ᯓ 22
Perdón por la tardanza.
😞
Jungkook se cruzó de brazos, su rostro reflejaba confusión mientras sus cejas arqueadas expresaban incredulidad.
Su mirada se encontró con la de su mamá, quien lo observaba con una expresión severa, como si estuviera evaluando cada movimiento. Jungkook no podía entender por qué su madre lo miraba de esa manera, sin saber qué había hecho mal.
JJK
"Sabes lo que has echo mal, idiota"
No hice nada malo.
"Le dices a Taehyung que le gustas, luego lo presentas a nuestra madre como nuestro secretario, ósea, ¿te falla no?
Carajo, pero, ¿es nuestro secretario o no?
"Ugh, ¿Por qué soy la conciencia de alguien tan tonto?"
Yah yah... iré a pedirle disculpas.
"Estoy fuera de servicio para ti"
Jungkook exhaló un profundo suspiro, rodando los ojos en un gesto de exasperación.
Luego, se ajustó la corbata con precisión y se peinó el cabello hacia un lado con dedos hábiles, recuperando su compostura. Comenzó a caminar hacia su madre y secretario con paso seguro, pero se detuvo abruptamente al escuchar un fuerte grito.
—Jodida mierda.—masculló.
Y Sin saber cómo había sucedido, de repente ella lo envolvía en un abrazo apretado, cubriendo su rostro de besos apasionados.
Jungkook frunció el ceño, incómodo, e intentó zafarse de su abrazo, pero ella lo sostuvo con fuerza, sin dejarlo escapar.
Busco con la mirada a su secretario, pero para su sorpresa, ya no estaba con su mamá. En lugar de eso, lo vio saliendo de su casa, como si estuviera huyendo de la escena.
JJk
"Idiota"
—Maldita sea Lisa, suéltame.—refunfuñó empujándola.
—Pero mi amor—la pelinegra hizo un puchero y lloriqueó—¿no me extrañaste?—le dio otro beso en la comisura de sus labios.
—No— respondió Jungkook con brusquedad, volviendo a su madre quien solo negaba con su cabeza, molesta.—Mira, vayamos a mi habitación— sugirió, era la única manera de que la pelinegra lo soltara—, allí podremos hablar.
Lisa lo estudió durante largos segundos, su mente trabajando, antes de asentir lentamente.
Cuando finalmente lo soltó, Jungkook se alejó con rapidez, ansioso por escapar.
Y entonces, sin pensarlo, comenzó a correr, en busca del castaño que le había robado su corazón.
[...]
—Deja de llorar, carajo—se reprendió Taehyung, limpiándose las mejillas con el dorso de la mano, su voz apenas audible—. Qué tonto, qué tonto—musitó, su respiración entrecortada.—¿Por qué me dijo que le gustaba si tenía novia? O...¿esposa? Ugh.
—¡Taehyung!
De repente, escuchó su nombre y se sobresaltó, aceleró el paso, sin saber hacia dónde se dirigía pues la casa de los Jeon era un laberinto de corredores y jardines, y en ese momento, solo veía árboles que parecían cerrarse sobre él como una trampa.
—¡Tae!
El castaño se escondió detrás de un árbol y trató de calmarse.
THV
"Oye..."
No quiero escucharte.
"Bien, me voy"
—¡Aquí estás!—Taehyung chilló cuando Jungkook lo abrazó por sorpresa, su cuerpo pegado al suyo, envolviéndolo en un abrazo intenso.—¿Por qué te fuiste?—preguntó Jungkook, su voz llena de preocupación.
Taehyung se negó a mirarlo, pero el azabache no se rindió. —Bebé, no es lo que piensas—explicó, su mano acariciando suavemente su mentón.
Cuando Taehyung finalmente lo miró, Jungkook se dio cuenta de que había estado llorando. Su rostro se contrajo en una mueca de arrepentimiento.
—Ella no es nadie—dijo, su voz firme—. Solo es una amiga. No, ni eso—corrigió—. Cuando tenía cinco años, le di un anillo de juguete y, según ella, le prometí que nos casaríamos cuando fuéramos grandes.—Taehyung se removió incómodo, pero Jungkook lo sostuvo con firmeza. —Pero no, no me casaré con ella, además, no me gusta, no me interesa.
Ella está obsesionada con la idea, pero a mí no me importa.
—Yo pensé, que...
—No pienses en eso—dijo Jungkook, acunando suavemente las mejillas de Taehyung entre sus manos—. Tú eres quien me importa, tú eres quien me gusta.
—Él castaño se mostró incrédulo, su voz temblorosa. —¿Cómo estoy seguro de eso?
—Jungkook sonrió y depositó un casto beso en la punta de su nariz. —Te lo demostraré—prometió.
Y entonces, Jungkook lo volvió a besar, con pasión e intensidad .
Sus manos se apoyaron firmes en la cintura de Taehyung, quien rodeó con sus brazos el cuello del más alto, atrayéndolo hacia él.
La unión de sus labios fue como un fuego que se encendió, consumiendo cualquier duda o temor.
Mientras tanto, dentro de la casa, Lisa se deshacía en lágrimas. Llamando la atención de todos los invitados, menos de dos familias.
—Cálmate, hija, Jungkook se casará contigo—dijo su padre, intentando tranquilizarla con una voz suave, aunque su rostro reflejaba una determinación férrea.
—Lisa siguió llorando, su voz entrecortada. —Pero... él se fue en busca de ese hombre—sollozó, abrazando a su padre con desesperación. —y yo lo amo.
—Su padre apretó la mandíbula, su voz adoptando un tono autoritario. —Hija, si yo digo que Jeon Jungkook se casará contigo, es porque lo hará—afirmó, su mirada intensa y protectora.
Nadie hacía llorar a su bebé sin enfrentar las consecuencias.
Lisa captó la determinación en los ojos de su padre y sonrió socarrona, dándole un beso en la mejilla, su dolor parecía haberse disipado, reemplazado por una sensación de seguridad y venganza.
[...]
Taehyung y Jungkook ingresaron a la casa, atrayendo nuevamente la atención de los invitados, quienes no pudieron evitar mirarlos con curiosidad y murmullos de disgusto.
El castaño se sintió incómodo, notando las miradas hostiles dirigidas hacia él.
Jungkook, percibiendo su malestar, tomó su mano con suavidad, depositando un beso tierno en el dorso, sus ojos se encontraron, y por un momento, el mundo a su alrededor desapareció.
Luego, el azabache carraspeó, llamando la atención de todos los presentes.
Con ese simple gesto, Jungkook desafió silenciosamente las miradas críticas.
La sala se sumió en un silencio tenso, expectante.
—Dejen de mirar de esa forma a mi secretario—dijo Jungkook, su voz autoritaria y protectora, mientras su mirada recorría la sala, desafiando a cualquiera que osara seguir observando a Taehyung con desaprobación.
El castaño se tensó, sintiendo la defensa de Jungkook, pero también su orgullo herido al ser llamado de esa forma.
JJK
"Hay, este idiota no aprende"
—Perdón, a mi acompañante, Park Taehyung—se corrigió rápidamente, enfatizando la relación.
El nombrado relajó su cuerpo, agradecido por la corrección y la protección de Jungkook.
—Y es la fiesta de mi madre—prosiguió—, su atención tiene que estar en ella.
La sala se sumió en un incómodo silencio, mientras los invitados desviaban sus miradas, comprendiendo el mensaje claro de Jungkook: Taehyung estaba bajo su protección.
El azabache le dirigió una mirada cálida al más bajo, su sonrisa iluminando el espacio entre ellos. Luego, tomó suavemente el brazo y lo guió hasta la mesa de los aperitivos, donde su madre los esperaba con una sonrisa radiante y orgullosa.
—Tuviste más huevos que tu padre—dijo, llevando la copa de vino hasta sus labios con una sonrisa.
—Estoy aquí, Somi.
La mujer se sobresaltó, su rostro reflejando sorpresa y curiosidad.
Le dirigió una mirada rápida y luego lo miró de manera burlona, una ceja arqueada.
—Mi hijo tuvo mas huevos que tú al decir las cosas—dijo ella, su tono sarcástico.
JJK
"Hay si supiera"
Shhh
—Respétame Somi— Mark se cruzó de brazos.
—Mentira no es Jeon—hizo una mueca con sus labios— ¿Y que haces aquí? Yo no te invité. —lo retó con la mirada.
—Quería ver a mi preciosa ex esposa—sonríe de lado y Somi rodó los ojos.— y a darte tu regalo de cumpleaños—sonrió lobunamente—ya sabes de lo que hablo.
—Uhg, por favor, esa pulga—dio una mirada rápida en su entrepierna—ya no brinca en mi petate. —bebió del vino.
—Eso no decías hace dos semanas atrás querida.
—Mamá, Papá, no quiero saber de eso, por favor—dijo Jungkook, incómodo y tratando de intervenir.
Pero Mark no se dejó distraer. Sonrió burlón y luego se centró en Taehyung, estudiándolo con detenimiento, su ceño se frunció, como si tratara de recordar algo.
—¿Cuál es tu apellido?—preguntó, mirándolo directamente a los ojos.
—Taehyung se inclinó ligeramente, realizando una reverencia. —Bue...Buenas noches, señor Jeon. Mi apellido es Park.
—Mark repitió el apellido, su ceño aún fruncido. —Park... —parecía estar buscando en su memoria, su mirada intensa y penetrante—. Siento que te he visto en algún lugar—dijo, llevando su mano a su mentón en un gesto pensativo.
Taehyung sintió un escalofrío recorrer su espalda. Su corazón comenzó a latir con fuerza, y su mente se llenó de pánico. Si el señor Jeon lo recordaba, todo estaría perdido. Su secreto sería descubierto, y Jungkook... Jungkook no se lo perdonaría por haber jugado con él de esa forma.
Taehyung trató de mantener la calma, pero sus manos comenzaron a sudar. Se sentía atrapado, como si estuviera en una encrucijada sin salida. ¿Qué pasaría si Mark recordaba? ¿Qué pasaría si Jungkook se enteraba de la verdad?
—Somi se dio cuenta del estado del menor e intervino —Pues trabaja con nuestro hijo, daahh—dijo, como si eso explicara todo.
Pero Mark no respondió. Siguió mirando a Taehyung, su expresión intensa y pensativa, como si tratara de desentrañar un misterio.
—Vayamos a bailar—dijo Somi de repente, sacando a Mark de su ensimismamiento.
—Vayamos pues—respondió Mark, sonriendo ligeramente.
—Somi soltó una risa y se dirigió hacia Taehyung. —Mamá, no puedo, estoy con Tae—protestó Jungkook.
—Ugh, no quiero bailar con ninguno de ustedes—dijo Somi, señalando a los Jeon—. Bailaré con Taehyung.
El castaño se sorprendió, abriendo los ojos en grande y sonrojándose. Pero antes de que pudiera reaccionar, Somi continuó.
—Además, tenemos algo de que hablar—dijo, con una sonrisa misteriosa.
Taehyung asintió, alejándose del agarre de Jungkook. Luego, estiró su mano e invitó a Somi a tomarla. Juntos, se dirigieron al centro de la pista de baile y comenzaron a bailar con gracia.
Mientras tanto, los Jeon observaban la escena con interés, sus ojos brillantes reflejando emociones encontradas. Mark, con una mirada pensativa, parecía estar reviviendo recuerdos del pasado al ver a su ex esposa, Somi, sonreír y bailar con Taehyung. Su rostro reflejaba una mezcla de nostalgia y curiosidad.
Jungkook, por otro lado, miraba con ojos ardientes a su secretario, cuya belleza y encanto lo hipnotizaban. En ese momento, Taehyung era el centro de su universo, y Jungkook no podía evitar sentir una posesividad intensa. "Pronto serás mío", parecía decir su mirada, llena de deseo y anticipación.
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