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[YOONMIN]
—¿Estás seguro? —preguntó Taehyung, su voz llena de dudas. Miró a su amigo con una mezcla de inquietud y escepticismo, como si temiera dejarlo en manos de su jefe, el ogro 2.0.
—Si Tae—asintió convencido.
—Hmm—El castaño lo mira por largos segundos pero después asiente—Está bien —dijo Taehyung finalmente, asintiendo con la cabeza—. Pero si necesitas algo, no dudes en llamarme.
—Vale—asintió.
Taehyung sonrió débilmente y se despidió de su amigo con un gesto discreto, luego se giró y se dirigió hacia la salida de la discoteca con sigilo, como si fuera un ladrón escapando de la escena del crimen.
Sus pasos fueron silenciosos sobre el suelo de madera, y evitó mirar a las demás personas que aún bailaban y reían en la pista.
La música pulsante y las luces estroboscópicas parecían alejarse mientras se acercaba a la salida, como si estuviera abandonando un mundo de libertad y diversión.
Jimin emergió de las sombras, sus ojos aún fijos en el lugar donde Taehyung se había desvanecido en la multitud. Un suspiro silencioso escapó de sus labios mientras se dirigía hacia la sala VIP, donde lo esperaba su jefe, Min Yoongi.
Al entrar en la sala, Jimin se detuvo por un momento, su mirada capturada por la figura de Yoongi quien Estaba sentado en un sofá de cuero negro, un cigarro entre sus dedos elegantes.
La llama del encendedor iluminaba su rostro, resaltando los ángulos de su mandíbula y la curva de sus labios.
Jimin se sintió golpeado por la visión, Yoongi fumando era algo que nunca había visto antes, La forma en que sus labios se curvaban alrededor del cigarro, la manera en que el humo se elevaba desde sus dedos. Jimin juró que fue lo más caliente que había visto en su vida.
Su corazón latía con fuerza en su pecho, y Jimin se enamoró aún más, si es que eso era posible.
Yoongi levantó la vista, sus ojos encontrando los de Jimin. Una sonrisa lenta y seductora se extendió por su rostro, y Jimin se sintió atrapado en su mirada.
—Ven aquí—dijo haciendo señas con sus manos. Jimin sumiso, hizo caso, sentándose al frente—¿Por qué demoraste?—inquirio llevando el cigarrillo hasta sus labios.
—Estuve con mi amigo—dijo Jimin, agachando la cabeza en un gesto de sumisión.
Aunque evitó mirar directamente a Yoongi, aún pudo ver el humo del cigarro que se elevaba desde sus dedos. El aroma ahumado llenó el aire, y Jimin se sintió envuelto en una sensación de nerviosismo.
Yoongi no respondió de inmediato. En su lugar, se quedó en silencio, fumando su cigarro con una calma que contrastaba con la tensión en la habitación.
Jimin podía sentir su mirada sobre él, pesada y escrutadora.
—Hmm, entiendo.—fue lo único que dijo.
—¿Dónde está tu amigo? —gritó.
De repente, ambos se sobresaltaron ante la intensidad de la pregunta. Jimin miró a Jungkook, sorprendido por la urgencia en su voz. Yoongi, por otro lado, rodó los ojos.
—Habla de una vez... —exigió Jungkook con sus puños cerrados.
—El se fue.
—¿Dónde?—sus cejas se fruncieron.
—No lo sé...
—¿Cómo no vas a saber?—exaltado, Jimin se encogió en su lugar.
—Déjalo en paz Jeon—dijo Yoongi, su voz seria y autoritaria. Dejó el cigarro a un lado, aplastándolo en el cenicero con un movimiento brusco—si el dice que no sabe dónde está, es porque no lo sabe.
—Jungkook miró a Jimin con molestia, su rostro tensó en una expresión de irritación. Se acercó a él, su presencia amenazante, y su voz baja y peligrosa.—No me olvido de que se han besado—dijo, sus palabras cargadas de acusaciones.
Luego, Jungkook se dio media vuelta, retirándose y dejando solo a la pareja. La puerta se cerró detrás de él con un sonido seco, y el silencio que siguió fue pesado.
Jimin se sintió incómodo, sabiendo que Jungkook no olvidaría fácilmente lo que había visto. Pero cuando miró a Yoongi, vio una sonrisa lenta y seductora en su rostro.
—Fue caliente—sus cejas se fruncieron, ¿que le pasaba? El no era así.—olvídalo.—desvió la mirada.
—Jimin sonrió quedito.—Disculpa, pero, ¿cómo te llamas?—tenía que estar en su papel.
—Min Yoongi—se recostó en el sofá.—¿Tú?
—Jimin se quedó en silencio, pensando—no puedo decirte mi nombre real, pero dime JJ.
—JJ—Yoongi lo analizo—un gusto—ambos estrecharon sus manos—espero nos volvamos a ver...
(MYG)
"¿Que está pasando aquí?"
Ni idea.
[...]
Kim Hyungsik salió de su Maserati y caminó hacia la casa de sus padres, sintiendo una mezcla de emociones en su interior.
Habían pasado varios días desde su reunión con Jungkook, y finalmente había regresado de Japón después de resolver sus asuntos de trabajo.
Mientras subía los escalones de la entrada, pensaba en la conversación que tendría con sus padres, quería hablarles sobre su hermano menor, sobre la actitud que tuvo Taehyung con Jungkook. Sobre toda esa confianzita que se tenían.
Era celoso, si y un celoso de primera.
Al entrar en la casa, Hyungsik se sacó los zapatos con un suspiro de alivio, dejándolos a un lado de la puerta. Caminó hasta la sala principal, donde encontró a su papi Seokjin sumido en su iPad y a su padre Namjoon concentrado en su laptop. Cada uno estaba en su propio mundo, ajeno a la llegada de Hyungsik.
Pero entonces, Seokjin sintió una mirada sobre él. Alzó la vista, y sus ojos se encontraron con los de Hyungsik, Una sonrisa iluminó su rostro, y se levantó del sofá con un movimiento fluido, abriendo los brazos de par en par.
El pelinegro no necesitó más invitación. Corrió hacia su papi, lanzándose a sus brazos con un abrazo apretado. Seokjin lo estrechó con fuerza, cerrando los ojos y inhalando el aroma familiar de su hijo.
—Pa buenas noches—frotó su mejilla en el pecho del más bajo.
—Mi bebé grande—Seokjin le dio un beso en la mejilla, muy feliz por ver a su bebé después de semanas.
Namjoon dejó su laptop a un lado del sofá, se levantó y guardo sus lentes en el bolsillo de su chaqueta.
—Hijo—revela su secreto cada que sonríe, sus bonitos hoyuelos—¿Y ese milagro?—Sik se acerca y lo abraza, ambos se dan palmas en la espalda, al final los tres se sientan en el sofá, Namjoon y Seokjin juntos y Sik en el individual.
—Vengo a hablarles sobre mi hermano.
La expresión de sus padres cambió, y Hyungsik supo que la conversación no sería fácil. Más con su padre. Namjoon.
—¿Le pasó algo a mi bebito? —Seokjin preguntó preocupado mirando a Namjoon y agarrándolo de la chaqueta.
—No ma—eso no logro calmar al castaño pero si que soltara a su esposo—papá—su atención va al mayor quien enarca su ceja—¿no crees que ya fue suficiente?
—¿Suficiente que?
—El castigo de Tae—suspiró—ya es mucho, deja que regrese a casa...
—Sabes por qué lo hice hijo—Namjoon frunce su ceño—no debió gastar tanto dinero y no debió de hablarle así a tu primo, sabes a lo que me refiero.
—Pero si tú le has dado todo lo que ha querido...—Hyungsik frunce su ceño.—además Baekyun es un dramático de primera.
—¿Me culpas a mi? —refiriéndose a lo primero.
—si papá...
Seokjin observa a su esposo y a su hijo, dándose cuenta que esa conversación no llegaría a nada, así que exhala un profundo suspiro, su pecho subiendo y bajando con la liberación de la tensión.
Sin hacer ruido, se levanta de su asiento y se desliza fuera de la sala, evitando cualquier conversación adicional. Sus pasos son silenciosos en la alfombra mientras sube las escaleras hacia su habitación.
Una vez dentro, se dirige hacia el armario y agarra su cartera y tarjetas de crédito, que deposita en su bolsillo con un movimiento rápido y decidido. La determinación brilla en sus ojos mientras se ajusta su abrigo y sale de la habitación.
—¡El idiota de Jungkook tiene la culpa!
Escucha a su hijo, su ceño se frunce pero niega moviendo la cabeza, sale de su casa y la puerta principal se cierra tras él con un suave clic, camina con paso firme hacia su coche, estacionado. Sube al vehículo, cierra la puerta con un golpe suave y arranca el motor con un rugido bajo. Visitaría a su hijo menor y hablaría con él.
[...]
Taehyung Insertó la llave en la manija, giró y empujó la puerta para abrir, Ingresó a su departamento, se estiró y Dejó caer las llaves junto con su antifaz en algún rincón de la sala, sin prestar atención a dónde rebotaban, empezó a caminar, pero se detuvo en seco su cuando vio una figura sentada en su mueble viejo. El corazón se le aceleró al reconocer a su padre, Seokjin, con los brazos cruzados y una expresión seria.
(THV)
"Ahora si, es nuestro fin, nos encerrarán en nuestra habitación, no nos dejarán salir por nada del mundo, ya no nos meterán el abejón, la kookonda, wuaaaa~~~"
Taehyung tragó duro, sumamente nervioso ¿Qué hacía su padre allí? El silencio era pesado, y Taehyung podía sentir la tensión en el aire.
—Pa... —dijo Taehyung, intentando sonar calmado, aunque su voz temblaba ligeramente—. ¿Qué haces aquí?
Seokjin no respondió de inmediato, se limitó a mirar a su hijo, estudiando su rostro y su postura, lo miraba de arriba hacia abajo, sus cejas frunciéndose cada dos por tres. Taehyung se sentía como si estuviera bajo un microscopio, analizado y juzgado.
El silencio se prolongó, y Taehyung comenzó a sentirse incómodo. ¿Qué quería su padre? ¿Por qué había venido a su departamento? Las preguntas se acumulaban en su mente, pero la respuesta parecía estar muy lejos.
Taehyung se sonrojó intensamente al recordar su situación. Sus manos volaron hasta su entrepierna, cubriéndose instintivamente, como si pudiera ocultar la evidencia de su falta de ropa interior. Pues como la chaqueta estaba abierta, no lo cubría.
_Me llevaré tus bragas cariño_ le había dicho su jefe después el descarado la había llevado hasta su nariz para olerlas.
Sintió un escalofrío recorrer por todo su cuerpo cuando recordó lo que había pasado hace unas horas atrás.
—¿Se puede saber dónde estabas?—habló por fin Seokjin poniéndose de pie—son las tres de la mañana Taehyung.
—Estuve con mi jefe—selló sus labios cuando se dio cuenta de lo que dijo.
—¿Jungkook?—Seokjin se mostró confundido, pero luego recordó que su hijo mayor lo mencionó en la conversación. —¿qué tiene que ver el aquí?—se acercó a su hijo—¿por qué vienes ahorita? Estoy aquí desde las doce, pensé encontrarte, pero vaya, me doy la sorpresa de que mi querido hijo no está aquí.—su ceño estaba fruncido—prefieres salir de fiesta, si, por qué hueles a alcohol—Taehyung agachó su cabeza— y no visitarme...
—Papá no quería que vaya a casa y usted lo sabe—su nariz se arruga, sus ojitos ardiendo, quería llorar. Su papi nunca lo reprendía.
—El no, pero yo sí... —Seokjin se cruza de brazos, haciendo una gran pausa, su mirada penetrante clavada en Taehyung—. Estás oliendo a cigarro y a... —inhala profundamente, moviendo su nariz como si estuviera absorbiendo el aroma— ...a sexo —susurra en voz baja, la palabra cayendo como una piedra en un estanque tranquilo.
Seokjin retrocedió unos pasos, su mirada fija en Taehyung mientras lentamente le quitaba la chaqueta. La prenda cayó al suelo con un suave susurro, revelando la piel expuesta de su hijo.
Y entonces, Seokjin vio ello. Su corazón se detuvo por un instante cuando sus ojos se abrieron en sorpresa. El cuello de Taehyung estaba cubierto de marcas y mordidas, como si alguien hubiera dejado su huella en su piel.
—¿Qué...? —Seokjin comenzó a preguntar, su voz apenas audible. Su mirada se intensificó, estudiando cada marca, cada mordida. Taehyung podía sentir su padre absorbiendo cada detalle, cada señal de pasión y deseo.
Seokjin se acercó un paso más, su rostro cerca del cuello de Taehyung. —¿Quién te hizo esto? —preguntó Seokjin finalmente, su voz baja.
La habitación pareció contener la respiración, esperando la respuesta de Taehyung. El silencio era pesado, cargado de tensión y expectativa.
Minutos más tarde escuchó un gran sollozo por parte de su papi, se asustó y lo miró.
—Tuviste tu primera vez y no me lo dijiste—lloriqueo sentándose en el sofá—¿no confías en mi acaso?
Taehyung se acercó al mayor, poniéndose de rodillas y mirándolo.
—Confió en ti papi—Seokjin lo miró limpiándose sus mejillas mojadas—no te conté porque, quería hacerlo en persona, no quería que fuera por llamada...
—Yo hubiera venido...
—Lo siento papi—abulto sus labios, ahora se sentía culpable.
—Seokjin se calmó y soltó un suspiro bajito. —¿Fue bonito? ¿Te trato bien?
—Si pa, fue bonito y el me trató muy bien...—sus mejillas se tornas muy rojitas.
—Sabes que tu padre y tu hermano se enojaran y mataran a quien te robó tu florecita...—le acaricia las mejillas a su hijo, Taehyung cierra sus ojitos ante las caricias, lo había extrañado tanto.
—No creo que se enteren...
—Sik estuvo en casa...—Taehyung se sorprende—escuché el nombre de tu jefe—Seokjin hace una gran pausa pensando, luego sus ojos se abren en grande—¿Fue con tu jefe?—inquiere y Taehyung asiente apenado—vaya...—sonríe de lado.—todo uno pícaro tu—suelta una risilla.
—Pero el no sabe que soy yo, Taehyung—se señala y Seokjin frunce el ceño, confundido.
—¿Que tanto has echo Kim Taehyung?—entrecierra sus ojos y Taehyung suelta una risita nerviosa rascándose su nuca.
La noche se estiraba ante Taehyung como un abismo sin fin, una larga y oscura madrugada que lo esperaba con la promesa de una confesión inevitable. No habría descanso para él, no mientras su padre, Seokjin, lo mirara con ojos que exigían la verdad.
Nos vemos hasta el viernes.
Mañana iré al cine a ver a mi papá. Jungkook.
Y el jueves trabajo. Asi que, ajá.
Nos leemos, cuídense muchito y las amo.❤️
~Blue.
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