[2.0] "¡Hyung!"
Maya
- ¿Queréis más palomitas? -les pregunté levantándome del sofá.
Kookie tenía el ceño fruncido y observaba con demasiada atención la televisión.
- No ... No hace falta, Maya -Tae estaba tan concentrado en la escena que ni siquiera me miró-. Siéntate. Está interesante.
-Ahora vuelvo -dije con media sonrisa viendo que por instinto llevaba la mano al bol vacío.
A Tae le encantaban las palomitas y nunca dejaba de comerlas. Además, era mi invitado, así que yo debía preocuparme por ese tipo de cosas.
Entré a la cocina y mi madre estaba allí, tomándose un tazón de chocolate mientras leía unos papeles sentada a la mesa, con su pelo recogido en una trenza mal hecha. Levantó la mirada y me miró por encima de las gafas.
- ¿Está todo bien?
Me acerqué a la encimera y cogí otro paquete de palomitas para meterlo directamente en el microondas.
- Sí -abrí el sobre dándole la espalda-. Gracias por dejar que se quedasen Tae y Jungkook.
- Son tus mejores amigos, hija -movió la silla y se encaminó hasta mi lado-. Pero ... ¿Qué pasa con Jeon? Tu hermano ya me ha dicho que no teníais muy buena relación.
Vertí el contenido del paquete en el cuenco y dejé la vista en él. Sabía responder a esa pregunta, pero ... A partir de esa respuesta, surgían cuestiones para las que no estaba todavía preparada.
- Pasaron cosas, mamá -me mordí la lengua-. Todo está bien ahora.
Ella le dio al interruptor que marcaba dos minutos y el aparato se encendió como una bombilla y empezó a girar lentamente.
- Sabes que puedes hablar conmigo, ¿verdad? -la miré y mi madre sonrió ofreciéndome algo de seguridad-. Las cosas del corazón son difíciles. Lo sé.
Yo fruncí el ceño al escucharla decir aquello. ¿Mi madre pensaba que yo sentía algo por Kookie? Me habría reído allí mismo, pero algo me frenó y mi estómago se encogió.
- Maya, la pe ... -dejó de hablar en cuánto vio a mi madre allí. Sonrió débilmente e hizo una escueta reverencia- Buenas noches.
Mi madre le devolvió el gesto de lo más feliz. Tendría que explicarle que Jungkook y yo sólo éramos amigos. Que pasásemos días enteros juntos no tenía que significar que me gustase o algo así. Un chico y una chica pueden ser amigos. Nosotros lo somos.
- No tienes que ser tan formal, Jeon -mamá se acercó a la mesa y tomó sus cosas con una rapidez asombrosa-. Me alegro que te quedes con Maya. Seguro que la cuidas tanto como Hoseok.
- Eso intento, señora -sus ojos se desviaron hacia mí tímidamente.
- No os acostéis muy tarde, ¿vale? -yo asentí un tanto incómoda y le di un beso en la mejilla.
Ella me guiñó el ojo izquierdo sin que Kook lo viera, consiguiendo que mis mejillas se encendieran. ¿De verdad creía que estaba colada por Kookie?
Se marchó escaleras arriba, a lo que me aclaré la garganta.
- Parece simpática desde que volvió -dijo acercándose hasta donde me encontraba.
Yo recé por no parecer un tomate y asentí.
- ¿Puedes pasarme la mantequilla del frigorífico? -aproveché para lavarme las manos y echarme algo de agua en la cara. Tenía un calor horroroso.
Unos segundos después se dejó caer a mi lado junto al bote. Me lo ofreció sin dejar de mirarme.
- ¿Cómo te ha ido esta mañana en el conservatorio? No me has llamado en toda la tarde -se cruzó de brazos.
- Bien -dejé caer mi flequillo para que no pudiese ver mi cara-. No he podido inscribirme, pero un chico va a ayudarme.
- Mmm ... -sonaba interesado en ello-. ¿Un chico? ¿Le has contado lo que pasa?
- Sí -encogí mis hombros.
- ¿Se lo has contado? -esta vez su tono me pareció sorprendido, como si no se esperase eso.
- ¿Por qué no iba a hacerlo? Se ha ofrecido a darme clases. Tenía que saberlo antes de ...
Pero no puede terminar la oración porque se apoyó en la encimera y entró en mi campo de visión, invadiendo mi espacio. Prácticamente podía tocarlo con sólo mirar hacia arriba.
- Estás sonrojada porque era ... ¿Guapo? No creo que fuera más atractivo que yo, pero las mujeres tenéis gustos muy raros y si toca el piano ... Eso os gusta.
Escudriñé su mirada asustada por lo que estaba diciendo. Sobre todo, por la seriedad que le daba.
- ¿Qué? -estoy sonrojada por ti, tonto-. ¿De ...? ¿De dónde has sacado eso? No seas infantil, Jungk ...
- Estás nerviosa -me obligué a mirarlo de nuevo, y esta vez, toda mi atención se centró en sus labios-. Y sólo yo te pongo nerviosa -pensé que se había dado cuenta, que por fin había dejado esas historias sin pies ni cabeza y había comprendido que si tartamudeaba era sólo por él. Pero no fue así-. ¿Te ha pedido salir?
El microondas pitó y yo abrí la puertecita de mala gana apartándome de Kook. Metí la mano sin ninguna protección, y al segundo, me di cuenta de que mi piel se iba a achicharrar en cuánto tocara el cuenco de palomitas.
Kookie fue más rápido, como siempre.
Me cogió de la muñeca y tiró de mi brazo hacia atrás, notando el calor en mis dedos y cómo el bombeo de la sangre se había hecho allí más profundo y doloroso.
- ¿Te has quemado? -y bajó la vista hasta mi mano.
Sus manos estaban heladas, calmaban el leve hormigueo que recorría las yemas de mis dedos.
Aparté mi mano de la suya y saqué un trapo de cocina para coger las malditas palomitas. Jungkook me hacía eso; perder la razón, la cordura, en apenas unos instantes y hacer cosas que no debería hacer. Siempre había sido así, pero ... Esa noche, me gustó. Me agradó, de alguna forma, el saber que se arrepentía de ese improvisado interrogatorio.
- Lo siento ... No ... -pero mi orgullo estaba ahí, los dos lo sabíamos.
- Da igual -esparcí la mantequilla a toda prisa y agarré el cuenco con cuidado de no quemarme por tener los nervios a flor de piel.
Me marché de la cocina con el corazón martilleando mi pecho. ¿Por qué tenía que comportarse así?
- El chico de antes se ha caído por el barranco -Taehyung tenía ambas manos en sus mejillas, realmente impactado por lo que acababa de pasar.
- ¿El de la limusina? -él asintió y metió la mano en el cuenco conforme yo lo dejé en el suelo, a su lado, para que Kookie pudiera coger también.
Me senté en el sofá al estilo indio y cogí mi manta para las películas. La eché sobre mi regazo mientras apoyaba la espalda en el sofá de dos plazas que presidía el salón. No pude resistirlo, y comencé a masajear los dedos de mi mano derecha.
No tenía ninguna quemadura, no los tocaba por eso.
Había sido demasiado dura con Kook.
Notaba todavía el rastro frío que había dejado en mi piel cuando cruzó el salón cabizbajo. Pensé que se sentaría al lado de Tae, como antes, pero se dejó caer a mi derecha.
Mordisqueé mi labio inferior y miré fijamente a la pantalla.
- Perdón -murmuró.
-No -dije yo, arrepentida-, yo lo siento.
Sentí cómo se acercaba a mí y agarraba mi mano a la vez que apoyaba la cabeza en mi hombro. Yo respiré hondo y todo mi organismo volvió a retomar su ritmo habitual. Jungkook se deslizó bajo la manta volviendo a examinar mis dedos, buscando algún rastro de quemadura o rasguño.
Cuando sentí su pecho intentando hacerse paso a mi espalda, me Che un poco hacia adelante y Jungkook se colocó tras de mí, permitiéndome descansar sobre él.
- Ha sido ridículo que te pregunte eso, lo sé -cada vez bajaba más la voz, más ronca y rasposa-. Si te gustara alguien, me lo dirías.
Minho.
Aún no le había dicho a Kookie que Minho me gustaba. Tae lo sabía, pero él no.
Tendría que decírselo tarde o temprano, pero ... A Kookie no le gustaba Minho. No me sorprendería saber que habían llegado a pelearse alguna vez. ¿Qué haría si le decía que sentía cosas por Minho?
Tragué saliva y me hundí un poco en su regazo, a lo que él me rodeó con sus largos brazos. No podía contarle nada todavía. Le preguntaría a Tae sobre cómo explicárselo, sí. Eso era lo más lógico.
- A ti seguro que te gusta alguien. Muchas chicas van tras de ti -decidí evitar responderle, pero decir aquello, no fue lo que debí hacer.
El miedo me atrapó de sólo imaginar que Kook quisiera a alguien.
- Ninguna me gusta -sus palabras fueron como un bálsamo para mí. Nadie merecía a Jungkook. Nadie podía ser lo suficientemente bueno como para quedarse con él-. Yo soy de TaeTae, ¿verdad?
- Verdad, verdad -nuestro amigo estaba tan preocupado por la situación de los protagonistas del thriller que respondió sin saber.
Yo sonreí y Kookie rió suavemente en mi oído.
Recordé a aquella chica con la que mi mejor amigo bailaba semanas atrás. Sus ojos no mentían, y la manera en que miraba a Jungkook decía que quería más.
Cerré los ojos mientras Kookie seguía juegueteando con mis dedos, haciendo formas extrañas con ellos.
Tendría que preguntarle a Jimin por esa chica.
Taehyung
Suspiré, impactado por el final. No esperaba que el tipo de la gasolinera fuera el asesino. Habría apostado por cualquier otro menos por él.
- Maya, ¿tú crees que ...? -pregunté mientras miraba hacia atrás, pero decidí cerrar la boca.
Abrí los ojos como platos y mis labios se separaron. Creo que me quedé más impactado por lo que vi entonces que por la película.
Yo sabía por Hobi que Kook pasaba mucho tiempo con Maya últimamente, pero deduje que ni siquiera Hoseok los había visto así.
Mi amiga descansaba sobre el pecho de Jungkook, como si fuera la almohada más cómoda del mundo. Ella dormía plácidamente, pero Kook había acabado medio tumbado en el sofá, con el cuello en una posición bastante extraña. Aún así, abrazaba a Maya desde su espalda.
No podía entender cómo había conseguido quedarse dormido de esa forma. Por la manera en que rodeaba a Maya, prefería que ella tuviera más espacio y descansara tranquila.
Sé que me quedé un par de minutos observándolos, como un tonto, pero nunca los había visto así de juntos y ... Fue raro ver a Jungkook cuidando de ella.
De vez en cuando, Maya suspiraba. Estaba teniendo un buen sueño. Y mi mejor amigo había contribuido a ello.
Me lamí los labios, sin saber qué hacer. Ellos parecían haber caído rendidos hacía bastante rato, y no quería despertarlos. Si lo hacía, probablemente, Jungkook me quisiera matar por despertar a su enana. Era demasiado protector con ella, pero que algo así saliera de Kook, era bonito, por mucho que él lo negara una y otra vez.
Cada vez estaba más seguro de que algo pasaba entre esos dos. La forma en que Maya se encogía en su regazo no era algo que los mejores amigos hicieran. Ella nunca lo hizo conmigo.
Cuando me di cuenta, estaba sonriendo. Tendría una larga charla con esa gaviota.
No podía quedarme allí. Sólo estaba la madre de Maya en casa.
Podía marcharme a casa andando, pero ... Un escalofrío recorrió mi espalda al recordar que si volvía así, debía pasar ante una vieja gasolinera abandonada. ¿Y si me perseguía? No quería acabar como el protagonista de esa estúpida película.
Descarté lo de volver andando al segundo.
Hoseok se había quedado con Nanjoom para terminar unos detalles de la canción cuánto antes, estarían ocupados, así que no los molestaría. Yoongi ... Si lo llamaba de madrugada, seguramente me mataría la próxima vez que nos viéramos.
Sólo me quedaba una persona ...
Saqué el móvil del bolsillo de mi pantalón y me levanté del parqué. Una vez cerca de la entrada, marqué el número indicado y esperé unos cinco tonos hasta que descolgaron.
- Por dios, Tae ... Son las tres de la madrugada ... -lo olvidaba, Jin debía dormir sus ocho horas diarias para mantener un cutis perfecto-. ¿Qué quieres?
-Perdón ... -me rasqué la nuca-. Jin-hyung ... ¿Podrías recogerme?
- ¿Qué ...? -y sus alarmas se activaron. Tuve que alejarme el teléfono del oído para evitar que me rompiera el tímpano-. ¿¡QUÉ DEMONIOS HA PASADO!? ¿Te han secuestrado? ¿Estás en los suburbios? Kim Taehyung, parece mentira que no sepas que esos sitios son peligrosos. Podrían ... Podrían meterte un navajazo y vender tus órganos en el mercado ...
- ¡Hyung! -susurré lo más alto que pude para evitar armar jaleo-. No me he metido en ningún lío. Sólo estoy en casa de Hoseok.
Eché una ojeada rezando por que los gritos que Jin había soltado a través del aparato no hubieran despertado a la parejita, pero seguían acurrucados bajo la misma manta, en la misma posición.
- ¿Entonces por qué te tengo que recoger? Hoseok pue ...
- Está con Nanjoom-hyung trabajando ...
- ¿Y Jungkookie? Son vecinos, ¿no? Quédate en su casa.
Bufé viéndome incapaz de seguir escondiéndole la situación actual, aún sabiendo el revuelo que causaría si se enteraba.
- Es que ... -mordisqueé mi labio inferior, acorralado-. Jungkook está con Maya.
- ¿A estas horas? ¿Qué están haciendo esos ...? -bajé los párpados preparándome para el interrogatorio del siglo-. ¡¿Están juntos?! ¡Tae dime que no están en su habitación! ¿Los has dejado solos? ¡Son adolescentes con las hormonas revolucionadas, tonto!
- Por favor, hyung ... -le imploré para que me dejara explicarle-. Sólo se han quedado dormidos y no quiero despertarlos.
Escuché como soltó un suspiro de verdadero alivio al escucharme y yo rodé la mirada. A veces, ese hyung se pasaba ...
- Está bien ... Pero, ¿están durmiendo juntos?
- Sí ... ¿Puedes venir a recogerme? Es incómodo verlos tan ...
- ¿Jeon tiene las manos visibles?
- ¡Jin! -elevé demasiado la voz, pero esto se me estaba yendo de las manos.
- Vale, vale. Dame quince minutos y estoy allí.
- Gracias -y colgué cansado de lidiar con ese hyung tan preguntón y metomentodo. Parecía mi madre.
Decidí recoger el cuenco con los restos de palomitas y los platos de la pizza que había traído Kook mientras esperaba a Jin.
Jungkook estaba raro. Puede que fuera por Maya, y sólo encontraba una explicación posible. Una que se me hacía imposible.
Mi móvil tembló varias veces al rato. Me levanté de la silla de la cocina al ver que se trataba de Jin. No miento si digo que quería despertar a esa gaviota para preguntarle muchas cosas, pero no era el momento.
Fui hasta la puerta y la abrí con cuidado de que no me escúchase nadie. Tampoco quería pasar por un ladrón.
Pero, antes siquiera de que pudiera ver la calle al otro lado, una mano terminó de abrir la puerta. Jin me miraba curioso, con esa cara de querer saber más de la cuenta. Me maldije por no haberle dicho que esperase en el coche cuando se coló en la casa.
- ¿Están en el salón? -yo negué más asustado que nunca.
Me podía meter en un buen lío si se enteraban de que Jin estaba allí.
Pero, era Jin, así que al negarlo, supo que debían estar allí. Yo intenté detenerlo pero él es más alto que yo, y yo ... Un enclenque. Lo cogí del brazo, pero él me arrastró por todo el recibidor hasta dar con el lugar.
Cuando los vio, sus ojos se iluminaron.
- Son ... Una pareja de novios -parecía a punto de ponerse a saltar de la alegría.
- No lo son, hyung. Más te vale que Jungkook no se entere de que has dicho eso. Hace más pesas que tú y yo juntos.
- Este niño ... ¿Es que no pensaba decirme esto? -puso los brazos en forma de jarra y suspiró.
Tenía que averiguar algo para sacarlo de la casa, y pronto.
Se aproximó a ellos, y yo lo detuve. Fijó la mirada en Maya arrugando la nariz. La estaba examinando, y daba mucho miedo cuando hacía eso.
- Hyung ... -dije como un niño impaciente.
- Es bonita, no se parece mucho a Hoseok -dijo dando su visto bueno.
Yo me paré a pensar en como llevármelo de allí antes de que la madre de Maya bajase por el jaleo y tuviese que explicarle que hacía Seokjin en su casa a estas horas. Además, vería a su hija y a Jungkook ... Así.
Volví la cara de nuevo hacia Jin para darle un ultimátum, pero no pude abrir la boca al ver que tenía el móvil en las manos y la cámara desbloqueada.
Traté de interferir, pero no estaba lo suficientemente cerca de él como para lograrlo, así que la foto se hizo.
Y el flash salió disparado dejándome ciego por unos segundos.
- ¡Hyung! -musité tirando de él mientras restregaba mis doloridos ojos.
- ¡Tae, para! -se quejó tratando de deshacerse de mí.
Tardé poco en recuperar la vista y arrebatarle el teléfono a Jin, pero justo cuando agarraba el aparato, miré hacia ellos.
Jungkook nos miraba boquiabierto.
- ¿Hyung... ? ¿Qué hacéis? -nos preguntó en voz baja.
- ¿Cuándo pensabas contarme que estábais saliendo, Jeon? -otra vez no, por favor.
- Pero ... -comenzó a decir Kook.
- Kookie ... -los tres cerramos la boca cuando escuchamos a Maya murmurar su nombre.
Ella se acurrucó más contra él y escondió parte de su cara bajo la quijada de nuestro amigo. Incluso carraspeó levemente, lista para despertarse y ver todo lo que había montado.
Los ojos de Jungkook parecían a punto de salirse de sus órbitas. Si hubiera podido, me hubiera asesinado allí mismo.
Con su mano libre, nos hizo una seña hacia la puerta y yo me llevé a rastras a Jin. Una vez fuera, y con el corazón en un puño, cerré la puerta de la casa.
Enfrenté a Jin apenas sin aliento.
- ¡Hyung! ¿Qué narices hacías? ¿Cómo ...? ¿Cómo le habrías explicado a Maya quién eras? ¡Ella no sabe nada del grupo! -me iba a dar una taquicardia.
- ¿Jungkook no se lo ha dicho todavía? -lucía confundido y algo arrepentido.
Yo negué repetidas veces.
Ninguno le había dicho a Maya por qué conocíamos a Jimin o por qué practicábamos tanto. Kook le pidió a Hoseok ser él quién se lo contase, pero todavía no era el momento. Todavía era demasiado pronto para saber si aceptarían a un grupo de siete chicos como nosotros, sin mucha experiencia, para debutar a lo grande.
•••
#HAPPYJIMINDAY
HOY ES EL CUMPLE DEL MOCHI CACHETÓN 💝💝🎆🎆🎇🎇🎐🎐🎑🎑🎁🎁🎁🎁🎁🎋🎋🎋🎋🎉🎉🎉🎊🎊🎊🎈🎈🎈🎈🎈🎌🎌🎌🎌❤️❤️❤️❤️❤️
Puede que no salga en el capítulo, pero va dedicado a Chim Chim 😊😌
Habrá capítulo antes de que acabe el fin de semana 😎
Un besoooo 😘🐰
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro