Hank había llamado a Erin tras la detención de Lucien Castle, un viejo conocido de Klaus y quien resultaba ser parte de su linaje vampírico.

La mujer madre de la familia Mikaelson, entró por las puertas de la policía saludando a algunos cuantos conocidos.

— ¿Dónde está? — pregunto Erin tras ver a Hank.

— Me alegra verte también, Erin — respondió con sarcasmo el chico.

Los dos caminaron a la sala de interrogación donde pudieron ver a Camille junto a Vincent, el espejo de cristal los dividía de Lucien y aquel policía que Erin había olvidado su nombre.

Se cruzó de brazos para escucharlos.

— Señor Castle, creí que querría ver esto — hablo el detective entrando a la sala.

Le pasó la carpeta a Lucien quien la acercó para mirarla.

— Leí sobre esto, pobres hombres — respondió Lucien, Erin rio al escucharlo era capaz de leer el sarcasmo cuando lo tenía de frente. — Aunque no se ven nada pobres — levantó una fotografía. — Mancuernillas de oro y relojes de lujo, de no ser por el despliegue de riqueza atrajo a un vil criminal homicida.

— Sabe mucho del caso, ¿le atraen los crímenes? — preguntó el detective.

Lucien río, sacando de quicio a Erin. — Mire mi reloj señor Kinney, mis mancuernillas, si el destino quiere uno de estos rostros podría ser mío.

— Yo podría hacerle el favor si tanto lo desea — respondió Erin con molestia, ella sabía que Lucien la escucharía y por su expresión lo hizo, Hank también rio al escucharla.

Había escuchado un poco sobre Lucien gracias a Elijah, el tipo no le agradaba en absoluto y no se iba a poner a fingir que lo hacía.

— Lo asusta la posibilidad.

— Está mintiendo — habló Hank. — Se puede ver en la forma en que habla.

— En mi experiencia la gente como usted no confía en el destino. — habló Will. — Usted hace su suerte. Sea buena o mala.

— Bueno, no estaré mucho tiempo aquí, gente como yo tienen excelentes abogados que los sacan de problemas así — respondió Lucien, Erin llego a su punto al escucharlo. — Mientras sigo aquí, le diré que odio estar aburrido y usted me aburre — Lucien se levanto poniendo en alerta a ambos forenses. — Se que detrás de ese vidrio está Camille O' Connell y Erin Mikaelson, y me encantaría hablar con ellas a solas.

Hank fue capaz de ver cómo Lucien usaba su habilidad vampírica para manipular a Will.

El detective salió de la oficina para encontrarse con el cuarteto. Erin rodó los ojos al ver a Lucien saludarles. Quería arrancarle la cabeza si pudiera.

⚜️

— Voy a entrar — aseguró Erin tras el silencio que se formó entre los cuatro.

— ¿Qué? No, no van a entrar allí — le detuvo Vincent tras ver como Camille también hacía ademán de entrar.

— Vincent, no va a matarme en medio de un montón de policías — respondió Camille.

— Y estando un vampiro presente — la pelinegra caminó hasta la puerta tomando la perilla entre sus manos. — Y olvidas una cosa Vincent, no puedes darme órdenes.

Erin abrió la puerta dejando entrar a Camille primero, cuando iba a cerrar la puerta Vincent se coló dentro, Erin se mantuvo pegada al cristal.

— Aquí estoy dispuesta a escucharte, que a decir verdad es más de lo que mereces — hablo Camille sentándose en la silla.

— Creí que Nueva Orleans tenía la misma carga de prueba que las otras colonias ¿como dice? A si, inocente hasta probar lo contrario.

— Inocente o no, estoy segura que fuiste tú el chiste es probarlo — respondió Erin. — Quita esa sonrisa orgullosa de tu rostro o la quitare yo misma.

— Los homicidios iniciaron el mismo día en que llegaste — hablo Vincent moviendo una silla para sentarse. — Todas las víctimas poseen una riqueza muy similar a la tuya, sin mencionar que sabemos lo que eres.

Erin rodó los ojos, en todas las películas de villanos la clave es no mencionar lo obvio. Hank se golpeó en la cabeza al escuchar a Vincent.

— ¿Lo que soy? — Lucien río. — Es un cruel, despiadado, e imparable asesino. Aunque no tuve nada que ver con esto — señaló la carpeta. — Ese no es mi estilo.

— ¿Por qué insistes en negarlo? Si eres lo que dices que eres — le pregunto Camille.

— Cami, no me conoces, si lo hicieras verías que somos iguales.

— A ver, aquí lo que veo es un villano, gracias Vincent por revelar nuestra arma secreta — habló con fastidio l pelinegra poniendo una mano en el hombro de Vincent. — Un villano que está en búsqueda de algo en mi familia, y déjame decirte que aún cuando Klaus quiera creer, yo no soy mi hijo y no confío en ti — Erin camino por la habitación mientras hablaba.

— Casi lo olvidaba, la mamá Mikaelson, a diferencia de Mikael y Esther, tú me agradas un poco más — Lucien sonrió, Erin se auto controlo de encajarle un lapicero en la mano. — Bueno, los cuatro de hecho nos parecemos, cuatro almas que se han involucrado con la familia Mikaelson y sobrevivieron para contarlo, a todos nos han dejado heridas.

Erin cerró los ojos ignorando las ganas de romper el cuello de Lucien tras mencionar a su familia, las heridas del pasado las dejó atrás y esa familia se convirtió en suya desde el primer momento que la aceptaron.

Vincent al ver la intensiones de Erin la detuvo tomándola de la mano, la pelinegra se contuvo de arrancar el brazo del brujo al igual que golpear a Lucien.

— Después de tantos años sigues recreando tu trauma — hablo Camille tras la historia de Lucien. — Eliges víctimas que son equivalente actual del hijo privilegiado que te hirió.

Vincent evitaba reírse, Erin golpearlo. Lucien suspiró.

— Les dije una historia personal de sufrimiento que intenta generar empatía e inspirar una conexión y todo lo que escuchan es una admisión de culpa.

— Un tipo perturbado llega a la ciudad y es autor de homicidios perturbadores — le respondió Vincent.

— Tratas de generar empatía con un hippie, una psicóloga y una madre que por si lo olvidabas es forense, para nosotros estás admitiendo tu culpa en lugar de llegar a un punto clave de tu historia, si tuviera jurisdicción te arrestaría — Erin se había inclinado sobre la mesa a medida que hablaba.

— De acuerdo, ya que son incapaces de comprender una solución sofisticada permítanme decir una igual de simple, estos homicidios son ejecutado para manchar mi nombre además de ponerme en contra de la persona que vine a proteger y es Niklaus, si alguien quiere mermar mi habilidad para proteger a mi creador tal vez es por que ese alguien quiera verlo muerto.

Las palabras de Lucien tenían un punto para Erin, tal vez alguien más estaba llegando a Nueva Orleans para lastimar a su familia.

— Eres inteligente y no te insultare — respondió Camille. — Ambos sabemos que lo que digas no prueba nada quiero saber porque querías hablarme y contarme tu historia, porque conozco a Klaus y una parte de ti lo culpa, quieres desprestigiarlo enfrente de una amiga.

Lucien río causando el enojo en Erin. Hank desde afuera miraba las expresiones faciales de Erin notando que se estaba autocontrolando de hacer algo que pudiera incriminarla a ella.

— Lo lamentó, ya se porque Klaus está tan encantado contigo — Lucien tomó las manos de Camille alertando al brujo y la vampira. — Tan deliciosamente mortal marcando cada momento de tu limitada existencia, lo cierto es que Klaus te escucha y necesito que confíe en mi y tu suposición de que lo culpo sobre mis heridas pues el tiempo siempre sana las heridas. — Camille apartó las manos. — Y las mías sanaron hace unos cien años.

La puerta se abrió revelando a Klaus.

— Creí que estar conmigo te haría pensar mejor en la compañía que eliges, nos vamos — Klaus se dirigía a Camille ignorando la presencia de Erin.

— Klaus, él sabe quien es el asesino.

— Seguramente fue mentira lo que te dijo Lucien — habló Klaus.

— Si sigo un segundo más aquí romperé el cuello de Lucien — habló Erin saliendo de la oficina de interrogación golpeando al pasar a Klaus.

Hank quien la esperaba afuera se le acercó para salir juntos del lugar.

— ¿Confías en él? — preguntó Hank a la pelinegra.

— Había mentira en su relato en ciertas partes, pero también decía la verdad de otras, la realidad es que si mi familia lo lastimó no se ha que punto y eso es lo que me temo — Erin se detuvo cruzándose de brazos. — ¿Qué hay de ti?

— Mi hermana vendrá mañana junto a su novio y quiero que alguien del pueblo me ayude a darles un tour privado — bromeó Hank hacia la pelinegra.

Erin había conocido a la madre de Hank, la cual falleció hace unos años debido a un accidente de automóvil, desde entonces Nathan y Rhea se habían ido de Nueva Orleans.

— Cuenta conmigo, además siempre es agradable ver a Rhea — palmeó el hombro del chico Riggs.

⚜️

Erin llegó al recinto buscando a Klaus. Había estado ignorando las llamadas de Elijah durante toda la tarde, necesitaba respuestas.

Cuando Erin se unió a la familia y comenzó a ser un miembro e ellos, jamás les pidió explicación de su pasado sólo las pocas partes que ellos le llegaron a contar.

— Ha que milagro están juntos — habló Erin al ver a Elijah y Klaus. — Espero que por el bien de mi persona comiencen a hablar.

— Hemos tomado una tregua — habló Elijah mirando a su madre.

— Espero que esta tregua dure al menos hasta mañana — se cruzó de brazos. — La hermana de Hank llegará a la ciudad.

Elijah frunció el ceño al igual que Klaus. — ¿La chica linda de las fotos? ¿Porque nos tendremos que preocupar de ella?

— Es una bruja — respondió Erin. — Al igual que Hank, y el aquelarre de brujas de Nueva Orleans ya está entre la cuerda floja con Davina, al menos Hank no nos ha dado la espalda y si quieren otra bruja de su lado, les voy a pedir que se comporten.

Erin dejó a los dos hermanos solos. Se marchó para caminar a su habitación abriendo la botella de licor que tenía para servirse una copa, estaba cansada, pero sabía que su familia la necesitaba y ella haría todo por su familia.