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Capítulo 11.

Louis abre los ojos con pereza, sintiendo un fuerte dolor en el cuello cuando gira un poco la cabeza. Se queja por el dolor, pero luego se incorpora en la cama y nota la presencia de Harry a su lado. El chico duerme con el cuello torcido, inclinando la cabeza en su dirección, y Louis está seguro de que también va a despertar con dolor de cuello. Se sorprende al verse en la habitación del menor, no recuerda haberse quedado dormido allí. Rápidamente se levanta de la cama y coloca una almohada debajo de la cabeza de Harry para evitarle un dolor de cuello peor que el suyo. No es que se preocupe por él... Sí, eso es. Se preocupa por todos sus empleados, haría lo mismo con Jimena, seguro. Además, Harry se ve muy adorable mientras duerme, con los labios entreabiertos y sus rulos desordenados saliendo del adorable gorro de felpa con el que se quedó dormido. Louis sonríe con ternura mientras toma la manta para volver a cubrir el cuerpo del menor. Es muy temprano y no quiere despertarlo, o peor, asustarlo con su presencia.

Jimena se levanta muy temprano para comenzar a preparar el desayuno y el almuerzo de los señores Tomlinson para que ambos lleven comida al trabajo como todos los días. Cuando abre la puerta de su habitación, ve algo peculiar que atrapa su atención e inmediatamente entrecierra la puerta para ser discreta. Ve a Louis saliendo de la habitación de Harry, caminando en puntillas, y se sorprende porque el chico tiene la misma ropa que tenía puesta ayer. Eso sin duda es raro, piensa Jimena. La primera vez que vio a Louis admirando a Harry desde la ventana, lo dejó pasar, pero ahora Louis está saliendo de su habitación a las 6:00 am y claramente parece haber dormido allí ya que luce bastante adormilado. Definitivamente hay algo sospechoso en todo esto, pero no piensa preguntarle a Louis para no invadir su privacidad, lo tiene que averiguar por sí sola.

Sin embargo, Harry no supo que Louis durmió con él porque cuando abre sus ojos él ya se ha ido, pudo haberse ido cuando Harry se quedó dormido, o pudo haberse ido en la madrugada, no tiene manera de saber cuándo se fue. Su cabeza se siente pesada y duele, pero está apoyada en una suave almohada que no estaba allí la noche anterior. Se incorpora en la cama y observa su alrededor, definitivamente ésta no es su cama. Algo sobre la mesa de noche llama su atención; dinero. Louis debió olvidarlo allí, se lo devolverá en cuanto se cepille los dientes y se dé una ducha.

Después de tomar un largo y relajante baño de espuma en la gran tina del baño que está dentro de su habitación, Harry se siente como un rey. Todo es tan perfecto y elegante en esta casa que no puede creer que ahora vive aquí. Tiene su propio baño y su propia tina. Se siente como un sueño del que no quisiera despertar. Sale del baño después de cepillarse los dientes y se aplica perfume después de vestirse. Recuerda la noche anterior y suspira profundo sintiendo mariposas en el estómago cuando recuerda lo amable que fue Louis al invitarlo a quedarse, incluso se sonroja cuando recuerda que también lo subió cargado, y se sonroja mucho más cuando recuerda que tocó su trasero accidentalmente. Fue una noche muy loca. Definitivamente su día no terminó tan mal como empezó, de hecho terminó genial. Louis había mejorado su día, ya no tendría que vivir debajo de ningún puente, y tampoco tiene que pagar renta. Le quitó un gran peso de encima, y no puede estar más agradecido -enamorado- con él.

Cuando sale de la habitación son exactamente las 7:30 am. Se saca el dinero del bolsillo cuando entra en la cocina.

—Buenos días, Harry. —Lo saluda Jimena. Harry sonríe dirigiéndose a ella.

—Buenos días Jimena, ¿no has visto a Louis? Tengo algo suyo. —Jimena lo mira con curiosidad, elevando una ceja.

—Sí, está en su habitación, debe bajar... —Jimena es interrumpida.

—¡Hola Harry! —Saluda Louis muy animado, entrando a la cocina con una gran sonrisa-. Ven. —Le hace señas con las manos. Harry camina en su dirección, inseguro. Jimena está perpleja cuando los dos chicos salen de la cocina para no hablar frente a ella. Esos dos se traen algo.

—Louis, olvidaste tu dinero en mi habitación anoche. Lamento mucho haberme quedado dormido cuando te estaba contando sobre mis estudios, la noche pasada no pude dormir por la preocupación de perder el apartamento y el susto por el asalto, por esa razón tenía tanto sueño anoche. —Harry se disculpa. Louis sacude su mano restándole importancia.

—No te preocupes, Harry. —Yo también me quedé dormido.

—Ten, tu dinero. —Estira el dinero hacia Louis, quien observa su mano, pero no toma el dinero.

—Resulta que yo no lo olvidé allí, Harry. Lo dejé sobre tu mesa con un propósito. —El rizado abre los ojos con sorpresa.

—¿Qué?

—Es tu paga. —Louis se encoge de hombros, como si fuera la cosa más obvia del mundo.

—¿M-mi paga? —Harry tartamudea, completamente confundido.

—Sí.

—Louis, no debes hacer esto. No tienes que volver a pagarme si ya lo hiciste una vez. Me asaltaron y me quitaron todo el dinero, no es tu culpa y no es tu deber pagarme más. Es responsabilidad del empleado, no del jefe. Ustedes no deben hacerse responsable de lo que pasa con el dinero después de entregarlo. —Habla sin detenerse, mortificado. Louis pone los ojos en blanco.

—Deja de divagar, Harry. Tú trabajaste muy duro, me parece injusto que hayas perdido todo por lo que trabajaste tanto. No es mi deber volver a pagarte, ya lo sé, pero quiero hacerlo. Sólo acéptalo por favor. Cómprate cualquier cosa que quieras con eso, cualquier cosa que necesites, haz lo que quieras con el dinero, pero no me lo devuelvas. —Harry no puede creer lo que está escuchando.

—Siento mucha vergüenza. ¿Qué va a decir tu mamá?

—Ella no lo sabe. El dinero lo tomé de mis ahorros, así que mi mamá no te está pagando dos veces, yo lo estoy haciendo. —Explica orgulloso.

—No sé qué decir. ¡Oh por Dios, sacaste dinero de tus ahorros! Me siento terrible. No puedo aceptar tu dinero, Louis. —Vuelve a estirar la mano con el dinero. El castaño frunce el ceño.

—¿Por qué no? Vamos Harry, aquí me sobra el dinero. Tengo mucho más, eso era sólo mi ahorro semanal.

Harry cuenta el dinero en sus manos y luego observa a Louis boquiabierto.

—Esto es mucho más dinero de lo que gano. —El mayor hace una mueca.

—Sip, recuerdo que te dije que te aumentaría el sueldo por ayudarme con mi novia. —Harry lo recuerda, pero no tiene sentido.

—Pero ella ni siquiera aceptó el perfume. ¿Por qué me estás aumentando el sueldo?

—Haces un buen trabajo, por eso. —Responde simplemente. La verdad es que con todo lo que Harry le contó anoche, Louis quiere ayudarlo.

—No puedo creer que me hayas pagado dos veces en una semana. —Dice incrédulo.

—La primera vez no cuenta porque un maldito delincuente se quedó con tu dinero. Harry, está bien, por favor olvídalo. No quiero que te tortures pensando en esto. Yo siento que estoy haciendo lo correcto, si no lo aceptas me sentiré ofendido. Acéptalo. —Parpadea muchas veces, y Harry no puede decirle que no cuando es tan tierno y hermoso y mueve sus pestañas de esa manera. Quiere besarlo como forma de agradecimiento, pero se contiene.

—Está bien. Gracias Louis, no sabes cuánto agradezco tu bondad.

—No tienes que agradecerme nada. —Louis sonríe.

Ambos chicos regresan a la cocina para comer el desayuno que preparó Jimena. Harry quiere estallar de felicidad. Su dinero ha regresado, y ahora tiene más de lo que tenía antes. No puede esperar para comprarse cosas.

Terminan de comer media hora después. El timbre de la puerta comienza a sonar, y Jimena se apresura a abrirla.

—Louis, Candace te espera en el estudio. —Avisa cuando regresa a ma cocina.

—Gracias nana. —Se pone de pie para colocar el plato dentro del lavavajillas—. Harry ven, te voy a presentar a mi tutora.

Harry se sorprende, pero se levanta enseguida para seguir a Louis fuera de la cocina.

—Ella es la encargada de darme clases particulares. Tengo otros tres tutores más, pero los miércoles me toca física cuántica. No voy a la universidad ya que me expulsaron por mi mala conducta, por eso ahora recibo clases particulares. —Explica mientras caminan en dirección al estudio.

—¿P-puedo...? No, olvídalo. —Harry sacude su cabeza. Iba a preguntar algo realmente tonto.

—¿Qué quieres, Harry? Dímelo. —Lo anima.

—¿Podría observar? —Pregunta con timidez, jugando con sus manos.

—¿Observar qué? —Louis lo observa de reojo mientras camina delante de él.

—Tus clases. Quisiera estudiar también. ¿Puedo observar mientras te dan clases? —Louis sonríe, indignado. Es raro que Harry quiera estudiar cuando él lo odia.

—Claro, claro que puedes. —Los ojos de Harry se iluminan al escuchar eso. Siempre le ha gustado estudiar, pero no ha podido entrar a la universidad por no tener el dinero necesario para ingresar.

Cuando entran al estudio, una mujer adulta con cabello largo y delgada, sonríe en dirección a Louis, luego su mirada se vuelve hacia Harry.

—Louis, ¿quién es tu amigo? —Pregunta con voz suave.

—Candace, él es nuestro nuevo mucamo, su nombre es Harry. No tiene que trabajar hasta la 1:00 pm, así que estará observando la clase porque también quiere aprender. No está mal que se quede, ¿verdad? —Candace lo piensa por un minuto.

—Si no será una distracción para ti, entonces está bien por mí.

—No lo voy a distraer, lo juro. —Dice Harry, levantando sus manos. Louis lo observa sonriente.

—Ya lo escuchaste, no me va a distraer. —Candace pone los ojos en blanco.

—Bien, puedes quedarte Harry. —Ambos chicos sonríen.

Harry se sienta a un lado de Louis, y Candace coloca dos libros sobre la mesa. También coloca una libreta y un lápiz frente a Louis. El castaño saca unos anteojos de un estuche y se los coloca como siempre lo hace cada vez que tiene clases con cualquier tutor. Harry piensa que Louis no puede ser más hermoso de lo que ya es, pero con los anteojos definitivamente se ve perfecto.

El chico escucha con atención las indicaciones de la profesora, escucha la clase y ve los ejercicios que ella le muestra a Louis en el libro. Luego de explicar todo, le pide a Louis que realice los ejercicios en su libreta. Mientras resuelve los ejercicios, Harry los resuelve en su mente, y se inclina hacia Louis para tener una mejor vista de los ejercicios.

—¿Quieres resolver uno, Harry? —Pregunta Candace al verlo tan interesado.

—Sí. —Responde sin dudarlo.

—Louis, deja que Harry resuelva uno. —Louis deja de escribir y le ofrece el lápiz y la libreta a Harry.

—Gracias. —Dice tomando el lápiz y la libreta.

Mientras Harry resuelve el ejercicio, Louis está sobre él, viendo que no se equivoque con los números. Pero para su sorpresa, Harry no se equivoca. Louis sonríe al ver que el resultado en el libro es el correcto.

—Excelente Harry, lo hiciste muy bien. —Lo felicita. Candace sonríe satisfecha al ver que los dos chicos aprendieron la lección.

Harry se siente muy feliz y agradecido por tener la oportunidad de escuchar la clase de Louis y aprender algo sobre física cuántica. Le gustaría poder escuchar todas sus clases, pero no quiere abusar.

×××

No le dijo a Louis a dónde iba, sólo salió de la casa sin dar explicaciones. Al llegar a la academia, observa a Michael, junto a Jennifer y Niall en la entrada. Se sorprende al verlos a todos juntos. Jennifer inmediatamente se acerca a él.

—¡MALDITO HARRY STYLES! ¿Sabes para qué existen los teléfonos? ¡Estaba a punto de sufrir un infarto por no saber nada de ti! ¡Joder, ayer no pude dormir en toda la noche pensando que te había pasado algo malo! ¿Por qué mierda no tomaste el teléfono y te comunicaste conmigo? ¿Sabes lo preocupada que estaba por ti? —Exclama sacudiendo los brazos.

—Jenn, lo siento mucho, perdón, no quise preocuparte de tal manera. Perdón por no llamarte, no pensé que te preocuparías tanto. —Se disculpa sintiéndose culpable.

—Harry, eres como un hijo para mí, por supuesto que voy a preocuparme si no llegas a casa en toda la noche. Ven aquí, dame un abrazo. —Lo envuelve en un abrazo apretado—. Eres un idiota. ¿Dónde pasaste la noche? —Se aparta del abrazo, Harry se ríe por el cambio de humor de su amiga.

—En la casa de los Tomlinson. —Jennifer se cruza de brazos.

—Oh, qué bien. ¡Dormiste como un rey mientras que yo tuve que dormir en el maldito sofá frente a la puerta esperándote! —Exclama.

—Le dije que durmiera conmigo pero prefirió el sofá. Murmura Niall.

—Cierra la boca Niall, de todas maneras hubiera tenido problemas con tu mamá. —Le dirige una mirada amarga.

—De verdad lo siento, Jenn. Yo no lo tenía planeado. Louis me pidió que me mudara con ellos, le expliqué lo que nos pasó con el apartamento y él fue muy comprensivo.

—¿Te adoptó la familia Tomlinson? —Pregunta Niall. Harry frunce el ceño, el chico siempre entiende las cosas mal.

—No me adoptaron, Niall. Sólo me ofrecieron una habitación en su casa y me ofrecieron comida...

—Es lo que dije, ahora eres parte de la familia. —El rubio se encoge de hombros.

—Pues, ellos han sido muy amables conmigo. Sobretodo Louis. —Casi suspira al decir su nombre. Michael se aclara la garganta detrás de Harry para anunciar su presencia. Jennifer suelta una carcajada al entender de qué se trata. Michael está celoso de Louis sin saber que el chico es heterosexual. Es ridículo que sienta celos, al menos eso piensa ella.

—Vamos Harry, ya van a comenzar tus clases. —Jenn lo toma de la mano para arrastrarlo al interior de la academia.

Harry se detiene en la pequeña tienda dentro del local y observa unas lindas zapatillas de ballet desde la vitrina. Entonces recuerda lo que le dijo Louis: Cómprate cualquier cosa que quieras con eso, cualquier cosa que necesites. Él necesita unas nuevas zapatillas, las suyas están muy desgastadas y tiene un año que no las cambia. No recuerda la última vez que se compró algo, todo su dinero lo gastaba pagando la renta del apartamento, pagando la academia, comprando el mercado semanal, y en pasaje. Nunca le quedaba un poco para comprarse algo. Ya no tiene que seguir pagando renta, o hacer mercado. Ahora vive con los Tomlinson, así que puede comprarse lo que sea con el dinero que le dio Louis.

Saca el dinero de su bolsillo y Jennifer lo observa con asombro.

—Quiero comprar esas, por favor. —Dice señalando las zapatillas plateadas.

Después de hacer la compra, todos entran al salón de la señorita Collin. Las bailarinas se están estirando frente al espejo, sólo falta Harry. Deja a sus amigos en la banca y corre hacia los vestidores. Las zapatillas son muy suaves y sus pies se sienten muy cómodos. Sonríe mirando lo lindas que son.

—¿Podría tener un papel principal en las nacionales? Mi novio asistirá a la competencia y quiere verme bailar. —Escucha hablar a Brianna cuando sale de los vestidores.

—No habrán más papeles principales en el baile, Brianna, ya todo es perfecto tal como es. —Responde Collin con voz severa.

—Pero quiero que él me vea bailar, estoy al fondo, no podrá verme desde su asiento. Él sólo vendrá por mí. —Reprocha.

—Lo lamento Brianna, tendrás que esforzarte mucho más en la próxima audición si quieres ganarte el papel principal.

—Harry siempre obtiene el papel principal en todos los bailes. —Lo acusa. Harry se estremece.

—Porque Harry siempre se esfuerza para ganárselo, y siempre gana las competencias en las que compite. —Brianna se cruza de brazos, enojada.

—Yo también podría ganar, todas nosotras podríamos ganar. Nadie quiere ver a Harry bailar, y tampoco pagarían sólo por verlo a él. —Las palabras de Brianna llegan a lo más profundo de Harry, haciéndolo sentir como basura.

Jennifer ve la expresión en la cara de su mejor amigo y se le rompe el corazón. No puede quedarse callada viendo como esa chica odiosa lo humilla delante de todos.

—¡Cállate maldita perra! No voy a permitir que hables así de Harry. ¡Yo quiero verlo bailar, y te aseguro que muchas personas querrían verlo bailar, pagarían millones por verlo solo en un escenario porque él baila mucho mejor que tú y te consta! ¿A ti quién quiere verte bailar además del espejo? Absolutamente nadie porque eres una pésima bailarina y deberías saberlo. Dile a tu novio que disfrute el show de Harry por cortesía mía.

Harry se cubre la cara con vergüenza mientras Niall suelta una fuerte carcajada y Michael se queda boquiabierto. Así es Jennifer, nunca puede mantener la boca cerrada. La chica tiene carácter fuerte y le importa un reverendo pepino expresarse de esa manera cuando alguien se mete con sus amigos. Especialmente cuando alguien se mete con Harry porque sabe lo sensible que es. No va a permitir que nadie lo haga sentir inferior o valorarse menos, no cuando ella puede evitarlo. Ya Harry ha tenido suficiente con el rechazo de su familia, las patadas que le ha dado la vida, y la mala suerte que ha tenido con cupido en el amor. Bailar es lo único que lo distrae y lo hace sentir feliz, y ninguna perra le va a quitar esa felicidad con comentarios ofensivos. Él no tiene la culpa de que Brianna sea tan mala bailarina, ni que la instructora lo prefiera por encima de todas. No es necesario hacerlo sentir como mierda por eso. Harry merece ser la figura principal de ese baile y muchos más. Y ella asistirá a cada competencia como siempre lo ha hecho para demostrarle su apoyo. Harry debe saber que es bueno, y merece créditos por su esfuerzo y dedicación.

Lástima que en el mundo existan personas que sólo quieren destruir tu autoestima y hacerte sentir como mierda cuando eres todo lo contrario y sólo sienten envidia de tus logros. La envidia puede llegar a destruir a las personas, y es algo horrible.

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La envidia es mala chic@s :c

¿Qué tal les cae Brianna en la historia? ¿Y Jennifer?

Capítulo dedicado a: Beckynico92

El Louis que está en multimedia es el Louis de la historia, feto ❤

Copyright © yafanfiction

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