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Taehyung escuchaba atentamente lo que le decía su amigo, su rostro reflejando una profunda tristeza.
Sabía que Jimin se había enamorado de Yoongi, y se sentía mal al escucharlo decir que él muy pronto se casaría con otra persona.
El corazón de Taehyung dolía por su amigo, que había sido herido por alguien que no lo amaba como se merecía.
Así que, sin decir una palabra, Taehyung abrió sus brazos y envolvió a Jimin en un cálido abrazo. Era su manera de decirle que todo estaría bien, que el dolor pasaría y que llegaría alguien a su vida que lo amaría con todo su corazón.
El abrazo de Taehyung era un refugio para Jimin, un lugar donde podía esconderse de su tristeza y sentirse seguro. Y en ese momento, Jimin supo que no estaba solo, que siempre tendría a Taehyung y Hoseok a su lado para apoyarlo incondicionalmente.
—Te amo un montón—le dice Taehyung, su voz llena de sinceridad y afecto, mientras abraza fuerte a Jimin.
A pesar de que solo se habían conocido hace tres meses, cuando se vieron y hablaron por primera vez sintieron una conexión instantánea, como si hubieran encontrado a un pedazo perdido de sí mismos. No era amor, al menos no en el sentido romántico, pero era algo profundo y especial. Ambos estaban seguros de que eran almas gemelas, unidos por un lazo invisible que trascendía la amistad común. Y en ese momento, mientras se abrazaban, sabían que nada podría romper ese lazo, que su amistad era para toda la vida.
—Yo también te amo Tata—Jimin le dio un beso en la mejilla y le sonrió, por inercia sus ojitos se cerraron pareciendo dos rayitas. Tan lindo.
—Yo...Minie tengo algo que contarte—los amigos se separan del abrazo, Jimin lo mira curioso.
—¿Que hiciste?
—Taehyung suelta una risilla dándole un leve golpecito en el hombro a su amigo.—no es nada grave, creo—sus cejas se fruncen—pero antes de todo, te haré una pregunta...
—Haber, pregúntame—Jimin se recuesta en el sillón, su rostro decorado por una bonita sonrisa.
—¿Te gustaría ir a la discoteca? Ya sabes para divertirnos.
—Si, quiero ir, vamos—responde rápidamente. Hace mucho que no salía.
—Ya—sonrió feliz agarrándolo de las manos y mirando hacia todos lados, cuando se aseguró de que no habían moros en la costa, mejor dicho, ogros, habló— Yo todos los domingos voy a la disco —susurra y Jimin se acerca un poco para escucharlo mejor—pero, es un secreto, ósea, me pongo un antifaz, lentillas y así...
—¿Por qué lo haces?—susurra.
—Es que—Taehyung hace una gran pausa—mis papás me castigaron...
—¿Hmm? No entiendo—sus ceja se frunció.
—Mi apellido no es Park...
—¡Oigan, comadres, a trabajar!—Jungkook levantó la voz, haciendo sobresaltar a los amigos, que estaban sumidos en su conversación.
Jimin llevó su mano hasta su pecho asustado, como si hubiera recibido un golpe, y miró a su jefe, Yoongi, quien estaba cruzado de brazos detrás de Jungkook, con una expresión severa.
El rubio no pudo evitar sentir un pequeño pinchazo de ansiedad al ver a Yoongi, recordando la conversación que habían tenido sobre su inminente boda. Desvió la mirada.
—Ogro hijo de tu mauser casito haces que me haga pis—refunfuña Taehyung poniéndose de pie.—para tu informeshion estamos en receso...—dice con obviedad moviendo su mano.
—Es Information—Jungkook rueda los ojos, cruzándose de brazos. Corrigiéndolo.
—No me importeshion lo que diseshion—se cruza de brazos y Jimin suelta una risa ante el comportamiento de su amigo, pero se tapa la boca con sus manos al escuchar el carraspeo de su jefe, Yoongi.
—Te mandaré a tomar clases de inglés—cansado sobando sus sienes, no sabía pero esta situación se le hacía divertida.
—Si se señor—Taehyung hace una mueca.—hasta puedo enseñarle—elevó el mentón, orgulloso.
—No te creo, como sea, hora de trabajar.
—Señor, ¿Are you baboso?—enarca su ceja y abulta sus labios en molestia.
Yoongi suelta una risa pero cuando su amigo le da una mala mirada se calla y voltea a mirar hacia otro lado.
—¿Que me has dicho?
—Que aún faltan diez minutos para que acabe el receso.—dice bajito.
—No te despido nomás por que me estás ayudando en eso—eleva el tono de voz en la última palabra.
—Ya señor ya—suelta un suspiro—si quiere no le ayudo Tzzzz—hace una mueca indignado.
—Contigo no se puede, en serio—Jungkook sacudió la cabeza, rodando sus ojos en un gesto exasperado, pero con una sonrisa contenida en sus labios. Luego, se dio media vuelta y se retiró, alejándose de la escena. Pero cuando ya estaba un poco más lejos, no pudo evitar soltar una sonrisa al recordar el comportamiento aniñado de su secretario.
—Chaito—alargó la última letra.
—Jimin, te necesito—Dijo Yoongi y el rubio asintió.
—Hablaremos de eso después—Taehyung hace un bailecito refiriéndose a la discoteca y Jimin sonríe cómplice.
[...]
Era Domingo y el dúo de mejores amigos, Taehyung y Jimin, se encontraban en el departamento del castaño,
Mientras Taehyung hablaba por teléfono, Jimin se cambiaba escuchando la conversación.
—SI señor, estoy con un fuerte dolor estomacal—Taehyung se mira al espejo—okey okey ya no me de nada entonces, bien llorón es usted, que son 500 dólares para su bolsillo—rueda los ojos—la de usted por sea caso. Okey bay.—apagó el celular y lo tiró en la cama.
Observando a su amigo abotonándose la camisa que le prestó.
—te juro que pensé que me iba a decir que iba a venir a verme—se sienta en la cama.
—Y si resultaba ser así, nos arruinaba el plan—
Si, Taehyung ya le había contado con lujos y detalles a su amigo de sus escapadas. Y también de aquel encuentro que había tenido con su jefe, pero ahí no dio tanto detalle.
—Te haré una mechitas de colores—dice Tae, levantándose de su cama y dirigiéndose hasta su armario, sacando un spray.
—¿Se quita verdad?—inquiere con miedo
—Obvii—agita el spray agarrando entre sus dedos un mechón de cabello.—te pintaré de color morado y rosado...¡Te transformaré!—chilla emocionado.
—Jimin suelta una risa-Vale, hazme bonito.
—Bonito eres mi amooor—le besa la mejilla y empieza a hacer su trabajo. Que era trasformar a su amigo.
[...]
Habían pasado cuarenta minutos, y la noche ya había caído sobre la ciudad.
Eran las 11:30 de la noche, y los amigos ya estaban listos para salir.
Jimin se veía impresionante, con sus pantalones de cuero negro que se ajustaban perfectamente a sus piernas, una camisa blanca de seda que resaltaba su piel suave y unos botines que le daban un aire de misterio.
Sus labios estaban pintados de un color rosita natural, y sus ojos se veían aún más grandes y expresivos gracias a los pupilentes de color negro, pero lo que realmente llamaba la atención era su cabello rubio, con mechones de color rosa y morado, y unos cuantos mechones de un azul eléctrico que le daban un toque de rebeldía.
Se veía precioso, como una obra de arte viviente, y Taehyung no pudo evitar sentir un orgullo de amigo al verlo tan confiado y seguro de sí mismo.
—Woow—optó por decir admirando la belleza de su amigo—déjame decirte que estás para comer y para llevar—dijo Taehyung barriendo con la mirada el cuerpo de su amigo—te tenías bien escondidito ese trasero—suelta una risita y las mejillas de Jimin se ponen rojitas—estás muy guapo Minie.
Jimin se miró en el espejo, y por un momento, no reconoció su reflejo. La persona que lo miraba desde el otro lado del vidrio era alguien nueva, alguien que había emergido de su caparazón de timidez y inseguridad.
Se sorprendió al ver cómo el maquillaje y el cabello teñido transformaban su rostro, dándole un aire de confianza y audacia que nunca había visto en sí mismo. Pero a medida que se miraba, comenzó a gustarle lo que veía.
Le gustaba la forma en que el rosa, el azul y el morado se entrelazaban en su cabello, como una obra de arte en movimiento. Le gustaba la forma en que sus ojos parecían brillar con un nuevo brillo, como si estuvieran diciendo, "Estoy aquí, y no voy a esconderme más"
Se sonrió a sí mismo, sintiendo un nuevo sentido de libertad y expresión. Era algo nuevo, pero le gustaba. Le gustaba mucho.
—Muchas gracias Tae—se da media vuelta y jala a a su amigo del brazo, para apachurrarlo y llenarle el rostro de besos, el castaño se dejó hacer, le gustaba ser mimado.
—No me agradezcas Minie—ahora fue su turno de darle besos en sus mejillas al más bajo.
—Tu también estás muy guapo—alaga Jimin frunciendo sus labios en un silbido.
Taehyung se sonrojó.
El castañito, vestía unos pantalones de cuero negro que se ajustaban perfectamente a sus largas piernas, realzando su trasero y haciendo que su figura pareciera esculpida en piedra.
La camisa de seda negra que llevaba era aún más provocativa, con partes transparentes que dejaban ver su piel suave y expuesta, como un invitado a explorar su belleza, su maquillaje era casual, pero efectivo, con labios pintados de un rosita suave que parecían invitar a un beso, y pupilentes negros que añadían un toqur de misterio a sus ojos.
Y su cabello, oh su cabello, estaba ondulado y con algunos mechones teñidos de un rosa suave que parecían danzar en la luz.
Se veía preciosísimo, como una obra de arte viviente
—Ambos estamos preciosos—Taehyung sonríe, agarrando su celular con una mano mientras hace un gesto de aprobación con la otra—. Tomemos fotos antes de irnos—sugiere, y Jimin asiente de acuerdo, sonriendo también.
El dúo de amigos se coloca frente al espejo, haciendo una pose sexi y juguetona, con Taehyung poniendo su brazo alrededor de los hombros de Jimin y este colocando su mano en la cintura de Taehyung. El último nombrado captura el momento, y la cámara del celular registra la imagen.
Después de esa primera foto, se tomaron muchas selfies más, cada una con una pose diferente, una expresión diferente, pero siempre con la misma energía y la misma conexión entre ellos. Se rieron, se bromearon y se divertieron, disfrutando del momento y de la compañía del otro.
[...]
Taehyung le extiende un antifaz de color negro a su amigo, con un gesto misterioso y una sonrisa pícara. Jimin sonríe de lado, aceptando el antifaz con una mano, mientras se arregla el cabello con la otra, asegurándose de que cada mechón esté en su lugar. Luego, se coloca el antifaz, ajustándolo cuidadosamente para que se adapte a la forma de su rostro. El antifaz le da un aire de enigma y misterio, y Jimin se siente como un personaje de una película de acción.
Taehyung también se coloca su antifaz, y los dos amigos se miran el uno al otro, riendo y sonriendo.
Con los antifaces puestos, se sienten como si estuvieran listos para llevar a cabo una misión secreta, o para infiltrarse en un club exclusivo. La noche es suya, y están listos para conquistarla.
—Yo lo llamaré señor Kang—dice Taehyung.
—Estaré atento a su llamada joven Kim.
El castaño, sonríe con confianza y mira a su amigo Jimin, quien asiente con la cabeza, listo para la aventura. Bajan de la camioneta y se agarran de la mano caminando hacia la discoteca con una seguridad y un ritmo que es casi sexy, como si estuvieran desfilando en una pasarela.
La canción "Mammamia" de Maneskin los recibe como un abrazo caliente y envolvente, y Jimin chilla emocionado, como un niño en una tienda de dulces pues es una de sus canciones favoritas, y no puede contener su entusiasmo.
Jala a su amigo hasta la pista de baile, donde comienza a bailar con una energía y una pasión que es contagiosa.
Taehyung le sigue, agarrándolo de la cintura y uniendo su cuerpo al de Jimin, juntos, bailan sensualmente, sus cuerpos moviéndose al compás de la música como si fueran uno solo.
La gente a su alrededor los mira, hipnotizada por la química y la conexión que hay entre ellos. Muchos hombres no pueden evitar mirar, atrapados por la belleza y la sensualidad de los dos amigos.
Pero Jimin y Taehyung ni siquiera se dan cuenta ya que están envueltos en la música, en el momento, en la emoción. Bailan con los ojos cerrados, dejándose llevar por el ritmo y la melodía.
—Give me a command, and I'll do what you ask—canturrea Jimin levantando los brazos suavemente.
—Cause my favorite music's your...—Taehyung le sigue.
—Uh, uh— cantan al unísono, mirándose con coquetería. —Give me a command, and I'll do what you ask, Cause my favorite music's your Uh, uh
Taehyung se relame los labios, un gesto inconsciente, Jimin, con una sonrisa pícara, lleva sus brazos hasta los hombros del castaño, acercándose a él con una lentitud que es casi torturadora.
Se miran por largos segundos, sus ojos trabados en un juego de seducción.
Y entonces, en el momento menos pensado, sus labios se unen en un beso. La música prestándose para el momento
Sin ser conscientes de que un par de amigos los estaba mirando, uno con una mirada intensa y curiosa y el otro con una mirada llena de rabia y celos, su rostro distorsionado por una emoción que no podía controlar.
¿Algo que decir) j
Jskajska
Espero y les haya gustado
Este es otro de mis capítulos favoritos.
(No lo revisé)
~Blue
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