner el cronómetro en su teléfono—. Entonces... ¡Vamos a comer chocolates hasta reventar! —Grita con emoción.

Ambos comienzan a quitar la envoltura de los chocolates con rapidez, y Louis observa a Harry de reojo, viendo cómo el menor arranca la envoltura con sus dientes antes de tragarse el chocolate entero. Louis le da ventaja simplemente porque quiere que se sienta victorioso, de eso se trata.

Después de tres minutos comiendo chocolates por montón, Louis comienza a bromear, arrojándole chocolates a Harry.

—¡Hey! ¡Estás haciendo trampa, Louis! —Se queja, arrojándole chocolates de vuelta. Louis se ríe.

—¡Hey! ¡Yo te arrojé uno solo! —Asegura antes de volver a arrojarle otro.

—¡No es cierto! —Harry habla con la boca repleta y Louis suelta una carcajada ruidosa al ver sus cachetes inflados. Luce adorable, de verdad.

—Sí es cierto, rulitos. Ahora verás. —Y comienza una guerra de chocolates con Harry.

El menor se incorpora en el sofá mientras trata de esquivar los chocolates, y levanta las piernas en un intento fallido por cubrirse. Louis no puede dejar de reír viendo la actitud infantil de Harry, el chico está abrazando sus piernas con fuerza, pero no deja de masticar chocolate.

—¡Falta un minuto! —Anuncia Louis.

Harry deja de abrazar sus piernas para seguir abriendo las envolturas, lo hace con tanto entusiasmo que Louis no puede evitar sonreír como un idiota, le duelen las mejillas de tanto sonreír, y está comenzando a parecer un tonto.

Cuando el cronómetro está a punto de sonar avisando que se acabó el tiempo, Louis se atraganta con muchos chocolates a la vez, haciendo la cara más graciosa que Harry ha visto en su vida. Suelta una carcajada fuerte, sin importar que sean las 11:00pm, ni siquiera intenta detener su risa, se ríe como no se ha reído en mucho tiempo, y le importa muy poco si suena igual que una hiena riéndose, o si luce como una foca retrasada.

Louis disfruta ese momento, su corazón da un salto cada vez que lo escucha reír de esa manera, y a este paso su corazón podría explotar, pero no le preocupa, quisiera grabar la risa de Harry para reproducirla una y otra vez, el sonido que brota de su garganta hace que cada segundo sea valioso para Louis. Vale la pena hacer el papel de idiota si ésta será la recompensa, cualquier cosa vale la pena por escuchar esa risa escandalosa. Todo tiene sentido ahora. Louis no necesita nada más, lo sabe, esa risa ha llenado su espacio vacío por completo, ya no siente ese vacío incómodo en su pecho, y ahora que lo piensa, nunca siente ese vacío cuando está con Harry. Se siente muy gratificante descubrirlo, pero también siente un miedo indescriptible. Miedo de sentir todo esto por un chico, y tal vez, miedo de estar enamorándose de uno.

Después de disolver todos los chocolates en su boca, se ensucia los dientes a propósito antes de hablar.

—¿Qué te causa tanta risa? —Y Harry vuelve a explotar en carcajadas cuando mira los dientes sucios de Louis.

Louis espera que se calme, admirando lo adorable que se ve de esa manera, sin preocupaciones, sin tristezas. Podría hacer esto toda la vida para verlo así más seguido.

—Oh por Dios. —Harry se limpia una lágrima, su estómago duele de tanto reír—. Tienes chocolate en los dientes, Louis. —Dice tratando de controlar su respiración.

—¿En qué parte? —Pregunta con descaro.

—En todos los dientes, literalmente. —Señala, mordiéndose el labio para no reír, ya no tiene energía para seguir riendo.

—Oh. —Louis se pasa la lengua por dientes para limpiarlos—. Muy gracioso, Harry, pero te anuncio que perdiste el juego.

—¿Qué? —Pregunta indignado—. ¡No es cierto, me comí todos los chocolates que debía comer, y lo hice en menos tiempo que tú! —Exclama. Louis se rinde.

—Bien, bien, supongo que debo aceptar mi derrota. Eres muy rápido comiendo chocolates.

—Y no sólo soy rápido comiendo chocolates... —Dice en voz alta, y luego abre los ojos ampliamente cuando se da cuenta de que eso no fue un pensamiento. Se sonroja al instante.

—¿Paletas? —Pregunta Louis con una sonrisa. Ingenuo.

—Sí, exacto. Paletas. —Responde con inocencia. Louis niega con la cabeza.

—Bueno, creo que ya está comenzando a dolerme el estómago. —Dice poniéndose de pie—. El baño me espera. Buenas noches, Harry.

—Buenas noches, Louis... Y gracias. —Louis levanta una ceja.

—¿Gracias por qué?

—No fue un buen día para mí, pero tú lo has mejorado. —Confiesa, jugando con sus manos. El mayor sonríe ampliamente.

—Una vez te dije que los días pueden mejorarse, ¿ahora me crees? —Harry asiente con la cabeza.

—Lo creo.

—Si alguna vez tienes un mal día, no dudes en acercarte a mí. A cualquier hora. —El rizado sonríe con timidez.

—Gracias.

Louis suspira profundo antes de darse la vuelta para salir de la habitación.

                               ×××

A la mañana siguiente cuando Harry se está alistando para ir a la academia, Louis toca su puerta, indeciso.

—Hola Louis. —Saluda cuando lo ve entrar.

—Hola Harry, ¿vas a la academia? —Pregunta con curiosidad viendo cómo guarda las zapatillas dentro de su bolso.

—Sí, ya voy saliendo. —Responde mirándose en el espejo por última vez antes de colgarse el bolso en el hombro.

—Te llevo. —Dice como una afirmación. Harry lo mira sorprendido.

—No tienes que hacerlo, puedo ir caminando.

—No, yo puedo llevarte, no es un problema para mí, además estoy muy aburrido y no tengo nada que hacer. —Explica cruzándose de brazos.

Harry lo piensa por un minuto antes de aceptar. Después de todo no es una invitación a salir, sólo dará un paseo en su carro.

Louis vuelve a abrir la puerta del carro para él, y espera a que Harry esté cómodo antes de cerrar la puerta y entrar del otro lado. No enciende el radio porque prefiere ir hablando con él, y tampoco abre las ventanas porque quiere conservar su olor. Sólo que ahora nota una diferencia, Harry no lleva su perfume esta vez. Frunce el ceño.

—No te pusiste perfume. —Comenta, sorprendiendo a Harry.

—No, es que ya se terminó. —Responde tímido. Louis gira un poco su cabeza para mirarlo.

—¿Tan pronto?

—Sí, es que creo que me pongo mucho... —Dice cabizbajo.

—No, el problema es que el frasco es muy pequeño. Deberían hacer frascos más grandes. —Harry lo mira de reojo.

—No, es que me gusta mucho su olor y me pongo muchas veces al día, sólo estoy obsesionado, nunca había tenido un perfume como ese. —Confiesa encogiéndose de hombros. Louis sonríe un poco al escuchar eso.

—Ya llegamos. —Anuncia mientras aparca el carro frente a la academia.

—¿Vas a ver la clase? —Pregunta Harry con curiosidad.

Louis quiere ver la clase, por supuesto, pero no quiere lidiar con Brianna, quiere ver a Harry bailar, pero entrar a la clase implica soportar a Brianna también.

—No. —Hace una mueca—. Tengo algo que hacer. —Miente.

Harry frunce el ceño. Louis dijo que no tenía nada que hacer antes de salir de casa, y ahora dice lo contrario. Qué raro.

—Bien, hasta luego. —Dice antes de abrir la puerta del carro para salir.

Louis enciende el motor cuando Harry ha salido, y se marcha.

Michael observa todo desde la entrada de la academia, y aprieta los dientes con frustración. El corazón de Harry se detiene cuando lo ve.

—Harry, ya te dije que no me gusta que salgas con ese chico. —Dice con voz severa.

—No estoy saliendo con él, simplemente se ofreció para traerme. —Responde bajando la cabeza.

—¿Y por qué mierda se ofreció para traerte? ¿Por qué no se preocupa por traer a su novia? Ni siquiera se bajó del carro para ver la clase o al menos para saludarla, sólo vino a traerte. Explícame eso.

—Michael por favor, no somos más que amigos, Louis fue muy amable al traerme. —Michael está muy molesto ahora mismo, tanto que podría perseguir a Louis para contarle toda la verdad y pedirle que se aleje de Harry. Pero decide no hacerlo por respeto a su novio.

Al regresar a casa, Louis recibe a Harry en la puerta, con una bolsa en sus manos. Le ofrece la bolsa con una sonrisa y Harry no sabe qué hacer.

—¿Es para mí? —Louis asiente. El menor toma la bolsa y ve la pequeña caja familiar del perfume Chanel dentro de ella—. Oh por Dios, no tenías que hacerlo. —Reprime un grito de emoción.

—Pero lo hice. Te dije que te compraría otro, siempre cumplo mi palabra. Además... Extraño su olor en ti. —Agrega con picardía. Harry se sonroja, incapaz de procesar eso. ¿Acaso Louis está coqueteando con él?

—Muchas gracias, Louis.

Una vez que Harry desaparece por las escaleras, Louis cierra la puerta de la mansión. Pero en menos de cinco segundos alguien toca el timbre. Frunce el ceño antes de girarse nuevamente para abrir la puerta, y se sorprende cuando ve a ese chico Mickey. ¿Ese era su nombre?

—¿Tu novia volvió a rechazar el perfume? —Pregunta con voz grave y severa. Louis se cruza de brazos, desafiante.

—No. Ésta vez sí se lo compré específicamente a él. ¿Tienes algún problema con eso? —Michael cierra los puños con fuerza.

—¡Sí! ¡Tengo muchos problemas con eso! —Exclama furioso.

—Oye cálmate, actúas como si fueras algo más que un simple amigo de Harry. —Dice con burla, y eso es suficiente para Michael.

—¡No soy su amigo, soy su novio, imbécil! —Confiesa, dejando a Louis atónito y sin palabras.

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Vaya vaya (͡° ͜ʖ ͡°) hola

¿Cuál fue su parte favorita del capítulo? *escritora curiosa*

Capítulo dedicado a:

allthelovel4rryAndyyMustxpslinsonCharlotteCarolina-Cnxtnza1xZiallsLaughx,  HARRYSEL4C0MElouisesbottom_patheticxRainboowx

#7 en fanfic ahsjshakaj GRACIAS!

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