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ᯓ 23

Saben, siento que no les gusta la historia:(
Tiene muchas vistas pero pocos votos.
Así que, tatatan, 600 estrellitas y subo el siguiente capítulo.

No me odien. :(


Jimin se encontraba absorto en su tarea, ordenando unos papeles con dedicación, pero su atención se desvió involuntariamente hacia su jefe, que trabajaba en su computadora, la luz de la pantalla iluminaba su rostro, resaltando sus facciones y la forma en que sus lentes caían ligeramente en el puente de su nariz.
Jimin no pudo evitar sentir un escalofrío al contemplar la belleza de su jefe.
La concentración en su rostro, la forma en que sus cejas se fruncían ligeramente mientras tecleaba, todo parecía conspirar para hacer que se sintiera hipnotizado.
Por un momento, olvidó lo que estaba haciendo y se perdió en la contemplación de su jefe, admirando la forma en que su cabello se rizaba ligeramente en la nuca, la curva de su mandíbula y la suavidad de sus labios.
Jimin se sentía como si estuviera en un trance, incapaz de desviar la mirada de aquel rostro que lo había capturado por completo desde hace muchísimo tiempo.

El tono de la llamada entrante del celular de Yoongi rompió el hechizo que había cautivado a Jimin.
Rápidamente apartó la mirada, sintiendo un ligero rubor en sus mejillas, y se enfocó de nuevo en su tarea
Con manos ligeramente temblorosas, siguió ordenando los papeles, tratando de expulsar la imagen de su jefe de su mente.

PJM
Se casará, no deberíamos mirarlo tanto.

"Solo lo estamos mirando, no le hacemos daño a nadie"

Si, a nosotros.

—Si Jackson, estaré allí—Yoongi soltó un suspiro quitándose sus lentes y dejándolos sobre su escritorio.—Que si te valoro—rodó sus ojos con un poco de gracia—yah, gracias por organizar mi despedida de soltero.

Jimin, que había estado escuchando la llamada con disimulo, sintió un golpe en el corazón al escuchar mencionar la despedida de soltero. Su mente comenzó a vagar, imaginando a Yoongi con otra persona, sonriendo y feliz, y él solo como un espectador.

—Si, a ella también le harán una despedida.

Jimin tragó duro, tratando de contener la emoción que amenazaba con desbordar. Pero fue demasiado tarde, su torpeza lo traicionó, y dejó caer unas carpetas con un ruido seco, llamando la atención de Yoongi.

—Lo...lo siento, señor —tartamudeó, mientras recogía las carpetas y las dejaba en una silla—. Permiso.

Con paso apresurado, Jimin salió de la oficina y se dirigió al baño, necesitando un momento para recomponerse.
El dolor que sentía en su pecho era casi insoportable. Escuchar a Yoongi hablar de su despedida de soltero le recordaba cruelmente que nunca estaría con él, que jamás serían novios o padres.
Esa realidad le dolía como si le hubieran arrancado el alma.


[...]

Por otro lado, se encontraba Taehyung, remedando a su jefe que se encontraba renegando por unos papeles que había echo mal. Podría corregirlos si, aún faltaba una semana para entregarlos, pero como era Jeon Jungkook, el ogro, se enojaba al instante.

—Hiy isti isti mil.

—Esto también—Jungkook levanta la mirada, encontrándose con la del castaño quien está haciendo muecas con su boca—¿Tae cuántas veces te dije que no le pusieras flores a las hojas?

—Pero así se veía más bonito—hace un puchero acercándose al más alto.

—No Taehyung. No—suelta un suspiro pesado.

—Y así dices que te gustó—lloriqueó.

—Me gustas, cariño—dijo, tomándole la mano y besándole el dorso con suavidad, lo que lo hizo sonrojar.—Pero estos papeles son importantes—agregó, sin soltar su mano.

—Bueno, está bien, ya no lo haré más. Aunque te lo pierdes—se levanta de hombros—marcarías la diferencia.

Jungkook se sumió en un silencio reflexivo, perdido en pensamientos. Finalmente, habló:

—Sabes, una vez creo que vi esas mismas flores—señaló con su dedo índice la esquina de la hoja—. Estaban en unos documentos que me entregó Hyungsik.

Su ceño se frunció, y Taehyung sintió un escalofrío. De repente, el tacto de su jefe en su mano parecía ardiente y con un movimiento brusco, Taehyung retiró su mano, como si el contacto fuera una llama que lo quemaba.
Jungkook lo miró confundido, sus ojos entrecerrados como si intentaran descifrar el cambio de humor del castaño, sin embargo, permaneció en silencio.

—Yo no lo he visto—aparta la mirada—y eso que reviso los documentos de los señores Kim—arruga su nariz—señor Jeon...

—No me tutees bebé.—lo interrumpió suavemente.

—Taehyung asintió—está bien, Jungkook, iré al baño.—aviso.

—¿Sigues con diarrea?—pregunto divertido.

—¡Que no!—chilló sonrojándose. —y ya no diga eso—abulto sus labios.
Recordando la noche que su hermano fue a su departamento con un montón de medicina y hierbas medicinales y como lo obligó a tomarlas para acabar con eso.

—El azabache soltó una sonora carcajada y asintió.—Vale cariño ve al baño que aquí estaré esperándote. Aunque no creo que te haya pasado.

El castaño le lanzó una mirada fulminante que, en lugar de intimidar, hizo reír a Jungkook de nuevo.
Luego le sacó la lengua antes de girar sobre sus talones y encaminarse hacia el baño.
Al entrar, escuchó unos sollozos que le eran dolorosamente familiares.
Con su mano en el pecho se detuvo frente al cubículo y tocó la puerta con suavidad.
Los sollozos pararon.

—Minie, sé que estás ahí—dijo con voz baja y tranquilizadora.—Ábreme la puerta, cariño.—Pero solo obtuvo silencio.—Minie—volvió a llamar, su voz llena de preocupación. Sin embargo, el silencio persistió.

Taehyung suspiró bajito y decidió tomar otra medida, se subió al inodoro del cubículo contiguo, rezando para que aguantara su peso, luego, se sujetó del muro y miró hacia el cubículo de al lado.
Allí encontró a Jimin sentado en el inodoro, llorando en silencio.

—Soulmate—llamó Taehyung. El rubio se sobresaltó, mirando hacia arriba, pues había pensado que se había ido.—Ábreme la puerta, cariño—dijo con una sonrisa audible en su voz—, o ¿me subo por aquí? Por ti me convertiría en súper man, ese que trepa en las paredes.

Jimin no pudo evitar sonreír con tristeza, a pesar de sus lágrimas.

—Ese es spider man— corrigió, levantándose y abriendo la puerta.

—¿Enserio? —ahora fue su turno de bajarse del inodoro y pasarse al cubículo—pero igual, son héroes.—le agarró la mano, dándole suaves caricias—y yo quiero ser un héroe para ti—lo jaló y lo abrazó con fuerza, Jimin se soltó a llorar nuevamente, encontrando consuelo en el abrazo. Taehyung no dijo una palabra, sabiendo que ese gesto significaba mucho más.
En ese momento, su silencio decía: "Siempre estaré a tu lado".

[...]

—¿Taehyung, por qué estás demorando tanto?—preguntó Jungkook al entrar abruptamente en el baño, pero se detuvo en seco, sorprendido al encontrar a Taehyung y Jimin en un abrazo apretado.
En su mano, aún sujetaba el rollo de papel que había traído.—Pensé que se había acabado el papel y...

Jimin se sonrojó intensamente y se aferró aún más a Taehyung, como si temiera soltarlo.

—Señor, en un momento iré—dijo con voz baja y tranquilizadora, señalando discretamente hacia la puerta con su mentón.

Jungkook captó la señal y asintió con la cabeza, retrocediendo hacia la salida con una mezcla de sorpresa y curiosidad.

—TaeTae—suspiró Jimin bajito, alejándose del cuello de Taehyung y mirándolo a los ojos con gratitud—. Gracias.

Taehyung sonrió suavemente y elevó sus manos hasta la altura del rostro de Jimin, limpiando con ternura las mejillas mojadas por las lágrimas.

—No tienes nada que agradecer, Minie—dijo con voz cálida y tranquilizadora.

Jimin arrugó su nariz en una expresión adorable, y el castaño no pudo evitar sonreír.

—Hoy es su despedida de soltero, Tae—dijo Jimin con voz entrecortada, agachando la cabeza con tristeza.

Taehyung levantó suavemente la barbilla de Jimin, buscando su mirada.

—Y hoy nosotros nos divertiremos—afirmó con una sonrisa tranquilizadora—. Mira, cariño, aunque te duela, y a mí me duela verte así, Yoongi no es para ti.—Jimin hizo una mueca, y Taehyung continuó:—Ya debes olvidarlo. Él hará su vida y tú no vas a estar llorando por él, ya no.

—Jimin suspiró, su voz temblorosa.—Tienes razón, Tae, pero a mi tonto corazón le duele.

Taehyung acercó su rostro al de Jimin, su voz cargada de empatía.

—Lo sé, cariño, lo sé. Pero al menos intenta ser feliz... Ya no pienses más en él.

—No puedo...

—Si puedes Minie, si puedes.

—¿Qué me sugieres?—inquirio.

—Para el mal de amores, hay una cura y es bailar hasta decir basta, aunque también el alcohol.—se alza de hombros.

—Quiero tomar.—dice firme.

—Uh—Taehyung sonrió negando.—hoy iremos a bailar, solo a bailar cariño, ¿si?

—Hoy es viernes...

—Si, ¿y? Uno se puede divertir cualquier día de la semana.

Ahora Jimin soltó una suave risita.

—Está bien, vayamos a bailar. Pero, esta vez, sin besarnos eh—lo señaló con su dedo índice.

—Y yo que quería besarte— bromea.

—Hay no, será para que el señor Jeon esta vez si me mate.—ambos empiezan a reír.—o me haga más pequeño de lo que ya soy.

Taehyung negó divertido.

[...]


El castaño  ingresó a la oficina de Jungkook, capturando su atención con un simple vistazo. Jungkook le devolvió una cálida sonrisa y le hizo un ademán con sus manos, invitándolo a acercarse.

—¿Qué pasó? —preguntó, su voz llena de curiosidad—. ¿Tu amigo está bien?

Taehyung se acercó sin vacilar y se sentó en las piernas de Jungkook, sorprendiéndolo, sin embargo, no dijo nada, simplemente sonrió, envolviendo  en un cálido abrazo y depositando un suave beso en su mejilla.

—Está un poco triste—abulta sus labios—quería pedirte permiso para salir un poco más temprano.

—Sabía que esta sentada en mis piernas tendría un precio—dice en tono divertido y Taehyung se ríe.

—Pero ¿puedo?—inquirió, batiendo sus largas pestañas con una mirada inocente y persuasiva.

—Ay bebé—le dio otro beso en la mejilla.—me convenciste desde que me dijistes el, "quería"

—Aww, muchas gracias Kookie—dijo Taehyung, dando unos saltitos llenos de alegría.—eres el mejor.

Jungkook se había quedado en blanco desde que había escuchado el apodo, le había encantado cómo sonaba en los labios de Taehyung.

—Repítelo—pidió, sujetando a Taehyung de la cintura y deteniendo sus saltos.

—el castaño  se sonrojó y repitió:—Kookie.

Jungkook se embelesó con la forma en que Taehyung pronunciaba su apodo.

—Ahora, dame un beso y cuando lo termines, vuelve a decirme Kookie...—pidió, sus ojos brillando con intensidad.

Taehyung asintió y se acercó al rostro de Jungkook, dándole un beso lleno de amor.

—Kookie, me gustas mucho—dijo.

—Woah, mi amor—suspiró Jungkook con una sonrisilla—me gustas mucho más.

[...]


Taehyung y Jimin se colocaron sus antifaces, listos para salir. Justo entonces, el teléfono de Taehyung sonó, anunciando un mensaje. Sacó el aparato de su cartera y leyó el texto.

—Hobi dice que quiere darnos algo—comentó, guardando el celular con una sonrisa intrigada.

—Entonces entremos a verlo—dijo Jimin, su sonrisita sugiriendo curiosidad.

La conexión entre los tres había comenzado de manera inesperada. Taehyung le había dicho a Jimin que le presentaría a alguien especial, y Jimin había asentido felizmente, ansioso por conocer nuevas personas. Sin embargo, cuando Taehyung los presentó, ambos se sorprendieron: Jimin no esperaba que el amigo de Taehyung fuera Hobi, y este último tampoco sabía que Taehyung y Jimin eran amigos. Y fue una bonita coincidencia que selló su amistad.

—Señor Kang, como siempre, lo llamaré para que nos recoja.

—Esperaré su llamada joven Kim.—lo miró por el retrovisor.

—Bien, gracias y adiós.

—Adiós señor Kang.

—Adiós joven Kim y Joven Park—sonrió.

El dúo de amigos bajó del carro y se dirigió hacia la parte trasera de la discoteca, el guardia de seguridad les permitió el paso y continuaron hasta el lugar que les había indicado Hoseok por mensaje, pero, Justo cuando estaban a punto de entrar al camerino, una voz los hizo detenerse y mirar curiosos.

—Hasta que por fin llegan—dijo un hombre mayor, con una voz autoritaria que hizo que Taehyung y Jimin se miraran confundidos.—Sus compañeras los estaban esperando—agregó, mientras dos guardias se acercaban a ellos, agarrándolos del brazo con suavidad.

—Per...pero—tartamudeó Taehyung, intentando protestar.

—Se..señor usted está confundido—le siguió Jimin.

—No digan nada—lo interrumpió el hombre—. Agradezcan que no les descontaré por tardones—renegó, su tono implacable.—les dos diez minutos para que se vistan.

Los guardias los empujaron con suavidad hacia los camerinos y luego cerraron las puertas detrás de ellos. Jimin y Taehyung se miraron confundidos, aún sin entender qué estaba sucediendo.

—Pónganse la ropa que está ahí, ¡Y no demoren!

Taehyung se acercó al tocador y agarró la ropa que estaba allí, reveladora y provocativa. Jimin se unió a él y tomó la otra pieza, ambas de cuero negro brillante.

—¿Estás pensando lo mismo que yo?—preguntó Taehyung, sonriendo de lado.

—La vida es una—respondió Jimin, emocionado—. Hemos venido a bailar y eso es lo que haremos.

—Ujum, no sabemos para quién bailaremos, pero lo haremos—dijo Taehyung, con una mirada intensa.






Sólo diré, alguien estará muy celoso y habrá doble cof, go cof go cof go

600 ⭐️

~Blue

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