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Capítulo 13.

Cuando los amigos de Louis se han ido, él se queda sentado en el sofá, pensando en Brianna, en la competencia, en las tareas que no ha hecho, y raramente se encuentra pensando en Harry también. Se ríe cuando recuerda lo de la paleta. Jamás había escuchado eso, ya antes pensaba que Harry era adorable por su actitud infantil y su ropa colorida, absolutamente todo sobre él es adorable, pero comer paletas durante el sexo sobrepasa los niveles de ternura. O eso piensa él. Aunque es muy raro que se le haga tierno eso, a decir verdad.

Sacude su cabeza para olvidar que tuvieron esa conversación, y se levanta del sofá.

Al llegar al pasillo se dirige a la habitación de Harry. Toca la puerta antes de entrar.

—¡Adelante! —Grita Harry, y Louis abre la puerta despacio.

—Hola Harry. Los chicos ya se fueron... Uhmm, ¿te sientes mejor? —Pregunta mirando la televisión encendida en el canal de caricaturas. Frunce el ceño, pero luego sonríe.

—Sí, ya me siento mucho mejor. Volveré a trabajar ahora. —Responde saltando fuera de la cama con energía y apagando el televisor.

—Bien, uhmm, ¿no te toca limpiar mi habitación el día de hoy? —Harry se lleva una mano a la cabeza.

—¡Cierto! Gracias por recordármelo. No he limpiado allí desde la semana pasada. —Louis hace una mueca. No le urge ver su habitación limpia, pero quiere conversar con Harry, y la única manera de conversar con él sin interrumpir su trabajo, es cuando limpia su habitación.

Los dos chicos salen de la habitación de Harry y entran a la habitación de Louis. El rizado observa todo el lugar para saber qué necesita limpieza. No está muy sucia, y se decepciona un poco por eso. Tendrá que limpiar muy lento para quedarse más tiempo.

—Iré por la escoba. —Anuncia.

—Sí, adelante. —Responde sonriendo.

Una vez que Harry sale de la habitación, Louis comienza a ensuciar el piso sutilmente regando las cenizas de cigarro por toda la alfombra. Abre un paquete de galletas y las riega por debajo de su cama, partiéndolas en pedazos. También toma la taza de café que Jimena le preparó en la mañana, la cual no se tomó, y la vacía sobre su cama, manchando las sábanas intencionalmente. Ahora su habitación está bastante sucia, tendrá mucho tiempo para hablar con Harry. A Louis le gusta hablar con el chico, y desea terminar la conversación que iniciaron la noche anterior, ya que no pudieron terminarla porque ambos se quedaron dormidos. También tiene otras cosas que preguntarle, y quiere saber más sobre él porque su vida le parece interesante.

Harry entra cargando la aspiradora y la escoba, y cierra la puerta.

—Listo. —Louis sonríe ampliamente, antes de sentarse en su cama para no estorbar.

—Harry, no pude saber porqué no seguiste estudiando después de graduarte. —El ojiverde lo observa ligeramente sorprendido.

—¿Realmente quieres saberlo? Pensé que no te importaba nada de lo que te conté anoche. —Baja la cabeza—. Nadie suele preguntarme... Es sólo... Olvídalo. —Hace un gesto con la mano.

Louis frunce el ceño, viendo la manera en la que Harry se encoge. Parece muy deprimido.

—Yo quiero saberlo. Y sí me importa. Recuerdo con exactitud todo lo que me dijiste anoche, hasta que te quedaste dormido y no terminaste la historia. —Miente porque no sabe quién de los dos se durmió primero. Espera que no haya sido él.

—A nadie suele importarle lo que me pasa. No tienes que fingir que te importa. —Habla cabizbajo, jugando con el palo de la escoba.

—No Harry, no estoy fingiendo nada. —Dice mirándolo con tristeza.

—Yo... No seguí estudiando porque dejé mi casa. No volví a saber nada de mi mamá, cambié mi teléfono y me vine a Doncaster con Jenn. Pensé que podría entrar a la universidad, pero mi sueldo no era suficiente, y los gastos del apartamento se llevaban todo, no me quedaba dinero para pagar la inscripción. —Louis escucha con atención—. Después decidí inscribirme en una academia... —Se queda callado antes de decir algo de lo que pueda arrepentirse.

—¿Una academia de qué? —Pregunta curioso.

—Una academia de artes culinarias. —Miente—. Me gusta cocinar. —Louis sonríe.

—Deberías enseñarme algo de arte culinaria, soy un desastre en la cocina. —Harry suelta una risita, antes de cubrirse la boca.

—Sí, podría enseñarte algo de lo que sé. —Acepta.

En realidad a Harry sí le gusta cocinar, sabe hacer algunas recetas que aprendió de su padre cuando era niño, y otras recetas que aprendió viendo el programa de MasterChef, pero definitivamente nunca ha estudiado artes culinarias. Aunque esa es la carrera que desea estudiar algún día en la universidad.

—¿Todavía vas a esa academia? —Harry asiente.

—Voy todos los días a las 9:00 am. —Explica, jugando con un mechón de su cabello. Suele hacer eso cuando está mintiendo.

—Ah, por esa razón te escapaste esta mañana. —Louis se cruza de brazos—. Pudiste habérmelo dicho.

—Sí, lo siento. Siento haber escapado de esa forma, estaba muy distraído con tu clase de Física cuántica y olvidé ver el reloj.

—¿Llegaste tarde a tu academia? —Pregunta con una pizca de preocupación.

—Sí, pero no pasa nada, expliqué lo que sucedió. También me compré algo con el dinero que me diste. —Sonríe mostrando sus adorables hoyuelos al recordar las lindas zapatillas plateadas que compró.

—Me alegro mucho. —Sonríe igualmente, encantado con esos hoyuelos—. ¿Cuántos trabajos has tenido, Harry? —Sigue indagando.

—Ufff he tenido muchísimos. —Responde tomando el atrevimiento de sentarse en la cama de Louis. El castaño está complacido, sin embargo.

—Cuéntame. —Lo anima.

—He trabajado en cafeterías, librerías, pastelerías, panaderías, restaurantes, tiendas de ropa, tiendas de accesorios, zapaterías, y finalmente, de mucamo. —Cuenta sus dedos mientras nombra cada uno. Louis abre la boca con sorpresa.

—Vaya, eso sí que es mucho. Yo aún no he tenido mi primer empleo. —La risa de Harry llena el espacio. Louis lo contempla hasta que deja de reír.

—Pues sí. Pero no creas que trabajé en cada uno de esos trabajos por más de dos semanas. En algunos ni siquiera llegué a la segunda semana. —Comenta con diversión.

—Espero que puedas quedarte por más tiempo que eso. —Dice Louis, dejando de bromear. Harry se sonroja.

—Oh, sí, yo también lo espero. De hecho, ésta es mi tercera semana, y todavía no quiero irme. —Responde honestamente.

—Eso es reconfortante. Nadie quiere que te vayas. Si alguna vez quieres irte por alguna razón, puedes hablar conmigo para solucionarlo. —Harry mira los ojos azules de Louis fijamente, y jura que no ha visto algo más lindo en su vida.

—Gracias Louis. —Dice finalmente, cortando el contacto visual porque definitivamente esa mirada no fue amistosa. Estaba perdido en sus ojos sin poder evitarlo.

—No hay problema. Todas las mucamas de esta casa también nos dejaron antes de llegar a la cuarta semana, algunas se fueron antes. Mi mamá odia perder a sus mucamas y tener que buscar otra, es agobiante. Hemos tenido por lo menos veinticuatro mucamas en dos años. —Harry abre los ojos como platos.

—Whoa, eso es mucho. —Louis se ríe de su expresión.

—Ya lo sé. Ha sido mi culpa, debo destacar. Por esa razón mi mamá decidió contratarte. Si fueras una chica seguramente ya habrías renunciado. —Harry sacude su cabeza en negación.

—Lo dudo mucho, me gusta mi trabajo. —Asegura, y luego reacciona, poniéndose de pie—. Oh por Dios, lo siento mucho, volví a distraerme de hacer mi trabajo. Perdona mi atrevimiento, nunca debí sentarme.

—Está bien, Harry, no pasa nada. No es como si pudieras infectar mi cama sentándote en ella. —Dice para tranquilizar al menor. Harry suspira aliviado.

Vuelve a su trabajo, comenzando por barrer el piso, y terminando por aspirar la alfombra. Antes de comenzar a aspirar debajo de la cama, el teléfono de Louis comienza a sonar, con una ruidosa canción de hip-hop.

—Hola cariño. —Responde él, y Harry siente arcadas. Seguramente está hablando con su novia. —Sí, por supuesto que estaré allí el sábado, sin falta. Los chicos me van a acompañar a verte... No amor, no puedo ir solo porque después me aburriré... Claro que no me aburriré cuando te vea.

Harry suelta un bufido realmente irritado por la conversación de Louis por teléfono. Su novia tiene tanta suerte.

—Bien, nos veremos el sábado entonces. También yo. —Dice antes de colgar la llamada—. Novias. —Suspira recostando su cabeza en la almohada—. Harry, cuéntame de tus novias. —Deja de aspirar la alfombra para ver a Louis.

—Pues, uhmm... —Se rasca la nuca—. No he tenido muchas. Sólo dos.

—¿Sólo dos novias? —Pregunta sorprendido. Harry asiente lentamente.

La verdad es que sólo ha tenido dos novios en toda su vida; Jacob, y ahora Michael. Es joven, y no ha tenido mucha suerte en el amor. Además no se considera un chico fácil, sólo se ha entregado a un hombre, y porque realmente estaba enamorado de él. Lástima que ese chico lo haya utilizado de la manera que lo hizo.

—Sí, sólo dos. Imagino que tú has tenido muchas. —Dice tratando de no sonar tan decepcionado. Louis suelta un bufido.

—No puedo decir que han sido novias oficiales. Sólo he tenido tres novias oficiales en mi vida, las otras no son importantes porque nunca llegamos a nada más. Tú me entiendes. —Harry asiente, tratando de descifrar lo que quiso decir con eso último.

Después de cambiar las sábanas de la cama, Harry finalmente termina su trabajo en la habitación de Louis, y se marcha.

                              ×××

El sábado, Harry sale de casa muy temprano sin siquiera desayunar, aunque la señora Tomlinson le insistió muchas veces para que lo hiciera. Esta es la última oportunidad que tiene de ensayar la coreografía antes de la competencia, y no puede arriesgar a todo el equipo, tiene que llegar a tiempo a la academia y dar un buen ejemplo como líder. No tiene que trabajar los fines de semana ya que son sus días libres, así que puede salir de la casa a la hora que quiera sin dar explicaciones. A Louis le pareció muy misteriosa su actitud, pero no dijo nada al respecto. Harry tiene secretos, igual que todo el mundo, él también los tiene, y sus padres también, por esa razón decidió dejarlo pasar.

—¡Haz bien ese jeté, arriba las piernas, Harry, salta lo más alto que puedas! ¡Tiene que ser perfecto!

Hoy por ser el último día de práctica, la señorita Collin está siendo mucho más estricta de lo que suele ser. Ha obligado a Harry a hacer el mismo paso más de seis veces. Y han repetido la coreografía más de once veces. Harry se siente agotado, igual que el resto de las chicas, y de verdad quisiera que alguien lo remplazara porque ya no puede respirar ni hacer otro salto. Sus piernas se tambalean y todo su cuerpo se siente débil.

Todo va a estar bien, todo va a estar bien. Se repite una y otra vez.

Las chicas observan a Harry mientras se sientan a descansar. Él es el único a quien no se le permite descansar, y es simplemente injusto porque le ha tocado la parte más difícil. Ya no da más. Está a punto de colapsar.

—Descansa Harry. —Collin se apiada del chico, y Harry cae de rodillas contra el suelo, respirando con dificultad.

—G-gracias.

Sus mejillas están ardiendo, igual que toda su cara y su pecho desnudo. Está sudando, y de verdad piensa que se desmayará en cualquier momento.

—Ten. —Oye la voz dulce de Michael, quien le ofrece agua mientras se arrodilla a su lado. Harry no tiene fuerza suficiente en los brazos para tomar la botella, así que Michael se encarga de dársela en la boca, sosteniendo su cabeza firmemente—. Bebe un poco.

Después de beber toda la botella de agua, puede respirar mucho mejor.

—Gracias Michael. —Murmura débilmente. Michael sonríe antes de acariciar su mejilla llena de sudor y plantar un beso en sus labios húmedos.

Brianna siente muchos celos de la relación que tiene Harry con su novio. Él es muy atento y se preocupa por su bienestar. Nada como Louis. Desearía que alguna vez Louis fuera tan atento y cariñoso como el novio de Harry.

—¿Cómo lo hice? —Pregunta después de recuperar el aliento.

—Perfecto bebé, estuviste perfecto. —Responde Michael, mirándolo con admiración. Harry sonríe con dulzura.

—Espero ganar la competencia y gustarle a los jueces. —Dice con esperanza.

—Vas a ganar, estoy seguro. —Aparta un mechón de cabello mojado lejos de la frente del menor.

—No has visto a los demás competidores, Michael. Pueden ser mejores... —Lo interrumpe.

—Hey, no pienses en los demás competidores. Tú vas a ganar, puedes hacerlo mejor que todos. —Harry asiente, antes de inclinarse para abrazar a Michael, olvidando que no tiene camisa y que está completamente sudado.

—Oops, lo siento. —Se aparta con rapidez—. Te mojé. —El mayor se ríe.

—No me importa, Harry. ¿Qué daño puede hacer un poco de sudor? —Pregunta con un tono seductor. Harry se ruboriza y baja la cabeza.

—¡Bien, basta de descanso, arriba todos! —Grita Collin.

                              ×××

Harry se encuentra en los bastidores, junto con todas las bailarinas de su academia, los chicos no fueron invitados a la competencia nacional, por lo tanto Harry es el único bailarín del equipo.

Su corazón está muy acelerado y todo se debe a sus nervios. Puede escuchar todo el ruido de afuera, eso quiere decir que el auditorio está lleno de invitados que lo verán bailar. Siempre se pone muy nervioso a la hora de bailar frente a muchas personas que pueden juzgarlo fácilmente. Pierde toda su confianza y olvida la coreografía. No quiere olvidar la coreografía. Está a punto de llorar.

Jennifer se acerca y coloca sus manos sobre los hombros del chico sentado frente al espejo.

—Todo saldrá bien. —Dice para calmarlo.

—Estoy nervioso, Jenn. —Confiesa, mirando a su amiga a través del espejo.

—Siempre lo estás antes de salir al escenario. Todo va a salir bien, Harry, lo has hecho otras veces.

—Hay muchas personas allá afuera, estarán juzgándome. ¿Qué tal si me equivoco en un paso? ¿Si me caigo en el escenario? —Dice con horror. Jennifer pone los ojos en blanco.

—No pasará nada de eso, confía en ti. —Harry suspira.

—No quiero quedar en ridículo y que luego todos se rían de mí. No me gusta cuando se ríen de mí en el escenario. Es feo. —Baja la cabeza.

—Si alguien se ríe de ti, yo personalmente voy a sacarles la lengua con una cierra eléctrica. No te preocupes, Hazz, vas a brillar, literalmente, las purpurinas en tu cuerpo te hacen brillar. Creo que usaste demasiada. —Dice con diversión.

—Me gusta estar brillante. —Levanta la cabeza para mirarse en el espejo

—Te ves fantástico. Como un diamante. —El chico sonríe ampliamente. Le encanta lucir fantástico y recibir buenos cumplidos.

Se pone de pie para estar a la altura de su mejor amiga.

—Gracias Jenn, te quiero.

—También te quiero. —Cuando él intenta abrazarla, ella se aparta—. ¡Hey! Sin abrazos, no quiero quedar brillante. —Harry suelta una carcajada—. Ahora voy a sentarme en mi lugar para no perderme la competencia. Te deseo suerte.

—Gracias. Trata de no ser muy ruidosa. —Jennifer se ríe.

—Harry, sabes que voy a gritar cuando salgas al escenario. ¡Tengo que apoyarte! —Harry pone los ojos en blanco.

Zayn, Liam y Louis, entran en el auditorio siendo muy ruidosos y alborotando todo a su paso. Se sientan en sus respectivos asientos que marcan sus respectivas entradas y Zayn comienza a molestar a Louis.

—Me muero por ver lo que hace tu novia.

—Ya les dije, los dejará boquiabiertos. —Afirma.

Los tres chicos se divierten viendo a cada una de las bailarines sobre el escenario. Zayn se ha enamorado veinte veces, y Louis trata de no ver más allá del tutu de las chicas. Se burlan de algunos chicos que bailan en puntillas. Realmente lucen como maricas, no pueden dejar de reír ruidosamente cada vez que sale un chico al escenario.

—Presentando a la academia de danza Purple Rainbows, con un baile lírico. —Anuncia el presentador. Louis se inclina sobre su asiento.

—Ese es el nombre de la academia de Brianna. —Dice con emoción—. Hagan silencio.

Las luces del auditorio se apagan, y los reflectores enfocan un punto específico en el escenario. Todo el aire abandona el cuerpo de Louis al instante que ve a un chico brillante sobre el escenario, con los reflectores sobre él. No es por el traje de lycra que cubre parte de su moldeado cuerpo, ni por la manera que se mueve con tanta precisión y experiencia, es porque el chico sobre el escenario luce igual a Harry.

O está pensando mucho en Harry, o ese chico realmente luce como él.

—Oh por Dios. Louis, ese chico se parece mucho a tu mucamo. Pero con purpurinas, y maquillaje, y lycra, y zapatillas... —Zayn es interrumpido por Louis

—¡Basta Zayn! No es él. Es imposible que sea él. —Niega con la cabeza.

—Yo creo que sí es él. —Dice Liam, sonriendo.

—No. Harry no baila. —Insiste Louis.

No puede apartar los ojos del chico sobre el escenario. Entonces los recuerdos llegan. Recuerda a Harry bailando en el jardín, recuerda sus palabras: Yo no bailo así realmente, te informo que yo soy un gran bailarín, lo que viste fue sólo algo improvisado. También recuerda la vez que Harry salió corriendo cuando Louis insultó a un bailarín de ballet en la televisión, y lo mucho que se ofendió. Entonces vuelve a mirar al chico sobre el escenario, y lo sabe.

—Mierda.


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Un saludo muy especial a WSRM! ❤

Capítulo dedicado aFabyOz

¿Cuál creen que será la reacción de Louis?

¡Gracias por los 10k votos! Wooow los amo a todos xx

Copyright © yafanfiction

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