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Jungkook miraba a sus padres con sus ojos entrecerrados, una mirada inquisitiva que parecía perforar el aire.
Los mayores estaban visiblemente nerviosos, su madre se comía las uñas con ansiedad mientras reía nerviosa, intentando disimular su inquietud, su padre, por otro lado, sonreía nervioso, pero un destello de orgullo en sus ojos delataba que había algo más detrás de su sonrisa.

Jungkook ladeó su cabeza, su curiosidad cada vez más picada.
Descruzó sus piernas, se levantó del sillón y se cruzó de brazos, adoptando una postura defensiva.

—¿Qué se traen ustedes dos? —preguntó, su voz llena de escepticismo y curiosidad.

—Somi soltó una risita nerviosa, tal cual niña pequeña cuando hace una travesura y negó con su cabeza, intentando disimular—. Nada, no traemos nada —comentó, tirándole un codazo a su ex esposo.

—Ah, sí, nada —Doyun rascó la parte trasera de su cabeza, desviando la mirada hacia un lado, como si estuviera buscando una escapatoria de la curiosidad de su hijo. Su sonrisa se mantuvo en su rostro.

—Papás... —advirtió Jungkook, su voz llena curiosidad—, no me digan que nada. Los conozco muy bien, como si yo los hubiera parido —agregó, frunciendo el ceño, como si estuviera desafiándolos a revelar la verdad.

Somi y Doyun se miraron entre sí, intercambiando una mirada cargada de significado, como si estuvieran comunicándose telepáticamente, sus ojos se encontraron y se mantuvieron así durante un momento, como si estuvieran sopesando sus opciones.
Luego, sin decir una palabra, se quedaron en silencio.
Mientras tanto, Jungkook movía su pie con impaciencia contra el suelo, su cuerpo lenguaje delatando su creciente frustración, su mirada se desplazó entre sus padres, buscando alguna señal de que estaban dispuestos a revelar lo que estaban ocultando, pero Somi y Doyun se mantuvieron en silencio, su expresión inescrutable.

—Papás—volvió a llamar Jungkook, elevando ligeramente la voz. —oigan...

Entonces, Doyun se puso de pie, estirando su brazo hacia Somi y pidiendo su mano para ayudarla a levantarse, su gesto fue suave y galante, como si estuviera ofreciendo su brazo a una dama en un baile.
Somi aceptó su mano y se levantó, su mirada encontrándose con la de Doyun durante un breve momento, antes de desviarla hacia Jungkook.

—¿Y?—el azabache ladeó su cabeza, su curiosidad cada vez más picada.—estoy esperando señor Jeon y señora Jeon.

—Bueno—Somi volvió a soltar una risita nerviosa, y el menor arrugó su frente en confusión—. Hmm, díselo tú—miró a Doyun, como si estuviera pasando la responsabilidad de dar la noticia.

—Tendrás un hermano o hermana—Doyun lo dijo directo y sin anestesia, como un golpe de realidad.

Jungkook abrió sus ojos en grande, totalmente sorprendido, su mirada saltando de sus padres al vientre de su madre, donde la mano de su padre estaba posada de manera protectora, la noticia lo dejó sin aliento, y después de un momento de estupor, cayó de trasero en el sillón, como si hubiera perdido el equilibrio.

—¿Aún puedes embarazarte?—preguntó Jungkook incredulo, su voz llena de sorpresa y curiosidad. Somi chilló ofendida, su rostro enrojeciendo de indignación.—¡ Au Papá!—gritó, mientras se sobaba la cabeza con la mano, intentando aliviar el dolor. Puesto que Doyun le había tirado un zapatazo, evidentemente ofendido por la pregunta de su hijo.

—Respeta a tu madre.—serio.

—La respeto —se levantó del sillón —, pero es que de verdad me sorprende —agregó, aún con una sonrisa en su rostro. Somi volvió a chillar ofendida, pero Jungkook soltó una risa y se acercó a su madre, abrazándola con afecto.—Pues, felicidades —dijo en tono alegre, mientras Somi se sonrojaba aún más—. Ya después de sus muchos encuentros, ya debía haber regalo —comentó divertido, alejándose, Somi se sonrojó aún más, y Doyun se rió con orgullo.
—Papá, pensaba que ya no podías —, con una sonrisa traviesa.

—TzzZz, claro que puedo —elevó el mentón orgulloso Doyun, mientras se abrazaba con su hijo.

—¿Y...como harán?—preguntó, su curiosidad aún sin saciar. Los mayores se sentaron,—Me refiero a que, bueno, mi hermano o hermana nacerá fuera del matrimonio o... —continuó Jungkook, su voz llena de preguntas.

—Tu madre y yo lo hemos hablado —respondió, con un cierto tono de felicidad en su voz—, y volveremos a retomar nuestra relación. Somi sonrió alegremente, asintiendo con la cabeza. Doyun continuó hablando, su voz llena de emoción.—Nunca he dejado de amarla —dijo, mirando a Somi con adoración—, y...

—Ni yo a ti, Jeon —respondió la rubia, sonriendo suavemente. Doyun la miró con una expresión bobalicona.

—Yo la verdad nunca entendí por qué se separaron—soltó de repente el azabache, su voz llena d nostalgia. Jungkook siempre había sentido que la separación de sus padres había sido un misterio, algo que nunca había entendido del todo.

—Fue por mi culpa—Doyun soltó un suspiro pesado, su rostro reflejando la culpa y el arrepentimiento, se pasó la mano por el cabello, como si estuviera intentando despejar sus pensamientos.—Estaba mucho tiempo en la empresa, trabajando, viajando por trabajo... que descuidé a tu madre, a ti... la hice sentir como si no la amara —continuó Doyun, su voz llena de emoción. Se detuvo un momento, como si estuviera recordando aquellos momentos difíciles.—Me obsesioné con el trabajo, con el éxito... y perdí de vista lo que realmente importaba —dijo, mirando a Somi con una mezcla de amor y arrepentimiento. Somi sonrió suavemente, su mirada llena de comprensión y perdón.

—El pasado es lo de menos—le acarició la mejilla con suavidad, su mirada llena de amor y ternura—. Ahora vivamos el presente, cariño—susurró, su voz llena de emoción. Se acercó a su rostro, su aliento cálido rozando la piel de Doyun y le dio un casto beso en los labios, un beso lleno de amor y promesas. Doyun sonrió, su corazón lleno de felicidad y esperanza.—Hagamos las cosas bien ya que una pequeña vida vendrá a llenarnos de más felicidad.

Doyun asintió, su mirada llena de determinación y amor.

—Te amo So...

—Y yo te amo a ti Do —susurraron al unísono, sus voces llenas de emoción y amor.
Rozaron sus narices en un acto íntimo de amor, un gesto que hablaba de la profundidad de su conexión.
Sin ser conscientes de que su hijo mayor estaba llorando, feliz por el regreso de sus padres y el o la nueva integrante de la familia.
Jungkook se secó las lágrimas con la manga de su camisa, sonriendo de oreja a oreja, sentía que su corazón estaba lleno de alegría y amor, y que todo estaba volviendo a su lugar correcto.
La escena que se desarrollaba ante sus ojos era la prueba de que el amor verdadero nunca muere, y que la familia siempre puede volver a unirse.

—¿Estás llorando?—preguntó Doyun,, con una ceja levantada y una sonrisa en su rostro. Jungkook se rió, sacudiendo la cabeza.

—Sí, lloro porque mi herencia se reducirá —dijo en broma, con una sonrisa pícara en su rostro. Doyun ladeó su cabeza, entrecerrando sus ojos, como si estuviera intentando descifrar si su hijo estaba hablando en serio o no.—Es broma —carcajeó, riendo y sacudiendo la cabeza. Doyun se rió también, relajándose un poco.

—Ya tienes dos empresas que puse a tu nombre, con las tuyas cinco... —comenzó a decir Doyun, sonriendo.

—Lo sé, pa —respondió, rodando los ojos y sonriendo—. Es una broma, no entiendes la fucking vibra... —dijo, haciendo un gesto con su mano, como si estuviera intentando transmitir una emoción o una sensación.

—¿La que? —preguntó, confundido, con una ceja levantada.

—La fucking vibra —repitió Jungkook, riendo y sacudiendo la cabeza—. Tae me lo enseñó.—orgulloso.

—Hablando de Tae, ya mismo viene—dijo la rubia, mirando la hora en su reloj que reposaba en su muñeca.

Jungkook no respondió, demasiado ocupado revisando su celular con una sonrisa bobalicona en su rostro. Los mensajes de su bonito castaño, Taehyung, parecían haberle robado la atención.

—En diez minutos está acá —respondió, rompiendo el silencio.

—Entonces ya nos vamos —Somi se levantó y agarró su cartera, mientras Doyun también se levantaba y la agarraba suavemente de la cintura. La pareja intercambió una mirada cariñosa, y Jungkook sonrió al ver a sus padres tan felices.

—Que la pasen bien —dijo Doyun, dirigiéndose a su hijo.

—Cualquier cosa nos avisas —agregó Somi, sonriendo.

Jungkook asintió y acompañó a sus padres hasta la salida. Les dio un beso en la mejilla a cada uno, deseándoles que se cuidaran.

—Cuídense —dijo, sonriendo.

—Nos vemos —respondieron al unísono, antes de despedirse y salir de la casa.

Los Jeon se fueron, dejando a Jungkook a la espera de Taehyung, su corazón latiendo con emoción ante la perspectiva de ver a su amado castaño.



[...]




Jungkook terminaba de arreglarse el cabello cuando el timbre de la casa sonó, su ceño se frunció confundido, ¿quién era? Su chico no, pues él le había dado una llave para que Taehyung pudiera llegar las veces que quisiera.
Con el ceño fruncido y cara de pocos amigos, se dirigió hasta la puerta listo para pedirle a esa persona que se fuera y no interrumpiera su cita con el castaño.
Pero grande fue su sorpresa cuando vio un gran ramo de rosas y una melena castaña ondulada que apenas se asomaba, su corazón se detuvo por un momento y su ceño se desfrunció, reemplazado por una sonrisa de sorpresa y alegría.

—Bebe—llamó Jungkook, su voz llena de emoción y ternura. Taehyung asomó su rostro, y lo más llamativo fueron sus ojos azules, mismos que brillaban con una luz especial, como si estuvieran iluminados desde dentro, su sonrisa era tan amplia que parecía iluminar toda la habitación, y Jungkook se sintió envuelto en una cálida luz que lo hacía sentir vivo y conectado con el castañito.
se sintió derretir ante esa mirada, y su corazón comenzó a latir con emoción, Se sintió como si estuviera flotando en el aire, y su única preocupación era abrazar a Taehyung y nunca soltarlo.

—Hola Koo—saludó Taehyung con una voz alegre y cansada, mientras se esforzaba por mantener el equilibrio con el gran ramo de rosas en sus brazos—. Puedo pasar, es que pesa mucho —abultó sus labios en un adorable puchero, mientras se inclinaba ligeramente hacia adelante para mantener el equilibrio.—Pero no me ayudes eh, yo sí puedo —dijo Taehyung, con una sonrisa orgullosa, mientras se esforzaba por mantener el control sobre las rosas.

—Oh, sí sí —Jungkook asintió rápidamente, colocándose a un lado de la puerta y viendo con una sonrisa cómo su castaño hacía un gran esfuerzo para entrar con el ramo de rosas. El mayor no pudo evitar reírse ante la determinación de Taehyung, y se sintió afortunado de tener un nonovio tan adorable y divertido.

—Listo—soltó Taehyung un suspiro de alivio, pero no soltó el ramo de rosas. En su lugar, se volvió hacia Jungkook y sonrió—. Ven Kookie—dijo, con una voz suave y sensual.

Jungkook asintió, cerrando la puerta y acercándose al castaño, se colocó en su lado, mirándolo con admiración.
Taehyung lo admiró de pies a cabeza, y Jungkook se sonrojó ligeramente ante la intensidad de su mirada.

—Antes que nada déjame decirte lo bonito que estás—dijo, su voz llena de sinceridad y admiración.

—Jungkook se sonrojó aún más, pero no pudo evitar sonreír ante el cumplido. —Gracias bebé, tú también estás bonito, hermoso, precioso...

Taehyung sonrió, relamiendo sus labios y preparándose para hablar, su voz tembló ligeramente al comenzar a hablar, pero su determinación y sinceridad brillaban en sus ojos.

—Se que al inicio, nuestra relación comenzó con mentiras mías —apretó sus labios, como si estuviera recordando un doloroso pasado—. Tú siempre has sido sincero conmigo, directo y te fallé, y es que por mi culpa también terminamos —su voz se quebró ligeramente al recordar el dolor que había causado.—Cuando me pediste que sea tu novio, me diste 100 rosas —continuó , su voz llena de nostalgia y amor—. Dar 100 rosas significa entrega total, tú ya te entregaste a mí, ahora yo quiero entregarme a ti —le extendió el gran ramo de rosas, y Jungkook lo recibió con lágrimas en los ojos.
La entrega de las rosas simbolizaba la entrega total de Taehyung a Jungkook, y él sabía que esto era solo el comienzo de una nueva etapa en su relación.—Quiero entregarme a ti, —dijo, su voz llena de emoción y sinceridad—. Y con esto te hago la siguiente pregunta —hizo una pausa, tomó una profunda respiración y preguntó—: ¿puedo ser tu novio, Jeon Jungkook?

—¡Claro que sí! Es más, es un honor para mí que tú seas mi novio —dijo Jungkook, su voz llena de emoción y sinceridad. Dejó el ramo de rosas a un lado de la mesa y cargó a Taehyung en sus brazos, llenándole el rostro de besos apasionados y tiernos.

Taehyung carcajeaba feliz, sus ojos brillando con lágrimas de alegría mientras se dejaba llevar por la emoción del momento.
Jungkook soltaba lágrimas de felicidad, su corazón lleno de amor y gratitud hacia el hombre que ahora era su novio oficial.

Los dos se perdieron en un abrazo apasionado, sus labios unidos en un beso que parecía no tener fin.
El mundo a su alrededor desapareció, y solo quedaron ellos dos, sumergidos en la emoción y el amor que los unía.








Awwww, mis papis regresaron
😭❤️

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