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Este capítulo se lo dedico a Danisthv cuyo mensajito fue tan bonito que me llegó hasta el fondo de mi corazón, tanto que me hizo chillar y llorar de emoción.
(Gracias por tus bonitas palabras). ❤️😭
Yoongi observó cómo su secretario se alejaba con la cabeza gacha y las manos temblando, una imagen que le provocó que se sintiera mal.
Su puño se cerró con fuerza, y un suspiro de inquietud escapó de sus labios.
—¿Estás ahí, gato?
Escucho del otro lado de la línea, su ceño se frunció y agitó su cabeza para escapar de sus pensamientos.
—¿qué decías?—inquiere sin tanta importancia—¿dónde nos reuniremos?
—Que nos reuniremos en la casa de Bam. —en tono cansado.—te lo he repetido un millón de veces.
—No entiendo por qué la despedida si sabes que no me casaré.—se tira de espaldas en su silla.
—Es para celebrar que no te casas—estalla en un carcajada y Yoongi suelta una risa negando.
—Como sea, no quiero nada ridículo Jackson, te estoy avisando desde ya.—advierte pero el contrario se ríe como si le hubieran contado un gran chiste.
—Ujum, ujum. Me las vas a pagar.—hay un tono maquiavélico en su voz, Yoongi levanta las cejas.
—¿qué dijiste?
—Nada bobo. Oye, cierto he contratad...
El teléfono de Yoongi vibró, así que lo alejó de su oreja y su mirada se clavó en la pantalla. El nombre "Investigador Kang" hizo que sus ojos brillaran con una mezcla de curiosidad y anticipación.
—Te llamo más tarde—, dijo con brevedad, antes de colgar la llamada para responder a la otra que lo esperaba—buenas tardes señor Kang.—saludo recostando sus codos en su escritorio, mordiendo sus uñas.
—Buenas tardes, señor Min. Lo llamé para informarle que he finalizado la investigación —dijo la voz al otro lado de la línea—. ¿Prefiere que me presente en su oficina o le comparto los detalles por teléfono?
—Dímelo por aquí —respondió Yoongi, mientras su pierna comenzaba a sacudirse por la ansiedad.
—Muy bien, señor Min. Póngalo en altavoz y vaya a mensajes, le enviaré algunas fotos —indicó la voz.
Yoongi hizo lo solicitado y esperó con ansiedad. De repente, su celular vibró, indicando la llegada de mensajes. Ingresó a la aplicación y se encontró con una serie de fotos que revelaban la vida del rubio misterioso.
En las imágenes, el rubio aparecía bailando con el castaño, sus cuerpos moviéndose al ritmo de la música. Otras fotos mostraban al rubio tomando y conversando con el castaño, sus rostros iluminados por sonrisas. También había imágenes del rubio saliendo del trabajo, con una expresión más seria. Y, además, había una foto que llamó especialmente la atención de Yoongi: el rubio hablando con el pelirrojo de la discoteca, muy cerca.
—El rubio misterioso, como usted lo llama, fue muy esquivo —comentó su interlocutor—. Su compañero, el castaño, lo ayudaba a ocultarse. Ambos eran como el ilusionista Houdini, pero gracias a la ayuda de una colega, pude descubrir la identidad del rubio misterioso.
Yoongi se inclinó hacia adelante, ansioso por conocer la respuesta.
—Vive en la calle XX, departamento 405. Es soltero... —pausó un instante.—tiene un amig...
—Digame como se llama—urgió Yoongi, su ansiedad en aumento.
—El rubio misterioso se llama... —pausó de nuevo, y antes de que pudiera revelar el nombre, el teléfono de Jimin, que estaba sobre su escritorio vibró, indicando un mensaje.
La pantalla se iluminó, y Yoongi vio una foto que captó su atención.
Agarró el celular de su secretario y vio una imagen de dos personas con antifaces, un rubio con mechas rosadas y un castaño.
—¿Jimi...
—Park Jimin —soltó—. El rubio de mechas rosas se llama Park Jimin.
La puerta se abrió y Jimin apareció en el umbral, con los ojos enrojecidos y llorosos, su respiración entrecortada.
Yoongi se sobresaltó, su corazón saltando en su pecho, y tiró el celular de su secretario, como si este quemara, Luego, con dedos temblorosos, colgó la llamada de inmediato.
—¿Señor, está bien? —preguntó Jimin, acercándose a su jefe con preocupación, su voz suave y tranquilizadora a pesar de haber estado llorando.
—Tómate la tarde —dijo Yoongi con el ceño fruncido, su voz baja y seria.
Sus ojos, normalmente intensos, parecían nublados por una preocupación interna.
—Señor... —la voz de Jimin se quebró ligeramente, reflejando su confusión.
—Por favor, Jimin, tómate el día —Yoongi lo miró a los ojos, y por un momento, pareció perderse en el pasado. Los ojos verdes de Jimin le recordaron los días que pasaba en su casa de campo con su madre, rodeado de la serenidad del campo. Una sonrisa leve se dibujó en sus labios, y su voz se suavizó—. Yo saldré temprano, así que ya no es necesario que estés aquí.
Jimin asintió, aún con una expresión de confusión y nerviosismo. Agarró su celular y se dio media vuelta, alejándose de Yoongi con una sensación de incertidumbre.
[...]
Yoongi se sentó en la silla que habitualmente ocupaba Taehyung, esperando con paciencia a que este saliera de la oficina de su amigo.
Su mirada se fijó en la puerta cerrada, mientras su mente se centraba en la conversación que pronto tendría con Jeon Jungkook.
El silencio del pasillo parecía aumentar su ansiedad, pero Yoongi se mantuvo calmado, esperando el momento adecuado para ingresar y hablar con el azabache.
Minutos más tarde, la puerta se abrió con un suave clic, y Yoongi se levantó de la silla con un movimiento fluido. Se cruzó de brazos, adoptando una postura relajada pero atenta. Taehyung, al verlo, se inclinó ligeramente en una reverencia, su rostro mostrando sorpresa.
—Buenas tardes, señor Min —dijo Taehyung, rascándose el codo y desviando la mirada, como si estuviera nervioso.
—Buenas tardes, Taehyung —respondió Yoongi, entrecerrando los ojos y observándolo con una mirada intensa.
—Yo... yo me iré —comentó Taehyung en tono nervioso, acercándose a su escritorio y guardando sus cosas con prisas.
—Bien, me saludas al rubio de mechas rosas —dijo Yoongi, con una sonrisa enigmática.
—Sí, lo haré, señor Min —respondió Taehyung, sonriendo inocentemente, sin darse cuenta del doble sentido de las palabras de Yoongi.
Min soltó una risa baja negando con su cabeza, y luego ingresó a la oficina de su amigo, quien estaba sentado detrás de su escritorio, relamiendo sus labios tocándolos con la yema de sus dedos.
—Agárrate fuerte, porque lo que te diré te hará caerte de culo—dijo, cerrando la puerta con suavidad detrás de él.
—Jungkook lo miró con la cabeza ladeada, su expresión intrigada. —Me perdí desde que dijiste "agárrate fuerte" —Yoongi se sentó en el sillón mirándolo—y sabes, soy gay pero no me gustas tú.
—Min soltó un bufido—idiota.—Jeon se sentó a su lado con una sonrisa ladeada.
—suelta—movió su mano, invitándolo a hablar.
—Recuerdas cuando te llevaste al castaño a los baños y me dejaste con el rubio? —preguntó Yoongi, su mirada fija en Jungkook, este asintió, su interés aumentando.—Bien, había algo en él que me llamaba la atención, algo que me gustaba —comenzó a contar Yoongi—. Así que quise saber más sobre él...—el azabache se inclinó hacia adelante, ansioso por escuchar más.—Lo mandé a investigar —reveló Yoongi, una sonrisa enigmática en su rostro.
— abrió los ojos sorprendido. —¿Ya sabes quién es? —preguntó, su voz llena de curiosidad.
—Yoongi asintió, su sonrisa aumentando. —Lo sé —respondió, sin revelar más.
—Y Taehyung aún no me trae nada de información —comentó , sus labios frunciéndose ligeramente—. Aunque ya no la necesito, pero me hubiera gustado saber de quién se trataba.—Se alzó de hombros, como si no fuera importante.
—Nos han estado viendo la cara, amigo mío —dijo, dándole unas palmadas en la espalda. Jungkook frunció el ceño, sin entender.—Los misteriosos —hizo comillas en el aire con sus dedos— han estado cerca de nosotros todo el tiempo.—hizo movimientos con sus manos, como si estuviera tecleando.
—Jungkook abrió los ojos en grande comprendiendo.—No...
—Yoongi asintió, su sonrisa aumentando. —Sí —respondió, relamiendo sus labios—. El rubio es Jimin... y...
—El castaño es Taehyung... —soltó en tono bajo, como si estuviera llegando a una conclusión que lo había estado eludiendo durante mucho tiempo.
—Así es, Jeon —sonrió Yoongi
—Por eso, cuando lo mandé a llamar después de ver al castaño misterioso —hizo comillas con sus dedos—, se puso todo nervioso y empezó a disculparse. También cuando me llamó por mi nombre y yo no se lo había dicho.—hace una pausa—¡Pero qué idiota! —se golpeó la frente, riendo.
—Hemos sido —concordó Yoongi, su sonrisa aumentando—. Jimin era el único que me hacía dudar de mi sexualidad, y al ver al rubio, que también lograba lo mismo, debí suponer que eran las mismas personas.
—¿Qué haremos ahora?—inquiere Jungkook.
—De mi parte, se lo diré mañana —respondió, con una sonrisa juguetona en su rostro—. Hoy le di la tarde libre, y bueno, en la noche tendremos esa fiesta que está organizando Jackson.
—El azabache asintió, su mirada cómplice. —También se lo diré mañana.
Ambos se miraron a los ojos, una chispa de diversión en sus miradas.
—Qué traviesos han sido —dijo Yoongi, relamiendo sus labios con una sonrisa pícara.
—Muy traviesos —se rieron ambos, disfrutando de la travesura de sus futuros novios.
[Actualidad]
—Eres un travieso, Park Taehyung —dijo Jungkook, su voz llena de diversión y regocijo, mientras una sonrisa pícara se extendía por su rostro. De repente, la mano de Taehyung se movió con rapidez dandole un fuerte manotazo en el pecho—¡Bebé! —exclamó Jungkook, su voz llena de cariño y burla.
—El castaño se cruzó de brazos, abultando sus labios y volteando la cabeza, fingiendo estar indignado. —Eso fue por llamarme torpe —dijo, su voz llena de coquetería y fingida ofensa.
Jungkook soltó una risita, su rostro iluminado por la diversión. Se acercó al castaño y lo jaló del brazo, haciéndolo chocar suavemente contra su pecho.
La cabeza de Taehyung se apoyó en el pecho del azabache, y cuando levantó la mirada, se encontró con los ojos del más alto, brillantes de diversión y afecto.
—Pero eres mi torpe —susurró , su voz llena de ternura y cariño, mientras se inclinaba hacia adelante y posaba sus labios sobre los de Taehyung.
El beso fue suave y lleno de afecto, como si estuviera saboreando el momento.
Mientras besaba a Taehyung, su pulgar se deslizó hacia su cintura, dándole suaves caricias que enviaron escalofríos por su espalda.
La sensación era casi hipnótica, y Taehyung se sintió envuelto en una nube de ternura y cariño. El mundo a su alrededor se desvaneció, y todo lo que quedó fue el beso de Jungkook y la suave caricia de su pulgar en su cintura.
—¡Mgh! —Taehyung soltó un quejido de sorpresa y dolor al sentir los dientes de Jungkook clavados en sus labios. Se acarició los labios con sus dedos, intentando aliviar el dolor.—Kook, no muerdas —lo regañó, aunque su voz estaba llena de diversión y cariño.
—Jungkook sonrió pícaramente. —Eso es por no decirme que eras el castaño misterioso —dijo.
—Taehyung se encogió de hombros. —Pues nunca me preguntaste —dijo, su voz llena de inocencia y coquetería.
—Jungkook negó con la cabeza. —Lo hice —insistió, aunque su sonrisa decía que no era completamente cierto.
Taehyung se rió. —No, no, nunca me dijiste: "Tae, eres el castaño misterioso" —imitó la voz de su jefe, exagerando su tono y expresión.
Jungkook se rió y rodó sus ojos, divertido. Después, jaló a Taehyung hacia él y lo volvió a besar, esta vez con más suavidad y cariño.
De un momento a otro, Taehyung se encontraba sentado en el regazo del azabache, moviéndose suavemente hacia adelante y hacia atrás. Pero Jungkook lo detuvo, agarrándolo fuertemente de la cintura.
—No, mi amor, aún no es el momento —dijo Jungkook, su voz llena de ternura y control.
—Taehyung lloriqueó,—Pero, Kookie...
—Jungkook sonrió y lo acercó a él. —No, cielo, primero, tengo que invitarte a citas, pedirte que seas mi novio. Y después. haremos el amor.
—Taehyung sonrió en grande, su rostro iluminado por la emoción. —¿Y luego nos casaremos? —preguntó, su voz llena de esperanza.
—Jungkook asintió, su sonrisa aumentando. —Lo haremos, cielo, te pediré que seas mi esposo.
—Taehyung chilló de alegría, su corazón y el del azabache latiendo al unísono. —¿Ya no hay más mentiras, verdad? —preguntó el azabache, su voz llena de curiosidad.
Taehyung lo miró, su rostro serio por un momento.
KTH
"Digámosle"
Aún no, falta un mes para que termine nuestro castigo.
"Díselo Tae"
Papá nos matará si le decimos.
"No creo"
—Jungkook lo miró, su ceño fruncido. —¿Bebé? —preguntó, su voz llena de preocupación.
—Taehyung tragó duro y negó con la cabeza. —No, Kookie.
—Jungkook sonrió y le dio un beso en la frente. —Bien, te traeré mi ropa para que te la pongas.
—Taehyung asintió, su ceño fruncido. —Está bien —dijo, soltando un suspiro y bajándose de su regazo.
Sorry por la tardanza
😞
~Blue.
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