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₂₅

Podía aún sentir la bruma de los besos del alfa sobre su piel. Eran sensaciones tenues, fantasmas, le recordaban vagamente lo que había acontecido entre aquellas cuatro paredes horas antes. Su teléfono debía estar en su bolso, aquel siendo lanzado a un costado de la habitación, por lo que estaba demasiado lejos como para que buscarlo fuese una acción viable. 

Simplemente dejó reposar su adolorida cabeza sobre la almohada. Era capaz de escuchar a Jungkook roncar apaciblemente contra su oreja, el sonido resultándole reconfortante incluso cuando pudo obtener un vistazo del rostro de este. El alfa babeaba, su mejilla izquierda clavada en la almohada hasta torcer un poco su nariz. Sobre su cuerpo, pero debajo de una sábana verde y grumosa que Jungkook debió jalar sobre ellos cuando ya Taehyung se había dormido, estaba el brazo de este. Fuerte y cálido. Rodeándolo en un sentido protector que hacía a su omega removerse gustoso y casi aullar por la presencia de su alfa. 

Pero ese era el epicentro del problema; Jungkook no era su alfa, por mucho que inconscientemente lo deseara y anhelara. La situación era más complicada de lo que aparentaba, y recibir tales atenciones como si nada estuviese mal solo lograba que le doliera más de la cuenta. Taehyung mordió su labio inferior, llevando una de sus manos a su cabello castaño. Olía a Jungkook, y Jungkook a él. Toda la habitación era un amalgamo de sus aromas y del amargo olor característico de las semillas de ambos, secas entre sus cuerpos por no limpiarse antes de dormir. 

La opresión en su pecho no desaparecía, especialmente cuando veía a Jungkook tan pleno a su lado; el alfa estaba libre, pero él no. Era todo lo que había juzgado en el ex esposo del alfa. ¿Con qué moral le reclamaría a Yoongi su indiferencia cuando hacía esas cosas tras su espalda? Un beso era menos grave, más sencillo de dejar pasar. Pero entregarse al alfa ajeno y permitirlo marcar figurativamente cada resquicio de su presencia era la peor de las bajezas. 

No podía soportarlo, las nauseas escalaban en su garganta y necesitaba tomar aire fresco. El clima en la habitación con el aire acondicionado era soportable, pero aún así necesitó cubrir su cuerpo con la sabana. 

Observó la desnudez de Jungkook, marcas rojizas en su espalda y sus costados. No podía dejar de imaginarse plantando besos en su espalda, su abdomen, o mucho más abajo. No lo haría, sin embargo. No era capaz de admitir todo lo que sentía en ese momento cuando su esposo seguía taladrando su cabeza, compensando el mínimo pensar que le otorgó el día anterior. 

Todo ese alfa fue suyo, recién poseyéndolo de maneras que lo hacían sonrojarse de solo recordarlas. No obstante, el idilio tenía que terminarse, y Taehyung necesitaba respirar antes de que sus piernas lo traicionaran. Buscó otra sabana de colores espantosos en la madera frente a la cama y la estiró sobre el alfa, admirando los músculos de este antes de girarse violentamente. Dando a las puertas en la ventana se hallaba el balcón, y allí se dirigió con la tela presionada por sus brazos como si de un vestido se tratase. El clima afuera era menos frío, pero aún así fresco. 

Su espalda baja dolía demasiado, la mala posición y el doblarse sin cuidado siendo los culpables. Sus caderas también estaban maltratadas, marcas rojas que indicarían moretones luego en forma de dedos. Su cuello, su pecho, todo él había sido el lienzo de Jungkook y lo más doloroso era no poder sentirse arrepentido. Su omega le pedía a gritos volver a la cama y aferrarse al alfa, proclamar que era lo único que le importaba. Una diatriba con su lado racional, el cual le decía que había actuado de la peor manera que una pareja podía hacerlo. 

Quería estar molesto, quería arrepentirse, pero cada segundo con Jungkook había sido mejor que cualquier año con su esposo. Y eso dolía; tan solo bastaba un momento con un alfa que le valoraba para superar todos sus intentos de mantener un matrimonio estable y normal. 

Se adentró solo por un momento a buscar su celular en el bolso, Jungkook aún dormía. Intentaba no mirarlo, pero su pecho seguía derritiéndose ante cualquier vistazo del alfa, ¿Era eso un efecto de unirse a él, o simplemente un sentimiento ya presente que evitó reconocer hasta ahora? 

Eran cerca de la nueve y cuarto de la mañana, se fijó mientras volvía al balcón. Al quitar el modo avión que había puesto constantemente pudo ver que tenía solo un mensaje de Yoongi, y ninguna llamada. 

'Voy a salir temprano, a eso de 7 u 8. Emergencia con un cliente y esas cosas, por si llegas y no estoy.' 

¿Cómo sentir remordimiento de esa forma? Rebuscó el contacto de su esposo y esperó a que sonara, desesperado por obtener algo, aunque fuese una señal de que había actuado mal, algo que lo ayudase a desentenderse de los sucesos recientes y que lo ayudara a dejarlo atrás. A Jungkook, o a la noche juntos, o ambas. 

La llamada fue contestada misteriosamente rápido, y la voz grave de Yoongi lo crispó más que calmarlo. —¿Taehyung? 

—Acabo de ver tu mensaje, pero es que tenía el teléfono muerto. Lo siento, se me olvidó avisar que estaría con- 

—Da igual, ¿Qué pasa? —sonaba apurado, nuevamente como si prefiriera hablar con cualquier fanatico religioso de la calle que mediar palabra con él por un segundo más. Dolía. 

—¿Nada? Solo- ¿No me ves en todo un día, no llego en la noche, y eso no te preocupa ni te molesta? —era difícil no indignarse, molesto por no conseguir ni una reacción, algo. Eras vastas las señales de que no le importaba a Yoongi, y ese hecho comenzaba a pesarle más que nunca. 

—No empieces... Mira, Taehyung, de verdad no tengo tiempo- 

—No, no, no, escúchame tú a mí, Yoongi. Estoy cansado de que te importe un carajo lo que me pase. Te da igual dónde esté, de hecho seguro te hace feliz que te deje la vida en paz. ¡Es que- podría pasarme algo, y si cuento contigo mi familia no se entera nunca! 

—¡Ah, no, eres un dramático y es demasiado temprano para soportarte! Pasé una nochecita de mierda con mis padres y todo por tu culpa, así que no, Taehyung, no quiero escucharte. 

—¿Sabes qué quisiera saber yo? ¿Qué haces saliendo a esta hora un domingo por la mañana? 

—Oh, no me- Eso es problema mío, Taehyung. Que te pongan un nudo a ver si dejas de joderme la paciencia siempre. 

La llamada fue violentamente cortada, dejándolo con el silencio de la línea y un peso indescriptible en su pecho, como si el aire de repente decidiera faltarle. Estaba ardiendo su vista, hormigueando en señal de que quería llorar, pero no lo permitiría. Estaba agotado de llorar tanto por alguien que no valía la pena en lo más mínimo. 

Sintió un abrazo tenue pero firme, el calor corporal y el aroma de Jungkook envolviéndolo hasta que él mismo dejó que su espalda reposara en el pecho de este. Cuantiosas eran las veces en que Jungkook le había reconfortado, e imposible sería pagárselo al final. Así como él merecía más que Yoongi, Jungkook merecía más que alguien como él. 

—¿Era Yoongi, no? —no quería notar el tono triste del alfa, pero era imposible, también lo era ignorar el cambio de su aroma. Ligeramente amargo, la hierbabuena ya no le resultaba tan plena. 

—Sí... —musitó, recibiendo besos en sus hombros por parte de Jungkook. Había cerrado sus ojos, permitiéndose ser ayudado de esa forma—. Cada vez- Te lo juro que cada vez siento que ya no puedo soportar más, y llega y hace cosas peores que sigo tragándome y dejando pasar. 

—No deberías hacerlo. Cuando explotes va a ser tarde, no permitas que alguien como él te arruine, Taehyung—Jungkook besó su mejilla, antes de girarlo con delicadeza—. Me da miedo lo que puedas estar pensando... 

Se veía frágil, temeroso, aquello sí lo hacía sentirse culpable. —No me arrepiento, Kook. Jamás lo haría, yo no- jamás estaría con alguien por algo del momento. Si estuve contigo fue porque es algo que siento de verdad —el alfa portaba su pantalón sin abrochar, sus pies descalzos frente a los suyos. Volvió a mirarle y eso cada vez era más complicado—. Pero tengo muchas cosas que pensar. Tú eres una persona libre, pero yo estoy casado por bien o por mal, y es algo que tengo que solucionar antes o sería lo mismo que juzgamos en tu ex esposo. Me dolería ser alguien así. 

La expresión vulnerable de Jungkook fue en aumento, luciendo aún más desdichado, una puerta enorme tapando secretos que Taehyung no lograba descifrar. —Taehyung... No te sientas culpable por nada, nada de lo que hagas a espaldas de Yoongi. Has tenido suficiente y... Y hay cosas que tengo que decirte... 

—Jungkook, de verdad, no importa. ¿Podríamos no hablar de eso? Solo... Aún falta para irnos, ¿Podemos hacer como que todo esta bien? —recostó su mejilla contra el pecho de Jungkook, siendo recibido con gusto por sus brazos y ambos que lo sostuvieron, justo como lo necesitaba. Realmente no quería escuchar las cosas que Jungkook tuviese que decirle, porque cada una tendría el gran poder de confundirlo por completo y más de la cuenta—. Te quiero, y necesito pensar bien las cosas justamente por eso. 

Pudo percibir como asentía con su cabeza, y Taehyung fue jalado por su mentón hasta los labios del alfa. Besar a Jungkook sería un deleite del que nunca podría arrepentirse, por mucho que conscientemente deseara hacerlo. 

Yoongi volvió a adentrarse a la habitación con el cansancio agolpándose en su espalda. La voz del omega que causaba la mayor parte de sus frustraciones seguía resonando en su cabeza, palpitando en sus oídos y siendo tan tortuosa como lo era la imagen mental que recién se le había formado. 

No era su intención, pero Taehyung sabia cómo sacarlo de sus casillas. Si no era con sus reproches, lo era con su encimosa forma de ser. Si bien no era tan constante como antes, aún lo era, tristemente lo era, solo que en menores proporciones. 

Le fastidiaba ser esperado en la noche, le fastidiaba la comida repetitiva que había dejado ya de ser su favorita, le fastidiaban los perfumes del omega y su falta de respuesta y participación cuando Yoongi se decidía en complacerlo teniendo un sexo que ya no quería, todo para tenerlo feliz. Lo que antes funcionaba para aplacarlo ya no lo hacía. Era cansino, agotador, molesto e insoportable. Una rutina que en pocos años ya lo había saturado. 

Pero frente a él estaba quién hizo crecer una genuina sonrisa en su expresión, avanzando hasta volver al lado del omega de cabellos rubios. El vientre de Jimin estaba descubierto aún con el gel encima, la sala de consultas luciendo cálida para la pareja que asistía al primer chequeo. La ecografía frente a ellos afirmaba lo que ya se esperaban. 

—Sí, confirmado que el omega está gestando. Por el tamaño del feto calcularía fácilmente diez semanas, más o menos, y todo esta en orden. Felicidades a ambos —el doctor era un señor bastante mayor y sonriente, contagiándolos de buena vibra. 

—¿Era...? —Jimin le cuestionó sobre la llamada de la forma más suave y disimulada que pudo, recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de Yoongi. Por supuesto que era Taehyung. 

—¿Y los exámenes? —preguntó el alfa al doctor, quien ya había dejado todo utensilio y le había pasado una servilleta al omega. Yoongi se lamentaba haberse perdido casi todo el ecograma gracias a la llamada. 

—Todo está en orden, realmente. Mi problema fue... Los niveles de glucocorticoides fue muy bajo. El omega presenta bastantes signos de estrés y alta presión sanguínea que pueden afectar el embarazo si no se lleva con cuidado. Le sugeriría... Ya sabe, la falta de marca puede afectar —suspiró el hombre, su aroma siendo casi nulo para Yoongi, pero podía ver por su fisionomía que era un alfa. 

—¿Cómo la falta de marca? —preguntó Jimin. 

—La marca, o el lazo, es muy importante en los embarazos. Mantiene la conexión alfa-omega, y también de ambos padres o madres con el feto. Generalmente es una ayuda emocional para el omega, una muestra de su unión con su alfa, por lo que durante la gestacion toma un rol aún más primordial para mantener todo en orden. ¡No es totalmente necesario, aclaro! —se rió el doctor al ver sus expresiones—. Si no tienen marca por sus razones será. Es solo una sugerencia. 

—¿Y qué pasa si... un alfa muerde a otro omega? Por ejemplo, si mi pareja se enlazara con otra persona —Yoongi se giró a observar a Jimin, aquella pregunta lo había descolocado. Pero el omega le ignoraba por completo. ¿Realmente pensaba que él mordería a Taehyung? 

—Bueno... Cuando un omega queda en cinta, crea un lazo emocional con el alfa que lo hizo. Es una unión significativa, no al nivel de una marca pero sigue siéndolo. El rechazo y como tu lobo lo tome varía de persona en persona, es cuestión de casos y casos, pero los que yo personalmente he visto... terminan con omegas al borde de depresiones muy graves y de pérdidas del bebé, incluso en los últimos trimestres. Sería cuestión de, no lo sé, cada cuatro de diez casos. 

Sonaba espantoso. —¿Y si ya tienen un lazo y muerde a otro omega? —musitó Jimin, pensativo. Yoongi odiaba verlo tan afectado por cosas que nunca pasarían, y trató de calmarlo con su aroma y caricias en su mano. 

—Eso ya es más grave, y algo que todos sabemos. Omegas terminan muertos bajo sus propias manos, la pérdida del embarazo es inmediata. Hay omegas que lo resisten, que se recuperan del lazo roto aunque la marca no es reemplazable, pero... Son una minoría. Una muy pequeña minoría. 

El doctor procesó cuidadosamente sus expresiones, terminando por retirarse los lentes y suspirar gravemente. —Desconozco la razón de sus dudas, pero no está de más advertirles que sean cuidadosos con los posibles lazos, bien sea entre ustedes o con terceros. He visto suficientes omegas sufrir consecuencias terribles por el capricho de otros alfas, no quiero ver otro en las noticias. 

Fueron enviados a la recepción a pagar la cita, recibiendo los planes de la siguiente y algunos folletos con consejos para el embarazo. Yoongi se sentía aterrorizado, realmente, pero los resultados estaban plasmadas. Era un hombre casado, Jimin estaba esperando un hijo suyo, y las cosas pronto explotarían de la peor manera posible. De eso estaba seguro. 

Sin embargo, tendría que cargar con las consecuencias de sus actos. Ya no solo Jimin dependía de él, sino también un bebé aún no nacido; Taehyung era el resto de la ecuación... y necesitaba despejarla antes de que fuese demasiado tarde.

Nota: Muchas gracias por esperar pacientemente la actualización, literalmente se los agradezco mucho ya que el mes de julio para mi, fue muy estresante, finalmente salí de vacaciones hace como casi 3 semanas, pero me di un tiempo para poder descansar, disfruten el capítulo, gracias por la espera y no presionarme ❤️

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