¿Desde donde me leen?
Yo soy de Perú ❤️

Taehyung se miró una vez más en el espejo, y su reflejo le robó el aliento, se veía absolutamente precioso, con unos pantalones palazzo blancos que resaltaban su figura esbelta, y una blusa de encaje negra que dejaba a la vista su pequeña cintura, invitando a la imaginación, de una de sus orejas colgaba un arete largo y elegante, que parecía bailar con cada movimiento de su cabeza.
Su rostro estaba maquillado con sutileza, resaltando sus facciones perfectas, pero lo que más llamaba la atención eran sus labios rojos, pintados con un color intenso que parecía llamar a gritos a ser besados, su cabello ondeado cubría su frente, dándole un aspecto adorable y coqueto a la vez, como si estuviera listo para conquistar el mundo con su encanto irresistible, Aunque, en realidad, ya había conquistado el único mundo que importaba, y ese era el corazón de Jeon Jungkook.

La puerta fue tocada suavemente, y Taehyung sonrió emocionado, dejando su labial sobre la cama.
Luego, corrió hasta la puerta con una energía contagiosa, arreglándose su cabello despeinado por el movimiento apresurado, soltó un suspiro bajito, estirando sus labios hacia arriba en una sonrisa esperanzada, y después abrió la puerta con una mezcla de emoción y anticipación, pero al ver a la persona que menos quería ver en ese momento, su sonrisa se desvaneció instantáneamente, reemplazándola por una mueca de disgusto y un ceño fruncido que reflejaba su frustración.
Su mirada se endureció, y su rostro se tensó con una expresión de enojo y desagrado.

—Vaya vaya, que hermoso departamento —dijo Baekhyun con una sonrisa sarcástica, adentrándose en el espacio como si fuera su casa, sin pedir permiso ni mostrar respeto—. Ugh, huele a pobreza —añadió, arrugando la nariz en un gesto de desdén, mientras soltaba una risa burlona y condescendiente.

—Lárgate de aquí —refunfuñó Taehyung, cruzándose de brazos y mirando a Baekhyun con una expresión de molestia.

—Sabes, fue muy difícil encontrar tu pocilga, digo, tu departamento —se burló Baekhyun, sonriendo con ironía y caminando hacia el centro de la sala, como si estuviera explorando un lugar que le perteneciera—. Pero valió la pena, porque ahora puedo ver con mis propios ojos cómo vive el famoso Kim Taehyung. —Su voz estaba llena de sarcasmo y mofa, y su mirada recorría el departamento con una mezcla de desdén y curiosidad.

—¿Acaso no te dolió el cachetadón que te di que vuelves por otro? —preguntó Taehyung, enarcando su ceja y sonriendo de lado, con una mezcla de diversión y desafío, mientras observaba el rostro de enojo de su primo, disfrutando del momento y de su reacción.

KTH
"Pelea, pelea, pelea, aliento porque se que vas a ganar"

—Me rompiste el labio idiota.—contestó a la defensiva, retrocediendo unos pasos.

—Agradece que no fue un puñete—le hizo un puño con su mano—por qué me hubiera encantado romperte la nariz.

—¡Eres un...

—¿Taehyung?

Una tercera voz se unió a la tensa atmósfera, y los primos volvieron su vista hacia la puerta, donde se encontraron con la figura de Jungkook, que sonreía con una calidez que iluminaba la habitación.
En sus manos sostenía un gran ramo de rosas rojas, que parecían brillar con una luz propia, y que contrastaban con la tensión y el enojo que habían llenado el aire momentos antes.
La presencia de Jungkook parecía haber cambiado la dinámica de la habitación, y Taehyung no pudo evitar sentir un vuelco en su corazón al ver a su amado aparecer en la puerta con un gesto tan romántico.

—¿Bebé está pasando algo?—preguntó con preocupación, mirando a Baekhyun con recelo, como si esperara que él mismo fuera la fuente del problema, luego, se acercó al castaño con paso decidido, envolviendo su cintura con un abrazo protector, como si estuviera dispuesta a defenderlo de cualquier daño.—¿Tae?

—No Kookie, no está pasando nada—le sonrió con dulzura, parándose de puntitas para acercarse a él, y depositando un suave beso en su mejilla. Luego, volvió su mirada hacia su primo, y su expresión se endureció ligeramente—El—añadió con un tono brusco y desafiante—ya se va.

—¿Son pareja?—preguntó Baek con su ceja enarcada.

—No te importa y vete de aquí—respondió Taehyung con un tono brusco, señalando la puerta con su brazo.

—Bien, me voy porque quiero, no porque me lo estás pidiendo—dijo Baek con una sonrisa sarcástica, asintiendo con la cabeza antes de darle una última mirada a la pareja y empezar a caminar, pero justo antes de salir, se detuvo y susurró con una voz baja y amenazante—De esto se enterará tu papá.—le dio un beso en la mejilla y soltó una gran risa.

—¡Eres un idiota!—gritó Taehyung, apartándose del agarre de Jungkook y empujando a su primo hacia la puerta de su departamento—¡No te quiero volver a ver!—exclamó, Baek se reía a carcajadas, como si estuviera disfrutando de un gran chiste. Le encantaba sacar de sus casillas a su adorado primito.
Taehyung cerró la puerta con un golpe seco, y su respiración se volvió pesada y agitada.

—¡Ugh! ¡Te detesto!—gritó, pero justo cuando parecía que la situación no podía empeorar, se escuchó una voz desde el otro lado de la puerta

—¡Y yo te amo!—se escuchó la voz burlona desde el otro lado de la puerta. El castaño, se sintió invadido por la ira nuevamente y se dispuso a abrir la puerta y enfrentar a su primo.
Pero justo cuando estaba a punto de hacerlo, un agarre suave en su cintura lo hizo detenerse en seco.

—Hey, cariño, tranquilo—la voz de Jungkook era suave y calmada, y el se sintió envuelto en una sensación de paz—tranquilo, mi amor. Él solo quiere hacerte enojar, y ya lo ha logrado, pero no le hagas caso—Jungkook lo volteó con delicadeza, y Taehyung se sintió perdido en sus ojos.
Luego, el azabache se inclinó y le dio un beso en los labios.

Taehyung se sintió abrumado por la emoción y abultó los labios, deseando que el beso durara para siempre.

—Si seguimos así, nos saldremos a nuestra cita—dijo Jungkook con una risilla, mientras sus mejillas eran suavemente aplastadas por las manos de Taehyung, su bonito amor.

—Quiero darte más besitos—susurró, picoteando los labios de Jungkook una y otra vez, enviando escalofríos por su espalda. Jungkook se rindió a los besos, cerrando los ojos, dejándose hacer.

—¿Cómo conoces a Baekhyun? Recuerdo que hablaron en la cafetería, cuando fuimos por el regalo de mi madre—preguntó Jungkook, y Taehyung se detuvo en seco, dejando de darle besos y apartando sus manos de sus mejillas.
El azabache se sintió confundido y un poco decepcionado por la interrupción.—¿Uh? ¿Por qué dejaste de darme besitos?—preguntó Jungkook, intentando sonar lo más adorable posible. Y entonces, hizo algo que jamás pensó que haría en su vida: hizo un puchero y puso una mirada de ciervo herido. —¿Bebe?—preguntó, con una voz tan suave y suplicante que Taehyung no pudo resistir y nuevamente lo besó.

—No hablemos—un piquito—de—otro piquito—el por favor—esta vez, dejó un beso en la punta de su nariz—¿si?

—Jeon soltó un suspiro bajito y asintió moviendo su cabeza—Lo que diga mi bonito—dijo con una sonrisa, mostrando sus dientes delanteros perfectos, como un adorable conejito.—Y, rosas para el hombre más hermoso del mundo—dijo, extendiendo el ramo de rosas hacia Taehyung quien se iluminó al recibir el ramo, y su sonrisa se amplió aún más.
Olía las rosas, cerrando los ojos y dejando que el aroma lo envolviera, luego, abrazó a Jungkook con fuerza, dando saltitos emocionados como un niño en Navidad.
Su felicidad era contagiosa, y el azabache no pudo evitar sonreír al ver a su amado tan emocionado.

[...]

Jungkook se detuvo justo delante del restaurante más lujoso de Corea, un establecimiento de renombre que atraía a la élite de la sociedad coreana, se  estacionó y bajó de su Mercedes, caminando por adelante para abrirle la puerta a Taehyung con una galantería que llamó la atención de los transeúntes.

El castaño bajó del vehículo con elegancia, su presencia llamativa y su estilo impecable. Jungkook se sintió orgulloso de estar a su lado y, con una sonrisa, enredó su brazo con el de Taehyung, un gesto que hablaba de su confianza y su amor. Juntos, formaban una pareja impresionante.

Al acercarse a la entrada del restaurante, dos guardias vestidos con elegancia se adelantaron para abrirles las puertas. Taehyung les sonrió en agradecimiento.

Una vez dentro, el ojiazul miró alrededor, notando que el restaurante estaba completamente vacío.

—No hay nadie—comentó, volviendo su mirada hacia Jungkook.

—Reservé el restaurante solo para nosotros—le respondió.

KTH
"Eso nos merecemos y más
Lisa, en tu cara bitch"

Pero si no está.

"Cállate que estoy averiguando cómo decírselo telepáticamente"

Loco.

"Somos, ahreee"

—Te mereces esto y más, Park—dijo Jungkook, sonriéndole con afecto y admiración. Luego, se acercó a la mesa y jaló la silla hacia afuera, invitando a Taehyung a sentarse, este asintió con una sonrisa y se puso delante de la silla, sentándose con elegancia mientras Jungkook metía la silla debajo de la mesa, asegurándose de que estuviera cómodo.
El gesto fue tan atento y considerado que Taehyung se sintió conmovido por la atención y el cuidado que Jungkook le estaba mostrando.

—Gracias, Kookie—dijo Taehyung, sus mejillas pintadas de un delicado carmesí debido a la emoción de estar en ese momento con Jungkook.

—No agradezcas bonito—le acarició el dorso de l mano.

Segundos más tarde, un camarero elegante y atento se acercó a su mesa, sonriendo con cortesía.

—Buenas noches, ¿En qué puedo servirles,?—preguntó, sacando un bloc de notas y un bolígrafo para tomar su orden.

Taehyung y Jungkook intercambiaron una mirada, y luego Taehyung comenzó a ordenar, mientras Jungkook asentía y agregaba algunos detalles.
Una vez que terminaron de dar su orden, el camarero se inclinó ligeramente y se retiró con una sonrisa, dejando a la pareja sola de nuevo.

—Tae—llamó Jungkook, y Taehyung ladeó su cabeza, esperando que continuara—Cuando me acerqué a ti por primera vez—hizo una pausa—me refiero, en la discoteca... ¿te asusté?—preguntó Jungkook con curiosidad.

—Taehyung sonrió nerviosamente, recordando ese momento. —Se me hizo agüita—respondió, riendo un poco—Quería huir, que la tierra me tragase y me mandara a otro planeta—confesó moviendo las manos, y Jungkook soltó una risa.

—Yo te llevaba observando desde la primera vez que pisaste la discoteca—confesó Jungkook, mientras observaba al camarero servir champán en las copas—Gracias—asintió, y luego miró a Taehyung con admiración—Verte bailar, woow—sus ojos brillaron aún más—... bailas tan bonito, sensual y delicado a la vez—dijo, su voz llena de emoción y aprecio.

JJK
"El tiene que venir, no yo a él"

Le recordó su conciencia.

"Te comiste tus palabras"

Lo sé. Taehyung me tiene totalmente enamorado.

—Gracias—totalmente sonrojado—creo que lo hago bien.

—Lo haces bien—afirmó tomándolo de las manos. —También recuerdo que te pusiste nervioso cuando te mandé a llamar.

—Hay si—relamió sus labios—me mandó a investigar, a investigarme—carcajeó suavemente—imaginé a mi como un loco investigándome a mí mismo.

—Si me hubieras dicho desde un inicio que eras tú hubiera sido diferente. —se miran a los ojos.

KTH
"Hubiera sido aburrido"

—Pero fue divertido, admítelo.

—Lo fue—confirmó sonriendo de lado.

El mesero llegó con las comidas, y ambos se miraron con sonrisas de anticipación. Agradecieron con un gesto y comenzaron a disfrutar de sus platos, saboreando cada bocado con deleite.
La velada se desplegó como una obra de arte, llena de colores y texturas, la luz suave del restaurante, el aroma de la comida exquisita y la compañía de la persona amada crearon un ambiente mágico.
Mientras comían, hablaron de cosas triviales y , su amor fue el hilo conductor que unió cada palabra, cada gesto y cada mirada.